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INUSUAL (Aldnoah.Zero) por ainonekochan

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INUSUAL


By: K.G.Á.É.


AU. ¿Porno? ¿Descanso insuficiente? ¿Biberones? ¿Maternidad precoz? ¿Infidelidad?... Por primera vez, Inaho no lo sabía. Pero descubriría el secreto de Slaine. InahoxSlaine.


¿Misterio? ¿Drama? ¿Humor? ¿Fluff? ¿OOC? No lo sé, pero espero que les guste X D


Aldnoah Zero no me pertenece.


INUSUAL


Últimamente, Slaine se estaba comportando extraño. E Inaho llegaría al fondo del asunto.


Mientras le seguía sin que el otro se percatara, comenzó a repasar los acontecimientos.


.


.


Todo había empezado un día en que se notaba un poco nervioso, sentado en solitario en un rincón del salón. A simple vista parecía estar viendo el libro de la próxima clase, y no hubiera dudado de ello de no ser porque lo tenía acomodado a modo de casita.


—Slaine—cuando le llamó, sobre reaccionó. Asustado, bajó el libro de inmediato, buscando ocultar la evidencia.


—I-Inaho. Um… ¿Necesitas algo?—respondió mientras trataba disimuladamente de ocultar mejor la revista bajo el libro.


— ¿Qué hacías?—


—Nada. ¿No estabas con los demás?—fue una respuesta rápida seguida de un descarado cambio de tema. Pensó pedirle prestado el libro, así Slaine no tendría de otra que dejar al descubierto lo que escondía.


Estaba por ejecutar su plan, cuando la campana sonó. Aunque fue de forma silenciosa, vio a Slaine dejar escapar un suspiro aliviado.


Cuando la campana sonó anunciando el final de las clases, Slaine había desaparecido.


Durante los próximos días, siempre escapaba de las salidas grupales disculpándose diciendo que tenía algo por hacer, nunca revelando de qué se trataba y yéndose lo más veloz que podía.


.


.


Su comportamiento no era lo único raro:


—ne—


—Slaine—


— ¡Slaine Troyard!—


— ¡Estoy despierto!—se levantó rápidamente de su asiento, pero a pesar de sus palabras, era obvio que seguía medio dormido.


—No. No lo está, joven Troyard. Si está sintiéndose mal, retírese a la enfermería. Si no, le pido que preste atención a clase, luego de ir a lavarse la cara. Ahora continuemos con la lección—dijo el profesor.


Algunos rieron cuando le vieron tropezar con su asiento y otros le veían preocupados. Inaho entre ellos.


La preocupación aumentó cuando no regresó a la clase.


.


.


En su camino a casa, Slaine había parado en una tienda de conveniencia. Inaho no sabía si debía seguirlo adentro o no.


Recordando que el rubio ni siquiera había notado que era seguido, el castaño entró a la tienda.


Le vio tomar algunas frutas y… ¿era eso un biberón?


Sí. Lo era.


Ahora, el caso era más extraño de lo que imaginó al principio, porque después de todo, Slaine vivía sólo. No primos o hermanitos por cuidar. No mascotas. ¿Para qué querría algo así?


¿Habría encontrado un gato o perro bajo la lluvia?


No le parecería extraño si lo hubiera recogido.


¡Oh! Pero no había estado lloviendo…


Continuó su espionaje hasta su casa.


Luego de verle entrar, se apresuró y pegó el oído en la puerta; queriendo averiguar más.


— ¡Ya regrese! ¿Cómo estás? ¿Qué quieres primero comer, un baño o…?—le escuchó decir.


Palabras clave llenaron la mente del castaño, queriendo resolver el misterio:


¿Porno? ¿Descanso insuficiente? ¿Biberones?


¿Maternidad precoz? ¿Infidelidad?


Por primera vez, Inaho no lo sabía. Pero descubriría el secreto de Slaine.


— ¿Te gustaría acompañarme a la cama?


Con esas últimas palabras juguetonas, no le quedó de otra que abrir la puerta pese a que fuera allanamiento de morada.


¡No permitiría que Slaine le fuera infiel aunque aún no fueran novios!


— ¡Orange! ¡¿Qué haces aquí?!—ignorando su sorprendido diálogo de esposa infiel. Buscó con la mirada al tipo que seguramente estaría aprovechándose de Slaine todas las noches sin dejarle descansar, o bien, a la mujer que con engaños se aprovechaba de su dinero para criar a su hijo.


Escaneó el lugar de forma rápida, no encontrando a nadie a parte de ellos.


Confundido y molesto, sacaría la verdad de Slaine, quien le miraba con el ceño fruncido por no recibir respuesta.


— ¿Qué es eso?—preguntó notando el bulto en los brazos del rubio platinado.


—No te concierne. ¿Qué haces aquí?—respondió a la defensiva, haciendo un ademán protector sobre el bulto, apartándole de la mirada del castaño.


— ¿De quién es el bebé?—


—…Mío. Ahora si no te importa ¿puedes explicarme a qué viene esto? Mejor aún, márchate de mi casa, estoy cansado—


— ¿Cansado? Hace un momento parecías dispuesto a tomar un baño indecoroso—


—I-Indecoroso ¡¿Quién es indecoroso?! ¿Y cómo sabes del baño? ¡¿Desde hace cuánto me espiabas?!—


—No lo hacía. Coincidió que vine a visitarte—


— ¡¿Por qué tú…?!—sus palabras fueron cortadas por un mareo.


Inaho le atrapó. Las ojeras de Slaine era bastante oscuras, seguramente sería por el bebé que cuidaba. Ya hablaría después con él.


Tomó a Slaine como si fuera una recién casada, llevándole desde la puerta al interior de la casa. Necesitaba recostarse.


—Traeré un poco de agua—mencionó, luego de posarlo en la cama.


—Estoy bien. Necesito preparar su comida—sus manos se mantenían firmes en el bebé, a pesar de su estado.


—Yo lo haré. Sólo dime qué debo hacer—Inaho entendía que continuar el interrogatorio no era lo más sensato, considerando lo falto de color que lucía el otro.


Renuente y aun sintiendo la cabeza punzándole. Terminó por aceptar la ayuda del castaño. Le dijo en dónde estaba la fórmula y le pidió que hirviera el biberón que estaba en su mochila antes de usarlo. Siendo quisquilloso en la preparación de la leche: Ni más polvo ni menos cantidad de agua. Sin grumos. Y en su temperatura: Ni muy fría ni muy caliente. No tanta…


Como era todo muy metódico; Inaho lo hizo bien. Regresó a la habitación, curioso por ver cómo era el bebé que Slaine llamaba suyo.


En cuanto le vio desde la puerta, a Inaho le pareció que lucía más como una madre que como un padre. Con cuidado arrullaba al bebé en sus brazos mientras le murmuraba cosas. Y su sonrisa era radiante a pesar de lo pálido que estaba.


Cuando se percató de su presencia, pudo apreciar como sus mejillas se coloreaban. Y se encogía un poco en su lugar, avergonzado por ser visto comportándose de forma tan inusual.


—Ten—rompió el silencio, más no la incomodidad que Slaine sentía.


—Gracias—susurró. Inaho le vio agitar el biberón y remangar el suéter de la escuela para poner un poco de leche en su muñeca, comprobando la temperatura antes de ofrecer la leche al bebé. Tomando una nueva postura para estar más cómodos tanto él, como el pequeño.


Inaho no podía evitar mirarle fijamente, expectante del momento en que se revelara la identidad de la criatura. A su vez, Slaine no dejaba de estar nervioso por la fuerte mirada de Inaho siguiendo sus movimientos con atención.


La manta que obstruía su vista fue removida. Inaho se encontró parpadeando, apenas dos veces.


El bebé era bonito, de ojos grandes y expresivos como los de Slaine, con pelo esponjoso, en un tono rubio con algo de castaño, y… ¿a quién engañaba? Siendo objetivos, el bebé no se parecía a Slaine, empezando por sus orejas que eran puntiagudas y… ¡Vaya! Aunque el apodo que le había dado a Slaine era 'Bat', nunca pensó que fuera a dar a luz a uno.


Omitiendo que no podría dar a luz porque para empezar era hombre, mientras veía como el bebé tomaba su biberón, puesto en una posición de unos 90 grados, de forma que la tetina siempre estuviera llena de leche, previendo que trague aire; se encontró iniciando un nuevo interrogatorio:


— ¿De qué especie es?—


—…S-Según varias revistas. Es probable que sea un murciélago zorro volador. Desconozco quien fue su anterior dueño. Lo encontré más pequeño, pero el gotero con el cual le alimentaba ya no es adecuado. Y al parecer, les gusta tomarse su tiempo aseándose ¿Sabes?—lo último lo dijo en tono burlesco, consiguiendo que por un momento Inaho apartara la mirada, avergonzado de sus suposiciones previas e incorrectas.


— ¿Cuál es su nombre?—preguntó, notando que de tanto en tanto Slaine retiraba el biberón, para evitar que la tetina se aplastase e impidiera el paso de la leche.


—Aún no lo he pensado—susurró.


—Entonces decidamos uno, juntos—ofreció, notando que tal vez sí tenía el encanto de Slaine. Pues lucía bastante tierno e indefenso a la vista.


— ¿Eh?—la leche en el biberón se balanceó por el temblor en su mano.


—Te ayudaré a cuidarlo—


—No es necesario—


—No has dormido bien—


—Es por sus hábitos nocturnos. Además, tendrías que pasar la noche aquí ¿Sabes?—su voz se tambaleó.


—No me molestaría ¿Y a ti?—preguntó. Está vez, sus miradas se encontraron y se mantuvieron por varios minutos.


—No creo que sea buena idea—sus mejillas eran rojas cuando apartó su vista y comenzó a mover al bebé, quien había terminado de comer. De cierta forma, escondiendo su rostro en esa nueva postura.


Inaho posó su mano sobre la de Slaine que seguía recargando al bebé en su hombro. Llamando su atención.


—No respondiste mi pregunta—insistió. Le vio abrir su boca y apretar sus labios antes de responder en susurro.


—Sabes que no—no era raro que Inaho fuera a su casa, antes le molestó que entrara azotando la puerta, sobretodo porque la falta de sueño le tenía irritado.


Inaho le escuchó perfectamente gracias a su cercanía. Sonrió un poco.


—Entonces está decido. Avisaré a Yuki-nee—se levantó y salió de la habitación. A pesar de escuchar a Slaine pidiéndole que espere, le ignoró, sabía que era su timidez lo que le restringía de aceptar su ayuda…


.


.


Si Slaine había estado nervioso durante la cena, todo ese nerviosismo había desaparecido en cuanto su cabeza tocó la almohada. Demasiado cansado para más.


Esa fue la oportunidad de Inaho de interactuar con el pequeño. Había visto a Slaine cargarlo antes y aun así estaba inseguro de cargarlo por su cuenta. Mas tendría que hacerlo, si quería evitar que el otro se levantara.


Le parecía interesante como el pequeño murciélago incluso se abrazaba a un pequeño peluche que Slaine le había dado. El mismo peluche que Inaho había ganado en una máquina de garra, uno que Slaine no había podido ganar por su cuenta, y que a pesar de lucir frustrado había terminado por agradecer…


.


.


Cuando Slaine abrió sus ojos en medio de la noche, terminó sonriendo a la escena frente así:


Inaho. El-todo-lo-sé-todo-lo-puedo-Inaho Kaizuka. Parecía un padre primerizo, con todos esos ademanes de tratar de sacar al pequeño de la caja que hacía de su cama, que se quedaban en intentos; dirigiéndole una mirada concentrada, como si quisiera descifrar un gran misterio.


Slaine pensaba en levantarse, a pesar de que el sueño obtenido no era suficiente para recuperar lo de las noches previas, fue entonces que le vio con una expresión determinada comenzar a tomar con cuidado al pequeño y de poco a poco imitar los cuidados que le había visto hacer antes, de forma algo torpe.


Era extraño verle así.


Antes de caer dormido de nuevo, con una sonrisa en los labios, pensó que parecían una familia, una bastante inusual…


.


.


.


N/A: ¡GRACIAS POR LEER ESTO…!


Y SI DEJAN REVIEWS ¡GRACIAS TAMBIÉN POR ELLOS!


Necesitaba un descanso de cosas más elaboradas, así que perdonen que no actualice las otras historias : )


Por cierto, falta una serie de pequeños extras que le dan más sabor a la historia. Los traeré en cuanto pueda : D


¡Espero les haya gustado…!


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