EXO CLOSED DOORS
Ese día parecía no ser uno de los buenos. El ánimo estaba bajo en la sala de ensayos al momento en que Jong In entró, teléfono en mano y audífonos en los oídos. Los chicos parecían tener una nube negra encima, una que tronaba con relámpagos y truenos, pues el mal humor era hasta tangible, espeso. Kai dirigió sus pasos hacía Sehun, intentando ser tan cauteloso como le fuese posible; pausó Give me love de Ed Sheeran al momento en que se sentó junto a su amigo y se quitó los audífonos.
– ¿Qué les pasa? – Murmuró paseando la vista por cada uno de los chicos notando que faltaban dos. Sehun miraba algo en su teléfono, mas apartó la vista con un suspiro para responderle a Kai.
– Lay hyung y Baekhyun hyung. Ya sabes. – Jong In suspiró sumándose a la nube negra al entender la situación. Buscó a Chanyeol con la mirada, él era el que más relajado parecía, pero Jong In sabía que estaba lejos de estar calmado.
– Que molesto. – Dijo en voz muy baja. Sehun encogió los hombros volviendo la mirada a los memes de ellos que las fans subían a Instagram.
Jong In le imitó, aunque él no entró a Ig, solo abrió un chat en Line y le escribió a su mejor amigo Taemin: ¿Qué hay? Taemin no respondería a ese mensaje de inmediato, luego Kai se enteraría de que su amigo estaba ensayando también. Mientras el moreno esperaba una respuesta, entraron los causantes de la depresión colectiva de EXO: Lay y Baekhyun.
– ¡Di lo que quieras! – Decía Baekhyun airado, lo que era bastante raro en él. Lay iba tras él con semblante calmo, aunque todos podían ver que estaba bastante molesto. – Todos sabemos que con Kris nunca tuviste problemas para poner el culo, ahora no te la vengas a dar de machito, hasta Luhan te la metía y gritabas como una pu… – Sehun le tapó la boca a su hyung antes de que siguiera, por otro lado, Suho sostenía a Lay de los hombros y le susurraba palabras tranquilizadoras. Ambos chicos habían corrido hacia los del conflicto para pararles y prevenir un problema mayor.
– No menciones sus nombres con tu boca de perra callejera. – Fue lo único que respondió Yixing antes de soltarse de Suho bruscamente y salir de la sala.
– Bravo, Baekhyun. Realmente sabes cómo fomentar la unidad del grupo. – Dijo Chanyeol pasando por su lado y yendo tras el chino.
– Púdranse todos. – Dijo Baek empujando a Sehun.
Suho suspiró. Las prácticas de ese día quedaban canceladas y definitivamente habría una larga charla esa noche en casa. Uno a uno se fueron retirando los miembros del grupo, hasta que solo quedaron Jong In y Xiumin. El mayor había estado todo el rato en una silla junto al gran espejo de la sala. Jong In lo veía y sabía qué tipo de cosas se le pasaban por la mente a su hyung en ese momento. Se sintió mal. Desde unos meses atrás la situación se estaba volviendo más y más pesada, comenzaba a notarse en cada uno de los miembros. El que estaba más afectado de todos era sin duda alguna Sehun, pero él lo estaba desde el principio. Desde que enfrentaron su primer gran problema el chico venía en decadencia emocional. Sin embargo, a Minseok se le empezaba a notar apenas recientemente. Jong In era bueno notando estas cosas, aunque era pésimo para exteriorizar sus sentimientos o para brindar consejos; al menos era bueno escuchando, muy sincero y sabía cómo dar en el clavo en la mayoría de las situaciones.
– Hyung. – Le llamó. Minseok respondió al llamado girando la vista y abriendo sus redondos ojos. De inmediato se levantó, los huesos le crujieron por haber permanecido mucho tiempo en la misma posición. Caminó hasta Jong In sentándose en las piernas de este. Le tomó las mejillas y plantó un besito casto en los labios del moreno.
– Perdona por no darte la atención necesaria esta semana Jong Innie. – Kai colocó las manos en la cintura de su mayor con una sonrisa de labios apretados.
– No pasa nada. Todos hemos estado tensos y distraídos. – Xiumin asintió, luego suspiró.
– ¿En qué estaba pensando Suho al dejar a esos dos juntos? – El menor tomó las manos del contrario buscando su mirada, lo atrajo hacia sí mismo haciendo que Minseok quedase recostado en su fuerte pecho.
– Suho hyung lo hace por la unidad del grupo. – Le acarició la espalda. A veces Minseok parecía el menor cuando ellos dos estaban juntos, a pesar de su nueva apariencia musculosa. – Pero no es lo único en lo que pensabas ¿cierto hyung?
– Si lo es. – Aseguró.
– Luhan. – Minseok se tensó, intentó regular su respiración que quería dispararse con la sola mención de ese nombre, Kai sintió la rigidez del mayor bajo su mano. – De verdad lo siento hyung, desearía que no se hubiese ido y… – Xiumin le cortó con un dedo sobre sus labios, su mirada rogaba que por favor dejase de mencionar a ese hombre.
– Es mejor que se hubiese ido, es mejor. – Jong In suspiró. De verdad que ese día tenían una nube negra encima.
La situación se arregló cuando Minseok deslizó besos cálidos sobre la piel morena de Jong In, este le sostuvo más fuerte, tanto que parecía que lo rompería, o talvez lo sostuvo de esa manera para evitar que Minseok se desarmara en pequeños pedacitos. En un momento estuvieron besándose tiernamente, manos blanquecinas en mejillas ajenas; manos morenas acariciando una espalda a lo largo, apretando, encajando. El aire se calentó rápidamente. Minseok ya tenía los labios hinchados y Jong In, bueno, Jong In tenía otra cosa hinchada y palpitante. A ambos les gustaba cuando los ponían juntos. Las cosas se daban muy naturales entre ellos, no hablaban mucho, pero tampoco había mucho que decir. Los dos se entendían sin tener que abrir la boca, salvo para besar o lamer o chupar. La ropa estorbó y más temprano que tarde Kai estuvo entre las piernas ajenas. Minseok apreció lo mucho que el chico había crecido, incluso comenzaba a ganar músculo más allá de los que trabajaba con el baile.
Se sostuvieron el uno al otro hasta que los vidrios estuvieron empañados, hasta que el Sol abrió los ojos en un nuevo día. Jong In cayó temblando ante su último orgasmo sobre el pecho del mayor y este le sostuvo, peinando sus oscuros cabellos y besando su frente sudorosa con tanta ternura que el moreno se sintió amado, amado de verdad. Los muslos de Minseok pedían clemencia, pero la energía se había agotado. Ambos jadeaban agotados, sus pulmones quemaban recuperando el oxígeno, pieles sensibles, cuerpos húmedos, besos lánguidos, suaves. Y más.
Regresaron al dormitorio cuando la ciudad despertaba, Jong In aún sentía los besos en las mejillas y las caricias en su nuca. Era una de sus cosas favoritas de estar con Minseok: Luego del sexo (que era sumamente bueno debido a la experiencia del mayor), al hyung de los mofletes inflados le gustaba mimarle y consentirle, le abrazaba dejando que las últimas gotas del clímax despojaran su cuerpo y tenía miles de atenciones con él. Era una persona muy cálida, Jong In lo comparaba con estar junto a una chimenea en invierno con una taza de chocolate caliente y malvaviscos en la mano; tener sexo con él era como hacer el amor frente a esa chimenea mientras tus padres duermen en la habitación de arriba. Excitante, arriesgado, pero cálido y tierno.
– Oh, la charla de anoche. – Recordó Minseok cuando bajaron del auto de Jong In una vez en el porche de su casa.
– Seguramente Suho hyung nos echará un sermón por faltar. – Kai rodó los ojos recibiendo una sonrisa por parte de su pareja temporal. Con dedos entrelazados entraron a su residencia.
Chen los recibió, los labios apretados con sus acostumbradas comisuras levantadas. Les dio el resumen de la charla: No hubo. En su lugar, Baekhyun y Lay se enfrentaron en un duelo de palabras, Yixing se hartó, casi le pega a Baek, Chanyeol se metió, Suho se metió y terminó con Sehun llorando y pidiéndoles que pararan. Chen narró la última parte con un gesto de un hombre totalmente abatido que Kai y Minseok imitaron. Que Sehun hubiese llorado ya era el colmo; Jong In sintió una rabia terrible y quiso golpear a alguien. Soltó la mano de su hyung que lo había sostenido todo el tiempo buscando dirigirse a la habitación que compartían actualmente Jong Dae y su amigo Sehun.
– Esta dormido. – Le dijo Chen. – Pero se alegrará de verte. Avísame cuando despierte. – Jong In asintió. Sus pasos lo guiaron hasta la última habitación del segundo piso.
Sehun dormía, como dijo su hyung. Tan silencioso como le fue posible ser, su ropa disminuyó en número hasta quedar únicamente en bóxer y camisa. Metió su cuerpo a la cama junto a la calidez de Sehun y le abrazó. Se quedó con él, velando su sueño (o quizás su pesadillas).
El menor de EXO despertó menos de una hora después. Jong In, adormilado, lo sintió moverse. El moreno apartó el brazo izquierdo que reposaba sobre la cintura de Sehun, dándole espacio para sentarse. Cruzaron miradas, mas Sehun, al reconocer a su acompañante, rompió el contacto ocultando sus ojos.
– Ya me contaron lo que sucedió. Te he dicho que no debes tener vergüenza conmigo. – Jong In llegó a su lado sobándole la espalda.
– No es eso. – Objetó Sehun apresuradamente. – Te molestas cuando lloro. No quiero que causes más problemas. – Jong In lo pegó a su cuerpo, recorriendo ahora el brazo derecho del menor. La piel lechosa de Sehun junto a la morena de Jong In se veía incluso más blanca.
– Estoy tranquilo. – Mintió. – Espero que algún día todo se arregle. – Se escuchó un suspiro, pero cuesta adivinar de cuál de los dos fue.
– Vayamos a desayunar. – Jong In asintió.
Antes de bajar al comedor, Kai fue a su habitación para dejar su ropa y colocarse algo más cómodo. Minseok estaba allí haciendo lo mismo, por lo que le esperó para bajar juntos. Afuera, Sehun le había esperado también, por lo que bajaron los tres. El hyung mayor le dio un abrazo al maknae sin pronunciar palabra, pero fue más que suficiente.
A veces Jong In odiaba desayunar en el comedor. Como ese día había muchos otros en los que aquellos pensamientos llegaban. Los otros seis integrantes de EXO estaban regados por la cocina y comedor, pero Jong In veía huecos. Huecos. Allí debería haber una persona. Acá cabe otra. Huecos. Le parecía asombrosa la diferencia que solo tres personas podían hacer, solo tres cuerpos que con su ausencia dejaban huecos. Faltaba ruido, faltaba espesura, faltaba una cabellera rubia con el rostro amargado y pidiendo café, faltaba un moreno pegado a Suho con las ojeras marcadísimas por haberse acabado de levantar y faltaba un rostro de ángel aligerando el ambiente con sonrisas y pequeños gestos amables. Si, Jong In a veces odiaba el desayuno. Se preguntaba por qué le llegaban esos pensamientos sobretodo en la mañana.
Ayudó en lo que pudo, pero no había mucho que hacer, así que se fue a la sala a esperar el desayuno mientras ponía a cargar su teléfono que quedó sin batería la noche anterior. Llegaron algunos mensajes de Taemin explicándole por qué no respondió, enseguida le escribió que no pasaba nada y le preguntó cómo estaba. KyunSoo lo llamó cuando la comida estuvo lista. En el comedor ya estaban todos, él se sentó junto a Jong Dae y Chanyeol. Baekhyun y Yixing estaban tan separados como fuese posible uno del otro. No hubo peleas ni estúpidas indirectas, de hecho Baekhyun parecía totalmente calmado y estaba de vuelta a su estado natural: bromista y hablador. Jong In agradeció que pudiesen comer en paz.
Era sábado, día libre. Y día de cambio de cuarto. Al mediodía se sentaron todos en la sala, Suho llegó con un vaso en la mano que contenía nueve papelitos. Minseok fue hacia Jong In, tomó su rostro y le dejó un beso en la mejilla en señal de despedida, por su parte el moreno besó su frente. Chanyeol estaba algo ansioso, él se ponía un poco nervioso con los cambios de compañero a pesar de que ya había estado con todos. Suho removió el vaso, todos atentos, sacó los papelitos agrupándolos de 2, 2, 2 y 3 (desde su última perdida quedaron impares, por lo que se formó un trío).
– Minseok y Jong Dae. – El líder leyó el primer par de papeles. Ambos chicos se sonrieron. – Sehun y Suho. – Rió un poco al decir su propio nombre. Jong In se sintió un poco aliviado de que el líder fuese el nuevo compañero de su amigo. – Chanyeol y Baekhyun. – Enseguida el orejón se le echó encima a Baek con un gran abrazo. – KyunSoo, Lay y Jong In. –Leyó el último. Kai suspiró, no le agradaba mucho cuando quedaba en el trío, él prefería cosas más íntimas.
Así quedaba la distribución por las próximas dos semanas. Por la tarde los chicos se dedicaron a mudar sus cosas a sus nuevas habitaciones, como hacían cada dos semanas. Ya que todos estaban cansados, ninguno salió con algunos amigos o visitar a nadie. A eso de las seis Jong In se aventuró a la habitación que ahora compartían Chanyeol y Baekhyun, encontrándoles hablando animadamente mientras terminaban de ordenar sus cosas (que realmente no durarían mucho en su lugar, pensó el moreno). Se echó en la cama sin pronunciar palabra, y los otros dos siguieron hablando.
–…así que como a la media noche regresó y hablamos… – Contaba Baekhyun. –…dijo que lo sentía por insultarme y, bueno Channie, solo hablamos y nos disculpamos. Es todo. – Cuando terminó ocupó un espacio junto a Jong In en la cama y pasó la mano por el cabello de este con una sonrisa. El moreno sabía que conversaban sobre Lay.
– No entiendo por qué se pelearon en primer lugar. Pero me alegro de que lo resolvieran. – Chanyeol se dirigió a su laptop sentándose en la otra cama.
– Eso es lo importante, que lo resolvimos. – Jong In notó como los ojos de Baekhyun se volvían opacos por un segundo, pero al instante recuperaron su brillo característico.
La razón de la pelea Jong In la sabía muy bien. Él y Sehun iban a la cafetería de la empresa luego de haber practicado los dos juntos por horas. Era la madrugada del lunes, a esa hora y ese día usualmente sólo quedaban trainees que practicaban desesperados para pasar la siguiente prueba o algunos idols dedicados como ellos. Así que al pasar por una de las salas de ensayo que tenía las luces encendidas se asomaron disimuladamente por el vidrio de esta, ellos algunas veces les daban consejos a los trainees. O si no sólo saludaban a quien estuviese y se iban. Pero dentro estaban sus hyungs: Lay y Baekhyun. Los dos sólo parecían tener una conversación así que ambos chicos pretendían pasar. Pero Sehun sólo alcanzó a abrir la puerta un par de centímetros cuando sus hyungs empezaron a discutir.
– Esta situación se salió de control. – Decía Lay calmamente. – Me siento forzado a acostarme contigo.
– Lo has hecho con casi todos. – Baek sonaba receloso, hablaba con reproche. – Todos lo hemos hecho con casi todos. – Yixing resopló e hizo un gesto como si las palabras de Baekhyun confirmaran su punto.
– Exacto. ¿Crees que eso es normal? – Ahora elevó su tono de voz. – Somos un grupo de artistas. Se supone que hagamos música y conciertos, no orgías y este tipo de cosas. – Ambos habían permanecido sentados en un sofá, hasta que Baek se levantó.
– No tenemos orgías, tampoco es así. ¡Y si hacemos música y conciertos!
– ¡Esto se suponía que era para unir al grupo! – El chino se levantó por igual. – Sólo era cambiar habitaciones no creo que esto fuese lo que Kris propuso y…
– Kris, Kris, Kris. ¡Es todo de lo que hablas! – Ahora Baek gritaba. Sehun y Kai se miraron pensando intervenir. – ¡Ya supéralo! ¡Kris se fue, Luhan se fue, Tao se fue! Si esta es tu excusa para no querer besarme, ¡bien! No eres la gran cosa de todas formas. – El chico tomó su bolso y se giró. Los menores, en la puerta, se colocaron uno a cada lado de esta para evitar ser vistos.
– Baek. – Yixing lo retuvo tomándolo del brazo y girándolo. –Creo que debemos atenernos al propósito inicial y compartir como amigos. No es necesaria la parte del sexo. – Kai y Sehun no vieron lo siguiente, pero Baekhyun bajó la cabeza y sonrió irónico.
– ¿Por qué no le dijiste lo mismo a tu preciado Kris hace años? – Lo próximo que los maknaes escucharon fueron pasos acercándose a la puerta por lo que ambos salieron corriendo en direcciones diferentes y se encontraron en la cafetería como tenían planeado.
Ese tipo de discusiones siguieron el resto de la semana. Baek quería la atención de Yixing y este se rehusaba alegando que las cosas se habían vuelto extrañas, por lo que Baekhyun se molestaba e iniciaba la pelea. Esto puso al grupo de malas, no solo por los constantes enfrentamientos de palabras, sino porque los nombres de los chinos eran frecuentemente mencionados abriendo heridas que parecían sanadas en la mayoría de los miembros. Trayendo recuerdos que presumían haberse olvidado. La partida de aquellos chicos fue algo de lo que no se habló más de lo necesario, luego todos, en un acuerdo mudo, se esforzaron más que nunca por sacar a EXO adelante.
Jong In pensaba que Yixing diría algo respecto a su cambio de habitaciones, pues había expresado su desacuerdo constantemente con Baekhyun. Pero no lo hizo y eso al moreno le parecía extraño. Las cosas empezaron así: Cuando los doce empezaron a vivir juntos en un pequeño apartamento en su época de trainees, después de haber sido seleccionados de entre docenas de muchachos para formar un nuevo grupo, se les dio a Suho y a Kris el rol de líderes. Algunos de ellos ya habían hablado o convivido, pero seguían siendo tímidos o callados. Kris propuso algo para fomentar la unidad en el grupo: Cambiar de compañeros de cuarto cada dos semanas. De esa manera todos hablarían con todos y se harían amigos. La cosa funcionó muy bien, pero poco antes de que el grupo debutara oficialmente algo empezó a cambiar. Yi Fan fue quien lo comenzó. Esa semana compartía habitación con Lay y una noche ambos se dejaron llevar por una charla profunda y una noche bonita. Luego sucedió entre Xiumin y Luhan y allí la cosa se complicó.
Surgieron varios problemas porque una semana, en la que Luhan y Sehun eran compañeros, el primero invitó a Minseok a su habitación. Sehun los descubrió en pleno acto. Por lo que acordaron que ese tipo de cosas sucederían solo cuando los involucrados compartiesen cuarto para no molestar a los otros. Luego algo surgió entre el ciervo y Sehun. Eventualmente se esparció por todo EXO y de esa forma se hicieron costumbre las relaciones sexuales entre ellos (únicamente con la persona con quien estuviesen compartiendo habitación, existía una especie de regla no hablada sobre ello), si había sentimientos o no eso era otro tema, pero hasta ahora, si los había, eran mantenidos bajo llave, en la mayoría de los casos.
Esta tradición se mantuvo hasta ahora, hubo peleas, hubo celos, entre muchas otras cosas. Pero a final de cuentas el grupo si se hizo más unido gracias a esto, extremadamente unido. Demasiado según la opinión reciente de Yixing. En eso pensaba Jong In distraídamente hasta que dieron las once y se retiró a su habitación a dormir. Pensó en pasar a ver qué hacía Sehun pero prefirió dejarlo, tal vez ya estaba dormido y no quería despertarle. Llegó a su cuarto nuevo consiguiendo a sus dos compañeros jugando con sus teléfonos respectivamente, les habló por un rato y luego se fue a dormir.