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DEVIL CROWN por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

Advertencias: Posible Ooc.


Serie de televisión: Hannibal de NBC


Pareja: HanniGram (Hannibal x Will)


Palabras: 784 –viñeta-

Notas del capitulo:

Notas: Este fanfic es dedicado a Millenium, ella es mi inspiración en muchos de mis fics. Esta idea la tuvimos en conjunto cuando estábamos fangirleando con la serie y yo la adapte a lo que se me ocurrió, espero que sea de su agrado a cualquier otro interesado que la lea.

Devil Crown

[Era una corona de espinas con flores blancas aquella con la que me coronaba como suyo porque representaba la corrupción que se quería apoderar de mi pureza.]

Cada noche tenía el mismo sueño… en el momento donde decidía cerrar mis ojos esa imagen aparecía automáticamente detrás de mis parpados.

Estoy en medio de un bosque y es de noche, la fría brisa estremece cada uno de mis músculos y me invade la necesidad de tiritar para calentarme, pero estoy inmóvil… permanezco sentado en un trono oscuro hecho de ramas tan negras como si estuvieran carbonizadas por las llamas del infierno.

Puedo sentir las espinas clavarse en mi piel y la desesperación aumenta logrando que mi respiración se agite liosamente. Yo sé que sucederá después de esto, sé que veré al mismísimo demonio.

Y como si con aquel pensamiento lo invocara este aparece grácilmente al final de ese camino que se dirige a la nada, tan hermoso y a la vez tan sombrío, ese ciervo oscuro que me persigue y atormenta como si fuera vital en mi sistema.

Se acerca firmemente, mostrando una elegancia que me maravilla más de lo que me asusta, el brillo de la luna ilumina su pelaje azabache y puedo ver que incluso sus ojos son tan oscuros como un abismo, uno que me arrebata el aliento cada vez que se aproxima.

Pero no es a esta criatura a la que más le temo… no, este es el menor de mis problemas…

Me quedo rígido porque escucho ese peculiar sonido que hacen sus zapatos cuando se avecina y mi garganta se siente árida como si hubiera tragado tierra, las gotas de sudor frío comienzan a deslizarse por mis sienes y bajan dejando un trayecto que demuestra mi temor.

El Diablo está detrás de mí, puedo escucharlo reír suavemente… Hannibal Lecter.

Estoy en su reino, donde soy presa de su control, siento como las oscuras ramas se enredan con más perseverancia en mis extremidades y la sangre mancha mi ropa, grito… pero ningún sonido sale de mi boca.

En su mundo no tengo el derecho a hablar, para no negarme a su dominio.

Estoy a su completa merced.

Siento la mano del Lucifer tocar mi hombro y mi sangre comienza a hervir con insistencia, como si me quemara desde adentro. Luego miro de reojo su rostro, se ha agachado para observar mejor a la bestia que camina hasta nosotros.

Sonríe malévolo y ya sé que es lo que sigue… el animal gimotea, moribundo, y luego cae muerto a unos pocos pasos de llegar a mi regazo.

El viento, el cual sopla con calma, golpea su cuerpo sin vida y este comienza a esfumarse materializándose en polvo negro hasta que una pequeña corona negra hecha de espinas es lo único que queda, es adornada con unas hermosas flores blancas, un contraste peculiar para algo tan infértil como esas ramas manchadas de maldad.

En un instante estás caminando lentamente hasta esa corona tan dañina como hermosa. Las flores le dan un toque puro a aquello que emana corrupción.

—Nos representa—me dices en un tono lleno de sorna mientras te giras para volver a donde estoy siendo consumido por las púas de tu trono. Me remuevo intentando librarme de este destino que me condena a ser aquel que te acompañe en tu reinado, aquel que se teñirá de color sangre durante el resto de sus días.

—Es inútil, deja de pelear, mereces estar aquí… eres el único que puede amarme—me dices ególatramente sosteniendo la corona funesta en alto para después depositarla bruscamente sobre mi cabeza.

Sonríes perverso y siento la sangre fluir, manchando todo a su paso… aquellas flores blancas se tiñen de tu color favorito y puedo ver tu alegría ante el espectáculo que tú mismo creaste.

Entonces el demonio vuelve a clavar sus garras en mí sujetándome el mentón con determinación y me hace mirarlo a los ojos, puedo notar esa hambre y lo único que se refleja en ese averno es mi imagen.

Me ahogo y olvido como respirar. Es como si un pantano me tragara vivo.

Y escuchó finalmente lo que más detesto en tus dominios, la cruda verdad:

“Si tanto odiaras esto, tomarías el control… porque es tu sueño, Will”

Y tomo una bocanada de aire, mi corazón se detiene y recibo una descarga que me recuerda que debo vivir… abro los ojos y siento de nuevo que estoy en un charco de mi sudor.

Sujeto mi humedecido pijama y tiemblo de agonía… yo lo deseo… deseo que el Diablo me haga su eterno compañero y me corrompa con su depravación, coronándome como su pareja.

En medio de mi agobio consigo la fuerza para reír tajante ante mis verdaderos pensamientos y llegó a la conclusión de que la verdadera corona del demonio son los pensamientos sobre él que perforan mi cabeza constantemente.

No tengo escapatoria.

Fin.

Notas finales:

Gracias por leer :'3

Espero sus reviews


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