En la cima de una montaña se encontraba una persona esperando volver a ver a la persona que más ama en la vida, la persona con la que había esperado pasar toda la vida. Cerrando los ojos, sabía que lo vería otra vez.
El paisaje allí en la cima era totalmente hermoso, tal o quizás aún más de lo que le había dicho que era.
Prometo que te llevare a ver el paisaje en la cima del monte, estoy seguro que te encantara, solo fui una vez y después de eso recibí regaños de parte de mi padre, pero no me arrepiento.
Y ahora él tampoco se arrepentía de estar ahí arriba, no se arrepentía de nada, cerró los ojos y podía escuchar su voz, casi podía sentirlo junto a él. Y comenzó a recordar cómo es que había llegado hasta ahí, como había vuelto a encontrar la felicidad cuando pensó que terminaría muriendo de pena.
Su nombre era Liu, siempre fue un poco tímido para hacer amistades, por ello no tenía muchos amigos, o quizás no tenía ninguno. Tenía un padre maravilloso, siempre esperándolo con una sonrisa en casa, siempre en casa, pues su padre sufría de una enfermedad del corazón que poco a poco lo iba consumiendo por esto los últimos 3 años se había estado quedando en casa y era Liu el que trabajaba a medio tiempo y estudiaba en la universidad, estudiaba arduamente porque sabía que así podría darle una mejor vida a su padre y así vivir una vida tranquila. Liu tenía una madre, una madre que lo dejo cuando tenía 9 años, ella había dicho “Esta no es la vida que yo quería, no es la vida que quiero…papa cuidara de ti. Y con rabia le dijo a su padre “Esto es tu culpa, espero que pienses en esto como un castigo y espero que cuides bien de tu hijo” y ella se marchó para no volver jamás, esa fue la única vez que había visto a su padre llorar y abrazándolo le dijo “Liu, perdóname, perdóname… seré un buen padre lo prometo”. Liu jamás pregunto porque su madre le había dicho aquellas palabras, o por qué se fue, tampoco pregunto de donde saco el dinero para sus matrículas en la universidad y los regalos por su cumpleaños que le dio estos últimos tres años.
Una mañana como cualquier otra, se levantó e hizo el desayuno, se iba haciendo tarde para sus clases, él dijo “Papá!, el desayuno está listo! Ven a comer” y este escucho un “ya voy!” con la prisa que llevaba comenzó a desayunar sin su padre, 15 minutos, 15 minutos y este no venía, al terminar pensó que a lo mejor su padre se encontraba cansado y le llevo el desayuno, “Papá, voy a pasar..” No hubo respuesta, abrió la puerta y su padre estaba durmiendo, pero su corazón le dijo otra cosa, un punzón en su corazón le dijo que este no dormía… “Papá?” corrió a su cama y vio los ojos de sus padre abrirse y mirarlo “Hijo, todo está bien, papá está bien, no pongas esa cara por favor” pero Liu sabía que esto no estaba bien, su padre estaba muy pálido y le costaba hablar “Papa, no hables más por favor llamare a emergencias” este se paró para alcanzar el teléfono y su padre dijo “Liu, papá no resistirá mucho más, Liu escúchame, eres lo mejor que me pudo haber pasado, sigue con tu vida por favor” “Papa, no digas más…” “sé que eres muy tímido pero eres el niño más dulce del mundo, no estarás solo jamás, yo siempre estaré junto a ti…” “Papa…” “y sé que como yo, encontraras una persona que te ame y con la que estarás por siempre…. Te amo Liu..” “Papa…Papaaa..” No hubo más respuestas, solo podía escuchar su llanto.
Ese día perdió a su Padre, su mejor amigo, su único amigo. El médico le dijo que su padre no pudo luchar más contra la enfermedad y que había vivido más de lo que el realmente había esperado, que realmente debió de haberlo amado demasiado para tener fuerza de voluntad y haber aguantado estos años. Liu sabía que perdería a su padre, lo sabía pero no estaba preparado, jamás lo hubiese estado. Decidió cremar a su padre, entrego sus cenizas al mar y sentía que junto a las cenizas su corazón se fue.
Los primeros días sin su padre no pudo dormir, sus ojos se negaban a cerrarse y de ellos solo brotaban lágrimas. Quería realizar lo que su padre le había dicho que hiciera sigue con tu vida, lo intento, lo intento, pero no podía, sentía que no tenía nada más que hacer en esta vida, él quería terminar la universidad para darle una mejor vida a su padre, pero este había fallecido, no tenía novia, amigos, él pensaba que quizás tenia alguno pero a su celular jamás llego alguna llamada o mensajes preguntando porque ya llevaba faltado casi un mes a la universidad. El único mensaje que le había llegado era el que le comunicaba que había sido despedido de su trabajo, después de todo, no había regresado a trabajar.
No podía seguir así, decidió que no podía seguir así, a su padre no le hubiese gustado verlo así, se obligó a levantarse y darse un baño. Seguidamente, lentamente se acercó a la puerta de la habitación de su padre, le costó mucho abrir la puerta pero tenía que hacerlo, al entrar todo estaba como si no hubiese pasado nada, todo estaba tan normal que su mente llego a pensar que su padre no estaba muerto y que este había salido a hacer las compras y volvería en cualquier momento, pero al ver la cama supo que su padre jamás volvería. Recorrió lentamente la habitación, sus ojos traicioneros otra vez estaban llorando y al tratar de retener esas lágrimas levanto su rostro hacia el techo, pudo ver encima de un mueble una caja de madera vieja, nunca había visto esa caja, quizás porque nunca había llevado su mirada hacia el techo. Tomo la caja entre sus manos, dentro de ella habían cartas, demasiadas, ya que la caja era un poco grande y estaba repleta de ellas, sentía curiosidad, quizás aún había alguna persona, quizás aún tenía familia. Decidió leer las cartas, al empezar a leer la primera… “Como te encuentras? Espero que estés cuidando de tu corazón, toma tus pastillas por favor. Como está tu hijo? Espero que ambos estén muy bien, cuídense, el clima está muy frio últimamente. Hice un deposito en el banco, por favor, toma el dinero, sé que pronto será el cumpleaños de Liu y que tus medicinas son caras, por favor toma el dinero. Por favor…” Por un momento pensó que podría ser su madre, quizás esta hubiese estado avergonzada por haberlos abandonado, les habría estado enviando dinero y había estado comunicándose con su padre por cartas, pensó, pero al finalizar la carta estaba las iniciales JL, no era su madre, y termino por confirmarlo al leer las demás cartas.
Las cartas comenzaban en la fecha en la que aproximadamente él tenía 7 años. Todas iban destinadas a su padre, que se cuidara mucho, que cuidara mucho su salud, que las cosas por allá seguían como siempre, que cuidara mucho de su hijo, pero hubo una sola carta que decía al final Te amo, siempre lo hare, tu aun los haces?. Esa carta fue enviada cuando tenía aproximadamente 9 años, vaya cuando mamá se fue, pensó, después de esta la siguiente carta decía “perdón, perdóname por favor, recibí una llamada de ella. Fue mi culpa verdad?, no merezco tu perdón, no merezco tu amor. Podrás perdonarme alguna vez?, podrías perdonarme por Liu también? “no hubo más cartas cercanas a esas fechas, la que le seguía era cuando el tenía 17 años, esta empezaba con un “Sé que aún no he pagado por mis errores, pero me entere que tu enfermedad empeoro, hice un deposito en el banco, por favor tómalo, espero pueda servirte en algo. No espero que con esto puedas perdonarme, quizás ni yo pueda perdonarme”, las siguientes cartas eran parecidas a la primera. Algo dentro de él le dijo que su padre jamás había contestado a esas cartas, pero eso no quería decir que no le importaban pues todas estaban muy bien guardas.
Cerró la caja y pensó dejarla en el mismo sitio, hizo un esfuerzo por levantar la caja y cuando por fin la puso en su lugar una carta cayó desde arriba, esta no estaba dentro de la caja, esta carta era de hace un mes. Y en ella decía “Recibí tu carta, pensé que jamás recibirá una carta tuya, sigues regañándome como siempre, no sabes que bien se siente ser regañado por ti, si, lo sé, sigo siendo torpe, como siempre, descubriste mi secreto. Manzui sigue igual que siempre, o peor, las personas están dejando este pueblo, pero yo seguiré aquí, esperando a que regreses y vayamos a el monte y admiremos el paisaje juntos, pero si eso no es posible, solo espera, iremos juntos al tercer país, lo prometimos verdad? Me dijiste que estás perdiendo las fuerzas, pero sabes que yo estoy ahí verdad? sabes que pase lo que pase estaré junto a ti verdad? Estaré contigo hasta el final,. Psd: yo también te amo, siempre lo hice, siempre lo hare.
Liu estaba llorando, otra vez dentro de ese cuarto, su padre había amado, lo habían amado, pero al parecer jamás pudo estar con esa persona porque su padre sintió culpa, culpa de que su madre se hubiese ido y los hubiese abandonado, centró todo el amor que tenía solo en Liu, pero al final su padre no había olvidado a esa persona y lo había amado hasta el final.
Manzui pensó Liu, no sabía ni donde quedaba eso, entonces lo decidió, dejaría todo esto atrás, comenzaría de cero, le buscaría algún sentido a su vida nuevamente, buscaría a la persona que su padre amo con todo su ser, se preguntaba si esa persona ya se habría enterado que su padre falleció o si él tendría que darle las malas noticias, quería escuchar la historia de ellos.
Sin saber que al ir a Manzui escribiría su propia historia.