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Un nuevo empleo por YukinaTodoroki

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Notas del fanfic:

"Resubido el capitulo 1 porque me he dado cuenta de que me falto una parte que no añadí, perdonenme >.<"

Notas del capitulo:

Repito como antes, perdon por la demora y por el fallo, me equivoque al subir el fic anterior y este es el mismo solo que con la parte que faltaba al final. Gracias por la oportunidad y que lo lean de nuevo y perdon por el follon.

Magi no es mio es de la gran Ohtaka Shnobu.

Judal había conseguido su nuevo trabajo, no era el mejor, ni mucho menos uno que le gustara pero debía admitir que le hacía falta y no podía negarse a él. Cual su fue su sorpresa cuando su primer encargo le requería ir a la compañía gran compañía de cosméticos más famosa de la ciudad para proponer una nueva línea de brillos labiales.

Cierto, se me olvido decir que el trabajo que había conseguido Judal era de vendedor de productos cosméticos de la nueva marca Rukh Negro, que por ser barata y de buena calidad estaba teniendo gran éxito entre las jóvenes de hoy en día.

El realmente no tenía problemas en realizar ese trabajo, sabia vender y convencer a la gente sin problema, el único y enorme problema que tenía Judal estaba con su jefe, bueno más bien con la persona que lo contrato. Y os preguntareis cual es, ¿no? Pues que ese subnormal de seleccionador de personal le había confundido con una tía.

Por lo tanto, ahora se encontraba delante de la puerta de la gran compañía Kou S.A. vestido con una sugerente y bastante ajustada falda de tubo hasta la rodilla junto con una camisa de manga blanco y una americana negra, luciendo el maquillaje de la marca que representaba, unificando todo el conjunto unos tacones negros de charol. Bien, se veía condenadamente bien, no es por ser modesto pero Judal era una jodida belleza y cualquier cosa que se pusiera lo lucía como su hubiera hecho para él. Y por tanto al entrar al vestíbulo del edificio fue mirado con cara desagradable por las secretarias que había que obviamente estaban celosas de su magnífico atractivo.

*Narra Judal*

Se acercó a ellas y preguntó:

- Disculpadme, tengo una cita a las 5 con el director. Soy la representante de la empresa Rukh Negro. –Les dije con la superioridad plasmada en mi rostro, si me iban a criticar que lo hicieran bien. Pensó con suficiencia.

-Sí, señorita. Tendrá que esperar unos momentos porque la reunión del presidente con su socio se ha alargado. Puede sentarse por ahí. – Me dijo con una fingida amabilidad, enserio sí que era divertido fastidiar a las mujeres en su terreno.

Me senté en los sillones de cuero que había cerca de la recepción esperando a que me llamaran. Cinco minutos después se abrió el ascensor y de el salió un hombre alto con una larga melena violeta seguido de un chico más bajo que él que parecía estar bastante enfadado. Escuche parte de su conversación por cotillear más que por otra cosa, me encantaban los cotilleos.

-Te lo he dicho mil veces Sin, si quieres que acepte un trato contigo tienes que dejar de intimidarle sexualmente porque sólo logras que se enfade contigo y a mí me cuesta otro mes convencerle de que nos de otra entrevista para la transacción.- Le recrimino el albino, sujetándose el ceño desesperado.

-Jajajajaj no sé de qué me hablas Ja’far, yo sólo lo trato como a todo el mundo.- Dijo riéndose el más alto.

-…Claro… como a todo el mundo, si tu solo sabes insinuarte para hacer tratos comerciales..-dijo seguido de un suspiro el más bajo, tirando de su brazo para sacarlo de allí.

Se despidieron de las chicas de la recepción con una sonrisa que hace que casi se desmayen las tres y se fueron. Pobre peliblanco, yo de él habría matado al peli-morado hace tiempo.

-Ya puede subir señorita.-Me dijo la secretaría señalando el ascensor y añadió esto con una sonrisa que no me hizo sentir muy seguro.- Es el piso 23, suerte si lo convences.

Qué quería decir, que el imbécil de antes lo había puesta de tan mal humor que no querría ni escucharme ¿eh?, se iba a enterar ese imbécil fuera quien fuera de quien era Judal. Se abrió el ascensor y se dirigió a la puesta de caoba que esta entre abierta. Llamo y se presentó educadamente.

-Disculpe la intromisión, soy la vendedora de la marca Rukh Negro. – esperé a que me respondiera para entrar.

-Cierto, adelante puedes pasar- dijo una voz masculina del interior del despacho.

Me dispuse a entrar al despacho, abrí la puerta – Buenas tardes, me llamo Ju….-me quede mirando al chico del despacho y no podía creerlo, no podía tener peor suerte. Encima de ir vestida de mujer haciendo un trabajo que realmente no era lo suyo, viene y tiene que venderle unos brillos de labios a su conquista de la noche anterior.

Sacudió su cabeza, no es momento de recordar eso, es momento de actuar y ser la mejor vendedora del mundo, Judal es hora de sacar tu lado dominante y ganar esta batalla. Se aclaró la garganta y terminó la frase- Buenas tardes, me llamo Judal y soy la vendedora de la marca que viene en su representación para esta entrevista.- Termine poniendo una sonrisa mientras terminaba de entrar cerrando la puerta, dejando con mirada de incredulidad a la persona que tenía delante, que también se aclaró la garganta antes de hablar.

-Buenas tardes, soy el director de Kou S.A. me llamo Hakuryuu Ren, por favor siéntese.-Me ofreció asiento mientras el daba la vuelta a la mesa para sentarte en su lado.

*Narra Hakuryuu*

No puede ser, estoy viendo realmente lo que estoy viendo, o la estúpida conversación con Sinbad me ha dejado atontado. Es decir, el chico con el que estuve anoche, es ahora una mujer o iba tan borracho ayer que…. No, definitivamente no, iba bien, él es un hombre, la cuestión es ¿Por qué ahora va vestido de mujer? Y encima con ese jodido traje de ejecutiva. Creo que deberían detenerle por incitar los pensamientos que estoy teniendo en estos momentos al verle así. Bien Hakuryuu, esto es una oportunidad de hacer un buen trato y saciar tu curiosidad, y si todo salía bien también se olvidaría del mal rato que había pasado con Sinbad hace un rato.

Cuando vi que se había sentado, le dije. –Bueno, ¿comenzamos?- Y él asintió con la cabeza.

*Narración normal*

-Primer punto, usted viene de parte de la compañía Rukh Negro ¿no es cierto?- Volvió a asentir con la cabeza.- He recibido la propuesta de tu jefe, y la he estudiado con debida consideración y si le soy sincero, no veo nada que beneficie a mi empresa en lo más mínimo con este acuerdo…-Me corto la palabra para hablar él.

-Entiendo –me detuve y me puse a pensar, “estudiar detenidamente” mis narices, si le enviaron la propuesta ayer, solamente quiere probarme para ver si puedo convencerlo o no.- Es verdad que en la propuesta que le enviamos sólo vienen los datos y estadísticas de venta que ustedes nos pidieron, pero creo que si realmente viera la profundidad de este mercado, vería esa oportunidad de mercado que tanto está buscando.

No juega mal, sabe defenderse.- Y que es lo que usted me propone para que le vea salida a este producto, según ustedes esta nueva línea de brillos se comercializa muy bien en los jóvenes pero todavía no me ha explicado porque es así.-al terminar mi frase vi que sonreía, oh oh creo que acabo de cavar mi propia tumba.

-Entonces no cree que debería haber empezado su entrevista por ese punto. –Dijo con una sonrisa triunfal, esta era mi oportunidad.- Este producto es bastante popular en jóvenes porque aparte de ser un brillo bastante duradero, tiene sabor, es decir puede comprarlo del sabor que quiera, tenemos todos los sabores disponibles y si nos falta alguno o la gente quiere demanda alguno más tenemos un servicio de sugerencias para que la gente vote el próximo sabor que saldrá. Este brillo además viene con una nueva idea publicitaria de la empresa, que ofrece elegir además de por sabor, el brillo según a quien quieras regalarlo, es decir, si esa persona es especial para ti hay una serie de sabores y colores que están relacionados con ese tema y vienen acompañados de una nota que te ayuda a decir lo que quieres expresar en el regalo o simplemente comprarle a tu pareja el labial del sabor que te guste para bueno… usted me entiende.- Acabe de exponer todo con una risa nerviosa completamente falsa, se notaba en mi mirada lo que quería decir y él lo había entendido.

Esta es mi oportunidad de saciar mi curiosidad, ahora o nunca Hakuryuu.- Es una buena campaña de ventas, que si se incrementa llegaría a unos números bastante elevados pero dígame - Y le mire a los ojos mientras sonreía de lado- También es otra idea de su empresa, ¿mandar a jóvenes atractivos vestidos de ejecutivas para hacer triunfar los proyectos que proponen a las empresas?

-No cree que todavía es muy pronto para preguntar por las estrategias de venta de mi empresa, sin  haber acordado nada en lo referente al tema que acontece esta reunión, señor presidente.- dijo apoyándose en la mesa con el codo mientras cruzaba las piernas.

Este gesto dejo sin palabras a Hakuryuu, ya que le había desarmado, en qué momento se lo ocurrió poner una mesa de cristal en su despacho. Bueno, volviendo al tema principal, el chico no se lo estaba poniendo fácil y eso, sólo hacia el juego más interesante.

-Entonces, demuéstreme que su producto merece lo suficiente la pena como para que invierta mi dinero en él. –propuse.

Vaya, vaya el niño mimado, nos ha salido listo ¿no? ¿Quería una demostración? …l se la haría encantado. Después de todo, el traje que le había tocado llevar le iba a servir de algo y con una sonrisa en los labios que no proponía nada bueno, se agacho y cogió su maletín, poniéndolo encima de la mesa.

-Entonces debería de haber empezado por ahí, director- Y sonriendo abrió el maletín mostrando que estaba repleto de brillos de todos los sabores que la marca había sacado a la venta y cogió uno, para usarlo en la demostración.

Se levantó de la silla, y con el brillo en la mano, se acercó con paso decido al hombre que había enfrente de él. Se colocó delante de Hakuryuu apoyándose ligeramente en el cristal de la mesa y mirándole a los ojos dijo.

-Espero que no le moleste que me ponga aquí, después de todo, lo que intento venderle son brillos de labios y si no ve el producto de cerca, no puede saber si es bueno o no- dijo guiñándole un ojo, lo que hizo tragar saliva a Hakuryuu – Bien como puede observar el brillo, cuenta con un aplicador que se adapta a la forma del labio- mostrándole el aplicador del brillo que tenía una buena cantidad del producto.- Si me permite, me gustaría probarle el brillo para que pueda comprobar la calidad del producto.

Se acercó lentamente a Hakuryuu, que se había quedado sin palabras y por ello no se había negado a la propuesta,  y se dispuso a probarle el brillo. Comenzó delineando el labio de abajo, desde la comisura izquierda a la derecha de una manera muy lenta, procurando no salirse. Continuó subiendo al superior, de vez en cuando le echaba miradas esporádicas a Hakuryuu que tenía cara de no saber cómo habían llegado a esa situación, decidió seguir jugando un rato más hasta ver donde aguantaba. Le cogió de las mejillas y acercándole su cara a él, le dijo.

-¿Te importaría abrir un poco más la boca?- a lo que Hakuryuu, sólo pudo asentir y hacer lo que él otro le dijo.

Sonriendo internamente, sí era así de sumiso con esto, lo siguiente lo iba dejar fuera de juego y sonriendo de lado, continuó con su plan. Se dispuso a pintarle el labio superior y justo cuando llegaba al final se salió.

-Perdona.- dijo con fingida tristeza y justo cuando el otro iba a decir algo, le quito con el dedo lo que había sobrado del brillo y mirándolo fijamente lo dirigió a su boca. Y bajo la atenta mirada de Hakuryuu, sacó su lengua y se dispuso a saborearlo.- Mmm… melocotón, mi favorito.- terminó la frase mirándole desde arriba con un sonrisa pícara.

Vale, ya está, suficiente, el autocontrol de Hakuryuu se ha ido al traste con eso último. Señor si existes, que sepas que es culpa tuya que peque de esta manera al enviarme esta tentación con ojos rojos y piel de porcelana. Y sin pensarlo, se levantó de golpe y dejando un poco sorprendido a Judal, puso sus manos a ambos lados del chico de ojos rojos obligándole a incorporarse un poco más a la mesa para colocarse a escasos centímetros de su cara y mirándole a los ojos le dijo.

-Decía que su brillo era duradero, ¿no?- mientras lo decía vio como Judal se lamia lo labios, asique sonriendo con superioridad sentenció.- Demuéstremelo.

Judal no se esperaba una reacción así, se esperaba algo más como que se le lanzara e hiciera lo que él quisiera, pero debe admitir que esto no le disgusta ni lo más mínimo. Supongo que ya que se había ofrecido es hora de continuar con su juego, no iba a echarse atrás y menos después de escuchar cómo se le había insinuado.

Y tal y como se le dijo, Judal se disponía a demostrárselo. Separó sus brazos de la mesa y lentamente los coloco sus manos encima de las de Hakuryuu, para ir lentamente subiéndolas por encima de los brazos del otro, notando los músculos por encima del traje que llevaba. Al llegar a la zona de los hombros, presiono estos ligeramente recibiendo a cambio un suave suspiro de Hakuryuu y continuo subiendo por el cuello, el cual rozo suavemente con los dedos para finalmente colocarlas a ambos lados de la cara y lamiéndose los labios, atraerlo hacía él.

Giro su cabeza lentamente para atrapar entre sus labios el labio inferior de Hakuryuu, el cual succiono y lamio para terminar mordiéndolo, haciendo que el otro abriera la boca y en ese momento Judal aprovecho para introducir su lengua en ella. Encontrándose con la de Hakuryuu, invitándola bailar junto a la suya en un vaivén rítmico que hipnotizaría a cualquiera. Hakuryuu debía admitirlo, Judal besaba demasiado bien, tanto que si no fuera porque tiene otro objetivo en mente podría haber conseguido su cometido.

Empezó a ralentizar el ritmo del beso, tomando el control del mismo, cosa que no le gusto a Judal que subió su mano a la nuca de Hakuryuu para instarle de que profundizara el beso, pero este tenía otros planes. Asique lentamente se fue separando. Paso de los rosados y carnosos labios de Judal para ir por un camino lento y decidido hacia ese pálido cuello que se veía tan apetecible y una vez allí, mordió a Judal haciéndole gemir. Se separó para ver la marca roja que había dejado y besándola con delicadeza, subió hacia su oreja para jugar con ella y susurrarle.

-Bueno, he de decir que su producto es resistente pero no estoy todavía seguro si es tanto como ustedes me quieren vender.- Y separándose de su cuello, se puso frente a él y cogiendo el brillo que antes Judal había dejado en la mesa y con él en la mano dijo.- Deberíamos probarlo en otro lugar.

Se separó de la mesa, dejando a Judal sentado en ella y se acomodó en su silla de escritorio. Y desde allí hizo un gesto a Judal para que se acercara. Este confundido, se levantó y se encamino a la silla, y justo cuando estaba delante Hakuryuu le miro con cara de superioridad y le dijo dándole el brillo.

- Querías que comprara tus brillos ¿no?- y con una sonrisa le señalo su entrepierna, que ya se notaba semi-erecta en los pantalones, le ordeno.- Convénceme.

Judal seguía en shock, este chico cada momento lo sorprendía más, la última noche

 

 

Notas finales:

Gracias por leer y disfrutar del capitulo, espero terminar este mes el segundo finalizar este fanfic.

Esta fue una idea de mi bro, que me dio mientras estabamos estudiando para los examenes de la universidad y salio casi solo.

Espero que lo hayan disfrutado.


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