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¿Que demonios paso anoche? por Krizz Sabaku No Uchiha

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Notas del fanfic:

Bueno, aqui una version mas "Internacional" para la banda

A mi me parecia graciosa la manera de hacer que Naruto y Gaara hablaran en mexicano corriente(Fui la unica al parecer ):) pero vi que muchos no entendian las muletillas "regionales" Asi que tuve que modificar esa parte, por lo demas sigue siendo igual :D

 

*Naruto y Naruto: Shippuden no me pertenence, le pertenecen a Masashi Kishimoto-sensei y ya saben, eso es triste D: 

 

¡Disfruten! :D

Sasuke Uchiha podía presumir que tenía todo lo que pudiera desear.


Su familia era una de las más ricas de la ciudad de Konoha, así que el dinero era la última de sus preocupaciones.


Tenía una carrera prometedora, a pesar de ser un recién graduado de una de las mejores universidades, ofertas de trabajo le llovían a cantaros, así como pretendientes.


Su vida amorosa no estaba tampoco mal. Tenía a uno de los solteros más cotizados de la región justo a sus pies, rico, poderoso, un buen prospecto a futuro marido.


Sasuke Uchiha podía presumir que tenía todo lo que pudiese desear.... pero jamás pensó que en una sola noche podría perderlo todo y que su vida podría llegar a dar un giro de 180°.

 


_.+*~°~*+._.+*~°~*+._¡¿Que demonios paso anoche?! _.+*~°~*+._.+*~°~*+._



Era muy temprano en la mañana, abrió los ojos con pereza, sentía que ese día no era un buen día para levantarse temprano, pero aun así se apartó las sabanas, se estiro hasta que cada uno de los huesos de sus extremidades tronaron para finalmente levantarse.


Bostezo camino al baño en donde se despojó de sus ropas para asi darse una buena ducha matutina, al terminar, cepillo su cabello y lavo sus dientes, llego a su armario para escoger las ropas que usaría ese día y salió de su habitación.


Bajo hasta la cocina que hasta el momento parecía tranquila a pesar de los acontecimientos próximos a suceder, saludo a su familia como era costumbre, frente a él un buen plato de huevos revueltos con un poco de jugo de naranja yacía listo para ser consumido, alzo la vista hacia el otro extremo de la mesa y con una media sonrisa dijo:


—¿Que se siente dejar la vida de mujeriego, comadreja? —. Pregunto con burla, el hombre que hasta el momento hacia permanecido oculto tras el periódico, bajo el mismo para darle una radiante sonrisa a su hermano menor.


—Tan bien como que no tendré que ver tu estreñida cara a diario—. Ante la respuesta, el menor frunció el ceño y estaba a punto de contestar el insulto cuando la mujer decidió ponerle fin a la comenzada discusión.

—Sasuke, Itachi—. Llamo con advertencia. —No hoy por favor—. Pidio.

—Perdona, madre—. Se disculpo el mayor de los hermanos. —Pero debes dejarnos discutir, sabes que ya no nos veremos tan seguido como quisiera—.

—Doy gracias a cristo por eso—. Dijo el menor.

—¡Sasuke!—. La mujer reprendió, pero Sasuke simplemente siguió comiendo. —¿Cuando será el día que madures?—.Pregunto afligida la mujer. 

—Cuando Jugo le pida matrimonio—. Contesto Itachi. —¡Nunca!—. Y se agarró a reír ante la molesta mirada de su hermano y de su madre.

—¡Vete al infierno! —. Grito el menor y aun si haber terminado su desayuno salió del lugar molesto, Mikoto se puso las manos en la cintura.


—¿Tienes que ser tan cruel con él?—. Regaño su madre, Itachi solo extendió el periódico para seguir con su lectura.


—Un poco de humildad no le hará mal—. Dijo. —Últimamente se carga unos aires—. La mujer suspiro, era imposible poder controlar el temperamento de sus hijos sin la presencia del patriarca de la familia.

—Yo solo espero que no te quedes sin padrino para tu boda—. Advirtió, pero el moreno solo siguió con su lectura.

—Si Sasuke no va, entonces lo hará Kisame o Yahiko—. Mikoto solo negó con la cabeza y siguió lavando los platos, tenía que apurarse y prepararse para la boda de su hijo.

—Al menos ya tienes no todo preparado ¿No?—. Itachi sonrió.

—Claro que sí, no tienes de que preocuparte—. Dijo. —De lo único que tienes que preocuparte es que llegue a tiempo mañana para la ceremonia—. el menor solo escucho a su madre bufar.

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Sasuke llego a la oficina donde trabajaba como editor en jefe, al llegar su asistente lo atiborro de cientos de mensajes y también con docenas de llamadas que requerían su aprobación para las siguientes publicaciones.

Inmediatamente se puso manos a la obra y en menos de cinco horas había podido reducir considerablemente el trabajo, por lo tanto, tenia, como había planeado, la tarde y noche totalmente libres para lo que estaba planeado.

La despedida de su hermano.

Y como todo buen Uchiha que se respete en Konoha, la fiesta tenía que ser grande, con cientos de invitados, alcohol y música estridente para bailar, tenía una buena velada planeada junto a su novio Jugo.

Estaba apurando en terminar los pendientes para así poder largarse de esa oficina y prepararse para la alocada noche que le esperaba.

Justo terminaba de aprobar las ultimas peticiones que requería, cuando su celular sonó de manera insistente, alzo la ceja cuando vio el identificador de llamadas, era su primo Sai, primeramente, dudo en atender la llamada, pero sabía que, si lo ignoraba, seguramente el moreno pálido se presentaría en su oficina y en ese momento no tenía humor para aguantar las ocurrencias de su artística persona.

—¿Que quieres copia barata?—. Contesto.

—Uchiha-bastardo—. Contesto alegremente el otro. —¿Que dice el trabajo?—. Pregunto. el Uchiha simplemente suspiro.

—Te voy a colgar—. Amenazo, si preguntaba por el trabajo, obviamente no era algo importante.

—No, espera—. Dijo el otro. —Te llamaba para avisarte que Jugo te va a cancelar la salida de hoy—. Ante aquellas palabras el moreno apretó los dientes furioso.

—¿Y porque haría algo así?—. Pregunto molesto. —Él no puede cancelar la salida de hoy, porque...—. Fue interrumpido de su discusión por su asistente a través del comunicador de su oficina.

—Disculpe, Joven Sasuke—. Se escucho la joven voz de su asistente. —Tengo a su novio Jugo en el teléfono, desea hablar con usted ¿Lo paso por la uno?—. Pregunto, a lo que el moreno contesto de manera afirmativa.

—Jugo me llama—. Dijo al celular.

—Te lo dije—. Contesto Sai del otro lado, Sasuke bufo.—Te diré como lo sabía esta noche, en la despedida de Itachi, nos vemos—. Y con eso colgó, Sasuke aparto su teléfono y tomo el auricular de su oficina.

—Jugo—. Dijo, recibiendo un inmenso ruido por el otro lado de la línea. —¿Jugo?—. Pregunto de nuevo solo para escuchar como una puerta se abría y después silencio.

—Sasuke—. Reconoció la voz de su novio. —Perdona por llamar tan de repente, pero tengo que cancelarte, estoy en medio de algo y...—.

—No lo dudo—. Contesto enfadado.

—Sasuke, no te pongas así—.

—No Jugo, tú no te pongas así—. Contesto el moreno. —Ya habías quedado conmigo para esta noche, no puedes cancelarme ahora—.

—Lo siento, Sasuke—. Se disculpo. —No puedo hablar ahora, me tengo que ir, hablamos luego—.

—No, Jugo no me... ¡Cuelgues!—. Grito. —¡Maldición!—. Dijo colgando con fuerza el teléfono, sus manos a cada lado del escritorio. —Bien, bien... si eso es lo que quieres ¡Haz lo que te venga en gana!—. Grito, tomo su abrigo y celular para salir de ahí, importándole poco si aún tenía pendientes por resolver, necesitaba un trago urgentemente y que Sai le dijera como es que sabía que si novio le cancelaria.

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En otro lado de la ciudad un par de jóvenes hablaban animadamente de lo que pasaria esa noche.

—Vamos Naruto—. Dijo el pelirrojo a un rubio. —Es una fiesta en uno de los bares mas pupulares de la ciudad—. El rubio lo miraba pensativo.

—No se—. Dijo metiendo las manos en sus bolsillos del pantalón.

—¿No nos meteremos en problemas por meternos en esa fiesta de ricos sin invitacion?—. Pregunto dudoso, el pelirrojo solo le golpeo el hombro.

—Eso ya está resuelto—. Dijo con verdadera felicidad. — Sasori es un invitado "importante" en esa fiesta—. Dijo. —Él nos ayudara a entrar—. Pero el rubio aun no estaba del todo convencido. —Anda capaz que conoces a alguien y te quitas de una vez esa gara de virgen que te cargas—.

—¡Oye!—. Contesto molesto el rubio. —Ya parale Gaara—. Dijo, pero solo consiguió que el pelirrojo siguiera molestándolo. —Bienm iremos a esa fiesta, si con eso dejas de joder—.

—Genial, Naruto—. Dijo el pelirrojo pasándole un brazo por el cuello. —Estoy seguro de que conseguiremos a alguien para pasar un buen rato—. El rubio solo rodo los ojos.

—¿Y en donde es o que?—.

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Sasuke llego con Suigetsu, ambos bajando de vehículo, el moreno sin dudarlo le tendió las llover al vallet para que estacionara el auto, después volteo a ver el lugar que su hermano había escogido para armar su despedida de soltero, le sorprendió que hubiese mucha gente, no que no supiera que Itachi conocía tanta gente, pero era demasiada para una despedida de soltero.

—Wow, tu hermano no escatimo en gastos—. Comento su amigo peliplata ante la gran fila de personas que había, Sasuke bufo.

—Eso solo dice que le pesara dejar su vida de mujeriego—. Y dicho eso ambos se acercaron a la entrada VIP en donde el guardia de seguridad reconoció al hermano menor del anfitrión del evento, sin duda los dejaron entrar.

Justo en ese momento, dos personas más llegaban en un auto algo viejo y a punto de perder el motor en algún lugar del estacionamiento. —¡Maldicion!—. Dijo el rubio cuando el vehículo se apagó por quinta vez. —Tendremos que volver a empujarlo—. El pelirrojo protesto.

—Empujarlo, ni loco—. Dijo. —Déjalo aquí y después lo estacionas—.

—No... Oye—. El rubio no pudo replicar, pues el pelirrojo ya había salido camino al antro en donde una enorme cantidad de gente se encontraba esperando su turno para entrar, Naruto bufo. —Pues, ni modo—. Dijo para tomar su chaqueta y salir del auto. —Si te llevan pues.... ya te buscare en la oficina de transito —. Y sin más se decidió a seguir los pasos del pelirrojo, que en ese momento se encontraba peleando con el guardia de la entrada.

—Vamos—. Dijo el pelirrojo. —Mi amigo y yo somos invitados especiales—. Pero el guardia se reusaba a dejarlos entrar, Naruto inmediatamente se acercó.

—¿Que pasa, Gaara?—. Pregunto. —¿Vamos a entrar o no?—.

—Pues este cabron no nos deja pasar que porque "No estamos en la lista"—. Dijo el pelirrojo haciendo una burda imitación de la voz del guardia, el cual frunció el ceño ante tal grosería.

—No están en la lista, no entran—. Dijo firme.

—Somos invitados de Sasori—. Dijo el rubio, si lo que pedían era un nombre, bien podían dar el del amigo de Gaara. —Él debe estar en su lista—. El guardia miro, pero después negó.

—No pueden pasar, no tengo a ningún Sasori en mi lista—.

—¡Joder!—. Grito el pelirrojo. —¿Lo estás haciendo a propósito, no idiota?—. Ante aquellas palabras se notaba que el guardia comenzaba a enfadarse de verdad.

—Gaara, ya déjalo—. Dijo el rubio tomando al otro del brazo. —Vámonos o tendremos problemas—. Dijo el rubio llevándose consigo al pelirrojo.

—¿Como que vámonos?—. Pregunto el pelirrojo. —Tenemos que entrar a ahi—.

—Quieres cerrar la boca, tengo una idea—. Dijo el rubio caminando hacia el otro lado del antro, al pelirrojo no le tomo mucho pensar hacia donde iban, la puerta trasera.

—¿Que?—. Pregunto el pelirrojo para que Naruto revelara su plan, pero el rubio simplemente lo ignoro y se acercó a aquella puerta que era vigilada por otro guardia.

—Una disculpa, mi amigo y yo no dábamos con el lugar—. Dijo el rubio al guardia

—¿A donde...?— Gaara estaba a punto de replicar, pero un pisotón de parte del rubio lo hizo callar.

—Somos los meseros suplentes, digo, por si nos necesitan—. Dijo. —Si no, pues... lo entendemos—. El guardia alzo una de sus cejas, pero finalmente abrió la puerta.

—No vuelvan a llegar tarde o el jefe los despedirá—. Advirtió el hombre. —Hay demasiada gente ahí dentro, así que no creo que se den el lujo de despedirlos por hoy—.

—Genial—. Dijo el rubio jalando a su amigo pelirrojo consigo. —Vamos, Gaara—.

Una vez dentro del lugar el rubio y el pelirrojo festejaron el poder entrar sin mayores problemas. —Eres un puto genio, Naruto—. Dijo el pelirrojo golpeando la espalda de Naruto. —Una carrera a la barra—. Y así ambos se lanzaron a lo que podría ser un cambio radical en sus vidas.

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En otro lado del lugar, dos morenos y un pelipalata disfrutaban del ambiente estridente que la música hacía, apenas y podían hablar con tranquilidad.

—¿Quiero saber cómo supiste que Jugo me cancelaria?—. Pregunto el moreno a Sai, el cual solo suspiro.

—La familia de Jugo está haciendo tratos con la familia Uzumaki—. Dijo el moreno.

—¿Y eso que?—. Pregunto el peliplata. —Es muy normal que la familia Uzumaki haga tratos con cualquiera familia poderosa en Konoha—.

—Si, pero yo hablo de tratos matrimoniales—. Ante aquellas palabras tanto el Uchiha como el peliplata se quedaron sin palabras. —Jugo estaba en una cita con Karin—. Sasuke paso saliva pesadamente.

—Una cita... ¿De negocios?—. Pregunto con algo de temor, pero Sai negó.

—Romántica—. Respondió, Sasuke desvió su mirada al primer vaso de licor con el que dio y tomo su contenido de golpe.

—Lo voy a matar—. Dijo para tomar otro y hacer lo mismo que con el primero. —Lo voy a matar. Disculpen—. Y después de eso, celular en mano, Sasuke se alejó de los otros dos.

—¿No crees que hubieses sido mejor irte por las ramas antes de soltarle la bomba?—. Pregunto Suigetsu, pero Sai solo pido otro vaso de piña colada.

—Es mejor ser directo, de esa manera tiene el enojo suficiente para mandar por el caño a Jugo—. Suigetsu comprendió que Sai tenía razón, era tiempo de que Sasuke abriera los ojos con respecto al pelinaranja de una vez por todas.

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—¿Que tal esa?—. Dijo el pelirrojo apuntado a una rubia de bonita figura.

—No me van las rubias, demás parece menor de edad—. Rechazo el rubio.

—Entonces esa de allá—. Señalo ahora a una pelirroja, pero el rubio de igual manera negó. —No pues no se que demonios quieres—. Se rindió Gaara ante las negativas de su amigo, ahora siendo él quien buscara algun ligue para esa noche, sonrió apenas dio con él. —Bueno, allá tú y tu amargura, yo ya tengo a alguien—. Y dicho esto, Naruto vio a su pelirrojo amigo ir hacia un par de chicos que se encontraban hablando en una de las áreas de descanso del antro.

Naruto bufo y siguió dándole sorbos a la bebida que tenía, viendo el escenario que se abría ante sus ojos, docenas de personas bailando en la pista de baile, otras tantas hablando entre sí y unas cuantas escondidas en los lugares obscuros dando rienda suelta a placeres carnales por esa noche, suspiro y miro su vaso a medio vaciar.

—Me hubiera quedado en casa—. Dijo el rubio para si mismo, estaba a punto de irse cuando escucho lo que parecía ser la discusión de una sola persona

—No, no Jugo, tu escucha, no vas a hacerme eso—. Dijo el moreno. —¡Porque quedaría como idiota!—. Grito. —¿Eso piensas? pues bien, terminemos de una vez, así podrás revolcarte con esa tipa y vivir feliz—. Escucho algo por la otra línea que no le grado mucho. —Ay, Jodete Jugo—. Y dicho eso colgó con fuerza. —Maldito estúpido—. Escucho a alguien aclararse la garganta, el moreno volteo a donde el ruido provino, un rubio se hallaba parado ahí sostenido dos vasos en sus manos, uno a medio llenar y otro completamente lleno.

—Estoy de acuerdo que, con quien hablabas, es un estúpido—. Dijo el rubio para romper el incómodo silencio y sin mas le tendio el vaso lleno al moreno, el cual lo miro dudoso. —Es solo agua, tu tranqui—

—¿Tu tranqui?—. Dijo el moreno con el ceño fruncido. —¿De donde mierda eres?—. El rubio se encogió de hombros.

—De aquí, de allá—. Dijo sin dejar de tenderle el vaso al otro.
—¿Que tiene el otro vaso?—. Pregunto, el rubio miro su vaso a medio tomar.

—Creo que era Whisky—. Dijo agitándolo un poco, le moreno no dudo en tomar el vaso a medio llenar y tomárselo de una sola. —¿Que...?... en verdad necesitabas ese trago—. Dijo el rubio sorprendido.

—Y necesitare más, así que tráeme otro igual—. El rubio le recibió el vaso al moreno y fue a buscar dos más.

Y así paso la noche, entre vaso y vaso de whisky y platicas vagas que para dentro de unas horas no recordara a causa del alcohol que tenía en la sangre, llego un momento en el que el rubio hizo un comentario con un léxico que él no entendía del todo, pero que con la borrachera que ya traía encima le resulto bastante graciosa.

Si le preguntaran ahora quien había iniciado el beso, contestaria que seguramente fue el rubio, porque él no era así, él jamás se abalanzaría a los brazos de un hombre solo porque Jugo lo dejaba por una mujer.

Pero la realidad es que lo hizo, pudo ser por el alcohol, porque tenía el corazón despechado o porque los comentarios fuera del lugar del rubio, eran encantadoramente idiotas, pero de una manera u otra ambos terminaron en un cuarto de hotel.

Ambos besándose de manera frenética, el rubio marcando su cuerpo con mordiscos y besos, sus gemidos inundando la habitación, el rubio arremetiendo contra el de una manera malditamente placentera que ni Jugo había podido ser capaz de lograr en lo que llevaban de relación y en la caliente semilla que se esparcía por su vientre y dentro de él...

...Un momento.

Se sentó del golpe al ver que el sol comenzaba a asomarse por la ventana, dio un brinco cuando sintió movimiento a su lado, las sabanas solo permitían ver una mata de cabellos dorados, el pánico comenzó a invadirlo, pensaba gritar, pero considero que eso no era lo más inteligente por hacer en ese momento.

Se puse de pie notando inmediatamente lo adolorida de su cadera, también la cantidad de ropa esparcida por la habitación le había dado indicios de lo que había sucedido la noche anterior, sin pensarlo tomo toda su ropa e inmediatamente fue al baño, se lavó la cara lo mejor que pudo, acomodo su despeinado cabello y se vistió lo más rápido que pudo.

Al salir del baño la persona con la que había despertado aún seguía dormida en la cama, se acercó sin hacer algún ruido y tomo su cartera, celular y llaves para salir de ahí, no sin antes dejar algunos cuantos billetes para costear la habitación y sin decir palabra alguna salió de ese lugar, orando porque su carro se encontrará estacionado cerca.

Su casa era un caos cuando llego, su padre y madre estaba pegados al teléfono tratando de dar con su paradero, regaños y reproches recibió por parte de todos, se disculpó de manera rápida e inmediatamente camino a su habitación.
Al entrar en su cuarto pudo ver el smoking perfectamente acomodado en su cama, sin pensarlo más se dio una rápida ducha, se vistió y acicalo a conciencia para alcanzar a irse con su familia.


Llego al altar justo al lado de su hermano Itachi, traía lentes obscuros a causa de la resaca e Itachi no había perdido oportunidad para molestarlo, ya sea poniéndole espejos delante suyo para reflejar el sol o gritándole en el oído y así empeorar su jaqueca.

Sasuke pronto pensaría que pudieron llegar a ser las menores de sus preocupaciones.

 

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Mes y medio había pasado desde la despedida de Itachi, y él había comenzado a sentirse malditamente mal, en un principio lo atribuyo a la falta de sueño que se cargaba últimamente, las fechas límite de la revista estaban por llegar, así que lo dejo pasar.

La gota que derramo el vaso fue cuando había ocurrido un error en la imprenta de la revista y en ella las paginas había sido equivocadas de orden, a eso sumarle que sus superiores pedían a gritos la cabeza del culpable, más aparte la insistencia de su hermano de querer llevarlo a su casa para que conviviera más con la familia, su asistente llamándolo insistentemente porque alguien había comentado un error en la entrega de la próxima edición.

Ya no pudo más.

Termino por vomitar su desayuno justo en su propio escritorio y desmayarse poco después en su propia silla.
Cuando despertó, lo hizo en una sala de urgencias en el hospital, escucho el barullo fuera del consultorio en donde lo tenían y justo en ese momento, Sai y Suigetsu hacían aparición junto con una doctora de ojos jade y cabellos rosas.


—Sasuke ¿Que mierda te paso?—. Pregunto Sai acercándose a su primo. —Ino me llamo bastante alarmada diciendo que habías vomitado y desmayado—. El peliplata justo a un lado hablaba con la doctora.


—Es el estrés, mi personal cometió un error estúpido y todo mundo decidió fastidiarme—. Dijo a modo de justificante. —No es la gran cosa, rodaran cabezas en cuanto regrese—. Escucharon a la pelirrosa aclararse la garganta.


—Siento interrumpir sus ansias de cortar cabezas en el trabajo, Señor Uchiha—. Dijo la joven mujer. —Justo en este momento llegaros sus resultados de las muestras de sangre—. Y alzo un sobre abriéndolo en el proceso, pudieron ver a la doctora leer por un momento y después sonreír. —Todo está en orden señor Uchiha—. Dijo, el moreno suspiro aliviado. —Pero su reciente fatiga, el desmayo y el vómito se debe a que está en cinta—. Dijo la chica con una sonrisa. —Felicidades—. Que no noto el rostro tremendamente serio y shockeado del pelinegro.


—¡¿Que estoy qué?!—

Notas finales:

Rw?

 

Mata nee :3


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