-no vayas…mi intuición-
-tranquilo Tsuna nada me pasara, soy el mejor hitman del mundo ¿acaso lo olvidas? -
El de cabellos negros tomo el mentón del 10° capo de Vongola mientras depositaba un beso en sus labios, el de cabellos castaños no muy convencido correspondió aquel beso; mientras jadeaba al sentir las manos de su esposo rodear su cintura.
El de ojos negros guio al pequeño capo hasta la cama, miro de reojo el reloj aun le quedaba tiempo antes de irse, sus besos bajaron a su cuello entreteniéndose ahí escuchando los dulces gemidos de Tsuna, poco a poco y con una paciencia poco vista en el empezó a desabrochar el traje del capo colando sus manos debajo de cada prenda, rosando sutilmente el vientre.
-mng Reborn, aun…estas vestido-
-deberías hacer algo con eso ¿no crees? Dame-Tsuna-
A pesar de sus palabras, aquel apodo había perdido su sentido ofensivo desde que el joven le dio el sí, 2 años atrás; observo a Tsuna quien estaba sonrojado y ocultaba su rostro entre sus manos a pesar de los 6 años juntos seguía siendo el dulce y virginal Tsuna que llego a su vida sin proponérselo.
Sintió las manos temblorosas de su esposo retirar su Fedora, su corbata y desabrochar lentamente los botones de su camisa; coopero para quitársela sonriendo al ver como el de cabello castaño admiraba cada musculo de su cuerpo bajando la mirada hasta su entrepierna la cual estaba dura y se notaba por encima de la tela de su pantalón.
- ¿te gusta lo que ves? mi pequeño Tsunayoshi-
-yo…em-
Rio al observar el super sonrojo en las mejillas del menor y antes de que se cubriese tomo sus labios en un beso francés que dejo atontado al de ojos cafés, bajo a su cuello dejando que su naturaleza salvaje hiciese el resto mordió con la suficiente fuerza para dejar una marca mientras Tsuna gemía en su oído, no sabía cuánto tiempo estaría fuera y necesitaba marcar al décimo como suyo.
Deslizo los labios hasta el pecho, y se prendió como sanguijuela a aquellos botoncitos de carne que pedían a gritos ser atendidos, jugo con uno en su boca mientras atendía al otro con su mano derecha, bajo la izquierda hasta la entrepierna del chico mientras este se arqueaba al sentir ese roce en aquella parte totalmente despierta.
Sabía que no podía esperar mucho más su miembro palpitaba dolorosamente apresado dentro de su pantalón, alzo la vista buscando aquel paquetito metálico cerca de uno de los buros, no había; chasqueo la lengua observando al pequeño Vongola tal vez no se daría cuenta, estaba al borde y él solo lo empujaría aún más, se retiró lo que le quedaba de ropa mientras preparaba al Cataño lo hizo de manera rápida algo bueno de tener relaciones con frecuencia era que el menor se acostumbraba rápido, se colocó en posición sintiendo las caderas de Tsuna rozarse con él.
-voy a entrar-
-mm si-
Las uñas del capo se enterraron en sus hombros cuando lo embistió de una sola estocada, mientras un grito era arrancado de su garganta, él por su parte se mordió el labio inferior emitiendo un pequeño gruñido, se mantuvo quieto en lo que pasaba el dolor del de ojos avellana cuando este movió sus caderas le dio pauta para continuar, los movimientos eran lentos buscando aquel punto tan sensible en Tsuna, sonrío al observar como el menor se arqueaba.
-es aquí-
-mng…más…Reborngh-
- ¿Cómo se dice mi querido Tsuna? -
Se mantuvo quieto breves instantes mientras miraba la mirada perdida de su uke quien se sonrojo, pero aun así lo beso de forma algo picara componiendo su mejor mirada inocente y necesitada provocando que le mejor asesino tragase en seco.
-por…favor…Reborn…dame…más…aquí-
Para rematar aquella visión abrió sus piernas tocando superficialmente aquel punto en donde sus cuerpos se conectaban, su mirada se oscureció totalmente; abrió sus piernas y lo embistió de forma lenta aumentando el ritmo de un momento para otro como si fuese un animal en celo, la habitación se llenó de aquel obsceno sonido que provocaban sus pieles al chocar, Tsuna gemía de forma libre y deliberada arañando la espalda del mayor.
-luego…no te quejes-
-no lo hagomngh-
Ninguno de los dos iba a resistir mucho más y cuando el ex arcobaleno tomo su miembro para masturbarlo termino por explotar en su mano, todos sus músculos se tensaron mientras el de ojos negros seguía moviéndose en su entrada solo un par de embestidas más y se derramo dentro de él.
-te amo-
-también yo-
Cerraron los ojos para poder descansar al de cabello negro solo le quedaban pocas horas antes de partir.
-/-/-/ un mes después /-/-/-/-
El de cabello gris agachaba la cabeza ante su jefe quien le miraba incrédulo al escuchar el reporte que la nube y la lluvia habían traído, estos dos últimos también estaban ahí, Kyoya apretaba los puños sin mirar a su actual jefe mientras Takeshi miraba hacia la ventana de forma distraída donde el cielo predecía una lluvia torrencial.
-repite eso Hayato ¿Dónde está mi esposo? -
-hubo una emboscada y Reborn-san no…-
-largo de mi vista…todos-
-pero jefe…-
- ¡AHORA! -
Su mirada se había endurecido provocándole escalofríos a los tres guardianes, quienes salieron inmediatamente de ahí; nunca le habían tenido miedo a su pequeño jefe…hasta ahora. Cuando la puerta de su despacho fue cerrada, al fin dejo salir ese grito desgarrador de su garganta, grito que fue escuchado perfectamente en toda la mansión, sus llamas hicieron acto de presencia de forma descontrolada, Natsu dentro de su caja arma rugía debido a la inestabilidad de su portador, gruesas lagrimas resbalaron de sus ojos y no supo en qué momento se desmayó.
Despertó deseando que aquello fuese una terrible pesadilla pero no, observo donde se encontraba; estaba en su habitación, de seguro sus guardianes; la puerta se abrió dando paso a alguien que conocía bien.
-Shamal-
-no se esfuerce decimo, en su estado no es recomendable-
- ¿Qué estado? -
-tiene un mes de gestación, ya le he informado a sus guardianes-
Tsuna se llevó las manos al vientre visiblemente consternado mientras Shamal lo veía de forma seria, no lo admitiría por ahora, pero temía que el joven capo cometiese una locura y no solo él; los guardianes pensaban lo mismo.
-/-/-/ 5 años después /-/-/-
Un hermoso niño de cabello negro y ojos avellana corría por los pasillos de la mansión rumbo a un sitio especifico de esta, varios guardias estaban al pendiente de la ruta del chiquillo más no se interponían en su camino antes de llegar a su objetivo-el despacho de su mami- fue alzado en brazos por el guardián de la lluvia de su mami, el pequeño emitió un adorable puchero, sus grandes ojos destilaban pureza e inocencia.
- ¡Tío Takeshi! -
-espera Aki-chan, Tsuna está algo ocupado; recuerda que siempre que manda a tu tío Kyoya y a tu tío Mokuro juntos las misiones terminan siendo algo…desastrosas-
-mmm dames, mami los va a castigar-
El de piel morena sonrío al escuchar aquel mote proveniente de su difunto padre, aunque se tensó un poco ante lo segundo; no era ningún secreto que el 10° capo de Vongola había cambiado radicalmente desde hace 5 años, a veces todavía les daba escalofríos a pesar de ello Vongola era completamente grande.
Muchas cosas habían cambiado en esos 5 años y a veces dudaba que fueran para bien, pero no podían hacer más; Vongola se había engrandecido esos 5 años, había establecido fuertes alianzas con Millifore y Giglio Nero después de enterarse que Byakuran pretendía a Mokuro, lo mismo que con la relación de Ryohei y Kikyo el pequeño capo le había dado la mano del ilusionista al de cabello blanco siempre y cuando se aliase a Vongola, su sol y la niebla también habían pasado por la misma situación.
También se había reforzado la alianza con Cavallone al comprometer a Kyoya con Dino; sabía que ambos estaban enamorados, pero eran demasiado tercos para demostrárselo y a pesar de que el de ojos metálicos le armo un alboroto solo basto una mirada y una pelea, para acallarlo y hacerlo aceptar.
Él se había comprometido con Hayato antes de que algo pasase con las familias aliadas, que pudiese afectar su relación con la tormenta; había establecido una buena interacción con la familia Kozato cuando su joven jefe Emma termino en una situación peliaguda con los Varia, lo que nadie sabía es que fue el Vongola quien propicio aquel asunto.
Y hablando de Varia, Tsuna y Xanxus se habían vuelto bastante cercanos ya que fue el primero quien ayudo al capo a buscar y eliminar a todos y cada uno de los que provocaron la muerte de Reborn, el de ojos rojos incluso entrenaba al pequeño Akira pidiendo además su mano para su propio hijo Tora de 4 años siendo aprobado por Tsuna quien financio también su boda con Superbi Squalo.
Dentro de las cosas que habían cambiado estaba Tsuna quien había perdido su sonrisa, solo aquel pequeño entre sus brazos podía sacarle alguna leve de vez en cuando, también había perdido sus escrúpulos reprimiendo cualquier intento de rebelión duramente, Vongola era de temer y más por su pequeño jefe.
Dejo al niño en el patio trasero donde la nube peleaba con la niebla, el pequeño corrió hasta ellos metiéndose en aquella pelea sin ningún temor y cambiando su dulce mirar por uno un poco más serio aquella mirada heredara de su difunto padre y se sentó en la orilla de la escalera observándolos.
-/-/-/ horas después /-/-/-
-ha sido entrenado bien-
El guardián se puso de pie haciendo una leve reverencia a su jefe quien había llegado con ello observando como el pequeño se alzaba triunfante entre los otros dos quienes tenían leves rasguños.
-Akira-sama es muy fuerte, Tsuna-san-
-lo sé, aunque aún no ha sacado a relucir sus llamas-
Y aquello era cierto el pequeño Akira no había dado ninguna muestra del tipo de llamas que poseía, a pesar de que Xanxus y Tsuna lo habían intentado al ponerlo en diferentes situaciones riesgosas aquel carácter heredado de Reborn impedían que el pequeño se alterase en lo más mínimo, eso en parte molestaba un poco a Tsuna pero suponía que serían llamas tipo cielo aunque también estaba ver si tenía llamas tipo sol como el de ojos negros.
-Vongola-
- ¡Akira pelemos! -
- ¡Tora! cuando gustes-
Tsuna observo a Xanxus quien se veía serio dejo a su hijo al cuidado de sus guardianes mientras caminaba con el de ojos rojos a su despacho.
-/-/-/-/-
-y así está la situación-
-ya veo, así que faltaba él-
-no lo consideramos un peligro eminente debido a que él no estuvo en el ataque-
-me supongo que busca venganza por haber destruido a toda su familia-
-así parece ¿Qué propones Tsuna? Mi equipo ya está listo-
-dispérsalos, déjale el campo libre; deja que llegue a nosotros-
-como guste Décimo, aunque no sé qué pasa por tu mente-
-necesito su cabeza Xanxus, él es el último eslabón para poder vengar a mi marido, el jefe de la familia Facchetti-
- ¿piensas acabarlo tú? -
-sí, solo así podré dormir tranquilo-
-como gustes escoria, solo ten cuidado-
- ¿acaso dudas de mí? -
-nunca-
Ambos se sonrieron mientras las cosas en Vongola seguían su rumbo, llego una fecha especial para toda la mansión, Tsuna se colocó su traje negro colocándole el mismo a su hijo mientras ambos iban a una florería en el centro de Sicilia, y como siempre compraban las mismas flores; de ahí caminaron hasta el panteón de Vongola y como hacía 5 años atrás depositaron esas flores en aquella tumba que rezaba.
Reborn Arcobaleno nella memoria, riposa in pace, amico, compagno e marito
(En memoria de Reborn Arcobaleno, que descanse en paz, amigo, compañero y esposo)
Los guardianes establecieron un perímetro mientras Tsuna y el pequeño Akira se inclinaban a orar, el niño tocaba aquella lapida de forma sutil, observando las lágrimas silenciosas que su madre soltaba cada año; no había conocido a su padre, pero aun así lo amaba profundamente al igual que a su madre, se abrazó a Tsuna quien recargo su cabeza sobre su pecho.
-mami-
-vamos Akira, despídete de papá-
-adiós papi, te veremos el próximo año-
Regresaron al vehículo y este se puso en marcha rumbo a la mansión, Tsuna observaba de reojo mientras sus guardianes se ponían en guardia.
-nos siguen-
Takeshi al volante observaba un carro negro el cual los seguía de cerca, observo a su jefe que tenía una pequeña sonrisa en el rostro.
-sigue-
-pero boss-
-solo sigue Takeshi, escúchenme bien; nos dejaran a mí y a Akira en la puerta de la mansión mientras se encargan de todos los demás; pero no toquen al jefe; él es mío-
- ¡si jefe! -
A pesar del temor sabían que Tsuna había cambiado y justo ahora despedía aquella aura terrorífica ejemplo de Reborn mientras acariciaba los cabellos de su hijo; y una sonrisa surcaba su rostro.
- ¿Qué pasa mami? –
-solo un pequeño asunto Aki-chan, él nos debe una explicación por la muerte de papá-
El niño esbozo una sonrisa copia de Reborn mientras todos los guardianes sudaban frio, aquel pequeño aún era inocente y tierno, pero eso no quitaba el hecho de haber sido entrenado por Xanxus, por Kyoya, por Colonello, por Dino y por Tsuna mismo, provocando que desde pequeño se relacionase al mundo de la mafia de forma normal y que fuese el más letal entre los cielos.
Los demás guardianes siguieron las ordenes de su jefe en cuantos los dejaron aceleraron provocando que otros dos vehículos los siguiesen por el bosque mientras un tercer vehículo se quedaba en el lugar.
-hijo necesito que te quedes detrás de mí, son asuntos de mamá-
-de acuerdo-
De aquel vehículo bajo un hombre de alrededor de 45 años de cabello rubio y ojos verdes quien traía un traje blanco de rayas negras, en sus manos se encontraba un arma que apunto contra el joven jefe de Vongola quien se mantenía inmutable.
-Fabrizio Facchetti-
-Tsunayoshi Vongola-
- ¿Cómo ha estado nuestro querido jefe? ¿Extraña a su maridito? -
- ¿Cómo está tu famiglia Fabrizio? Parece que mis chicos los habían pasado a saludar-
Una sonrisa adorno sus labios mientras el hombre chasqueaba la lengua, visiblemente molesto, y apretaba el arma entre sus manos.
- ¿Quién diría que el jefe Vongola recurriría a Varia? -
-Varia me pertenece así que no es tan raro-
Tsuna no mostraba signo alguno de arrepentimiento y no es que lo sintiera, al fin y al cabo, aquellas muertes no estaban en sus manos, pero si en su conciencia. Decidio ponerse serio cuando observo que el hombre no le apuntaba a él sino a su hijo quien se mantenía inmutable.
-no te lo recomiendo-
- ¿no te importara perder a alguien más, o sí? -
Tsuna activo sus llamas las cuales denotaban que su pureza estaba intacta, activo a Natsu en modo dieffesa antes de que alguna bala tocase al 11° capo de Vongola, sus guantes habían aparecido ya, lo entrenamientos de su esposo habían rendido frutos porque todo lo anterior había ocurrido en menos de un minuto, coloco sus manos, listo, para lanzar su zero point breakthrough pero el enemigo se movió, chasqueo la lengua mientras empezaba aquel juego del gato y el ratón.
Akira observaba todo desde su posición balanceando sus pies, dos hombres se bajaron del vehículo mientras le apuntaban con un arma cada uno el pequeño sonrió mientras sacaba de uno de sus bolsillos un pequeño camaleón verde, el cual se transformó en un látigo.
-en lo que mami se desocupa ustedes y yo vamos a jugar-
Una sonrisa que recordaba mucho al asesino de patillas se formó en su rostro mientras se ponía de pie, de forma elegante cabe resaltar, debía conservar la elegancia Vongola y la elegancia que su difunto padre siempre mostro, enseñada por sus tías Bianchi y Lal, debía hacerlo no quería hacer enojar a ninguna de las dos mujeres, de solo pensarlo le daba escalofríos.
El pequeño sin muchos miramientos se lanzó al ataque, aquel combate se había vuelto semi aburrido observo de reojo a su hijo luchar con aquellos dos, el niño se defendía bastante bien para no tener llamas, ya había dejado un atacante en el piso y estaba por noquear al segundo su pequeño momento de distracción le valió para que el sujeto con el que peleaba le disparase, aunque se alcanzó a quitar, no pudo evitar del todo el impacto.
Se llevó una mano al hombro mientras observaba aquel artefacto que no supo cuando saco el mayor era parecido a la bazooka de Lambo más sin embargo era diferente el cañón era más grande y podía observar los colores representativos de su familia frunció el ceño mientras el hombre sonreía.
- ¿sorprendido, décimo? -
- ¿Qué es eso? -
-digamos que mi familia estaba al tanto de la “habilidad” especial de la familia Vongola por lo cual nuestros científicos desarrollaron esto, un arma especial para combatir mano a mano contra cualquier elemento incluido el cielo y por lo que veo tiene buenos resultados-
-maldito-
El brazo empezaba a adormecérsele mientras veía una serie de explosiones a la distancia sus guardianes tardarían unos momentos en llegar, el mayor apunto el arma y él se puso serio alzando el vuelo, empezando a hacer maniobras evasivas, el sujeto disparo sonriendo de forma sádicas más sin embargo falló o eso creía se ahorró el comentario al observar hacia donde iba dirigido aquel disparo y el alma se le congelo, voló rápidamente mientras de un golpe empujaba a su hijo provocando que el impacto le diera de lleno en el pecho mandándolo contra las puertas de caoba de la entrada de la mansión destruyéndola en el proceso.
- ¡Mami! -
El pequeño Akira se asustó mientras veía a Tsuna impactarse contra una de las columnas, su sangre se congelo y cuando pudo actuar se colocó frente a su madre defendiéndolo con su cuerpo podía observar que Tsuna se había desmayado, en ese momento odiaba no tener llamas ya que pudo haber contrarrestado el ataque, el sujeto caminaba lentamente hacía ellos recargando el arma, debido al ataque el hombre había sido empujado unos metros más atrás, saco a León transformándolo en pistolas.
-tranquilo dame-Akira-
Aquella voz profunda lo descoloco mientras sentía una calidez a su lado derecho y otra se empezaba a formar en su izquierdo, no sabía porque, pero su ritmo cardiaco se relajó mientras sentía una profunda protección.
-nosotros te ayudaremos 11° Vongola-
-sal de la mansión, antes de que llegue a la puerta, es mejor que darle más papeleo a tu madre-
Guiado por su intuición el pequeño salió del lugar empuñando aquellas pistolas muy parecidas a las de Xanxus.
-oh, pero miren esto, el pequeño Vongola quiere pelear-
-no caigas en sus provocaciones y coloca las manos como si estuvieras haciendo el zero point breakthrough-
-pero no poseo llamas de ningún tipo-
-por eso eres un dame, no las has sabido sacar; así que tenemos que ayudarte-
Los demás guardianes llegaron a la escena había sido difícil, pero lo habían logrado, Mukuro emitió una mueca activando su caja arma mientras los demás estaban con el alma en un hilo al ver la escena frente a ellos, Hayato fue el primero en quererse interponer, pero la niebla lo detuvo arrojándolo contra la lluvia.
- ¿Qué te pasa idiota? Si no lo detenemos lo asesinaran-
- ¿Mokuro-sama? -
-hay dos energías en forma de llamas a su lado, del lado derecho hay una energía tipo cielo y del izquierdo, una, tipo…sol-
Los guardianes abrieron los ojos desmesuradamente no podía ser…o tal vez sí.
-cierra los ojos y concéntrate en tu madre, en protegerlo-
Todos observaron sorprendidos aquel acto mientras Tsuna quien empezaba a despertar abría los ojos, una llama tipo cielo empezó a formarse en la frente de su hijo y este con los ojos cerrados alzo el vuelo, su llama hizo una especie de eco revelando la figura de primo Vongola del lado derecho del niño, el cual sonreía mientras colocaba su mano entre las del menor formando los guantes de Vongola, su llama aumento de poder y entonces pequeños rayos lo rodearon, esos rayos pertenecían a una llama muy particular el tipo sol, aquellos rayos se juntaron con las llamas del cielo revelando a una persona que provoco que Tsuna ahogara un grito y los demás guardianes exclamaran sorprendidos, Reborn sonreía de lado, mientras también colocaba su mano potenciando el ataque de su primogénito.
Fabrizio Facchetti observaba todo esto con una mueca del más profundo asombro, observo al niño abrir los ojos los cuales se habían tornado anaranjados y aun así no se movió ni un centímetro, lo observo lanzando aquel ataque y no lo sintió, ya hasta que fue demasiado tarde, el hielo cubrió su cuerpo en su totalidad, y un rayo de color amarillo lo hizo mil pedazos acabando con aquella existencia.
-debil-
Akira abrió los ojos sorprendido los cuales ya habían regresado a su color natural, descendió de forma algo estrepitosa siendo ayudado cuando se dio cuenta volteo a ambos lados, observo la sonrisa de primo Vongola a su derecha y después se sorprendió al observar a un hombre de traje negro y fedora, cabello negro, ojos negros, y una sonrisa sarcástica en el rostro sus ojos se aguaron mientras intentaba mantener la compostura más sin embargo su voz salió quebrada.
- ¿pa-pa? –
-Akira-
- ¿Reborn? -
-dame-Tsuna…te he dicho una y mil veces que nunca te descuides-
Por toda contestación ambos se les tiraron a los brazos mientras el ex asesino sonreía de forma natural, había extrañado tanto a su familia.
- ¿co-cómo? -
-aun después de la muerte se siguen amando conservando aquel deseo de protección, el sentir que su hijo y tú estaban en peligro le dio cierto poder de regresar-
La familia observo incrédula a primo quien sonreía los demás guardianes se acercaron mientras se sentía realmente sorprendidos, Reborn no desaprovecho la oportunidad mientras tomaba a su esposo de la cintura y le plantaba un beso apasionado, Tsuna correspondió pasando sus manos por detrás de su cabeza, Akira sonreía dulcemente, cuando aquello empezó a subir de tono fueron separados.
-ejem-
Reborn miro de mal modo a Primo Vongola mientras este ni se inmutaba, Tsuna se aferraba al ex arcobaleno del sol al igual que Akira.
-no podemos quedarnos mucho tiempo, pero ten por seguro que siempre los estaremos cuidando-
-y vigilando lo que me recuerda… ¡Tsunayoshi Vongola! me puedes explicar ¿por qué mi hijo esta comprometido con el hijo de Xanxus? –
El doncel se sonrojo en demasía mientras el pequeño Akira esbozaba media sonrisa, los guardianes sonrieron podían ver de vuelta al viejo Tsuna y sabían que seguiría así, a pesar de su carácter dentro de esos 5 años solo aquello podía aliviar su corazón se encargarían de borrar todo lo físico, aquel peso que su jefe había cargado por 5 años al fin era eliminado y su alma era libre.
-bueno veras…quería que nuestro hijo fuese fuerte…y después de que Dino, Kyoya y Yo lo entrenásemos…necesitaba a alguien más y pues…le pregunte a Xanxus…y dijo que si siempre y cuando…comprometiéramos a ambos niños-
-tranquilo papi, yo soy el novio-
Tsuna se sonrojo mientras Reborn esbozaba media sonrisa al menos su hijo era el activo y no terminaría mordiendo almohadas, se entretuvo un arto más con su familia robándole besos bastante subidos de tono a Tsuna hasta que Primo le hizo una seña, debían retirarse; tomo los labios de su esposo por última vez colando su lengua y manoseándolo, cuando se separaron el sicario hablo.
-te amo Tsuna y siempre lo hare pequeño dame-
-también te amo Reborn, por toda la eternidad-
-papi-
-ahora aprende a controlar esas llamas dame-Akira, enorgullece a papá-
-sí, señor-
Ambos sonrieron provocándole escalofríos a todos los demás y sin más desaparecieron en una especie de portal, Tsuna abrazo a su hijo ahora sí, su futuro brillaba al fin había podido liberar su alma y la del mayor, ahora solo les quedaba ver hacia adelante con la esperanza de que algún día se iban a reencontrar porque su destino estaba atado ya qué el mayor lo observaba desde aquel cielo suyo, observo hacia sus demás guardianes quienes sonreían; esbozo una pequeña sonrisa mientras emitía un fuerte suspiro al observar el jardín.
-Akira-
-si mami-
-ve a practicar tus nuevos poderes con Xanxus-
- ¡si mami! -
-Hayato-
-juudaime-
-vamos, hay mucho papeleo por hacer, los demás ¡a limpiar este desastre! –
- ¡si jefe! -
-/-/-/-/-/ Algunos años más tarde /-/-/-/-/-/-
-AKIRA-
-mejor aquí corrió que aquí murió, ¡lo siento mami! -
El ahora joven heredero de Vongola con tan solo 18 años corría intentando salvar su vida, de las tenebrosas garras de su madre, el joven había ido junto con su prometido Tora Di vongola Superbi a comentarle que el joven doncel de 17 años estaba en estado.
-cuando te encuentre niñato-
El Vongola se dejó caer en la silla de su despacho, ya imaginaba los destrozos en la mansión de Varia cuando Squalo se enterase de aquello, Xanxus de seguro se alegraría, pero la madre del doncel era otro cantar y de seguro terminaría amenazando de muerte a su primogénito no sin que antes intentase hacerlo puré.
-bien hecho-
-Reborn, tu hijo va a provocar una guerra algún día-
-lo sé, es digno de ser nuestro hijo-
Ambos sonrieron mientras se daban un casto beso gracias a Spanner, Giannini y Soichi el ex arcobaleno podía quedarse en aquel mundo unas 3 horas como máximo.
- ¿quieres hacer otro? -
-pervertido-