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Cara a cara, mi encantador enemigo por Dagi

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Notas del fanfic:

Supernatural no nos pertenece, sino a Kripke, el canal, productores, etc...

Sin beta. Todo lo escrito es porque amamos a estos dos hombres tontos y adorables.

La historia puede ser muy cliché pero nos gusto el resultado.

 

Notas del capitulo:

¿DeanVsCas?

1-

El primer incidente con Dean sucedió cuando Castiel tenía siete años. Era la primera vez que se quedaba a dormir en la casa de su amigo (su único amigo) y se encontraba muy entusiasmado por la situación. Cuando conoció al hermano de Sam, no esperaba ser recibido de una mala manera por el niño más grande, al menos no, luego de haber escuchado todas las virtudes que Sam le enumeraba cada vez que hablaba de él.

Dean se burló de su nombre y a los pocos segundos le había dado un apodo que al principio no le agradaba, pero que lo había aceptado cuando Sam le dijo lo genial que sonaba.

 

En los juegos, Cas era relegado a un segundo plano por Dean al acaparar toda la atención de su hermano. Después de la cena y siendo la hora del postre, el niño le había robado y comido la porción de tarta que le correspondía. Castiel sintió tanta frustración en su corta edad que comenzó a llorar desconsoladamente. Sam quiso calmarlo pero no lo logro. Mary decepcionada de su hijo mayor, lo castigo.

Mas tarde, Dean intentó disculparse con él, pero cambio de opinión cuando empezó reírse del estampado llamativo que marcaba su pijama.

¿Qué tenían de malo las abejas? A Castiel le gustaban.

 

2-

La segunda vez, Castiel tenía doce años cuando había ido con la familia de Sam a la playa. La casa que habían alquilado los padres de su amigo era pequeña y sólo poseía lo básico. Negándose a dormir en un colchón sobre el suelo, Dean había reclamado una de las dos camas que tenía la habitación. Manteniendo una expresión de fastidio en su cara, Sam se jactaba de la poca amabilidad de su hermano mientras le ofrecía a Cas la única que sobraba. A las pocas horas de haberse instalado, Castiel terminó por escuchar (sin querer) una conversación entre los hermanos. Dean se quejaba de él, protestando con énfasis de que las vacaciones familiares no debían incluirlo. Su pecho se apretó de orgullo cuando Sam se levantó a su favor y lo defendió. Desde ese momento, Cas no podía dejar de sentir el desprecio de Dean. Era un invitado no deseado y el joven poseía esa imperiosa necesidad de hacérselo saber las veces que podía y quería.

 

Sus vacaciones de verano(o parte de ella) habían sido una verdadera pesadilla.

 

3-

A los dieciséis, Sam le rogó de acompañarlo a la fiesta de la chica mas popular de la escuela, Amara Swallow. Todo el mundo estaría allí y sería un gran acontecimiento que todos contarían. Por supuesto que Dean los había llevado, ya que Sam tenía prohíbo conducir el Impala, excepto en casos de emergencia. Una vez que llegaron, el joven hombre decidió quedarse dando una pobre excusa en el camino. Cuidarlos o algo así, pero Castiel estaba seguro de que poseía un interés oculto detrás de tanta bondad. De seguro estaba aprovechando la ocasión para tener un ligue o dos. Hombres o mujeres, no era ninguna novedad de que Dean fuera bi. Aunque si era un secreto que Cas tenía un cierto enamoramiento por su enemigo. ¿Ironía? ¿Locura? el corazón de Castiel lo traicionaba sin su permiso.

Sam se encogió de hombros y aceptó sin darle mucha importancia al asunto. ¿En cuánto a él? solamente esperaba lo peor.

 

Y así fue.

 

Dean lo había desafiado a beber más de una botella de cerveza, y al cabo de un par de horas, Castiel se encontraba vomitando el contenido de su estómago en el vestido de una chica antes de ver todo negro. A la mañana siguiente, Sam le relató lo que había pasado la noche anterior, afirmando que Dean había sido de gran ayuda con su borrachera.

 

Castiel no lo creía.

 

4-

Pero Dean no se quedó sólo en palabras hirientes y burlas a su persona. El suceso que colmó la paciencia de Castiel fue a los dieciocho años, al presentar a Inías como su novio. Toda la familia Winchester se lo había tomado muy bien, excepto Dean. El hombre se comportaba gruñón y siempre escupía palabras mordaces cuando tenía la oportunidad. Durante toda la cena, tuvo que soportar como Dean parecía tener un ensañamiento (muy) especial hacía Inías.

El punto culmine estalló cuando Cas entró a la cocina y vio que Dean besaba a su novio. ¡Dios! Su mente se nubló y un sentimiento de ira se apodero de él, lo siguiente que recordaba era conectar el puño de su mano derecha con el rostro pecoso del hombre.

 

Después de ese incidente, Castiel se había cansado de toda la situación y nunca mas deseó ver al hombre.

 

5-

A sus veinte años (yendo y viniendo de la universidad junto a Sam), todavía era invitado a las festividades en la casa Winchester y Cas hacía todo lo posible para ignorar a Dean. Sin embargo, el hombre volvía a sus viejas tácticas y hacía lo posible para llamar su atención. Muchas veces podía sentir la intensa mirada de Dean en él y hasta llegó a pensar que capaz irradiaba algún tipo de energía extraña que chocaba automáticamente con el hombre.

Aunque había momentos en que deseaba confrontarlo, Castiel sentía que ya no valía la pena el esfuerzo. Dean nunca cambiaría.

 

+1

Pasaron cuatro años... y luego de haber viajado en avión desde otro Estado a Lawrence, Castiel se encontraba observando como su amigo bailaba con su novia en medio de la pista de baile. Hace unos meses atrás, le había llegado una invitación para asistir a la boda de John y Mary. La feliz pareja quería renovar sus votos matrimoniales y que mejor hacerlo con una reunión íntima con familiares y amigos cercanos.

 

Castiel estaba muy seguro de asistir, pero con sólo recordar que tenía que ver a Dean, su felicidad se desvanecía. ¿Cómo no sentirse preocupado? ir a la boda de los padres de Sam seria volver a encontrarse con el hombre y su posible hostigamiento.

 

Regresando al presente, Cas se situaba solo en su mesa asignada. Volvió a divisar a Sam y esta vez, el hombre le hizo señas para que se uniera a la diversión, pero él rechazó la petición con un movimiento de cabeza. La música cambio a una melodía lenta y más parejas se unieron en la pista. Trató de sumergirse en su mundo cuando sus ojos azules se posaron en la mano que se extendía cerca de él.

 

—¿Quieres bailar, Cas?

 

Levantó la cabeza y para su sorpresa se encontró con la figura de Dean. Le dio un vistazo rápido y tragó saliva. Los años no le hacían justicia, al contrario, se veía muy atractivo. Para su pesar, viejos sentimientos volvían a despertarse en su interior.

 

Pero la desconfianza lo puso en alerta, esfumando su ensoñación.

 

—¿Cuál es la trampa, Dean?

 

El hombre se ruborizó y negó con la cabeza.

 

—Bandera blanca, hombre. Sólo es un baile...

 

—¿Un baile?

 

—Si, Cas.

 

—¿Conmigo?

 

Dean rodó los ojos.

 

—Mira, sino quieres sólo dímelo y dejaré de hacer el ridículo.

 

 ¿Dean estaba nervioso? no, no era así... capaz era su imaginación.

 

Quería decirle que NO, pero así no era él. No era una mala persona... pero si muy tonta por darle la siguiente respuesta.

 

—Si. Bailaré contigo, Dean. Pero no significa nada mas, añadió a sus pensamientos.

 

Castiel no podía dejar de mirar con sorpresa como el hombre suspiraba de alivio y una tímida sonrisa cubría su cara.

 

Los dos caminaron un corto trayecto y posicionándose, comenzaron a bailar.

 

—Es bueno verte, Cas—dijo Dean luego de un largo silencio. Sus palabras lo sobresaltaron y su postura defensiva volvió. Entrecerró los ojos y respondió.

 

—No se si decir lo mismo de ti, Dean.

 

El hombre hizo un mueca amarga y lo miró fijamente.

 

—Me había olvidado de tu sinceridad... pero tienes razón... no confías en mí.

 

Cas no quería abrir su boca y cantarle todas su verdades, así que trató de quitarle importancia al asunto.

 

—Déjalo, Dean...

 

Evidentemente el hombre no se lo hacia fácil porque siguió insistiendo.

 

—¿Me creerías si te dijera que...—dudó por un instante—...me siento como una mierda por ser un idiota contigo durante todos estos años?

 

Su corazón comenzó a inquietarse y su paciencia se quebró.

 

—¿Lo harías en mi lugar?—preguntó con veneno en su voz.

 

—No, Cas...—susurró. 

 

Sintió un sabor agrio en su boca, tal vez era las palabras que intentaba no decir en voz alta.

 

Claro que no, Dean.

 

Ya había tenido suficiente de esta farsa. La canción finalizó y Cas salió del salón con rapidez. Era increíble... se decía que todo iba a estar bien, pero el hombre lo había echo otra vez.

 

En la puerta de salida, Dean lo detuvo y lo llevó a un rincón mas privado.

 

—Suéltame, Dean.

 

—Espera... escúchame... nunca quise hacerte daño, Cas... nunca fue mí intención...—sus oraciones se arremolinaban en su lengua y sonaban sin sentido.

 

Castiel inclinó la cabeza en confusión.

 

—¿Por qué? ¿Por qué me dices esto ahora?

 

—Porque no quiero que tengas una idea errónea sobre mí... porque sino lo hago... voy a escuchar el sermón de Sam lo que reste de mi vida— relamió sus labios antes de seguir —. Necesito disculparme por ser un hijo de puta todos estos años... joder, me agradas, Cas...

 

Imposible.

 

—No es cierto, Dean... ¿Cómo creerte?—dijo con frialdad—. Desde que te he conocido has sido cruel conmigo.

 

—Lo sé.

 

Asombró. Incredulidad. Enojo. Castiel sentía sus sentimientos mezclados. Si el hombre mas grande quería revolver y traer el pasado una vez más, entonces Castiel deseaba escuchar todo desde el principio.

 

—No, Dean. No lo sabes...era sólo un niño, ¿recuerdas? Necesito saber por qué.

 

—Está bien, es lo justo...—Dean se movió incómodo, tomándose unos segundos— Yo... yo pensé que me robarías el afecto de Sam...¿Puedes culparme? recuerdo que el niño no dejaba de hablar de ti...¡Maldición! sentí celos de ser excluido en el pedestal del mejor amigo, ¿entiendes?

 

¿Lo decía en serio? en tal caso, era Sam quien no paraba de hablar de lo grandioso que era su hermano mayor. Siempre le contaba sobre sus aventuras con Dean y en el fondo, Castiel deseaba lo mismo. Él no tenía la misma relación con sus otros hermanos. Su familia era muy cerrada y distante.

 

—¿Y aquellas vacaciones de verano?

 

—¿Qué...?

 

—Te escuché, Dean... no me querías allí... se lo dijiste a Sam—añadió impaciente.

 

—No es eso... en esa época, nuestros padres estaban pasando por una crisis... las vacaciones eran un modo de reencuentro... Sammy no lo sabia... no eras tú, Cas...

 

¿Podría ser que había sido todo un malentendido? aunque fuera así, eso no justificaba sus acciones.

 

—¿Qué sucedió en la fiesta de Amara? ¿Recuerdas la apuesta?

 

—Solo quería que te divirtieras, no creía que tomarías mis palabras en serio.

 

—Eres un mentiroso.

 

Dean chasqueó su lengua negando las acusaciones.

 

—Si, bueno... pero estuve toda la noche cuidándote luego de que caíste desmayado.

 

Castiel cerró los ojos unos segundos, intentando centrarse.

 

—Inías...

 

La actitud en el hombre había cambiado.

 

—¿Qué hay con ese hijo de perra?

 

—Te aprovechaste de él.

 

—¡Oh, Jesús! ¡No fue así, Cas!—se defendió.

 

—¡Lo besaste, Dean!

 

—¡Él me beso!—corrigió—. El imbécil creyó que lo estaba seduciendo porque yo...—Dean bajó la mirada y se calló de repente.

 

—¿Tu qué?

 

—... sólo estaba preocupado por ti...

 

Su pulso empezó acelerarse y le costaba respirar.

 

—¿Qué quieres decir, Dean?

 

—¡Quiero decir que por segunda vez sentí celos! ¡Estaba celoso de que ese idiota estuviera contigo, Cas! ¿Satisfecho? ¿Qué tan bajo puedes verme caer? fui un estúpido... lo sé....debí disculparme por todo... pero me ignorabas y después te mudaste a otra ciudad... yo... yo me di cuenta que estaba enamorado de ti, Cas.

 

¿Enamorado?

 

El impacto de la confesión provocó que su seguridad trastabillara. Cas se aferró contra la pared para no perder el equilibrio y Dean aprovechó el momento, acortando el poco espacio que los separaba. Sus rostros estaban muy cerca y Castiel no esperaba ver ese tipo de mirada en Dean. Pudo notar un brillo especial en aquellos ojos verdes. 

 

—Si...— devolvió con suavidad— Y aunque parezca una maldita locura, todavía sigo teniendo estos sentimientos hacia ti... mierda... en aquel momento... verte con ese idiota me hizo dar cuenta que ya no eras ese niño nerd, raro y desgarbado que siempre iba detrás de Sammy. Había algo diferente en ti, Cas...

 

—¿Diferente?

 

—Si, creo que te vi por primera vez en mi vida— reconoció abiertamente—. No... No voy a seguir reteniéndote... Cas... lo siento... lo siento mucho— se despidió.

 

Dean retrocedió para volver con los suyos y Cas pensó que era lo mejor, ¿verdad? Sólo tenía que ver al hombre alejarse, fingir que nunca tuvieron esta conversación y pretender que la confesión de amor no era mas que palabras superficiales. Sin embargo, mientras que se dejaba llevar por la razón, su corazón le decía que podía ser el mayor error que estaba cometiendo en su vida.

 

—¿Por qué huyes, Dean?— su voz lo retuvo. El hombre se mantuvo quieto antes de darse la vuelta.

 

¿Qué estaba haciendo? No podía estar dándole el beneficio de la duda.

 

—Cas...

 

—No creas que puedo olvidar con facilidad nuestros años de enemistad...—ahora era su turno de acercarse a Dean— pero si es verdad lo que dices...

 

—Es la verdad... toda la verdad.

 

Cas respiró profundamente y continuó con su tren de pensamiento. ¿O será de sentimientos?

 

—Podemos...comenzar una vez más.

 

—¿Como amigos?

 

—Si, Dean... como amigos.

 

La respuesta no desanimó a Dean. El hombre asintió y aclaró su garganta.

 

—Bien...hagámoslo entonces...—sonriendo, le ofreció su mano con esperanza—Soy Dean Winchester. 

 

Castiel también sonrió y correspondió el gesto, confiando en que ambos podían establecer una relación mas honesta... y quién dice... tal vez algo mas con el tiempo.

 

—Hola, Dean. Castiel Shurley... pero me dicen Cas.

Notas finales:

Gracias por leer.

Dagi.


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