¡Mi as es el mejor!
[Un encuentro entre Karasuno y Nishiura donde por medio de un choque entre Hinata y Mihashi se desarrollará un encuentro divertido entre los dos equipos y donde Kageyama y Abe pelearán por saber cual tiene el mejor Ace en el equipo]
El equipo de Karasuno iba a la preparatoria de Nishiura debido a que tenían un partido contra su equipo de vóleibol. Hinata estaba emanando un aura de emoción que nadie podía controlar.
—¡Hinata deja de moverte! —le grito Kageyama con notorio enfado, provocando un mohín por parte del más bajo.
—Cuidado rey, sino se mueve por mucho tiempo, corremos el riesgo de que sea como una granada y explote—agregó Tsukishima con su casual comentario sarcástico.
—¡Tsukishima, Kageyama, Hinata, dejen de ser ruidosos! Maldición… tengo que regañarlos durante todo el camino—comentó el entrenador Keishin Ukai realmente enfadado, mientras el profesor Ittetsu Takeda intentaba calmar a todos.
—Vamos Ukai-kun solo calmémonos…
Y así la preparatoria Karasuno fue a su destino con un autobús lleno de caos.
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María Momoe estaba entrenando a todos sus chicos, a la mañana siguiente tendrían un partido de entrenamiento con una preparatoria de las afueras.
—¡De acuerdo, chicos es hora de descansar!
Mihashi Ren respiró con dificultad debido al cansancio de estar corriendo toda la mañana, se limpió el sudor con su brazo derecho y sintió unas palmadas de confort por parte de su cátcher, sonrió sin poder ocultarlo.
Habían pasado unas pocas semanas desde que esos dos se habían hecho “pareja oficial” y aunque casi todos lo sabían, aun así preferían ocultarlo lo más que pudieran.
—Será mejor que vayas a refrescar tu cabeza en la pileta—aconsejó Abe Takaya con una sonrisa cariñosa, provocando una sonrisa amplia por parte del castaño.
—¡S-sí!
Y con aquella afirmación se fue corriendo hacia los grifos.
—Debe ser muy agradable el poder pasar demasiado tiempo con tu pareja—murmuró Mizutani con diversión.
—Será mejor que no te distraigas Abe o me veré obligado a poner a Tajima de cátcher—comento Hanai con obvia burla.
—¡Yo soy el único que puede atrapar las bolas de Mihashi!
Y después de ese comentario todo el equipo empezó a reír como si no hubiera un mañana, aquello podía tomarse con doble sentido. La vergüenza se apoderó del pelinegro y deseo poder matar a su capitán y al izquierda de mierda.
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—¡De acuerdo muchachos, no se separen! Estamos en unas instalaciones a las que nunca hemos ido y no quiero que se pierdan.
—Entrenador…—alzó la mano Yamaguchi, llamando la atención del mayor.
—¿Qué?
—Hinata salió corriendo en aquella dirección—señaló hacia la derecha y el rubio hizo una mueca de sorpresa y confusión.
¡Ese pequeño idiota!
—¡BUSQUENLO ANTES DE QUE LO ENCUENTRE Y LO MATE! —gritó tan fuerte que asustó a los estudiantes a su alrededor.
Kageyama chasqueó su lengua y se maldijo por haberse distraído. Ese idiota siempre hacia lo que quería.
“Pero eso es en parte lo que me gusta de él” pensaba apenado a su vez que buscaba con la mirada el rastro del pelirrojo con el número 10.
Por su parte Hinata Shōyō…
—¡Wow! Tienen muchos árboles y hay muchos cultivos alrededor… esto se ve fabuloso—su voz emocionada resonaba, miro la pileta y corrió hacia ella, pero no se percató que otro corría hacia esta y entonces…
La colisión catastrófica.
—¡Ah, mi cabeza! —se quejó el jugador de voleibol alzando su cabeza del suelo mientras miraba a la otra persona tirada— ¡Oye ¿estás bien?! ¡¿Acaso estás muerto?! ¡Despierta!
Se acercó al cuerpo de Ren y comenzó a moverlo como si fuera una muñeca de trapo, pero el contrario no volvía en sí.
Miro el uniforme de béisbol y tragó duro ¿acaso lo meterían a prisión por haber asesinado a otro chico?
“Maldición, de seguro me dirán que es un crimen de odio porque es jugador de béisbol… ¡Takeda Sensei ayúdeme!” pensaba con lágrimas en sus ojos para luego ver el número que portaba el desmayado.
—Es el número 1… ¡Tendré cadena perpetua! —gimoteó con fuerza para después empezar a llorar.
Se escucharon unos pasos acercándose y Hinata soltó un grito de sorpresa al ver como el cátcher llegaba a la escena y se quedaba pasmado mirando a Mihashi tirado en el suelo a manos del jugador de voleibol.
—¡Ahh fue un accidente! ¡Por favor no me mates! ¡Tengo partido! ¡Soy demasiado joven para ir a la cárcel!
—¿Ah? No te preocupes… más importante, será mejor que llevemos a Mihashi a la enfermería, ayúdame ¿de acuerdo? —Abe alzó en su hombro a Ren siendo ayudado por Hinata.
Por un instante se coló la idea de cargarlo como princesa, pero eso demostraría la clase de relación que llevaban.
Y no quería ser tan obvio enfrente de aquel voleibolista que además pertenecía a otra preparatoria.
—Mi nombre es Abe Takaya y soy el cátcher del equipo de béisbol de Nishiura ¿tú eres?
—¡Ah! Mi nombre es Hinata Shōyō y soy bloqueador medio. Vengo de la preparatoria Karasuno.
—Oh, la que tenía un partido contra nuestra escuela.
—¡Sí!
Abe sonrió y supo que aquel chico energético no había tirado a Mihashi a propósito, así que lo perdonó en ese instante.
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Llegaron unos minutos después a la enfermería y recostaron con dificultad a Ren en la camilla.
—¡¿Qué pasó Abe?!—Hanai llegó alarmado a la habitación y el pelinegro lo miro con una cara indiferente.
—Mihashi choco con este chico y se desmayó.
—¡Yo lo siento mucho, mucho, mucho! —agregó Shōyō con lágrimas en sus ojos.
—Oh, no te preocupes… ¿no le paso nada grave a Mihashi?
—No, oye Hinata… deja de sentirte mal, es culpa de Mihashi el ser tan debilucho como para desmayarse debido a un choque—sonrió Abe de manera reconfortadora provocando una expresión de asombro en el pelirrojo.
—¡Wah, eres tan genial! ¡Eres demasiado diferente de Bakayama!
—¿Bakayama? —dijeron al unísono ambos jugadores de béisbol y después voltearon a ver como su pitcher recobraba el conocimiento.
—Agh… ¿Q-q-qué paso? —cuestionó Mihashi con confusión sobándose su nuca mientras escuchaba un chillido y soltaba uno como respuesta.
—¡Estás vivo! ¡No te mate! ¡No pueden meterme preso! —alzó la voz e hizo un escándalo señalando a Abe y a Hanai.
—¡A-A-Abe-kun! ¡H-H-Hanai-kun! ¡¿Q-q-qué paso?!
—Te desmayaste tonto… este chico se preocupó mucho por ti y a pesar de que tiene un partido me ayudó a traerte a la enfermería.
—¡Ah, g-g-gracias! Perdona las molestias…
—¡NO, YO LO SIENTO POR CHOCAR CONTIGO! ¡MI NOMBRE ES HINATA, HINATA SHOYO!
—Oye, Hinata… será mejor que te lleve al gimnasio, si mi memoria no falla… tu partido empieza en 5 minutos.
—¡¿Ah?! ¡Tengo que irme Mihashi…! ¡Te veré después! —dijo saliendo a prisa de la habitación siendo seguido por el capitán Azusa.
—¡Espera, te vas a perder Hinata!
Mihashi parpadeó varios segundos y después sintió el abrazo sofocante por parte de su cátcher, sonrió y le regreso el gesto.
Abe Takaya era cálido y le daba esa paz que casi nunca conseguía fuera del montículo.
—Me alegra que no te pasara nada malo
—Gracias por traerme a la enfermería.
Incluso cuando estaban solos, podía dejar de tartamudear tanto.
—¡Ah! A-Abe-kun… ese chico se sabía mi nombre…
—Debió escucharnos cuando te nombramos.
—¡¿A-Acaso puede que vayamos a ser a-a-amigos?!
Un brillo de emoción se mostró en los orbes del as de Nishiura y el pelinegro solo pudo sonreír con cariño.
Tal vez esos dos se llevarían de maravilla y Hinata podría enseñarle a Mihashi a ser menos tímido.
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Cuando Hinata Shōyō llego al gimnasio a solo dos minutos de empezar el partido, la sarta de regaños por parte de Ukai no se hicieron esperar, un manotazo en la nuca le fue propiciado por parte de Kageyama, una mirada de reprenda fue dada por Daichi y recibió una risa burlona de Tsukishima.
Sugawara le sonrió amablemente a Hanai y le agradeció por haber llevado a Shōyō y este asintió amigable.
Karasuno aplastó de manera definitiva al equipo de voleibol de Nishiura, pero el partido fue reñido a pesar de todo.
Todos se divirtieron, pero la mente del número 10 no podía olvidar su tremendo error de haber dañado al as del equipo de béisbol de Nishiura.
—¿Qué te pasa tonto? —pregunto Tobio con intriga notando como el más bajo tenía una expresión lamentable.
—Es que… quiero disculparme con Mihashi
—¿Mihashi?
—¡Es el as del equipo de béisbol! Tenía un enorme 1 en su camiseta ¡se miraba tan genial! —dijo emocionado y el pelinegro no pudo evitar sentir algo de celos al escuchar como el otro hablaba tan enérgicamente de un desconocido.
—Hm ¿qué mierda hiciste?
—Choque con él y se desmayó por mi culpa.
—¡¿Qué?!
—Creo que debería llevarle algo de comida como disculpa, sí, eso haré… ¡entrenador! —y se fue corriendo hacia el rubio quien al escuchar la historia del enano decidió que todos deberían de ir a mostrar su agradecimiento porque les hubieran llevado a su señuelo definitivo para el partido.
—¡BIEN, ESCUCHEN TODOS! Iremos con el equipo de béisbol a que Hinata se disculpe y a agradecerles por las molestias que se tomaron.
—¡Sí!
Todos gritaron al unísono y caminaron directo al campo de béisbol.
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—¡De acuerdo Mihashi, lanza hacia donde te indique para practicar tu control! —gritó Takaya poniendo el guante en el centro a la derecha.
El as se posicionó en el montículo y lanzó sin dudarlo hacia el guante de su cátcher, el sonido de la pelota dio de golpe en este y Abe sonrió amplio.
—¡Bien hecho!
Una cara que sería descrita como graciosa se formó en el rostro del pitcher ante el halago de su novio.
—Jajaja la cara de Mihashi esta graciosa—se burló Tajima y fue reprendido por Hanai.
—¡Cállate Tajima! ¡Mihashi, inferior izquierda!
Y de nuevo otro lanzamiento perfecto y con un control impresionante, un “Wow” salió de la boca de los demás jugadores.
No tenían a nadie más que fuera como Mihashi.
Era definitivamente su as.
—¡Superior central!
Y de nuevo el golpe de la pelota resonó con fuerza en el guante de Abe, una sonrisa soberbia se mostró tras su careta.
—Ahora intentemos con tus tipos de lanzamientos para…
—¡Wooooow, Mihashi en verdad es un grandioso as!
—¡Agh!
La voz ajena sorprendió al castaño en el montículo y volteo a ver al pelirrojo que estaba agarrándose con fuerza de la malla.
—¡HOLA MIHASHI!
—¡A-ah, el chico de voleibol!
—¡Hinata, mi nombre es Hinata Shōyō! —se quejó mientras corría hacia él con esa energía que lo caracterizaba.
—H-Hinata-kun…
—¡Sí!
Todos los jugadores se empezaron a saludar amistosamente.
Ukai se quedó pasmado ante la entrenadora Momoe e intento no mirarle los pechos tan descaradamente, los profesores hacían una reverencia de respeto como saludo.
Hanai saludaba a Daichi y el segundo le pedía perdón y agradecía por haber llevado a Hinata al partido, Azusa le hacia una seña de que no se preocupara por aquello.
Mizutani le preguntaba a Tsukishima por el modelo de sus audífonos y sin quererlo se daban cuenta de que tenían varios grupos de música en común.
Sakaegushi y Tajima hablaban animadamente con Tanaka y Nishinoya sobre sus managers.
Asahi platicaba con los tímidos Oki y Suyama quienes se sorprendían de la apariencia mayor del castaño además de su enorme altura.
Izumi comentaba algunas cosas con Sugawara.
Nishihiro se presentaba con Yamaguchi.
Y las managers del equipo de Nishiura se quedaban sorprendidas ante la belleza de Kiyoko Shimizu.
Y en una esquina alejada, Kageyama y Abe se saludaban, mientras el segundo se empezaba a quitar su equipo de protección ya que por el momento la práctica seria interrumpida. No estaba mal tener algo de descanso y más si veía esa sonrisa genuina en los labios de su pitcher.
—Hola, lamento los problemas ocasionados por el idiota de Hinata… es algo torpe.
—No te preocupes, Mihashi es más torpe así que entiendo—sonrió Abe de forma amistosa—Mi nombre es Abe Takaya y soy el cátcher del equipo de béisbol de Nishiura.
—Soy Kageyama Tobio y soy el armador de Karasuno.
—Si no me equivoco, nuestras posiciones son algo similares ¿no?
—Creo que sí.
—Oh, me alegro que Mihashi chocara con Hinata—agregó de repente el cátcher capturando la atención de Tobio—Por lo regular es muy tímido y se le dificulta hacer amigos, pero creo que tener a una persona tan enérgica como Hinata es un alivio.
—Creo que a veces sería mejor que fuera más introvertido como Mihashi.
—Bueno… de todas formas Mihashi es bueno como es… no necesita cambiar—menciono el número 2.
—Sí, te entiendo. Hinata tampoco tiene que cambiar su personalidad porque es perfecto a su manera, un día será un as.
—Oh, entonces que se siga esforzando y lo lograra… Mihashi es nuestro único as.
—¿Ah, en serio? Debe de ser agotador no tener competencia… para demostrar que tan grande es.
Oh. Aquello se estaba transformando en una pelea.
—Oh… ¿eso crees Kageyama? Bueno Mihashi no tiene que competir contra nadie porque ha pateado tantos traseros gracias a mi liderazgo así que tiene la madera para ser el mejor as de todo Japón. Lástima que Hinata tenga que crecer aún más para ser un as.
Contraataque.
—Oh bueno, es que nuestro deporte es muy retador—agregó Tobio con furia.
—¿En serio? Deberías intentar atrapar una pelota de béisbol… es tan dura que te rompería los dedos.
—Eso discútelo conmigo cuando bloquees un balón de voleibol.
Fuego salía de sus orbes y su espíritu competitivo estaba aflorando.
¡Le demostrarían al contrario que su idiota era el mejor!
—¡HINATA! ¡MIHASHI! —ambos gritaron el nombre de su enano y asustaron a los cobardes de sus respectivos equipos, llamando la atención del pitcher y el señuelo definitivo.
—¿Qué quieres Bakayama?
—¿Q-q-qué pasa Abe-kun?
—¡Le demostraremos a este larguirucho de lo que eres capaz!
—¡Hinata, haremos que este puercoespín se dé cuenta que el voleibol es el mejor deporte!
Insultos.
Miradas de furia.
Confusión por parte de Shōyō y Ren
E interés por parte de todos los presentes.
Aquí empezaba la competencia de saber quién era el mejor as.
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—Escoge la primera competencia, larguirucho—comentó Abe con tremenda confianza poniéndose a un lado de su nervioso pitcher.
—¡Una carrera! Tres vueltas alrededor del campo de béisbol.
—¡Ah! De acuerdo.
Y entonces la risa de la entrenadora María resonó mientras llamaba a los involucrados para que se pusieran a la par e iniciara la carrera.
—Den su mejor esfuerzo chicos—les dijo con una sonrisa cariñosa provocando un sonrojo que les cubrió toda la cara y entonces el sonido del silbato se propago en el aire y comenzaron a correr.
No fue sorpresa que Hinata tuviera una ventaja considerable, era como un correcaminos.
Ren terminó en el suelo sintiéndose derrotado y el cátcher escuchó la risa burlona del armador.
¡Ese cabrón!
—Es tu turno de volver a perder, puercoespín…escoge el siguiente reto.
—¿Qué te parece una competencia de tirar botellas? —sonrió el que portaba el número 2 y Tobio frunció el entrecejo.
Todos los jugadores empezaron a acomodar botellas de plástico y latas alrededor de ellos, encima de las bases, de las gradas, en el bullpen y en otros lugares interesantes.
—¡HAGAN SU MAYOR ESFUERZO, CHICOS! —gritó el entrenador Ukai mientras daba un silbatazo y Hinata golpeaba su balón de voleibol contra un objetivo, pero su control era digno de abuchear.
—¡Ah, no puede ser!
Por su parte Mihashi iba tirando cada lata o botella en la que posaba su mirada dejando anonadados a los presentes.
Y de esa forma arrasó colosalmente con el bloqueador central.
—¡HINATA, DEBERIAS APRENDER ALGO DE ESTE MUCHACHO! —le regañó su entrenador haciendo sentir más deprimido al número 10 mientras Mihashi lo intentaba consolar con unas palmadas en la espalda.
Abe Takaya no pudo evitar reír ante la derrota de Kageyama.
1 y 1. El empate.
—Chicos, no quiero interrumpir su competencia, pero es hora de que nos vayamos, sino llegaremos muy tarde a casa… resuelvan esto con una cosa sencilla… como piedra, papel y tijera ¿de acuerdo? —aconsejó Takeda y todos aceptaron mientras Kageyama se llevaba con él a Hinata y Abe hacia lo mismo con Mihashi.
—Escucha Hinata… debes utilizar el elemento más fuerte… ganaremos esto.
—De acuerdo—dijo animado el pelirrojo.
—Mihashi… ya tenemos ganado esto, utiliza…—murmuro lo final en el oído del pitcher y este asintió con vehemencia.
El duelo final estaba cerca, los dos chicos se acercaron y se sonrieron en camarería.
—¡N-no importa quien gané, me divertí mucho contigo… H-Hinata-kun!
—¡Yo igual Mihashi!
Y entonces hicieron sus movimientos a la cuenta de tres y finalmente se resolvió el ganador.
MIHASHI REN.
Un arrasador final donde la opción escogida por el numero 1 era el papel y el elemento escogido por Hinata era la piedra.
Después de perder… Kageyama tuvo que bailar una canción ridícula y todos se divirtieron por ello, incluso Tsukishima tomo unas fotografías que usaría como amenaza después.
—¡Mihashi! Dame tu correo, te escribiré todos los días…
—¡Ah, sí!
Se pasaron sus correos y el pitcher sonrió con mucha alegría como si hubiera ganado un partido de béisbol.
—Ah… por cierto, te regalo mi almuerzo debido a lo que pasó hoy… espero te gusté, lo hice yo mismo—dijo el cuervo y el otro sintió una inmensa felicidad apoderarse de su ser.
—¡E-e-esto quiere decir que Hinata-kun y yo somos amigos!
—¡CLARO!
—¡Ah!
—Podemos compartirnos secretos e historias desde hoy—dijo Hinata emocionado— ¡Mi secreto es que quiero ser el as de Karasuno algún día!
Todos escucharon aquella confesión que no tenía nada de secreta y suspiraron disimuladamente, pero parecía que aquello era algo nuevo para Ren quien sonrió ante la revelación.
—¡Wah, lo serás Hinata-kun por-porque tú eres genial!
—¡Tú lo eres más Mihashi!
—¡M-mi secreto es que… Abe kun y yo estamos saliendo!
Oh. La única vez que Mihashi hablaba en voz alta en todo el día y era para decir aquello.
Hubo sonrojos por parte de todos los presentes –excluyendo la cara de impacto de Tsukishima obviamente- un regaño por parte de Abe y un “Wow” de Hinata.
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Todo Karasuno había regresado al autobús e iban en silencio como si la confesión de Mihashi los hubiera dejado fuera de órbita.
—Ahora entiendo el por qué Abe era tan amable con Mihashi, es porque están saliendo… me da envidia.
—¿Por qué dices eso Hinata? —preguntó Kageyama intrigado.
—A veces quisiera que tu fueras así de bueno conmigo como lo es Abe con Mihashi, pero solo sabes gritarme… estúpido Bakayama.
—¡ELLOS SON AMABLES PORQUE SON PAREJA, IMBÉCIL!
—Oh… es cierto.
Vergüenza de nuevo.
A esos dos les quedaba un largo camino para sincerarse en sus sentimientos.
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Mientras tanto en Nishiura.
—Mihashi ¿sucede algo?
—La comida de Hinata… mi estómago duele—se quejó el pitcher sintiendo como quería vomitar aquello que parecía veneno.
—¡MIHASHI!
Al parecer Hinata Shōyō era un amuleto de mala suerte para aquel as, pero no importaba mientras fueran amigos.
Ahora compartían un secreto y próximamente podría ser que el señuelo definitivo le contara a Ren sobre su “relación” con cierto armador irritable.
Fin.