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True love por Dakuraita

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Notas del fanfic:

PURO FLUFF, PURA TERNURAAAAAAAAAAA AIUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Notas del capitulo:

Puro fluff, puro amortsssss, pura ternura y una ship preciosa que algunas amigas mías shipean también. 

Advertencia: A la mejor les da diabetes, se empalagan y mueren(????)

“¿Has visto a la novia de Kagami?”, “¿Ehhhhh? ¿Tiene novia?”, “¡Es muy guapa!”, “Luce mayor, no sabía que a Kagami le gustaban mayores”, “¿Creen que sea una aventura por parte de ella? ¡Kagami, espero que no te estés metiendo con una casada! ¡Maldito suertudo!”

Al menos esos eran los rumores que corrían respecto a Kagami Taiga y a su nueva novia, con la que llevaba saliendo felizmente durante casi medio año (para el público, apenas tres meses, los inicios de su relación habían sido secretos). Y vaya que se veía al chico muy enamorado, cual perro faldero cumplía todo orden y mandato de la mujer con la que salía. En su cabeza, que todos juraron que siempre pensaría únicamente en el deporte, ahora solo había espacio para su mujer, su dueña, amar y señora: Rena…

“Nos invitaron a una fiesta” comentó Kagami a su novia “¿Estás libre?”

“¿Para ti, mi querido tigrecito? Yo siempre estoy libre” respondió Rena.

El rostro de Kagami enrojeció “¡N-No me digas así!” renegó al instante, cubriendo su rostro con el dorso de su mano “Es muy embarazoso”

Rena sonrió y se acercó para llenar de besos las mejillas de Kagami “¿No quieres que te mime?” y acercándose a su oreja agregó “Ti-gre-si-to”

El labio inferior de Kagami temblaba, no pudo resistir a esa voz melosa chocando directamente en sus oídos. “Yo… bueno, solo cuando estemos solos” cedió volteando a ver a su novia, quien acarició su rostro y entonces mordió su oreja, haciéndolo temblar. “¡R-Rena!”

“No puedo evitarlo” se excusó sonriente “Te ves tan lindo que podría comerte a besos”

“N-No me importaría… si es solo un poquito” Kagami desvió la mirada, se sentía un niño pequeño, inmaduro y tonto, pero tan caprichoso como su pareja en muchos aspectos. ¿Qué puede decir? También a él le gustaba ser mimado, tanto como a Rena le gustaba mimar “¿Quieres que te lleve de compras más tarde?”

“¿Ah? ¿Por qué lo preguntas, cielito?”

“P-Porque es una fiesta y… ahorré un poco… Me gustaría hacerte un regalo, además de que tu cara cuando te pruebas ropa que te gusta es… muy bonita porque te ves tan feliz” el rojo en su cara volvió. Rena, que escuchaba aquel hermoso y extrañamente entrecortado razonamiento, sintió un golpecito en su pecho. No era el hecho de que le compraran ropa, era la intención, era como Kagami pensaba lo que lo hacía tan hermoso.

“Te adoro, mi tigresito”

“Y yo a ti…” podría desmayarse en cualquier instante “Rena, eres la persona más hermosa del mundo”

“Kagami, cielito, estamos a solas, puedes llamarme por mi otro nombre”

“Pero… sé que a ti te gusta que te diga Rena”

“Porque todo me gusta cuando sale de tu boca, Kagami” Rena abrazó a su novio y besó su mejilla, luego sus labios y al final solo se quedó disfrutando de aquel cómo abrazo. Los fornidos brazos de Kagami le volvían loco. Era varonil y a su vez tan tierno y con un corazón de oro. Podía ser algo salvaje, pero eso era parte de sus múltiples encantos. Ambos eran imperfectos y eso los volvía perfectos.

“Reo…”

“Sí, definitivamente me encanta que me llames, no importa bajo qué nombre”

«Comencé a salir con Reo, al principio pensé que era una mujer, como todos los demás lo creen. Nos conocimos en una librería donde trabaja medio tiempo en las mañanas. Fui por un libro que había encargado Kuroko, y cuando lo vi… quedé prendado de sus ojos, de su cabello largo, y de su suave voz. Fue cuestión de un par de citas para que él me contara que era un chico. Al principio me costó procesarlo, y por un momento todo indicaba que terminaríamos, que todo acabaría. Pero descubrí que lo extrañaba, que no saber de él era algo muy molesto que me tenía inquieto, y que mi mente estaba todo el tempo enfocada en esos ojos, en los divertidos momentos. Al final, Kuroko me dijo “Depende de ti, ¿qué te hará más feliz, Kagami?” así entendí que yo no sería feliz sin Rena, quien supe también era Reo. Así que nos reconciliamos. “¿No te desagrado?” me preguntó. “Tú nunca me has desagradado… s-solo tenía que pensar las cosas”, Reo aquel día estaba vestido como un chico, sin maquillaje, sin vestido, arracadas o tacones. Su cabello largo estaba atado de manera estilizada. Y aún así, cuando tomó mi mano y me preguntó si estaba seguro, me di cuenta de que ya me había encariñado, que no podría estar bien sin él, ella, o lo que sea. Así que hablamos un poco más.

─» “Entonces… ¿cómo…?” Reo sonrió, sus dedos se entrelazaron con los míos. “Tranquilo, está bien que preguntes, tienes todo el derecho a saber, ¿sino como estarías seguro si quieres seguir conmigo?” suspiró, no de tristeza, sino de alivio “Verás, me gusta ser Reo, no tengo problema con ser un hombre que hace y ama lo que ama, mis gustos siempre han sido distintos… pero, un día decidí hacerme a esta otra persona, a Rena, mi alter mujer, ¡Y me encantó! No como para cambiar mi nombre o cambiar mi sexo, simplemente como diversión, no es precisamente ser un travesti, aunque muchos lo verían así. Luego llegaste tú y… no lo sé, te gustaba tanto Rena que decidí ser ella, usar pronombres femeninos y pedir a quienes me conocían que no mencionaran mucho. Pero eso no es justo para ti, y cuando las cosas se pusieron serias es cuando decido contártelo. Me gusta vestirme como mujer, tengo mucha ropa de mujer, pero soy un hombre que gusta de otros hombres” y así, Reo dejó todo en claro conmigo. Seguí llamándolo Rena en público, a él le gustaba y le parecía divertido, y a mi me gustaba estar con él de cualquier manera, de hecho, no fue tan complicado acostumbrarme a la transición de pronombres según ocasión. Reo es hermoso y puede ser lo que él quiera ser, y si se divierte usando un vestido, seré feliz de comprarle más… No soy muy inteligente para las cosas románticas, además de que soy lento para captar indirectas. Pero él me ha enseñado a ser romántico»

“Kagami…” de pronto llama Reo, con una voz más gruesa pero suave y gentil “Tengo ganas” Reo se muerde el labio pícaramente. Kagami sabe a que se refiere. Ambos se miran y entienden lo que el otro quiere. “¿Podemos?”

“Aún queda tiempo” Kagami mira el reloj mientras empieza a aflojarse los cordones de sus tenis, que pronto salen volando en dos patadas. Se quita los calcetines. Reo se quita las botas que usó el día de hoy, quedando en medias, medias largas y negras. Kagami ve esas largas piernas y traga saliva, su libido puede romper el techo en esos momentos. No es homosexual, no hasta donde sabe, y aún así el cuerpo de Reo lo enloquece. Empezaron su vida sexual unas semanas después de su reanudado noviazgo. Reo fue el guía, admitiendo que tenía experiencia en el área, y Kagami fue el aprendiz.

“Te estoy esperando Reo” llama Kagami desde la habitación, se tiró en la cama para así sacarse los pantalones a patadas y jalones.

“Ya voy, ¡Un minuto, cielito!” la voz de Reo es alegre, ambos están sonriendo.

De pronto aparece Reo, que se quitó su conjunto del día para ponerse algo más picante. Los ojos de Kagami brillan, no se resiste a como el negro encaja tan bien en el cuerpo de Reo, cuyo cabello esta suelto y sus labios brillantes, seguramente se puso bálsamo labial con un ligero sabor a fresa.

Reo brinca a la cama y Kagami le recibe en sus brazos, empieza un juego de cosquillas y ambos ríen mientras las almohadas de adorno para la cama caen al suelo una tras otra. Kagami es besado por todas partes. Ruedan, por poco alcanzan el borde de la cama. Las risas y las palabras melosas revolotean por toda la habitación. Pero cesan, tras las cosquillas hay un momento de tranquilidad, lentamente se relajaron para entonces mirarse a los ojos. Kagami tiene una expresión llena de amor, sin duda ama a la persona que está a su lado en la cama. Reo no resiste la ternura en los ojos de Kagami, siempre ha sentido que un gatito deseoso de amor duerme en lo profundo de su ser, aunque también puede ser un tigre impulsivo y tosco… y entonces empiezan los besos, besos que se gozan lentamente, sin necesidad de apurarse, sin lujuria en exceso, más bien hay deseo mezclado con sentimientos más especiales. Los besos se profundizan. Kagami sujeta el rostro de Reo, decide ser el que domine en esta ocasión, el que dirija el beso, a Reo eso no le molesta, Kagami al inicio era torpe y parecía tener miedo de hacer algo mal, pero ahora es diferente, se deja llevar y busca comunicar lo que no puede decir de forma más poética o elocuente. La cabeza de Reo se nubla, ligeros temblores recorren su cuerpo y hasta el pelo de la cabeza se le eriza, es tan dulce que podría desmayarse en sus brazos.

Se separaron para respirar “Te adoro… Reo” susurra Kagami, bajando para besar el largo cuello del mayor.

“No más de lo que yo te adoro a ti, tigresito” Reo observa cuidadosamente el rostro de Kagami, está sonriendo, pero ocultó su rostro en el pecho de su amante. Sin duda aún no puede con la emoción tan tierna y dulce que lo invade cada vez que Reo lo llama así. Le encanta.

Kagami baja hacia la cintura de Reo, besando cuanto puede. Su mirada deseosa se detiene unos segundos en la hermosa lencería de encaje. Sabe bien qué le espera bajo esa ropa interior, el bulto es evidente, la hombría es clara… y aún así arde por tocarlo. Lo desviste a besos, mordidas y caricias. Reo se acuesta boca arriba y abre sus piernas para dejar que el tigre se acomode entre ellas. Kagami decide darle una felación, es magnífica, no es la táctica más experta o sucia, pero la practica ha hecho a este maestro, y, más que nada, porque es él quien lo hace, quien toca su cuerpo con esa mirada, con esa expresión de su cara. Lo acepta, lo quiere por lo que es, no se niega a su sexo, y lo place, lo seduce… ¡Kagami es el perfecto novio! Ni loco lo deja ir, lo adora, y peleará por él si es necesario.

«Tenía miedo de que todo terminara, tenía miedo de que le desagradara o le causara asco… Esperé que me gritara, que se indignara o que me llamara mentiroso. Pero no, sus ojos miraban hacia el suelo, su mano tapaba su boca, como gesto de confusión, como pensando las cosas y procesando la información. Me pidió disculpas y después tiempo. “No quiso terminar conmigo tan de golpe”, pensé “Tal vez quería buscar una forma suave de decirlo… después de todo es un chico tan tierno…” Y me equivoqué, dos semanas más tarde, su rostro rojo y sus ojos llenos de determinación me dicen a qué conclusión llegó. Hablamos, nos exponemos, dejamos nuestras almas al desnudo… Y Kagami, tan honesto conmigo y con sus propios sentimientos, me deja ver que me quiere en serio y que mi sexo no es suficiente para alejarlo de mí. Aunque yo hubiera entendido, después de todo, mentí y eso estuvo mal de mi parte. Además, no todo el mundo puede cambiar su sexualidad solo porque sí, yo diría que es cuestión de química… Somos candados y otros son llaves, algunas llaves podrán ir en cualquier cerradura, algunos candados podrán ser abiertos por cualquier llave, pero otros no, y eso es perfectamente natural. Kagami es una bendición en mi vida, un regalo inigualable y la persona más honesta y linda del mundo, alguien capaz de aceptarte si tú le aceptas, tan fácil de amar como él puede amarte a ti»

“Vamos a llegar tarde a la fiesta” comenta Reo mientras observa el reloj que descansa en la mesita de noche.

“Ya nos disculparemos luego” reniega Kagami con tono adormilado, aferrándose al cuerpo de su pareja, llevándolo de besos mientras suspira, poniéndose cómodo.

“Vas a quedarte dormido”, dice Reo, su mano se coloca encima de la mano de Kagami, entrelazan sus dedos y el mayor no puede evitar sonreír, también tiene sueño, está demasiado satisfecho después de haber hecho el amor.

“Reo…” susurra Kagami “Iremos por tu vestido mañana”

“Eso no importa, mi cielo” Reo se zafa del agarre de su pareja y se da la vuelta. Kagami lo abraza enseguida, su rostro está en el pecho de Reo, quien lo acuna melosamente, acariciando su cabello. Tampoco quiere moverse, la fiesta da igual, todo lo que importa es ese ligero momento de eternidad, donde parece que podrán estar juntos por siempre, donde todo está bien porque se tienen el uno al otro. Están benditos porque pueden vivir en un tiempo donde pueden quedarse abrazados y dormir en paz tras hacer el amor plácidamente. “Duerme cuanto quieras” agrega Reo mientras le besa la cabeza a su pareja.

“Te amo mucho” Kagami alza el rostro y Reo lo besa tranquilamente.

“Yo te amo mucho más”, dice Reo, a lo que Kagami responde con gruñidos como diciendo ‘no, yo te amo más y ya’. Es lindísimo cuando se pone así.

Al día siguiente, Kagami se disculpó por no ir a la fiesta y todos se burlaron de él por ser un “mandilón” y luego rieron diciendo que su chica nunca lo dejaría salir de casa. Luego, Rena y Kagami fueron de compras, que salieron muy bien ya que el ojo de su pareja es excelente para cazar ofertas y descuentos especiales por lo cual el bolsillo del novio no se vio tan afectado.

Antes de irse, Kagami vio un aparador con anillos de boda, y sonriendo pensó: ¿Qué dirían todos si les dijera que quiero casarme con Rena, pero en el altar terminaran por ver a Reo?... Será divertido cuando pase… Una boda… Tendré que trabajar horas extras si quiero pagar eso.

 

Notas finales:

Los amo ;w; 


Este one-shot fue muy simple y lamento las comillas para los dialogos, esa es una gringada (nosotros usamos guion largo para dialogos) pero en estos momentos por cosas tecnicas estaba en chino ponerlos. :'DD


Espero les haya dado ataque de azucar.


¡Nos vemos!


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