"Mundos paralelos... ¿existe una dimension entre este mundo y . el más allá?"
Abrió los ojos y apareció ahí; no recuerda hace mucho cuando llegó, solo despertó y ya estaba en casa.
No recuerda mucho lo que ocurrió, solo una parte en que él se encontraba en el volante del carro, gritos y una punzada, justo ahí en el pecho. Todo eso mas un fuerte estruendo y un grito: "Jongin".
Después de eso solo se hundió en la oscuridad y no supo más …
Tenia que ser otra de sus pesadillas.
Pero lo que no hallaba a sus respuestas era… ¿podía soñar parado?
El sonido de la leña siendo consumida solo se escuchaba en esa fría y extraña casa.
Frotó suavemente sus manos acercándose a las llamas de aquella chimenea donde la leña sé consumía con el fuego, su intención era poder calentar su frío cuerpo pero ni eso lo ayudaba.
Suspiro. Volteando algo aturdido hacia el sonido pausado de una respiración, fue ahí cuando la vio.
Sus labios no evitaron embozar una cálida sonrisa al verla, a los ojos del moreno ella parecía un ángel cuando dormía.
Acercándose cuidadosamente, con sus frías manos acarició la pálida piel de la chica, sintiendo la cálida piel y lo suave que se sentía. Tomando mas confianza la lleno de mimos y besos, no sabiendo el por qué; ya se hallaba ahí, sentado en el piso mirándola con los ojos llenos de lágrimas.
Por alguna razón inexplicable, él sentía que ella lo ignoraba.
Tal vez hizo algo malo que la enojara.
Es por eso que al sentir su rechazo, no le quedo de otra que despertarla.
- Krystal…
Fue en ese momento que ella abrió los ojos, mirando al vacío sin decir nada. Lo ignoró completamente.
Sintiendo un fuerte dolor en su pecho entendió que ella estaba molesta con él, y que su presencia ahí la incomodaba.
Jamás se lo espero de ella, una actitud tan fría, hiriente, distante. Una actitud que lo hirió como un puñal en el corazón.
Lloró, suplicó por su perdón y repetía una y otra vez cuanto la amaba.
Aunque en verdad el no entendía el porque ella estaba molesta con él.
Vio como su prometida, por que si, era su prometida y tenían planeado casarse, se sentaba en el blando sillón con la vista aun perdida ignorándolo como si no notase su presencia.
- ¿Por qué?…- murmura la chica -
- Amor…- hablo el moreno con la voz ahogada por el llanto, tomándole las manos - Mi Krystal, mí amada Krystal… - noto como de los ojos de esta caían lágrimas haciéndolo sentir mas culpable por hacer llorar al amor de su vida.
- Aun te amo, Jongin …- murmuro la chica mirando el anillo en sus dedos -
Esa confesión calmó el corazón del chico haciéndolo nuevamente sonreír.
- Y yo a ti, mí amor - le correspondió - Krystal, mí vida…
- Quiero ir a una cita - interrumpió la chica al moreno - nuestra ultima cita - susurró mirando el anillo -
- ¿Última? - preguntó confundido, sin importarle sí el moreno estuviese en sus piernas apoyado sé levantó rápidamente mientras se dirigía a su habitación para arreglarse.
- Te estaré esperando aqui… - la hablo pero nuevamente al parecer, lo ignoró - debe estar aún algo molesta conmigo… se convenció -
En pocos minutos, la vio bajar, haciendo sonreír como un bobo enamorado al moreno.
Se veía muy hermosa.
El vestido negro encajaba bien en la delgada figura de la chica. Su prometida era muy bella y el se sentía muy afortunado de tenerla. Sus elegantes pasos al bajar de las gradas de la escalera eran inigualables.
No había duda que seria una gran madre para sus hijos.
Vio como tomo su bolso y pasaba por su lado, sin inmutarse siquiera a su presencia. Como si no lo viera.
Sonrió.
El conocía a su prometida, y sabia que estaba jugando con el saliendo detrás de ella a la calle.
Caminando a su lado.
Para el moreno era un rumbo desconocido pues no sabia donde seria la cita exactamente. Estaba ansioso por saber a donde iban.
Después de media hora, vio como su prometida entraba hacia un cafetín, la siguió.
- Amo tanto este lugar… solía venir sola aquí…- hablo la chica acariciando el anillo.
- ¿Por qué nunca me lo dijiste amor? - pregunto el moreno herido - Pude acompañarte las veces que me lo pidieras …
- Tu nunca tenias tiempo … eso era lo que siempre me decías … - murmuro bajando la mirada mientras apretaba fuerte sus manos -
- Krystal…
Justo en ese momento, un camarero llegó con la orden de la chica. Dejando un café en la mesa. Parecía que ya la conocía ya que no preguntó por su orden.
- Creí que odiabas el café… - hablo el moreno -
- No tomaba café frente a ti porque sabia que a ti no te agradaba el olor… por eso venia aquí a probar el amargo café a escondidas - rió la chica -
Guardo silencio.
- Fue agradable esta última cita… - hablo de la nada la chica sorprendiendo al moreno - creo que llegó el momento de dejarte ir…
- ¿Qué?…
Sacando lentamente el anillo de su dedo con cuidado dejo el anillo en la mesa. Esta acción alteró al moreno que se sorprendió mas porque no podía mover ni un músculo.
- Tuve… tantas ilusiones… sueños contigo… - miro fríamente el anillo la chica - pero, tu me obligaste a cambiar el rumbo de nuestros destinos…
Silencio.
- Adiós, Kim Jongin.
Tomando sus bolso y dejando la propina sé levantó saliendo del cafetín alejándose así para siempre de la vida del moreno.
Aun en su aturdimiento, el moreno tomó el anillo en sus manos y salio en menos de unos segundos y ya se hallaba en la calle mirando por todos lados, buscando al amor de su vida.
Pero, por mas que la buscaba nunca la halló …
- ¿Qué está pasando?