Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Otras vidas por Yaoi lovers

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Free! y sus personajes no me pertenecen, únicamente los utilizo con fines recreativos

Notas del capitulo:

Porque, obviamente, en vez de dedicarme a actualizar mis historias pendientes(?) me pongo a escribir historias nuevas...

Bueno, esta historia lleva rato dando vueltas por mi cabeza así que no podía dejar pasar más tiempo,inicialmente iba a ser un one-shot pero al final mi mente tuvo muchas más ideas y bueno, resultó esto

No creía en el destino, aunque estaba consciente de que más de la mitad de sucesos en su vida no podían explicarse más que como consecuencia de él, pero aún así no creía que fuera posible encontrarse con alguien que juraba haber visto en otro momento. Y es que, justo la primera vez en que iba lo suficientemente distraído por la calle como para cruzar sin siquiera mirar antes de hacerlo fue también que el conductor del auto iba a mayor velocidad de lo permitido y, por si fuera poco, cierto pelirrojo pasaba casualmente por ahí.


—¿Es que no puedes ser más cuidadoso? ¿No tienes idea de lo grave que pudo haber sido si no te hubiera detenido?—no pudo evitar reprenderlo por su actitud tan despreocupada aunque él seguía sin prestar atención a sus palabras.


El conductor se había detenido y decidió acercarse para asegurarse de que el chico estuviera bien. No obtuvo más que un par de movimientos de cabeza afirmando o negando ante las preguntas que le hacían pues simplemente no podía terminar de procesar toda la información que acababa de recibir.


—Deberías agradecer que estuviera aquí, de no ser por eso seguramente en este momento tendrían que llamar a un hospital para preguntar por ti—bufó con molestia mientras acomodaba su cabello—Creo que con un simple gracias estaría bien—empezaba a cansarse de lo distraído que estaba así que simplemente prefirió darse la vuelta dispuesto a irse.


—¿Nos conocemos?—no podía dejarlo ir así sin más, de alguna manera debía detenerlo y no encontró otra alternativa más que sujetar su muñeca haciendo que detuviera su andar.


—¿A qué viene esto? Hace nada no podías articular ni media palabra y de pronto sales con una pregunta así—se soltó de su agarre mirándolo con molestia, peinó su cabello mientras rodaba los ojos—Además, tus coqueteos baratos no van a funcionar conmigo si es lo que esperas.


No supo que decir, no intentaba coquetear ni nada parecido, simplemente tenía curiosidad por él pues estaba seguro de haberlo visto en otro lugar aún sin saber cual podría ser. Se incorporó rápidamente soltando su mano sin ser capaz de dar un argumento a su favor o siquiera hacer que se mantuviera ahí hasta aclarar el porqué de su sentir.


El pelirrojo se limitó a suspirar antes de dar media vuelta y seguir con su camino no sin antes decirle que debía ser más cuidadoso porque no siempre estaría para salvarlo.


Estaba desconcertado y eso era claro, apostaría que en algún momento se habían encontrado pero cuando el otro simplemente lo tomó como una broma no supo que pensar. Quizá sólo habían coincidido en el centro comercial, en la universidad o incluso en algún evento poco relevante y es por eso que pasó desapercibido para el chico pero, al menos para él, sentía que no pudo ser de esa manera.


Por fin salió de su letargo y comenzó a caminar para volver a casa; se sentía desconcertado aún pero no podía hacer más que seguir con su vida y menos aún luego de que el chico asegurara nunca haberlo visto y se güera sin decir ni una palabra más.


"Quizá si no me hubiese avergonzado lo que dijo pude preguntar su nombre o incluso invitarle algo por haberme ayudado". Al menos eso era lo que pensó, quizá lo mejor era dejar las cosas como estaban y no pensar en más.


Por su parte, el pelirrojo regresó a su departamento más a prisa de lo que hubiera esperado. No podía negar que estaba igual o incluso más confundido que el chico a quien acababa de ayudar, la cabeza comenzaba a dolerle y se sentía mareado, algo no estaba en orden y lo sentía claramente.


Apenas llegó cerró todas las ventanas a su paso asegurándose de que la luz no pudiera llegar hasta sus ojos y se dejó caer sobre el sillón esperando que su cabeza dejara de dar vueltas. Necesitaba dormir urgentemente o el malestar sería mucho más intenso pero apenas cerraba los ojos a su mente llegaba esa imagen guardada entre sus recuerdos tantos años atras con mucha más nitidez de la que podía recordar.


Con dificultad tomó su teléfono celular y marcó lentamente el número de su mejor amigo, necesitaba a alguien que lo ayudara a volver a la realidad y que no tuviera que dar explicaciones sobre lo que le sucedía.


Luego de varios timbrazos que sólo incrementaban su dolor el chico tomó la llamada bastante sorprendido no sin poder evitar preguntar que sucedía para llamarlo en un momento así. "Necesito que vengas, están de vuelta" fue todo lo que pudo decir y eso basto para que, tan rápido como le fue posible, su amigo llegara directamente hasta donde estaba.


—¿Qué sucedió? Habías estado muy bien, llevas más de un año sin ningún problema.


—Ya lo sé, ya lo sé—suspiró profundamente mientras se acomodaba en el sillón haciéndole espacio al recién llegado—Cuando volvía encontré un chico, estaba cruzando la calle y pasó un auto, el chico no lo vio y yo simplemente corrí y lo alejé del camino.


—¿Él está bien? ¿Te impacto lo que sucedió?—lo miraba atento mientras él se aferraba a sus piernas sin mirarlo—¿Quieres hablar del tema?


—Quédate por favor, no quiero estar solo—sentía la presión en sus sienes, el mareo seguía presente y la voz de su amigo, pesé a mantenerse casi inaudible, causaba aún más estragos de los que esperaba.


—De acuerdo, quedate aquí e intenta descansar un poco. Salvo el trabajo no tengo más pendientes así que puedo quedarme el tiempo que necesites ¿Tomaste ya tus pastillas?—sólo recibió un ligero movimiento de cabeza afirmando antes de que se alejara rumbo al cuarto del más bajo—Pondré en orden las cosas para que puedas ir a dormir, intenta descansar un poco mientras vuelvo.


 


 


________________________________________


 


 


Llevaba apenas unos minutos de haber entrado al departamento que ocupaba con su mejor amigo desde hace un par de años y apenas estuvo dentro para el castaño fue evidente que algo en su amigo no estaba bien. Esperó a que tomara asiento y, tras saludarlo, se sentó frente a él atento a lo que tuviera por decir.


—No me siento de ánimos para hablar de esto—el azabache se levantó de su asiento y caminó rumbo a la cocina—Sólo... Es extraño—sirvió un vaso de agua y lo terminó antes de volver con su amigo—¿Has sentido que conoces a alguien pero nunca antes se han visto?—lo miró a los ojos, aún se sentía demasiado confundido para explicar la situación.


—Para serte sincero nunca he sentido algo como lo que me dices, no puedo entenderlo pero si me explicas lo que sucedió probablemente podamos...


—Es como si olvidara algo importante, pero cuando pregunté directamente si nos conocíamos simplemente me dijo que no intentara coquetear con él.


La confusión fue evidente en el rostro del más alto mientras esperaba que su amigo contara la historia de su encuentro con el pelirrojo, lo escuchó atentamente hasta la última palabra dejando que el de ojos azules se desahogara tanto como fuera necesario sorprendiéndose también de la actitud tan diferente que mostró en ese momento.


—No intentaba coquetear con él, no quería una cita o volverlo a ver. Sólo... Necesitaba saber porqué me sentí así.


—Te conozco Haru, sé que nunca harías algo así. Quizá lo malinterpretó o le incómodo que lo detuvieras—intentaba ser comprensivo con ambas partes, no podía juzgar a nadie sin siquiera haber estado ahí—No te tortures por ello, fue una simple coincidencia que se encontraran así que no tiene caso que sigas pensando en ello. Si vuelves a verlo sólo necesitas explicarle esto y todo estará bien.


Sólo hizo una mueca para indicarle al castaño que prefería dejar el tema hasta ahí. Tenía muy claro que estaba pensando demasiado en ello pero seguía teniendo una sensación extraña, aquello que algunos llaman deja vu era lo que mejor podía explicar su sentir pues, por más extraño que pareciera incluso para él, casi podría segurar que en otro momento esos mismos ojos se cruzaron con los suyos y los brazos de ese mismo chico se habían ceñido sobre su cintura con la misma fuerza que habían rodeado su brazo para poder quitarlo del camino.


Seguía sintiendo curiosidad por el de ojos rojos pero no podía simplemente salir por las calles buscándolo esperando tener suerte y encontrarlo. Por otra parte, en caso de que lo hicieran y pudieran volver a encontrarse ¿Qué diría? "Hola, soy el chico a quien casi arrollan hace unos días ¿Me recuerdas? " No le parecía ni de lejos la mejor idea para iniciar una conversación y posteriormente disculparse por no poder siquiera agradecerle.


Probablemente lo mejor era seguir el consejo de su amigo y dejar de pensar en ello. Después de todo, el era escéptico respecto al destino, las vidas pasadas, los encuentros preescritos y cualquier otro parecido que le hiciera sentir que no tenía control sobre su propia vida, por lo cual seguirse cuestionando sobre los motivos que cualquier ente superior pudiera tener para poner al chico en su camino era totalmente absurdo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).