El taxi conducía directo a donde él le indico mientras miraba la ciudad con atención, casi no había cambiado nada. Estaba ansioso por llegar y ver las caras de los demás, en especial, la de su madre, luego de haber pasado cinco años sin verla.
Puso su atención en su gorro, sobre todo en las estrellas que lo decoraban, ya que estas simbolizaban su grado, al mismo tiempo suspiro cuando en su cabeza comenzó a rondar la pregunta si sería suficiente. Finalmente llego a su destino, pago el viaje y luego de bajar su equipaje, se estiro un poco para desentumecer los músculos. Se revisó el uniforme para arreglar cualquier desperfecto, se puso su gorro y se acercó al timbre que estaba encima de la ranura del buzón y que en la parte superior tenía el nombre de quienes viven ahí: Familia Alexandersson.
Minutos antes, Shizuka preparaba bolas de arroz junto con un poco de té; una vez listo, coloco el plato y el vaso servidos sobre una bandeja para llevarlas como refrigerio, a Lars, quien estudiaba para un examen; debido a su profesión como médico general, constantemente tenía que estudiar, aprender y conocer nuevos tratamientos conforme se hacían nuevos descubrimientos y mejoramientos conforme la medicina avanzaba. El rubio, se dio un ligero masaje en la nuca luego de leer un libro, cuando
- Adelante - al escuchar que tocan la puerta
- Hola - sonriendo- te traje algo
- Gracias, pero en un momento termino
- Eso dijiste hace media hora, anda, come y luego descansa para que continúes
- De acuerdo
Con una tierna sonrisa, Lars comenzó a despejar su mesa: cerró libretas, libros gruesos, guardo lápices, plumas, marca textos hasta que finalmente el escritorio quedo limpio. Con cuidado, Shizuka coloco la charola en la mesa y apenas termino, su esposo la tomo de la cintura sentándola en sus piernas
- Lars - algo apenada
- ¿No te gusta que lo haga?
- Al menos avisa - al verlo hacer un gesto de dolor - ¿estás bien?
- Si, solo que el cuello y los hombros me están matando - dándose un leve masaje
- Entonces con mayor razón debes descansar, te preparare el baño
- Solo si te bañas conmigo
La joven se sonrojo que no pudo evitar recibir un beso del varón, cuando sonó el timbre
- ¿Esperas a alguien?
- No, ¿y tú?
Al volver a escuchar el timbre el matrimonio se puso de pie; mientras Lars llevaba la comida al comedor, Shizuka se dirigió a la entrada principal donde al abrir la puerta y para su sorpresa
- ¿Si? - viendo al joven- ¿Naka?
- Sargento de Policía, Uchiha Naka reportándose, Shizuka-sama o debería decir, señora Alexandersson - guiñándole un ojo
La peli azul sonrió para luego darle un abrazo correspondido al castaño, al mismo tiempo, Lars apareció, quien también se sorprendió
- ¿Naka? - viéndolo de pies a cabeza- ¿en serio eres tú?
- Claro que soy yo - sonriendo
- Bienvenido - dándole un abrazo - pasa
- Gracias
Mientras tanto, un chico iba de aquí allá arreglándose su propia persona con un poco de apuro, cuando vio que ya estaba listo y vio su reloj, sonrió al ver que aún tenía tiempo. Se dio un último arreglo a su cabello para dirigirse a su puerta, pero al tratar de abrirla…
- ¿Cerrada? - tratando de girarla- ¿pero cómo? - comenzando a tocar la puerta - ¿hola?, ¿hay alguien ahí?, quien sea… ¡abra!
Pero no recibió respuesta, se puso a pensar en cómo no podía abrir la puerta de su habitación cuando el mismo la había cerrado sin seguro, entonces
- No puede ser… ¡sé que estás ahí, ábreme!
- Ya conoces la regla: dejar tu cuarto recogido antes de salir - respondió tranquilamente
- ¿Qué?, no me puedes hacer esto, ya sabes cómo se pone cuando no estoy listo
- Pues que se enoje
- ¡Indra!
Con varias venitas, Naruto siguió golpeando la puerta que estaba cerrada por fuera, mientras el carcelero yacía sentado frente a ella leyendo. Igual que cuando era bebé, Indra seguía sin dejar salir a su hermano hasta que no dejara su habitación impecable.
Ese día, Naruto y Deidara tenían una cita con Sasuke e Itachi respectivamente; como siempre, el rubio de coleta era más hábil para arreglarse sin dejar un desorden en su habitación por lo que, desde el primer piso, escuchaba los reclamos del rubio menor junto a Madara y Minato
- De nuevo lo hizo - suspiro Deidara- por más que Naru esconde su llave, Indra siempre la encuentra
- Sabes que Naru es fácil de predecir pero aunque no fuera así, Indra es muy astuto - sonrió Minato
- Debería hacer lo mismo con tu puerta Dei
- Oto-san…
- Jum…
Madara siguió su lectura, sin que nadie se diera cuenta que un pequeño azabache subía la escalera con un bote. Al llegar al segundo piso, vio a su mellizo mayor leyendo pese a las quejas de Naruto
- ¿Ashura?
- Sshh… esto será bueno - sonrió zorrunamente
Indra solo negó y suspiro para luego ver a su hermano irse, de nuevo Naruto golpeo la puerta
- Indra, Sasuke no tarda en llegar - desde adentro - abre por favor
- ¿Recogiste tu desorden?
- Cuando llegue te prometo que limpiare mi cuarto, por favor abre, sabes que Sasuke odia esperar
- Pues que espere
- ¡Indra!... ¡oto-san!... ¡oto-chan!... ¡Dei!... ¡Ashura!
Indra siguió con su lectura, cuando escucho un auto estacionarse y detenerse. El castaño suspiro, cerro su libro colocándolo a su lado
- Tres… dos… uno…
- ASHURA
En otra parte, un peli plata termina unas anotaciones que hacia al terminar, reviso su cuaderno con cuidado. Al terminar, sonrió para sí dispuesto a salir de su habitación para ir a la planta baja, una vez fuera, le llego el olor de comida lo cual fue un deleite. De nuevo sonrió, por lo que paso a la habitación de su hermano, llamo a la puerta pero nadie respondió. Con cuidado entro al cuarto, para descubrir a su hermano roncando y con un rio de baba que nacía de su boca. El menor sonrió para sí, luego tomo una manta que coloco con cuidado sobre su hermano
- Así… así… un poco a la izquierda
- Que Sasori-san no te oiga
Riku sonrió para luego salir del cuarto en silencio y bajar la escalera. Cuando llego a la planta baja, el olor de la comida era aún más deliciosa por lo que se dirigió a la cocina, donde sus padres terminaban de cocinar
- Papá, ya termine - dejo el cuchillo
- ¿En serio? - el menor asintió - haber
Tobirama tomo una toalla para limpiar sus manos, tomo la libreta y se dispuso a revisar los ejercicios de caligrafía que le había puesto a su hijo, al mismo tiempo que Izuna se había acercado a verlo. Los dos sonrieron
- Bien hecho - hablo el peli gris
- ¿Puedo ver la televisión antes de comer?
- Está bien - devolviéndole el cuaderno
- Gracias
- Riku, no olvides recoger y guardar tus cosas - hablo Izuna- y dile a Tobi que la comida estará lista en diez minutos
- Esta dormido papi
- ¿En serio? - el menor asintió para después irse
- ¿Izuna? - al verlo suspirar
- Tobi me preocupa, desde que pidió plaza en la Preparatoria de Konoha, no ha dejado de estudiar
- Sabes que no es fácil - abrazándolo de la cintura
- Lo sé pero… - siendo callado con un beso
- Después todo regresara a la normalidad - suspiro - adiós a la paz en esta casa
Izuna solo sonrió para luego acurrucarse en el abrazo de su esposo. De regreso, Naka había terminado de bañarse y vestirse. En ese momento se miraba en el espejo, si bien su apariencia no había cambiado mucho, sabía que su carácter sí.
Dio un suspiro, para luego sentarse y dejarse caer en la cama; un segundo suspiro y vio que su maleta estaba a un lado. Solo estiro su brazo para acercarla y buscar algo, al encontrarlo solo pudo hacer una mueca con su boca: la foto era de él junto a Gaara en la boda de Izuna. Al verlo, no pudo evitar pensar en cómo se encontraban el pelirrojo y Sai, de quienes solo recibía noticias de parte de Lars mientras estuvo en Suecia.
- Adelante - levantándose de la cama
- La comida esta lista
- Qué bueno, tengo hambre - sonrió- además, extrañaba el sabor de una buena comida casera
- ¿Tan mala es la comida de la Academia?
- Ni lo imaginas, es peor que la comida de hospital - suspiro- por cierto, espero haber importunado
- Descuida, Zuka hace su tarea temprano y yo descansaba un poco de mi estudio
- Ya veo… oye Lars… después de comer, me gustaría saludar a la familia
- No te preocupes, sé que se llevaran una sorpresa pero se alegraran de verte. Además de que Riku, Indra y Ashura podrán conocerte
- Sería bueno ver a los enanos… bueno, tengo hambre
Lars sonrió y ambos se dirigieron al comedor, donde Shizuka ya los esperaba