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Donde está el corazón por Dagi

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Notas del fanfic:

Spn pertenece a Kripke, productores, guionistas, el canal y todos lo que hacen posible que Supernatural siga hasta la temporada 13 .

Sin beta.

Este fic es sólo una excusa para tener a Dean y Cas en una cabina de besos. Yeahhh!!!! Ejem...

 

Notas del capitulo:

Por eso lo llaman flechazo...

 

El sonido de la campana anunció el final del segundo período de clase.

 

Dean Winchester salió del aula con demasiada prisa tratando de esquivar a las personas que se acumulaban por los pasillos, y casi sale victorioso sino fuese por un mínimo descuido que lo hizo tropezar encima de alguien.

 

Esto no podía ser cierto.

 

Dean sintió que el desconocido estabilizaba su cuerpo sin ningún problema, desestimando por completo su peso. A decir verdad, él no era muy asiduo a los deportes y eran otros sus intereses. Era amante de los libros y de las historietas. Poseía una buena mano para las matemáticas, la tecnología y la historia.

 

Ajustó sus gafas y cuando levantó la vista, Dean se quedó atónito con la visión que estaba frente a él.

 

El objeto de su sueños húmedos... su enamoramiento de meses lo miraba como si fuera un bicho raro. Castiel Milton (o mejor conocido como Cas) era el chico mas hermoso de toda la escuela secundaria. Bueno, a ojos de Dean. Otros lo verían como el chico Punk que era mejor ignorar.

 

Dean tragó saliva y empezó a hiperventilar. Sus mejillas se ruborizaron y parecía que había perdido el habla.

 

Cas parecía ser el típico bad boy: Llevaba un estilo de cabello Mohawk teñido de azul, un sutil delineado que acentuaba el color de sus ojos, unos pantalones negros ajustados, sus botas negras que estaban desgastadas, una camiseta con el nombre de una banda que no conocía, tatuajes que se asomaban en sus brazos descubiertos y unos cuantos piercings en ambas orejas.

 

Todo en él exudaba peligro y una caliente apariencia.

 

Volviendo de su ensoñación, Dean se percató de la mirada fija que Cas le devolvía. Una alarma se disparó en su interior y no sabia si iba hacer atacado por causa de su torpeza.

 

Dean aclaró su garganta e intento disculparse.

 

—Yo... uh- lo... lo siento.

 

¿Esa era la mejor disculpa que podía dar?

 

No queriendo pasar mas vergüenza y siendo precavido ante cualquier reacción que Cas tuviera, le echó un rápido repaso antes de escapar. Sin embargo, tanta fue su timidez que Dean no se dio cuenta que Cas aún estaba parado, observando su huida con una enigmática sonrisa.

 

Terminando de realizar el cortó trayecto hasta su casillero, se le unió su mejor amiga, Charlie Bradbury. Los dos jóvenes conversaban sobre su proyecto de química cuando escucharon la voz de la presidenta del comité de organización a través de los parlantes.

 

«Estamos entusiasmados en anunciar la cuenta regresiva para la feria anual de recaudación de fondos. No se olviden de cooperar y participar. ¡Nuestra escuela nos necesita!»

 

Dean hizo una mueca amarga mientras cambiaba los libros de física por los de historia.

 

—¿Qué te pasa, perra?

 

—No quieres saberlo, Char.

 

—¡Oh, vamos! Pruébame.

 

Dean suspiró y murmuró malhumorado.

 

—Acabo de hacer el ridículo hace unos momentos.

 

—¿Puedes ser mas específico, Dean?

 

—Me tropecé con Castiel Milton y caí encima de él.

 

La joven mujer lanzó un grito de alegría y provocó que algunos ojos se posaran en ella.

 

—¡Eso es genial, Dean! ¡Es un gran avance de tu parte!

 

Dean cerró la puerta de su casillero con dramatismo y se dio la vuelta. Apoyó su espalda contra el frío metal y se dejó caer desconsolado al suelo.

 

—¿Genial? ¿Avance?—resopló— . Más bien... he quedado como un completo idiota.

 

—No seas tan duro contigo mismo.

 

—Deseo no tener estos estúpidos sentimientos.

 

—Oye, no digas eso... sabes que todo tiene una solución— animó Charlie mientras se sentaba a su lado.

 

Dean gruñó y desechó con amargura las palabras de su amiga.

 

—Esto no es como uno de tus fanfictions, Char. No hay una solución mágica para todo.

 

—Bien, entonces invítalo a salir.

 

—Claro, como si fuera fácil. No soy el tipo de Cas... personas como él no se fijan en personas como yo.

 

Ella sacudió su cabeza e hizo un sonido de reproche.

 

—Mira, Dean... si Cas es para ti... en algún momento se encontraran y...

 

—Si, si, lo sé... entonces nos encontraremos y viviremos felices para siempre... ¡Ouch!— Charlie le dio un codazo a sus costillas—¿Por qué fue eso?

 

—Por ser un idiota—contestó. Se levantó cuando el timbre empezó a sonar.

 

 Dean suspiró nuevamente.

 

—¿Y si nunca sucede?

 

Charlie se encogió de hombros, no pudiendo ayudarlo mas con sus dudas sentimentales.

 

—Ya encontraras a alguien mejor... ahora, levántate.... no quieres oír la queja del profesor Singer.

 

—Lo que tu digas...

 

***

 

 

El día de la feria había llegado y casi toda los estudiantes de la escuela estaban presente. Dean prefería estar un sábado en su casa, ocupado en sus tareas que estar socializando con gente que veía todos los días. Sabia que se estaba comportando distante, pero luego de dos semanas, todavía no podía quitarse de su mente lo ocurrido con Cas.

¿A quien quería engañar? no había pasado nada más que una situación incómoda. No es como si el chico le hubiese hablado. Él tampoco habló.

Claro que, después de eso, lo volvió a ver. No era ninguna novedad. Ellos coincidían en casi todas las asignaturas. Cas se sentaba al fondo del aula y la única manera de mirarlo (y comportarse como un completo acosador) era darse la vuelta en cualquier oportunidad y hablar con su compañero Garth.

Si sus miradas se cruzaban, Dean lo atribuía que era parte de su imperativa imaginación o que Cas estaba mirando alguna mancha a la pared que justo estaba detrás de él. Había momentos en que su baja autoestima tomaba el relevo y pensaba que tal vez Cas se acordaba de su accidente y pensaba que él era el cliché nerd de las películas.

 

Algunas cosas no estaban destinadas a suceder.

 

—No entiendo por qué estamos aquí, Char. ¿No querías hacer una maratón de todas las películas de Star Trek?

 

La joven pelirroja sonrió.

 

—Ese era mis planes iniciales... pero...

 

—¿Pero qué?

 

—Pero lo sabrás muy pronto, Dean.

 

El misterio que rodeaba a su amiga lo asustó. La vez que se encontraba en una situación parecida, Dean terminó siendo el administrador del blog de gatitos que Charlie había armado en Tumblr.

 

Cuando iba a detener a Charlie por un poco de información, su mente hizo cortocircuito al observar a Castiel ocupando el Stand de Besos.

 

—¿Qué...?

 

—Bueno... te gustará saber que el otro día en la clase del profesor Chuck, escuché por Andrea Kormos que le contó su novio Benny que a su vez lo oyó de los gemelos Max y Alicia que Anna Milton, la presidenta del club de ajedrez, decidió poner un puesto de besos para la feria... —tomó aire para continuar—, Anna quien es hermana de Cas y quien le pidió su ayuda.

 

Dean retiró sus ojos de Cas y los posó en su amiga.

 

—¡Jesús, Char! realmente das miedo.

 

—Gracias por el cumplido—rió la pelirroja—. Yo creo que deberías ir y pagar por un beso de tu chico.

 

—¡No es mi chico!

 

Charlie negó con la cabeza.

 

—Dean, sino vas allá... perderás una gran oportunidad.

 

¿Ir o no ir? ese es el dilema que estaba teniendo en esos instantes.

 

Bueno, al parecer Cas era popular, porque se había armado una extensa fila de chicas y chicos. ¿Quién lo creería?

 

Tomando todo el coraje que poseía, caminó directo a su objetivo. No miró hacia atrás, pero pudo escuchar la alegría y el aliento de Charlie.

 

—¡Ve por ello, Tigre!

 

Llegó a la cabina y esperó en la fila. Sólo eran cuatro personas delante de él.

 

¿Acaso Cas tenía una forma de besar? ¿Seria un beso fugaz? ¿Lento y duradero?

 

Pero... ¿Y si Cas no quería besarlo?

 

Mierda. No debía pensar tanto.

 

Cuando volvió a la realidad, parpadeó al notar que era el siguiente.

 

Castiel lo observó y una sonrisa genuina se mostró en su rostro. Ese inesperado gesto le provocó una agradable revolución en su estomago.

 

—Hola, Dean.

 

Dean quedó boquiabierto de la sorpresa. No esperaba escuchar su nombre salir de aquella pecaminosa voz.

 

—¿Cómo sabes...?

 

Castiel rió y le respondió.

 

—A pesar de los malos rumores sobre mi persona, me acuerdo de los nombres de mis compañeros de clase.

 

¿Era una ilusión? porque juraría haber oído, especialmente de ti.

 

¿Que le estaba sucediendo? ¿Se estaba volviendo loco? Despejó su mente y sacudió sus nervios.

 

—Um... bien...

 

Iba a depositar el dinero en la caja cuando Cas lo detuvo.

 

—Esta va por la casa, Dean.

 

¿Qué?

 

No tuvo tiempo de reaccionar, porque el chico se inclinó cerca de él, buscando su boca. Sintió la punta de la lengua de Cas pidiendo entrar y con una suave invitación, separó sus labios. Dean gimió al sentir el gusto a chicle de menta. El beso continuó unos segundos mas hasta que Castiel terminó el contacto con un sonido sexy.

 

¡Wow! se había quedado sin aliento. Dean creyó estar en el cielo.

 

Antes de partir, Cas le entregó un papel junto con un guiño escandaloso que le hizo sonrojar una vez mas.

 

Mientras se alejaba del Stand, no pudo contener su curiosidad y leyó la nota.

 

 

785-xxxx

 

Me gustas, Dean.

 

Esperaré tu llamada.

 

Cas.

Notas finales:

Gracias por leer.


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