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The sword por CosmosLycoris

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Notas del capitulo:

Escribí esta historia hace mucho tiempo pero nunca le di una oportunidad.

Espero que sea de su agrado, disfruten de la lectura.
Gracias por darle una oportunidad.

 

Me había dejado ser su espada, me convertí en el arma que destruye toda la maleza del camino de un caballero. A pesar de todas las veces que lo engañé, todas esas ocasiones en que lo lastimé, a pesar de que conoce mis perversas intenciones. Podía permanecer a su lado, de la persona más hermosa de este mundo… La persona, que tiene el mejor sabor del mundo. Mi complemento… la más exquisita comida. La presa mas difícil y excítate que jamás pude encontrar. Mi muchacho, haberte encontrado es por lo que existo. No me importa nada más que estar cerca de ti.

Me dicen el “Gourmet”, mi nombre: Tsukiyama Shuu. Amante de la elegancia, de lo bello y sobre todo de la buena comida. Reconocido mundialmente, amado y temido, respetado y adulado. En este mundo dividido por dos lados, pertenezco al que está entre las sombras, bajo tierra, escondido. En esta época, para el mundo, los Ghouls somos los enemigos. Una especie humanoide con esencia asesina. Nos alimentamos de carne de personas y además tenemos habilidades superiores como alta velocidad o fuerza excesiva, sentidos agudos y resistencia envidiable. Algo más que nos diferencia es el órgano en nuestro interior: Kagune. Utilizado como arma, puede ser invocada en cualquier momento, de diferentes formas y colores, flexible pero tan duro como diamantes. Sin duda somos como una especie de secreto o leyenda urbana para los humanos, creaturas cobardes que solo pueden camuflar la realidad para protegerse. Así es nuestro linaje. Pero yo no me rebajo a su insensato nivel, estoy más allá de aquellos que se portan como bestias sin modales. En cambio, mi pasatiempo, es la búsqueda del mejor platillo, por lo tanto, viajo por el mundo, probando todo tipo de carne, proveniente de gente peculiar. En Italia logré saciar un poco de mi curiosidad por el cuerpo de una cantante de ópera,  en EUA me atreví con un personal importante de la NASA y un sinfín de presas de alta calidad. Sin duda, consigo la mejor mercancía gracias a que tengo los mejores proveedores. A pesar de todos mis años visitando, un sinnúmero de países, aun no encontraba lo que sedujera mi deseo, lo que me satisfaga por completo, estaba harto de no darle éxtasis a mi paladar. No importa qué importante o de alto nivel era la persona, sigue teniendo el “mismo sabor a humano”. Estaba perdiendo las esperanzas:

-¡Oh god! ¿Porqué un humilde amante de la buena alimentación no puede satisfacer sus centellantes pupilas gustativas?

El camino me trajo de vuelta a Tokio a mi antiguo hogar y donde nací. Aquí ya se había establecido una especie de paz con los humanos, desde hace varios años. Muy pocas veces los Ghouls atacan ya que esto se castiga severamente. Al mismo tiempo, la capital del país tiene la más alta fuerza anti-ghouls, la “CCG” a los que apodamos “Palomas”. Dividieron todo por distritos para mantener control, según ellos, están haciendo un buen trabajo, pero la verdad es que nosotros mismos hemos creado una red extensa para mantenernos al margen de ellos. Caminamos por las calles normalmente y ellos nunca se fijarían en nosotros. Todos los de mi especie en las cercanías, nos conocemos. Solemos reunirnos en un lugar, Anteiku. Una cafetería dirigida por un viejo, un local humilde, famoso por su café que es más que excelente. Es curioso que lo único que podemos digerir de los alimentos humanos sea el café. Sesupone que es un espacio pacifista que entrega a ghouls carne de personas muertas a causa de suicidio, lo de la cafetería es solo una coartada. Decidí darme un respiro yendo a Anteiku y casualmente, esa sería la mejor movida que podría haber hecho. Irónicamente, todas las visitas a distintos lugares del mundo iban a ser casi en vano ya que visitar este pequeño negocio, iba a ser para mí, el final de la búsqueda de lo tanto aclamado.

Mi presencia en este lugar sin duda destaca, estaba luciendo un elegante traje púrpura con rayas blancas. Mi entrada fue excelente, a lo que todos los trabajadores del lugar voltearon a verme con un aire de disgusto, <<envidia y nada más que envidia>> me decía mientras acomodaba mi chaqueta. Los saludé uno por uno: la chica con mirada de odio, el joven de lentes, el gerente Yoshimura. Verlos de nuevo no era nada importante para mí, así que no me esmeré en ponerles mucha atención. Miré a los alrededores, nada cambió desde la última vez, manteniéndose tan anticuado como siempre: nada de lujo y elegancia. No podía  compararse con los restaurantes que frecuentaba, estupendos de alta calidad y hasta donde presentaban espectáculos muy entretenidos. Estaba a punto de tomar asiento con las intenciones de disfrutar de una bebida a base de cafeína,  cuando toda mi atención fue acaparada por un olor captado por mi sensible olfato, era algo distinto a cualquier cosa que había percibido, un tanto sublime. Con la mirada busqué el origen del desconocido olor y así encontré a un joven, llevaba puesto el uniforme de Anteiku pero nunca lo había visto antes. Con pasos agigantados, me acerqué, atraído por la misteriosa aura que rodeaba al muchacho. Lo analicé de pies a cabeza: cabello de un negro profundo pero desalineado, muy delgado y pálido; sin duda no tiene habilidades de pelea y con un parche en el ojo izquierdo. <<Tan poca elegancia>>, fue mi primera impresión al ver al nuevo. Me miró extrañado y no pronunciaba ni una palabra. <<Sin duda quedó impactada por mi presencia>> pensaba al mismo tiempo que la curiosidad me carcomía, sin saber el motivo de mi repentino comportamiento. Ese simple y desarreglado joven poseía algo fuera de lo común, me intriga, necesitaba saber más. Me dirigí al él:

-Your name boy.

Tardó en contestar, supongo que no maneja tantos idiomas como yo. Después de todo, soy un poliglota orgulloso, aunque en ocasiones suelo mezclar palabras descaradamente. Uno de los efectos secundarios de viajar demasiado.

-Kaneki Ken.

Me contestó balbuceando, <<shy and lovely>> me dije mientras esbozaba una media sonrisa de satisfacción:

-Con que Kaneki… Interesante. Déjame presentarme: soy Tsukiyama Shuu, mejor conocido “El Gourmet” pero tú me puedes llamar  Tsukiyama.

Le guiñé el ojo:

-Encantado de conocerte.

 Sin perder el tiempo me acerqué aun más a él y con poca disimulación inspiré el aroma que emanaba de su cabello. El joven al percatarse de mi juguetona acción, en un par de segundo dio unos torpes brincos para alejarse, con un notable sonrojo en su rostro. << ¡Dolce!>> grité en mi interior extasiado, no pude evitar sonreír de oreja a oreja:

-Creo que he encontrado algo entretenido. Pero por ahora solo me retiraré.

-¿No quieres una taza de café Tsukiyama?

Dijo a lo lejos el anciano dueño del lugar:

-Monsieur, es muy amable pero por ahora solo me retiro. Con su permiso. Arrivederci!

Exclamé y así como entré a la cafetería, desaparecí.

Llegué a mi hogar, me recibieron mayordomos y mucamas. Pertenezco a una familia de alta sociedad por lo tanto tengo una casa enorme solo para mí. Ya solo, en mi cuarto, mi cuerpo inició a temblar y seguidamente caí de rodillas, sentía como mi sangre hervía en mi interior.

-¿Cómo es posible que con solo olerlo, me he puesto así? Incredible, it’s dangerous!!

Gritaba y reía tan fuerte como pocas veces en la vida y sin control alguno seguí repitiendo palabras de forma desorbitante:

-Lo quiero tocar, le quiero desgarrar la piel, besar su cuello y luego… ¡morderlo, probar su sangre y carne!

Mis instintos de Ghoul estaban a flor de piel, mi cabeza empezó a bombardearme con ideas:

-¿Al fin lo he encontrado? ¿Es solo un muchacho o es algo más? ¿De dónde salió? It’s a mistery! Es como si oliera a humano pero es un ghoul. ¡Estoy tan intrigado! Kaneki Ken quiero poseerte…

Mis latidos acelerados a no más poder, con cada idea de Kaneki siendo comido por mí, hacían que perdiera la cabeza:

-¡¡Stop!!

Respiré hondo y retomé la compostura, ya con mis ideas claras, decidí descubrir todo sobre el porqué de la peculiaridad de ese niño. Deseaba desde ese momento, que haría todo lo necesario para poder hacer de Kaneki Ken,  mi platillo principal.

-I’m in love!

Sí, ya había perdido la cabeza por él y todo en mí me pedía a gritos tenerlo, sobretodo mi sed de sangre… 

Notas finales:

No es una pareja muy conocida pero siempre me gustaron, a parte de que el manga de TG es uno de mis favoritos.

Subiré el siguiente capitulo lo mas pronto posible. Gracias por leer, ¡saludos!


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