Prólogo
Solos
¿Cómo habían llegado a dicha situación? La presión que sentía era totalmente distinta a aquella que tanto solían describir en los libros, no era un dolor, tampoco era un vacío; era una sensación escalofriante y su vocabulario no alcanzaba para describirla, después de todo, en aquel momento no podía pensar, todo lo que importaba era JungKook. Sus ojos vagaron nuevamente hasta la puerta tras la cual el menor se encontraba. Era imposible ignorar los sollozos que detrás de ésta se escuchaban, pero el chico había logrado reprimir el llanto hasta encontrarse en la seguridad de la habitación. Por más que sintiera que le estrujaran el corazón con cada nuevo jadeo que llegaba a sus oídos, TaeHyung reprimió la necesidad de entrar en la habitación y estrecharlo con fuerza entre sus brazos. Le daría el tiempo que necesitaba.
—¿Cómo está? —la voz de SeokJin captó su atención. Sus ojos se cruzaron con los de su compañero de departamento. El mayor exteriorizaba su preocupación en un mayor grado que TaeHyung, desde que se habían conocido, había sido especialmente sobreprotector con JungKook, pues era el menor del grupo. Se limitó a encogerse de hombros por toda respuesta y pasó por su lado, ambos fueron a la cocina, en donde su invitado no los escucharía—. ¿Lo han golpeado?
—Tenía el pómulo muy inflamado, el labio partido y no podía mantener el ojo derecho abierto —la voz del moreno estaba tan tensa como sus puños. JungKook tan solo lo había mirado por un instante, pero aquello había sido suficiente para arrastrarlo al interior del departamento. El menor había estado allí en otras ocasiones así que no había dudado de correr directo al cuarto de invitados y encerrarse en él.
—Le prepararé un baño caliente, no quiero que se enferme y con esta lluvia debe estar empapado. ¿Estarán bien solos? —ahora que finalmente estaban de vacaciones, NamJoon lo había invitado a pasar la noche en su casa, no habían planeado nada pero ambos sabían que sería una noche de películas.
—No te preocupes, estaremos bien —aseguró TaeHyung. Por más que jamás hablaran del tema, era consciente de que su amigo sentía algo por NamJoon y sabía que el pasar la noche con él le hacía ilusión—. Cuidaré de él, me encargaré de que coma algo.
—De acuerdo, hay un poco de kimchi.
Mientras escuchaba el andar de Jin por el departamento, TaeHyung se sirvió un poco de agua fría. Estaba furioso, ni siquiera sabía qué había sucedido pero se daba una idea de quién había sido el culpable. El solo pensar que alguien era capaz de ponerle un dedo encima a aquel hermoso chico… Dejó el vaso con tanta fuerza que le sorprendió que no se hiciera añicos.
—Se está dando un baño —la voz de Jin volvió a llamar su atención alrededor de diez minutos más tarde—. Está un poco más tranquilo. Le dejé tanto toalla como pijama en el baño así que estará bien por un rato, pero te recomendaría que prepares un poco de té, le vendrá bien —no hizo comentario alguno acerca del rostro del chico, sabiendo que aquello alteraría más al menor—. ¿Estás bien tú?
—Lo estaré por él —afirmó TaeHyung, con aquel tono decidido que antaño solía utilizar. Quizás no era la situación más propicia pero el mayor no pudo evitar una pequeña sonrisa.
—Sé que así será, después de todo, eres fuerte —despeinó los cabellos del moreno, ignorando sus quejas—. Me voy ya, pero si necesitas algo no dudes en llamar. No pidan comida chatarra, ¿hm? Tienen muchas cosas en la heladera —le advirtió, adoptando aquel tono maternal tan usual en él; el contrario puso los ojos en blanco.
—Sí, mamá —respondió, hastiado.
Jin dejó escapar una pequeña risa y salió del departamento, dejándolo a solas con JungKook. Si bien el carácter de su amigo llegaba a irritarlo en ocasiones, era alguien a quien le tenía mucho afecto, después de todo, había sido gracias a él que había conocido al menor. Le parecía sorprendente el hecho de que hubiese pasado ya casi un año desde que se habían conocido, ¿cómo es que el tiempo se escapaba de sus dedos tan rápido? Demasiadas cosas habían sucedido, pero todo en lo que podía pensar era en aquel sollozante niño.
Haciendo caso a SeokJin, llenó la pava eléctrica de agua y se preparó un té, configurando el aparato para que el agua restante se mantuviese caliente hasta que JungKook saliera del baño. Fue hasta el sofá de la sala, en el que se dejó caer, y dio un sorbo a su infusión. Demasiadas cosas, comenzaba a dolerle la cabeza. ¿Cómo era que habían llegado hasta ese punto?