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TATTOO por Andiemagaa

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Notas del fanfic:

Holaaaaaaa gente hermosa! Regresé con una nueva historia de los egoístas y vaya temazo jajaja, los tatuajes. 

La verdad es que conocemos el gran temperamento de hiroki pero me imagino una faceta súper rebelde cuando cumplió su adolescenciaa.

La historia está prácticamente armada (basada en mis propias experiencias con los tatuajes jiji uwu) sin embargo, aún acepto comentarios así que, si tienes una idea para el fic, ¡Adelante! soy todo oidos.

 

...PILOTO...

 

Estaba completamente aterrado, sentía la piel de aquel mullido sillón en sus piernas, y sus manos aferradas a este, encajando las uñas como si su vida dependiera de ello; definitivamente nada ni nadie en el mundo serían capaz de calmar la sarta de sentimientos que tenía en ese mismo momento dentro de su pecho, y la cantidad de pensamientos que pasaban como fotografías en su cabeza.

Abrió de nuevo sus orbes cafés, y obligó a los músculos de estos a moverse a su alrededor, observando y analizando su entorno una vez más, creyendo que si observaba lo suficiente sería capaz de hacerse a la idea de lo que estaba por hacer era una simple acción más a su experiencia de vida o que quizá simplemente después de ver una y otra vez las mismas paredes aparecería Nowaki para despertarlo y decirle que simplemente era un mal sueño, pero oh no, esta vez no, Nowaki ya no vendría a su rescate.

Sacándose la fuerza de lo más profundo del culo, se levantó de su asiento y se acercó a la camilla que tenía frente a él, un chico no mayor de 25 se encontraba recostado en esta misma, completamente boca arriba y con la pierna derecha estirada hacía la chica que sostenía la maquinilla frente a sus ojos.

¡¿Cómo es posible que el chico esté tan tranquilo cuando hay una aguja clavándose en su piel a mil por segundo?! Ese comentario resonó en su cabeza una y otra vez mientras sentía su estómago revolverse y una sensación de mareo le pasaba de la cabeza a los pies como una fuerte corriente eléctrica, sin duda se desmayaría si no se alejaba de la escena.

Con recelo regreso a su lugar en el sillón divagando en sus propios pensamientos. -De verdad que las personas que se tatúan deben estar locas…- comentó en voz muy baja, sintiéndose idiota por haberse insultado a sí mismo, soltó un lastimero suspiro para darse calma y se incorporó de nuevo hacía la puerta de establecimiento, cerró la puerta a sus espaldas y levantó la vista observando a los dos hombres que se encontraban conversando entre sí.

- ¡K-kamijou! ¿Te sientes bien? - preguntó un pelinegro al ver el estado de su compañero de trabajo, el menor había salido prácticamente blanco como una hoja de papel y en sus ojos se podía leer la palabra auxilio.

-Hiroki…- musitó de igual manera un hombre de cabellera gris – Te ves nervioso… ¿Necesitas un cigarrillo? – El profesor no dijo nada, simplemente camino hacia el frente ante la mirada de los dos hombres y acercó su mano para tomar el tabaco que el escritor le ofrecía de la cajetilla; no sería la primera vez que probaba con ese vicio, al final de cuentas en también había sido adolescente, y eventualmente en algún punto de juventud se había familiarizado con la nicotina, aunque no de la manera en la que sus dos amigos lo habían hecho;  Cómo se dijo antes, esa no era la primera vez que tenía contacto directo con la nicotina y por lo descabellado que se estaba volviendo su mundo, parece ser que tampoco sería la última.

- ¿Y bien? ¿Estás preparado? – Quiso decir que sí, pero de su boca no salió nada más que el humo expulsado de sus pulmones -Necesitas concentrarte, no quiero tener que entregarte de regreso muerto o que vomites en mi auto- comentó con gracia de nuevo el escritor, ganándose como respuesta una mirada de advertencia bastante aguda por parte del castaño.

-Sólo es un tatuaje…- lanzó al aire el pelinegro, mientras que Hiroki sentía el peso de mil elefantes caer sobre él, al tiempo que le daba una onda calada al casi inexistente cigarrillo en sus manos.

¿¡¡CÓMO DIABLOS ME METÍ EN ESTOS PROBLEMAS!!?

 


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