Otro rechazo más, otro rechazo añadido a la lista, siempre le sucedía lo mismo, cada vez que se declaraba a su amado esta lo rechazaba, no sabía porque, acaso era tan difícil que alguien llegara a quererlo como él quería?, contar con el apoyo y el afecto, el calor y el cariño de ser querido por la persona a la que tu admiras y amas.
Cada vez que pedía que ambos se presentaran demostrando sus identidades entre ellos, esta simplemente se negaba rotundamente, a pesar de jurar y perjurar que mantendría el secreto siempre era ignorado y rechazado para verla salir corriendo antes de que su transformación terminara…
Aquel personaje soltó un suspiro mientras veía todo desde la amplia ventana que tenía su cuarto, por muy hermosa que tuviera la vista y más la nocturna y todos los artilugios o juguetes que pidiera o necesitara pero algo faltaba en su vida, sin darla más vueltas al asunto ingreso a su cuarto para poder dormir un rato antes de que iniciara otro día en la escuela.
La mañana llego y con ello la misma rutina de comer solo mientras escuchaba todo el itinerario que debía de realizar completamente y sin ningún retraso, no se preocupó por el tiempo, pues no llegaría tarde de eso estaba seguro, al ingresar a el salón pudo ver como varios de sus compañeros ya estaban ahí y sintió de repente el abrazo de una persona que conocía bastante bien
-Chloe, buenos días, como estas?- pregunto desganado mientras observaba el atuendo que vestía su amiga, vestía una playera de manga larga blanca junto una chaqueta amarilla y venia bastante maquillada
-Pobre Adrien, te noto un tanto deprimido, hay algo en lo que pueda ayudarte
-No es necesario, estoy bien gracias- se alejó de aquel contacto para ir a su lugar al ver ingresar a la maestra , como siempre fue a el lugar que compartía con su amigo Nino y su conversación era escuchada por una chica de cabello azul que se ponía un tanto nerviosa al hablar
-¿Porque no hablas con él?
-No podría, no sabría que decirle, además no crees que se vería muy extraño si le empiezo a hablar de repente
-Oh vamos Marinette, si te gusta porque no hablas con él y empiezan a ver si entre ustedes puede surgir algo, motivaba su amiga de cabello café durante todo el transcurso de las clases hasta que llegara el tiempo de receso
Un joven de cabellos azul y ojos del mismo color, vestía un pantalón de mezclilla y una playera pegada a su torso de color azul fuerte, a su lado se encontraba su pequeño amigo flotando mientras miraba asombrado de todas las cosas que había presentes en ese lugar, quedando fascinado con una estatua en medio de un parque de 2 jóvenes
-Mira Ikuto, están disfrazados Nyaa~~- menciono el felino divertido para ver acerarse a la estatua – ¡Mira! ¡Mira! Hay un gato también, pero por supuesto que no tienen nuestro estilo Nyaa ~~- Eso dicho logro sacar una sonrisa a él joven que negó divertido por lo dicho
-“Ladybug y Cat Noir” – susurro mientras pasaba sus dedos por la placa de manera lenta- parece que en la ciudad de parís necesitan héroes, de todos modos eso no es de importancia, realice este intercambio con el fin de poder salir de la rutina de la familia y que mejor que venir a parís, pero bueno Yoru vamos a la escuela, tenemos que terminar los tramites de transferencia, además como se supone se abrió un nuevo nivel de enseñanza en esa escuela quiero saber cómo funcionaran las cosas aquí - diciendo eso ambos se dirigieron por el parque hasta ver dicho lugar con muchos chicos afuera, suponía que a la hora que iba llegando seria el intermedio o el receso del lugar, por lo que Ikuto soltó un suspiro pesado, pues lo que no quería hacer era llamar la atención pero parece que no sería posible.
Todos los chicos estaban, desde jugando, hablando por el celular entre otras cosas, Adrien hablaba con Nino y después de que empezaron a escuchar cuchicheos se levantaron de donde estaban para ver ingresar al chico que llamaba mucho la atención por el porte galante y juguetón que se cargaba y se sorprendieron al ver que se acercaba a ellos
-Disculpen podrían indicarme el camino para llegar a la oficina del Director, no tengo ni la menor idea del camino que debo de recorrer – Comento con una sonrisa nerviosa
-S.s.i, claro yo te acompaño – Dijo Adrien para levantarse de su asiento llamando más la atención por el hecho de que los dos juntos eran bastante guapos- por cierto mi nombre es Adrien, Adrien Agreste.
-Un gusto mi nombre es Ikuto, Tsukiyomi Ikuto- dijo de manera respetuosa para seguirlo bajo la atenta mirada de muchos
-Por cierto supongo que vienes a el nuevo nivel escolar que se abrió verdad?- Pregunto un tanto curioso por el hecho de que se veía un poco más alto
-Exacto, fui transferido desde Japón- menciono un tanto serio, ocasionando que Adrien guardara silencio en todo el transcurso que faltaba hacia la oficina
- “a donde se habrá ido aquella sonrisa “pensó un tanto decaído por el hecho de que pensó podría llegar a ser un nuevo amigo
-Mira que fuiste grosero Ikuto- decía Yoru mientras miraba al menor
-No lo tomes a mal, es solo que tengo un cumulo de emociones – decía nervioso para después en un movimiento de mano empujo a Yoru mientras que este se quejaba por tal y tan “grave” agresión. Después de que lo dejo en la oficina pudo ver como Ikuto comenzaba a hablar con un señor entre calvo y barbón, causándole risa al felino…
Ikuto estaba sentado en su clase, prestando atención a lo que la maestra hablaba, podía ver a bastante tipos, unos que tomaban demasiadas notas y otros que ni el cuaderno habían sacado, estaba bostezando cuando un fuerte estruendo se escuchó haciendo que la escuela se sacudiera, la maestra después de dar indicaciones y dejar tarea les pidió que se retiraran de manera rápida
-Es enserio?? Se le ocurre dictar tarea cuando esto está pasando?- pregunto con un leve tic, mientras se colocaba su mochila y en otra mano llevaba el estuche de su violín bien resguardado.
Podía ver a las personas correr y empujarse mientras escapaban de lo que fuese que hubiera detrás de ellos, pero como se sabe los gatos son muy curiosos, por lo que después de que encontró algo con lo que podía cubrirse su rostro
-Mi corazón… ábrete – dijo después de asegurarse que no hubiera nadie presente y la ropa que traía desapareció siendo cambiada por un top color azul marino con una gran cruz plateada , unos pantalones ajustados el mismo tono y en su mano derecha un guante con garras de metal, además de salirle en su cabeza un par de orejas y una cola.
Se puso el antifaz y brinco con agilidad digna de su felino para colocarse de pie en una chimenea mientras miraba la calle viendo como ambos héroes de las estatuas estaban peleando