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Arriesgado el Corazón por Flor de Loto

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Notas del fanfic:

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Notas del capitulo:

"Pensamientos"

En una noche tormentosa corría un joven por los pasillos del corredor de madera apresuradamente sosteniendo entre sus manos una pila de toallas limpias, sin poder evitarlo se detuvo estrepitosamente asustándose por el fuerte trueno haciendo que se resbalara y cállese dolorosamente sobre el pulcramente limpio y lustrado piso de madera.

Sobandose las caderas se levantó no sin antes soltar unas maldiciones, al ver el enorme esfuerzo que le presentaba levantarse a causa del dolor y de lo cansado que se encontraba esa noche.

“Vamos! Un esfuerzo más y el día habrá terminado” se dijo a sí mismo para darse ánimos y así seguir adelante.

Con un esfuerzo más se enderezó y se echó a andar nuevamente no sin antes recoger lo que llevaba con apresurada preocupación.

En unos cinco minutos logró llegar, se paró, tomó aire para acompasar su respiración que hasta hace unos momentos había estado irregular, dio un golpe y al no recibir respuesta abrió inmediatamente la amplia puerta, miró hacia la enorme y lujosa habitación notando para su alivio que se encontraba vacía, depósito las toallas en el armario y comenzó a preparar el baño.

Siempre se había preguntado cuál era la necesidad que tenía la gente de clase alta en usar tantas toallas, simplemente para él eso era una exageración, sin mencionar sus gustos por el agua mineral importada o mandar cada prenda a la tintorería sin ni siquiera haberla usado.

Una risa se le escapó de los labios recordando una vez haber llenado una botella de agua del grifo para la señora Rule la cual bebió sin encontrar ninguna diferencia.

Disfrutar de esa venganza sin sentido sabiéndose que por más que le dieran miradas de desprecio y de inferioridad no sería capas de una venganza mayor a lo que recordó hacer, esa era su vida y debía aceptarla sería estúpido pensar lo contrario, gente como el no podía aspirar a semejante estatus pero tampoco era como si le importase.

su sueño era poder terminar sus estudios como enfermero lo cual tuvo que dejar para trabajar y pagar sus deudas y también, porqué no, algún día encontrar un hombre maravilloso y formar una familia .No pedía mucho, pero ninguno de esos sueños parecía acercarse ahora.

Trato de limpiar lo más rápido que pudo, era mejor irse rápido, ya que si los huéspedes lo veían no podría negarse si se les ofrecía cualquier otra cosa y la verdad estaba más que cansado. Miro por última vez que todo estuviese en orden y salió.

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-Señora Gloria, ya terminé con mi trabajo de hoy, si ya no me necesita me estaré retirando.- dijo Erik cruzado los dedos para que la anciana no se le antojara hacerlo trabajar toda la noche, ya que no se encontraba con fuerzas para quedarse hasta la madrugada, “no , esta noche no”, se dijo así mismo.

Sacudió su cabeza tratado de dispersar los recuerdo que trataban de volver como tantas veces ese día; se sobresaltó al sentir la voz grave y ronca de la mujer- disculpé, no la escuche- se regañó mentalmente, sabía lo fácil que era desatar la impaciencia de esa persona.

- Ay! Niño que eres sordo o que?, te he dicho que puedes retirarte, Ana se encargará de tu sector esta noche y sal de aquí, tú sola presencia me molesta- dijo sin mirarlo concentrada en sus apuntes y a la enorme pila de dinero que estaba contando en esos momentos.

-gracias, con su permiso me retiro- hizo un asentamiento y se marchó.

Estaba aliviado de haberse podido retirar esa noche, ya que no tenías fuerzas para seguir trabajando, estaba seguro de que si seguía así colapsaría, o aún peor terminaría rompiendo algo y como consecuencia terminarían regañándole y descontándole parte de su salario, desechó ese pensamiento de la mente y sonrió con pesadez, tenía que agradecer que después de todo no era tan malo, había conseguido un empleo, cosa que escaseaba, motivo por el cual la mujer tomaba provecho de la situación y vivía a sus empleados.

Un suspiro se escapó de sus labios abrió su paraguas y se dispuso a llegar rápido a su hogar antes de que se congelara. “si ,está es sin dudas la noche más fría del año”, dijo para sí, y sin más partió rumbo a casa.

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Para su pesar la lluvia había estado aumentando a medida que caminaba, por lo cual decido apresurarse para llegar donde había estacionado su auto ya que en el hotel el estacionamiento era exclusivo para clientes. Así que tenía que dejar su auto a tres cuadras más abajo. no era un lugar muy seguro, pero el lado bueno era, que no corría riesgo de conseguir multas y podía dejarlo tantas horas como lo desease, pero lo  malo era caminar por esas calles que no estaba del todo iluminadas.
“lo bueno de tener un cacharro es que no tengo que temer que alguien querría robarlo” ,pensó.

Se detuvo al sentir un quejidos, se dio media vuelta tembloroso por el frío y el miedo y dio un suspiro de alivio al no ver a nadie, dio un paso dispuesto a apresurar su andar y llegar lo antes posible hacia su auto, no tenía suficiente dinero para darse el lujo de que lo asaltaran y menos si lo lastimasen o peor aún de ser violado en algún callejón oscuro, le llegó  un escalofrío de tan sólo imaginar lo que le pudiesen hacerle.

-Por favor..agg ayudame .. - asustado nuevamente miro por donde provenía la voz, como lo pensaba, provenía del callejón que estaba a su izquierda, sin darse cuenta sus pies se movieron hasta el lugar, intrigado por la pena que daba esa voz lastimera.

Sus ojos azules se agrandaron de sorpresa y horror al descubrir a un hombre tumbado sobre unos tachos de basura todo golpeado y ensangrentado, parpadeó dos veces y reaccionó.

-ho! Dios.. que te pasó, ¿cómo te llamas?- le dijo acercándose más y arrodillándose para estar a su altura.

“¿que haría? tenía que llamar a una ambulancia y...”

- m..me llamo David, ayudarme- dijo con esfuerzo y haciendo muecas de dolor.

- claro, espera voy a llamar a...- se disponía a sacar su móvil, cuando le agarró el brazo y con voz suplicante dijo -Por favor.. no llames a nadie.. nadie puede saber esto.. Solo.. sólo ayúdame.

Viendo la desesperación en sus ojos asintió -E-esta bien tranquilizate, puedes levantarte? Tenemos que irnos lo antes posible ya que por lo que he notado perdiste bastante sangre- lo vio cerrar los ojos con fuerza y asentar con la cabeza.

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"¡¿En qué estaba pensando? estaba en su auto rumbo a su casa con un desconocido!..¡oh Dios, no permitas que sea nada grave, ya suficiente problemas tenía como para tener a una persona muerta…¡pero qué cosas horribles dices! es lo menos que puedo hacer por una persona, además está ¡herida!...¿pero, y si es una mala persona?".

-Erik no puede hacerte daño, tranquilo -se dijo inhalando profundamente para poder procesar lo que estaba viviendo en esos momentos..

-bueno..aunque lo quisiera..en estos momentos estoy en desventaja..-mencionó el hombre haciéndole darse cuenta que había hablado en voz alta- tranquilo..no soy una mala persona.. así que... te agradeceria mucho si te dieras prisa y nos fuéramos lo antes posible…- esto último le hizo darse cuenta en el enorme esfuerzo que el hacía al hablarle, se dio valor y se disputó a encender el auto lo más rápido posible.

-claro, Disculpa, no vivo lejos a si que resiste un poco- Miró nuevamente su acompañante que respiraba con dificultad notando el gran trabajo que le presentaba poder mantenerse consciente.

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Cuando llegaron, el hombre estaba prácticamente inconsciente y con mucha dificultad logró conducirlo hacia dentro, todavía no lograba asimilar lo que estaba pasando tenía a un desconocido en la cama con una herida causada por una puñalada.

Al menos estaba tranquilo, al curar la herida pudo notar que no era muy profunda y los otros golpes se le irían en unos dias.

Había usado sus conocimientos de enfermería, que aunque no había podido terminar con sus estudios ahora eran de gran ayuda. Luego con mucha paciencia se dispuso a sacarle la ropa húmeda y asi cubrirle con una frazada.

Habiéndose terminado se detuvo unos momentos para estudiarlo, su cabello era negro, desordenado pero corto, de tez morena y poseía unos rasgos muy atractivo, calculando no tendría más de treinta años y por supuesto no cabían dudas de que era un Alfa.

por alguna razón ese rostro le resultaba familiar, luego recordó que su ropa era bastante costosa, lo que le hizo pensar que tal vez lo había visto en el hotel como uno más de las personas que se habían hospedado.

Lo que sí, había una duda que lo tenía inquieto ¿porque no habría querido que vaya en busca de ayuda, ni que lo llevase al hospital?.

Con pesadez se dispuso a darse una ducha con agua caliente, una vez listo se puso su piyama.

- se lo preguntaré en cuanto despierte- dijo, y sin más se acostó sobre el sofá quedándose profundamente dormido.

Notas finales:

Hasta el próximo capítulo, espero que les haya gustado y por supuesto hágalo saber. :)


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