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Omma por Rieko

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Notas del capitulo:

Nos leemos abajo <3

Había pocas cosas que hacían sentir incomodo a Kim MinSeok, a sus 35 años había ya vivido demasiadas experiencias como para cohibirse con algo, mucho más cuando tenía ya 10 años de vivir con Kim JongDae. Su novio era tan idiota como desvergonzado, y luego de tantos años de estar juntos, algo se le había pegado a MinSeok, no de la estupidez claro, él era el listo de la relación, de la falta de vergüenza se refería, pero ahí estaba, siendo un nueve de mayo a las doce del día en punto, quedándose sin poder responder con una palabra coherente a la petición del pequeño ser humano con apenas un metro y pocos centímetros de altura que tenía delante de él. -claro que vendrá Daeul, es una promesa.- JongDae  se vio en la necesidad de responder por él y MinSeok pensó que tal vez, después de todo, algo de la idiotez de su novio se le había contagiado igual.

 

De diez años de relación, llevaban ya cinco siendo… padres. Y bueno, no es como si la cosa hubiese sido planeada, había sido un episodio muy oscuro en la vida de ambos, porque habían discutido cuando uno de los compañeros de trabajo de MinSeok había comenzado a coquetearle, y no importaba cuantas veces MinSeok le jurara a JongDae que no era nada de que preocuparse, JongDae si que terminó preocupado, y enojado, furioso incluso, tanto que en un momento idiota se había embriagado tanto que se había terminado por acostar con su ex novia, la chiquilla tonta con la que había estado saliendo un par de meses antes de conocer al verdadero amor de su vida MinSeok, como ya se ha mencionado antes, la inteligencia no es la mejor amiga de JongDae.

 

A MinSeok le partió el corazón el suceso, él había rechazado todas y cada una de las propuestas de aquel sujeto en su trabajo solo para descubrir que el infiel en la relación había sido quien tanto le había armado escenas de celos, y pensó en dejarlo, pensó en terminar todo, pero era Kim JongDae, el idiota más dulce y quien mejor le comprendía en todo el mundo, y le perdonó, le perdonó incluso sabiendo que había sido tan estúpido como para no usar un maldito condón, le perdonó aún cuando venía un bebé en camino y él en realidad detestaba a los niños. Pero lo hizo, perdonó a su estúpido novio y aceptó a ese enano que en realidad le había terminado por caer bastante bien, porque el niño había pasado solamente unos meses junto a su madre biológica cuando ella misma le había dado a JongDae todos los derechos sobre el menor y se lo había “regalado” prácticamente con la misma facilidad con que regalas unos calcetines en Navidad, y MinSeok al inicio pensó que pondrían al pequeño bastardito en adopción, él no tenía porque aceptar a un hijo que no era suyo en su casa ¿cierto?, pero cuando vio a JongDae comenzar a empacar sus cosas mientras repetía incontables veces “perdóname Min… mi error, mi responsabilidad, no mereces pasar por esto, me voy, se feliz”, simplemente no pudo, y es que MinSeok no odiaba al pequeño Daeul, le parecía de hecho un niño demasiado bonito, se parecía a JongDae después de todo, pero toda su estabilidad había venido a ser removida por un huracán de gritos, llantos y babas. Pero a pesar de todo JongDae amaba a ese niño, lo amaba tanto como amaba a MinSeok, y él comprendió que si quería a JongDae, venía con juguete de regalo incluido.

 

Y fue difícil al inicio, cuando MinSeok no sabía nada de cómo cuidar a un bebé, cuando JongDae el usualmente idiota de la relación se volvió el más listo en cuanto a cuidado de infantes se trataba, y fue especialmente difícil tener que cambiar sus hábitos, dejar de fumar dentro de casa, dejar de escuchar la música a todo volumen, y dejar de tener sexo salvaje en mitad del pasillo hacia su habitación, fue simplemente un golpe directo al corazón haber tenido que remodelar su pequeña sala de entretenimiento para darle una habitación al enano, porque esa habitación era su pequeño refugio, en donde se acomodaba a leer un buen libro, en donde veía películas durante sus horas de insomnio, en donde lloraba luego de una discusión con su estúpido novio, y ahora era una habitación repleta de juguetes de dinosaurios por el suelo, pero lo aceptó, MinSeok aceptó todos y cada uno de esos cambios, porque con el paso del tiempo comenzó incluso a disfrutar de su pequeña familia, de la risa a la hora del baño, de la gran cantidad de chocolates que ahora consumían, y de la canción del estúpido programa infantil que pasaban a las seis de la mañana y que el pequeño engendro se proponía a ver sin falta alguna, incluso en los domingos cuando bien podían levantarse al medio día si así lo deseasen, pero lo que más le gustaba a MinSeok era la sonrisa de gato de JongDae, aquella sonrisa que se había vuelto solamente más y más brillante y cegadora desde que Daeul había llegado a sus vidas, y como si esa sonrisa no fuese lo suficientemente cegadora para MinSeok, el enano la había heredado, y MinSeok sentía derretirse cuando ambos, padre e hijo sonreían cómplices de alguna travesura realizada.

 

Pero aunque luego de cinco años de tener a Daeul en sus vidas, nada preparó a MinSeok con la peculiar petición que el niño realizó al ser recogido ese día del jardín de infantes. –MinSeok Pa… mañana es el festival del día de las madres, vas a venir ¿cierto?- Y es que ese hobitt incluso se lo había preguntado ahí en medio de la calle, justo a la entrada del colegio, con un montón de gente a su alrededor para incrementar la incomodidad, no pudo esperar a preguntárselo al estar ya en casa, o mínimo al subir al auto, no, el pequeñito ese se lo preguntó ahí en donde la humillación iba a ser mayor, era el hijo de Kim JongDae después de todo.

 

-No quieres ir ¿cierto?.- Y la pregunta de JongDae se le antojó demasiado estúpida como para ser contestada, claro que no quería ir, era un maldito festival del día de las MADRES, y él no era una, solamente era el sujeto que estaba enamorado del padre del engendro, eso no lo convertía en madre. -¿No sería más apropiado que fueses tu?- Odiaba responder a una pregunta con otra pregunta, pero no encontró una mejor manera de no sonar tan desesperado por no ir, habían llegado hace poco a casa y MinSeok se había dispuesto a preparar el almuerzo para su hombre y su hombrecito. –Él te mira a ti como su madre.- MinSeok ahogo una risa falsa, de nuevo, él no era una madre, el enano ya tenía una, que ella fuese una bruja que nunca llamaba no era culpa suya. –No tiene sentido, la última vez que comprobé no tenía una vagina ¿sabes?- JongDae soltó una risa mientras miraba con atención como su novio comenzaba a servir los platos de la comida. –Me queda claro que no, te he revisado minuciosamente y no hay rastro de ninguna vagina en ti, pero no es por eso Min, tal vez el solo te vea como el… “blando” de nuestra relación, tal vez… como el pasivo- MinSeok lo miró con prisa y con una cara de fastidio, ¿era en serio?, para empezar él no era el blando en esa relación, porque si, él era quien se veía más delicado y JongDae más fuerte, pero en cuanto a personalidad, era JongDae quien lloraba escandalosamente en el final de Titanic y él quien le había partido el rostro a un sujeto en la calle que había intentado asaltarles, el blando en esa relación definitivamente no era él, sobre lo de ser pasivo… bueno, pues si, admitía que le gustaba esa postura, pero tampoco es como si lo fuese siempre, al final de cuentas si JongDae tenía un pene, él también, y si él podía “recibir”, también podía “dar”, su relación siempre había funcionado de esa manera. –Bueno, pero no podemos explicarle eso ahora al niño, no queremos traumatizarlo Min, aquí lo importante es que él te ve como su madre, te ha invitado al festival, ¿podrías ir, por favor?. –JongDae se apresuró a volver al tema central al ver el rostro de enfado en su novio, pero pese a todo MinSeok no cambió su ceño fruncido y sus suspiros pesados, entonces  a JongDae le cayó la realidad como un balde de agua fría. -¿Sabes?... está bien si no quieres ir, lo comprendo… Min, has aguantado mucho, nadie va a reprocharte si quieres hacerte para atrás. -¿Hacerse para atrás?, ¿de que hablaba este idiota ahora?.- Tu sabes… Min… se que cometí ese error, y de ese error surgió Daeul, y aunque tu eres a quien más amo, él me necesita más, tengo que escogerlo a él, tu no tienes porque verte obligado, te conozco, se cuanto extrañas ir por una cerveza un viernes por la noche luego de trabajar porque hace años que el único sitio al que vamos los viernes por la noche es al McDonald’s a comprar una cajita feliz, te conozco Min, y se que esto no era parte de tu plan, nunca lo fue, pero tienes que entender algo… dijiste que me aceptabas de vuelta aún con todo y mi error… Daeul es fruto de ese error, así que lo aceptaste a él también, y has sido maravilloso con él estos años, pero ahora él está creciendo, y éste es su primer año en la escuela, y éste será solo el primer festival del día de la madre de muchos más, y él esperará a que llegues a cada uno de ellos, y yo no puedo obligarte a hacerlo… pero tampoco puedo someterlo a él a la tortura de esperar a verte llegar y que no lo hagas… si no estás dispuesto a esto… entenderé si quieres dejarlo aquí, tu siempre has merecido a alguien mejor. –Y MinSeok se quedó ahí parado en medio de la cocina mientras miraba a JongDae tomar los platos y salir hacia el comedor con el llamado de “¡Daeul, lávate las manos, vamos a comer!”… ¿era enserio?, ¿de verdad JongDae acababa de decir todo aquello?, ¿acaba de insinuar que él no amaba lo suficiente a Daeul como para hacer esas cosas?, acababa de pasar más de media hora espulgándole la comida al mocoso porque “no me gustan los pimientos”, se había desvelado en Halloween para terminarle su disfraz de Spiderman, había huido de su trabajo y había ido volando al hospital esa tarde en que JongDae le llamó en medio de un llanto desconsolado porque “Daeul se me cayó y se rompió su bracito”, había pasado más de una noche en vela porque el enano había estado jugando en la lluvia y había cogido un resfriado y fiebres altas, había hecho tantas cosas y ahora JongDae lo hacía ver como si no fuese suficiente. No. Debía de ser algo más, JongDae quería terminar todo, su relación, tenía que ser eso, MinSeok lo conocía al derecho y al revés, y sabía que cada vez que discutían, JongDae sacaba la carta de “cometí un error y no te merezco, busca a alguien mejor”, ¿por qué no podía superarlo?, él lo había hecho, pero su idiota novio se empeñaba en sacar una y otra vez esa patética excusa, con paso decidido MinSeok salió al comedor, viendo a padre e hijo sentados comiendo, ambos felices, como si minutos atrás ese idiota no le hubiese sugerido terminar su relación.

 

-¿Estás jodiéndome JongDae?- Y los dos sentados en la mesa dejaron de comer para ver a MinSeok, Daeul contuvo el impulso de decir “dijiste una mala palabra MinSeok Pa, pon una moneda en el tarro”, porque si, tenían un tarro para las malas palabras y MinSeok había depositado más de la mitad de su contenido, pero esta vez el pequeño se dio cuenta de la seriedad en la voz de su Pa, se dio cuenta de que algo iba mal y que debía permanecer en silencio. –Min, no ahora por favor, hablemos más tarde. –Y JongDae quiso guardar la calma cuando era que MinSeok ya no tenía ni una pizca de ella. –No, esto se habla ahora, porque tal parece que esto es justamente lo que quieres, ¿es eso?, ¿quieres que tome mis cosas y me vaya?, si eso quieres, entonces solo dilo de una maldita vez, estoy harto, estoy cansado JongDae, porque te perdoné, enterré eso en el olvido y tu sigues llorando “oh, Min, te defraudé, me tiré a la zorra de mi ex novia y mereces algo mejor, busca algo mejor”, ¡pues si eso es lo que quieres bien!. –¡MinSeok! –Y es que estaba tan enojado que apenas y recordó la presencia de Daeul en el momento en que JongDae gritó su nombre y el niño comenzaba a llorar desconsoladamente, MinSeok se mordió la lengua literalmente, habían acordado decirle a Daeul la verdad cuando fuese mayor, cuando pudiese comprender, no tendría porque escuchar nada de esto ni por error, pero ahí estaba MinSeok gritándolo como si no fuese importante, y tal vez se había abstenido de mencionar el nombre del pequeño en todo momento y esperaba que el niño no fuese lo suficientemente listo para sumar uno y uno y comprender su proprio origen, porque no, el enano no se tenía la culpa de nada. Y MinSeok seguía terriblemente enojado, tanto que tomó las llaves del auto y salió de la casa dando un gran portazo.

 

MinSeok aún se sentía sofocado, había cometido un error enorme al decir esas cosas frente a Daeul, y aún tenía en la cabeza la idea de que JongDae quería terminar con él, y en ese momento necesitaba que alguien le hiciera calmarse, necesitaba un consejo, pero no podía acudir a sus amigos, no cuando todos y cada uno de ellos le habían repetido hasta el cansancio que era un error aceptar a JongDae luego de su engaño, no cuando todos ellos hablaban a su espalda diciendo “que idiota es MinSeok, no solo perdonó a JongDae, además terminó por aceptar al niño”, y no podía culparlos, él tenía esa misma manera de pensar algunos años antes, por algo se entendía tan bien con el puñado de imbéciles que eran sus amigos, pensaban todos de una forma muy parecida, pero ahora, lo que menos necesitaba era a cada uno de ellos recriminándole un “te lo dije”, así que buscó a la única persona en el mundo que no lo juzgó cuando aceptó a JongDae de regreso, cuando aceptó a Daeul en su vida, fue a casa de su madre.

 

La madre de MinSeok era una mujer delgada y despistada, era callada y tranquila, él solía pensar que podía compararla con una linda muñequita, porque era así, era todo el estereotipo de una madre modelo. Ama de casa, dedicada a su familia, nunca se metía en problemas con nadie, siempre hablando con calma, con delicadeza, MinSeok pensó que solo faltaba que los pájaros y los animalillos del bosque fuese a ayudarla a hacer las labores domésticas, y él no entendía, no cabía en su cabeza como una mujer tan preciosa había tenido a dos hijos como lo eran él y su hermana, porque MinSeok era un famoso productor musical que se había hecho su primer tatuaje a los quince años con una identificación falsa, y había sido detenido a los dieciocho por haberle hecho una mamada a su mejor amigo en su auto, no fue su culpa, él no quería chupársela al idiota de LuHan, pero había perdido una apuesta y cuando tienes dieciocho apuestas cosas estúpidas, y su hermana, oh, su dulce hermanita, se había escapado tantas veces de casa que la habían terminado por enviar a una escuela militar, porque sus padres simplemente no podían ponerle disciplina a esa niña y ahora siendo una adulta había terminado por enlistarse al ejercito, y si, mientras MinSeok salía en revistas de música por haber trabajado con el grupo famoso en curso, su hermana enviaba postales con su fotografía en donde la veían con su uniforme y el rostro cubierto en barro, y MinSeok volvía a preguntárselo, ¿cómo demonios esa mujer tan dulce pudo haber parido a esos dos engendros desastrosos que tenía por hijos?. –MinSeokie, que gusto verte. –Su madre le saludó con una sonrisa al abrirle la puerta y MinSeok solamente no pudo aguantarlo más, ahí delante de la mujer que siempre le había apoyado rompió en llanto mientras se refugiaba en sus brazos. –Shh… está bien cariño, pasa, omma preparó pan de Mocha. –A MinsSeok le gustaba ello, su madre no hacía preguntas, te ofrecía un pan de Mocha y esperaba a que tu hablases por tu propia cuenta, y así lo hizo, ahí sentado en el comedor de sus padres con su pan a medio comer y su café americano aún calientito. –Creo que no puedo hacerlo omma… no puedo. –Y se la pasó la siguiente hora hablando sobre lo que había sucedido con JongDae, sobre la petición de Daeul, sobre como se sentía, sobre lo cansado que estaba, y su madre le escuchó detenidamente, sin interrumpirlo, dejando que se desahogara, y él se lo permitió, se permitió centrarse en sacar todo aquello que estaba sintiendo sin ninguna interrupción, ni siquiera se detuvo al escuchar el sonido de su celular avisándole que tenía un mensaje del trabajo, tampoco cuando escuchó el timbre especial que tenía para los mensajes de JongDae. Y cuando terminó de hablar su madre se puso de pie, y desapareció un momento por el pasillo que llevaba a la habitación principal, y en ese momento de soledad MinSeok miró alrededor, miró la sala en donde solía pelearse con su hermana por el control de la televisión, miró el piano viejo de pared por el que había rogado tanto a sus padres que comprasen, miró el sofá en donde había estado sentado con la cabeza gacha años atrás cuando sus padres quisieron presentarle a la dulce hija de su vecina y él había terminado por revelarles que lo suyo no eran las chicas, recordó a su padre guardando silencio ante la declaración y a su madre tomando asiento a su lado para abrazarle y decirle “bueno, la vecina tiene también un hijo”, y luego miró hacia la puerta de entrada y recordó la primera vez que llevó a JongDae ante su familia, recordó el vergonzoso momento en que su hermana le había aplicado una llave a su novio y a su madre diciendo “Déjalo ya Minah, no me dejes a tu hermano viudo”, y recordó también como había llorado desconsoladamente recostado sobre la misma mesa en la que estaba cuando le contó a su madre sobre el engaño de JongDae, y recordó como de patético se había sentido cuando meses después le informó en ese mismo lugar que no solo había perdonado a su novio, si no que el pequeño Daeul ahora viviría con ellos, y recordó a su madre besándole la mejilla y diciendo “eres un buen chico MinSeokiee, estoy segura que ha sido la decisión correcta”.

 

Cuando su madre volvió se sentó a su lado con un álbum de fotos en sus manos, tenía la portada rosada y dibujos de flores, y MinSeok esperaba escuchar algún consejo de su progenitora pero en cambio la vio abrir el álbum en donde las fotos de él y su hermana de niños abundaban, y en todas aparecían con su madre, y MinSeok sonrió al ver las fotos, porque recordaba algunos buenos momentos con ella. –El primer festival del día de las madres que tuvo tu hermana, ella me regaló un ramo de flores mal cortadas y medio muertas. – MinSeok rió ante el recuerdo, porque si, recordaba a su hermana sonreir orgullosa con su regalo siendo que era el más feo de todos los demás niños de su grupo, su madre aún así vio las flores con adoración y llenó a la niña con besos mientras le agradecía. –En el primer festival del día de las madres tuyo… cantaste para mi. –MinSeok miró la foto en donde aparecía abrazando a su madre con una gran sonrisa, él había sido el único niño en el jardín de infantes, con la edad de cinco años que había pedido un lugar en el escenario para cantarle a su madre, un terrible inicio en su carrera musical recordaba, porque había cantado espantoso, había cambiado la letra y había hecho chillar la bocina con un espantoso ruido cuando pasó el micrófono junto a ella, y aún así su madre se había puesto de pie y había aplaudido y llorado de emoción, y MinSeok de cinco años, se había sentido el niño más orgulloso y feliz del universo, porque había hecho sonreír a su mami, la había conmovido hasta las lágrimas. Se tomó el tiempo de mirar cada foto en el álbum, fotos de vacaciones, fotos de navidades, de cumpleaños, todo estaba registrado ahí, toda la evidencia de la gran mujer que MinSeok tenía como madre. –Eso que sientes MinSeokiee… no se lo niegues a Daeul, se que estás asustado, yo igual lo estuve, yo igual corrí presa de pánico a casa de mi madre cuando supe que estaba embarazada de ti, porque nadie te prepara para estas cosas, para tener un hijo, para criarlo, y sobre todo, nadie te prepara para el golpe de emociones que te llega cuando tu niño de cinco años se para enfrente de toda su escuela para cantarte en el festival del día de las madres. –MinSeok miró a su madre en silencio sintiendo de nuevo las lágrimas picar en sus ojos y ella le sonrió de esa forma hermosa y brillante que a Min le hacía sentir en paz. –Crié a un buen hijo, te graduaste, seguiste tus sueños, eres exitoso en el trabajo, te enamoraste, supiste perdonar algo que muchos no podrían, acogiste a Daeuliee… he visto la forma en que lo miras, en que lo mimas, no importa cuantas veces te quejes de “ese enano dibujó un dinosaurio sobre mis partituras”, al final pegaste esas partituras en tu refrigerador .-MinSeok sonrió, era cierto, la puerta de la nevera estaba adornada por una canción inconclusa y un dinosaurio deforme de color naranja. –Y aunque no te guste, voy a decírtelo… JongDae tiene razón, lo aceptaste de regreso, aceptaste a Daeul… entonces acéptalo completo, acepta todo lo que implica tenerlos en tu vida, eres un buen chico Minseok, lo sé, te crié bien… no como a tu hermana, no se que en que me equivoqué con ella. –MinSeok soltó una risa, sabía que su madre bromeaba, no importaba que tan rara fuese su hermanita, su madre también estaba orgullosa de ella. –Vas a tomar una buena decisión, lo sé.

 

MinSeok pasó la noche en casa de sus padres, cuando su padre llegó bastó con ver a su hijo sentado ahí con los ojos rojos para que soltara un, “¿qué te hizo ese idiota ahora?”, MinSeok soltó una risa ante ello y negó, no importaba cuanto su padre llamase idiota a JongDae, él lo quería, se habían vuelto suegro y yerno ejemplares luego de que ambos se enterasen que eran fans del hockey sobre hielo. MinSeok miró en la hora de la cena como su madre servía con amor la comida para ellos, la vio incluso espulgar con cuidado la cebolla de la comida porque a MinSeok no le gustaba la cebolla, y pensó en Daeul, recordó las cosas que había dicho antes de irse de casa, el llanto del niño y su corazón se sintió pesado. Antes de dormir MinSeok revisó su celular, había muchos mensajes de JongDae, uno del trabajo, MinSeok se concentró en responder al mensaje laboral y luego leyó y releyó los mensajes que su novio le había enviado, no respondió a ninguno, se limitó a poner su alarma en el celular con la nota “festival de las madres, 8:00 am”.

 

Diez de mayo y el jardín de niños estaba lleno de mujeres que hablaban entre ellas contando experiencias con sus esposos e hijos, JongDae se removió incómodo en su asiento, las ojeras debajo de sus ojos demostraban la mala noche que había pasado esperando un mensaje de MinSeok, y su corazón se contrajo cuando vio a Daeul sentado en su lugar, esperando a que todo comenzara con la mirada pegada en el suelo, no había nada de la habitual energía del niño esa mañana y JongDae no sabía como era que iba a sobrellevar ese día. –Bienvenidos al festival del día de las madres, vamos a comenzar, por favor tomen todas sus asientos, nuestro primer número está a cargo del alumno Kim Daeul. –A JongDae le picaron los ojos cuando vio a su niño negar con la cabeza y formaba un puchero con sus labios en señal de estar a punto de llorar, y él estaba punto de ponerse de pie para sacar al niño de ahí, no podía permitir que pasara por algo así, pero una voz masculina detuvo cualquier movimiento del padre y se robó toda la atención de los presentes. -¡Puedes hacerlo Daeul-ah! –Y a JongDae ahora si le picaron los ojos con las lágrimas, y Daeul sonrió tan brillantemente como había heredado de su padre, porque Kim MinSeok estaba ahí en primera fila, de pie, animando al niño a seguir adelante. -¡Omma! –El niño gritó feliz antes de ponerse de pie para ir al escenario y seguir con el programa. -¿acaba de llamarlo Omma?- Alguna madre cerca de MinSeok hizo la pregunta que todo el publico escuchó y JongDae no se aguantó la risa cuando su novio giró enfurecido y gritó. -¡Si! Él acaba de llamarme Omma, porque lo soy, ¡¿tienes algún jodido problema con eso?! –Definitivamente el “blando” de la relación nunca sería Kim MinSeok.  Y entonces Daeul se puso frente al micrófono ajustado a su diminuta altura y comenzó a cantar una canción que el productor musical conocía muy bien, porque él había cantado esa misma canción en su primer festival del día de las madres, la había cantado para su mamá y ahora el enano la estaba cantando para él. Y descubrió que su madre tenía razón, nada lo había preparado para el golpe de emociones que sintió con ello, se permitió sonreír orgulloso y se permitió levantarse de nuevo de su asiento al terminar la canción para aplaudirle a Daeul, a su hijo.

 

Cuando el festival llegó a su final MinSeok se agachó para estar a la altura del torbellino de energía que venía corriendo a su encuentro, tomó a Daeul en sus brazos y lo abrazó con ternura.

 

–Lo hiciste perfecto enano, estoy orgulloso de ti.

 

-¡MinSeok Pa, si llegaste!

 

Y MinSeok se puso de pie aún abrazando al niño, cargándolo en sus brazos mientras dejaba un beso en su esponjosa mejilla. –Claro que llegué, JongDae te lo dijo ayer, era una promesa… Perdóname por haber gritado y por haberme ido… lo siento Daeul. –Y el niño sonrió feliz en señal de haberle perdonado ya. –Perdóname MinSeok… -En cambio la voz de JongDae sonó arrepentida y apenada, MinSeok le miró acercarse a ellos y suspiró suavemente antes de hablar. –Juro que si vuelves siquiera a insinuar que yo estaría mejor fuera de tu vida, te voy a cortar los… -¡Min!...el niño está aquí. –MinSeok se detuvo en su frase, pero sabía que JongDae había recibido bien el mensaje. –Ésta es mi familia, y Daeul es mi hijo también ¿te queda claro?, no vuelvas si quiera a pensarlo… lo del pasado es solo eso, pasado JongDae. –JongDae sonrió de esa forma gatuna y brillante que tanto le hacían flaquear las piernas a MinSeok. –Vamos a casa.

 

-Tengo una pregunta enano. –MinSeok estaba comiendo un yogurth apoyado en el marco de la puerta del baño mientras miraba a JongDae lavando el cabello de Daeul quien jugaba con sus barquitos dentro de la bañera. -¿por qué yo soy la Omma?, ¿por qué no puede ser JongDae? –El niño se encogió de hombros antes de mirar a los adultos. –Es muy fácil MinSeok Pa… las ommas son las bonitas, por eso JongDae Pa no podía ser la omma. –MinSeok estalló en risas e incluso escupió un poco de su yogurth ante la declaración del niño, JongDae se quedó mirando al pequeño con la boca muy abierta. –Ya.. Daeul, ¿me estás diciendo feo? –Y el niño solo asintió con la cabeza mientras mantenía toda su atención pegada a los barquitos con los que jugaba. Kim Daeul era el hijo de Kim JongDae después de todo, y Kim MinSeok era la Omma que el niño necesitaba.

Notas finales:

Ayer fue el día de la madre en México y se me ocurrió escribir esto <3 Aunque es un One-shot, tengo el ligero cosquilleo de escribir algunos capitulos sin orden cronologico con estos personajes. Y es que conocen a Daeul? es el niño más hermoso del planeta y es idéntico a Chen <3 si hay alguien que no lo conoce es el niño que sale el programa de The return of Superman, las fans hablaron tanto del parecido de él con Chen, que el ChenMin terminó yendo juntos al programa para grabar con el niño y su hermana y es la cosa más adorable del mundo <3, bueno, espero que les haya gustado, nos leemos en el siguiente capítulo de Wolf...si no lees mi fic de Wolf, pues deberías! las cosas se están poniendo buenas ;)

 

Amor, lobos y unicornios <3


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