Para Logan los días en la mansión dejaron de ser una tortura para convertirse en el dulce hogar que algunas veces deseo en sus momentos de soledad. Podría decir que tenía una familia por la cual luchar, aunque en el fondo de su ser sentía que algo más le hacía falta.
Su rol como profesor de historia era tedioso por tener que lidiar con varios mocosos que desprendían hormonas alborotadas y que no lograban quedarse quietos cuando les llegaba un nuevo chisme o algo que les emocionara de sobre manera; irónicamente y por una jugada del cruel destino se enamoró de un chiquillo que es el triple de desesperante que sus alumnos, uno que no puede quedarse quieto ni un segundo y no solo por su mutación de super velocidad sino porque simplemente él es como un rayo de sol que trata de iluminar tus días con sus bromas o comentarios incoherentes. En verdad le encantaba cada acción de él, amaba oler sus cabellos plateados cuando dormían juntos, sus labios formando un puchero y los suaves gemidos que salían de su boca en aquellas noches que se volvían uno solo, pero claro nunca mencionaría todo eso en voz alta porque no se siente capaz de expresar correctamente sus sentimientos.
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Peter mantenía su rostro escondido en una de sus almohadas, sintiendo la preocupación recorrer por todo su cuerpo, no tenía ganas de hacer algunas de sus típicas bromas a un desafortunado que se encontrara en su camino… hoy no era su día.
Por primera vez tenía miedo y no sabía cómo actuar en una situación, pensó en la reacción de su madre, de su padre que se ha vuelto más sobreprotector, del profesor, de sus amigos y la más importante la de Logan.
–¿Qué voy hacer? – Peter murmuro al quitarse por fin la almohada de su rostro para mirar fijamente al techo de su habitación y tratar de controlar las náuseas que desde hace un par de semanas le venían atacando a cualquier hora del día, estas tienen una explicación y esa es que esta embarazado, espera un hijo de Logan. Esa noticia le cayó como un balde de agua fría, aun se mostraba incrédulo sobre que aquello sea posible, pero es tan real como él y como todos los que habitan en la mansión.
Se enteró esa misma mañana gracias a la consulta que tuvo con uno de los doctores que mantiene la confianza del profesor. Se negó a ir varias veces, pero la insistencia de su padre al verlo más demacrado y sin energías y aparte de que se había desmayado con anterioridad lo hizo ir a una cita con aquel doctor que le saco un poco de sangre para analizar el porqué de sus bajas energías y desmayos. Espero pacientemente por dos horas hasta que el mismo doctor le llamo para darle los resultados y este sin tacto le dijo:
–Felicidades joven Maximoff, usted esta embarazado. Al parecer no solo tiene su mutación de super velocidad sino también es uno de los pocos mutantes que pueden ser gestantes.
El joven de cabellos plateados cerro fuertemente sus ojos al recordar cada una de las palabras del doctor e inconscientemente llevo la mano derecha a su vientre mientras se acomodaba en posición fetal sobre la cama al escuchar la puerta de la habitación siendo abierta y sus fosas nasales se inundaron con el olor del perfume varonil perteneciente al dueño de sus pensamientos y corazón.
–¿Qué tal la visita con el doctor, niño? – pregunto Wolverine con una ceja alzada al ver la posición del menor y se acerca lentamente a la cama para sentarse a su lado.
Peter al escuchar ese “niño” salir de los labios ajenos frunció el ceño, le molestaba que le llamaran así y más si se trataba de Logan que claramente gracias a él dejo de ser un niño, pero al parecer el mayor sufría de amnesia o se hacia el tonto para seguir con ese sustantivo hacia su persona. Aunque decidió no reclamar por la preocupación de no saber qué responder a aquella pregunta, así que se mantuvo callado por un par de minutos, mirando fijamente el rostro serio del mayor y dando un gran suspiro prefirió hablar.
–Pues no me dijo nada fuera de lo común, sólo que debo alimentarme bien por una razón no tan extraña que creo que puede pasarle a cualquiera– pronuncio nerviosamente el joven rascándose la cabeza con un poco de desesperación que no pasó desapercibida ante los ojos marrones que le miraban con atención.
–¿cuál es esa razón no tan extraña?
– pues es una razón muy típica e importante, pero no es momento de decirla aun, así que esperare otro poco más para decirla y ¡oh! Mira la hora que es, quede con Kurt para ayudarle con algo–
Logan sólo vio la ráfaga de color plateada salir de la habitación y se encogió de hombros por aquella actitud de su mocoso, aunque no iba a negar que se sentía preocupado al no saber que le pasaba.
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Una joven mujer de vestido rojo, entro elegantemente a la oficina de su jefe manteniendo unas carpetas entre sus manos y con una sonrisa en el rostro se sentó enfrente del hombre que la miraba expectante.
–tengo buenas noticias. Esta misma tarde he matado por fin a ese doctor que me estorbaba y descubrí algo interesante – dejo las carpetas en el escritorio para que aquel hombre las agarrara y esperando la aprobación del mismo continuo con su relato– Peter Maximoff está en estado de gestación, si aquel chiquillo que es hijo del gran Magneto y por lo que se es pareja del arma X, según nuestro infiltrado en aquella mansión. Así que puede ser posible que él este cargando a un valioso premio en su vientre y lo necesitamos, además hay otros mutantes que nos pueden servir para lo que deseamos, todo está en los informes… entonces ¿cuándo atacaremos?
–mañana sin falta.
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Respiro profundamente apretando la mano de su hijo al llegar a esa gran mansión que sin dudar un segundo toco con un poco de temor la puerta, mientras que el niño inspeccionaba el lugar manteniendo un rostro inexpresivo.
–mamá, no creo que esta sea una buena idea, hemos estado solos durante 10 años, por qué lo buscas ahora, no le necesitamos– menciono con enojo el pequeño, soltándose de la cálida mano de su progenitora para mirarla con evidente molestia.
–Akihiro, sabes que no me he sentido bien estos últimos meses y siempre tuve el sueño de que tengas una familia, aunque sea por un corto tiempo, estoy segura que él te amara como yo lo hago– la mujer le regalo una cansada sonrisa a su hijo que no cambio para nada la expresión en su rostro y presto atención a la puerta que fue abierta por un hombre con anteojos que los miro con curiosidad y comprensión al pensar que aquella mujer venía a dejar al pequeño porque este era un mutante.
–¿en qué puedo ayudarles?
–necesito hablar con James Howlett o más conocido como Logan, dígale por favor que lo busca Itsu.
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–sigo sin aprobar esa relación, Charles– menciono Erick al mover una pieza de ajedrez y vuelve a sacar el mismo tema molesto de todos los días desde que su hijo saco a la luz su relación con esa bestia. El telepata al comprender que su amigo volvía a expresar su molestia con aquella hermosa relación, se rio levemente.
–Erick, debes estar tranquilo. Logan ama a Peter y estoy seguro que no le hará daño.
–me molesta que lo defiendas, esa bestia nunca será de mi confianza. Tengo miedo de que lo lastime, que no sepa valorarlo, así como yo no te supe valorar a ti.
Después de aquellas palabras se formó un silencio incomodo entre ambos hombres sin detener su juego hasta que hubo un vencedor.
–¡jaque mate!, mi querido amigo.
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–¿para qué demonios me necesitas? –Wolverine pregunto con hastío a Hank al cual seguía hasta la sala, el pobre hombre se encontraba en un estado de confusión luego de hablar con aquella extraña mujer japonesa y de escuchar la razón de su visita.
–alguien quiere hablar contigo
El malhumorado hombre estaba a punto de preguntar quién carajos era esa persona, cuando fijo su vista en la mujer sentada en uno de los sofás y luego en el niño que la acompañaba que por una extraña razón lo miraba con ¿odio.?
–Itsu… ¿qué haces aquí?
–James, yo… no, nosotros te necesitamos. Él es Akihiro mi hijo… nuestro hijo.
El mayor se quedó petrificado al escuchar las palabras de la mujer que alguna vez quiso con intensidad, pero que esta le abandono sin una razón aparente, luego de una visita con el doctor y recuerda que cuando se fue tuvo una mirada llena de miedo como si ocultara algo. Tal vez cometió un error al no buscarla, porque para él era mejor que esa dulce mujer estuviera con alguien que si podía darle una vida tranquila y no con una bestia como él. Ella fue parte de esos recuerdos que no olvido cuando estuvo en manos de Stryker. Salió de sus pensamientos abruptamente cuando vio como el niño sacaba unas garras en ambas manos, dos en sus nudillos y otra en sus muñecas parecidas a las de él antes de tener el adamantium.
–mi amor cálmate, guárdalas por favor. Voy a hablar con él, aunque no quieras, ¿puede llevar a mi hijo a dar un recorrido, por favor. –la mujer desesperada le pregunto a un asombrado Hank que solo pudo asentir con la cabeza y comenzó a caminar fuera de la sala con el niño detrás de él, mientras el pequeño no dejaba de mirar con molestia a su recién conocido padre, metiendo nuevamente sus garras.
–estoy enferma, no sé si me quedan años o meses de vida y mi último deseo es que él tenga una familia, por favor ven con nosotros. Te necesitamos–Logan miro incrédulo a la madre de su descubierto hijo y sintiendo una sensación de responsabilidad y culpabilidad innecesaria al ver aquel blanco rostro cubierto por finas lágrimas, respiro profundamente y pensó en las consecuencias de irse con ella, si lo hacía perdería a Peter y la confianza de Charles, dejaría todo lo que comenzó a amar, pero por otro lado tendría a su propia familia. Itsu iba a morir y aquel niño que es una parte de él se quedaría solo y jamás entendería lo que es una verdadera familia y se atormentaría todos los días al querer una. Estaba en una maldita encrucijada, pero ese sentimiento de paternidad le lleno, vio al niño como el reflejo de su vida y aunque le doliera dejar todo eso que construyo podría ganar algo mejor y por primera vez ser responsable de sus actos, tal vez eso era lo que necesitaba.
–está bien, pero déjame al menos despedirme de alguien.
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El pequeño estaba en el patio luego de alejarse de ese extraño hombre de anteojos. Se encontraba arrancando con enojo un poco de pasto, odia el hecho de haber ido a ese lugar, a veces pensaba que su madre era una tonta por querer buscar a ese hombre que según él les abandono, pero la verdadera historia es que su madre huyo por el miedo de la reacción del Logan al saberse embarazada, no podían culparla era joven e ingenua y a pesar del creciente odio del niño hacia su padre no fue capaz de decirle que por culpa de ella no tiene una familia.
Akihiro sintió una ráfaga de viento llegar a su lado y con ella un joven de cabellos plateados que le miraba con curiosidad. El niño al sentirse intimidado por esa mirada curiosa frunció el ceño y le gruño ligeramente al chico, aunque para él aquel muchacho le parecía bonito.
–¡wow!, tranquilo niño no te haré daño–el muchacho menciono burlón sentándose a lado del pequeño gruñón que por una extraña razón le recordaba a Logan. El menor al escuchar la voz de aquel sujeto se sonrojo ligeramente, nunca había escuchado una voz tan bonita y tampoco había conocido a alguien tan confianzudo. –mi nombre es Peter ¿cuál es el tuyo?
–Akihiro…-susurro tímidamente, ese muchacho le intimidaba y le hacía sentir nervioso. Maximoff se dio cuenta de los nervios del pequeñín y con una sonrisa le ofreció un poco de frituras que mantenía en una bolsa, sostenida por sus manos, este acepto agarrar unas pocas sin dejar de sentirse intimidado.
–tu nombre es cool y bonito, tal vez si es un niño le copiare tu nombre… no sé. En fin, podemos ser amigos si gustas.
El menor lo miro asombrado por esa proposición y lo pensó por un momento antes de asentir nuevamente de manera tímida, agarrando más frituras y sintiendo algo más con ellos que venia del estómago del chico, lo sentía algo familiar y por una extraña razón sentía celos de que ese ser estuviera con el mayor, pero no le haría daño sólo porque en el fondo de él sabía que esa cosa era lo más importante en la vida de su nuevo amigo.
–bueno pequeñín debo irme. Necesito hablar con una persona, fue un placer conocerte y que te volvieras mi amigo– el peli plateado se levantó y dejo un beso en la frente del menor antes de desaparecer como una ráfaga rápida de viento. Mientras que el niño se decía mentalmente que algún día volvería a buscar a ese chico que era su primer amigo y no le dejaría escapar.
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Peter entro a su habitación para decirle a Logan la verdad, pensaba decirle un “¡hey, viejo feliz día del padre!, serás uno muy pronto”, pero se sorprendió al no verlo ahí y antes de salir a buscarlo por toda la mansión el mayor entro con un rostro cansado y preocupado.
–Peter necesitamos hablar…
El chico sintió su piel erizarse por el tono frío que uso el mayor con él, está bien que siempre le hablara con indiferencia, pero esta vez fue algo muy diferente. Temió que su embarazo haya sido descubierto y que ahora sea regañado cruelmente.
–Yo… bueno pensaba decirte lo que el doctor me dijo cuando me lo preguntaste, pero necesitaba pensar y…
–no me importa lo que el doctor te dijo, de lo que tengo que hablar contigo es más importante y eso es que me largo de la mansión, debo dejarte tengo una mujer a la cual cuidar junto con mi hijo, ellos son mi prioridad ahora.
Peter se quedó petrificado al escuchar cada palabra que salía de aquella boca que tantas veces beso. ¿un hijo?, ¿se va con la madre de su hijo?, ¿era todo eso una broma? Dejo de lado sus pensamientos cuando vio a Logan salir de la habitación y sin dudarlo lo siguió sintiendo sus lágrimas salir y sintiendo como algo en él se derrumbaba. Tan adolorido estaba que no se dio cuenta cuando llego a las escaleras y poso su mirada en la mujer japonesa que tomo la mano de Logan y la del niño que conoció hace un par de minutos, ¿qué estaba pasando? El profesor miraba con decepción, pero con alegría mezclada a aquella ¿familia?, porque si, Maximoff entendió que esa era la familia que su querido Wolverine había elegido y ahora se marchaba por aquella puerta. Quería seguirlo, para comprobar que en verdad se iba, que los dejaría solos, pero unos brazos lo rodearon para abrazarlo y se aferró a ellos al saber que pertenecían a su padre. El cual le menciono a algo al profesor que sólo ellos dos sabían de que trataba.
–¿ahora entiendes mi miedo?
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Luego de la partida de Wolverine un joven de cabellos rojos salió de la mansión para dirigirse hacia una camioneta que se encontraba un poco cerca. Los sujetos al ver al hombre acercarse, bajaron la ventanilla y sonrieron.
–mañana es el día, tú debes traernos al corredor. Es el más importante, toma esto–aquel hombre le paso una especie de maletín que contenía una jeringa con un líquido verdoso. –encájale eso en el cuello y luego lo llevaras al jet.
–entendido, señor.
El hombre volvió a subir la ventanilla de la camioneta y cuando esta arranco, el joven volvió sus pasos hacia la mansión.
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La noche paso de una manera tan rápida para Peter, el cual no pudo dormir, seguía sin creer que Logan no está más con él y que se fue con esa mujer y el niño. Ahora comprendía porque ese chiquillo le recordaba a el malhumorado Wolverine, como no iba a hacerlo si son padre e hijo.
Decidió no salir de la cama en todo el día, no quería lidiar con las preguntas de sus amigos, solamente quiere llorar para arrancar el dolor acumulado. Estaba a punto de acomodarse mejor en la cama cuando escucho un ruido ensordecedor que lo dejo atontado, trato de pararse, pero sus piernas fallaron provocando que cayera al suelo, quería gritar y pedir ayuda a pesar de que a los lejos escuchaba quejidos de varios de sus compañeros. Iba a pararse de nuevo cuando la puerta de su habitación fue abierta, pensó que era su padre, pero desecho la idea al ver a ese extraño sujeto pelirrojo sosteniendo una jeringa entre sus manos. Se preguntó por qué a él no le afectaba el sonido y eso hubiera seguido rodando por su cabeza sino estuviera a punto de quedarse dormido y antes de caer en la inconsciencia escucho la voz de ese sujeto pronunciar un “tranquilo, Peter. No te va a doler mucho” y un pinchazo en su cuello.