["Nadie sospecharía de mí, y si lo hacen, no encontrarán prueba alguna..."]
...
Era un día demasiado lúgubre, varias personas se encontraban reunidas en el cementerio siendo partícipes de un entierro.
Las palabras dichas por el sacerdote habían sido emotivas, tanto, que incluso provocaron algunas lágrimas en los presentes.
-Lamento lo de tu primo.- Se acercó un compañero de su trabajo a darle el pésame.
-Gracias Mike.- Susurró limpiándose algunas lágrimas, no le gustaba que la vieran llorar.
-Ven aquí pequeña Jess.- La abrazó con fuerza y delicadeza al mismo tiempo, la otra no lo resistió, se derrumbó y lloró en sus brazos, su amigo acarició su espalda lentamente. -Tranquila, sé que lo querías demasiado y era tu primo favorito, pero verás que todo estará bien, encontraremos juntos al culpable y lo haremos pagar.- Sentenció.
Los sollozos de Jessica se fueron calmando, ésta se alejó un poco del abrazo, limpió sus lágrimas y asintió decidida.
-Encontraré a ese malnacido aunque sea lo último que haga.- Determinó con firmeza.
...
Mike y Jessica trabajaban como agentes de policía, investigaban casos de asesinatos, al igual que su jefe, Diego, quien era una persona sumamente fría y calculadora, "casi" sin escrúpulos.
Ellos tres eran los miembros más destacados del departamento donde laboraban, además de ser los mejores "detectives" en todo el condado por su especialización con los crímenes de asesinato.
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-¿Por qué su esposa no lloró? ¿Acaso no le dolió la pérdida de su marido? Yo la vi muy bien, incluso podría decir que hasta estaba feliz.- Comentó Mike al momento de abrir la puerta, se hizo a un lado y dejó pasar primero a su amiga.
-No lo sé, a mí también me sorprendió su actitud.- Habló pensativa mientras se sobaba el cuello.
-Podríamos hacerle unas cuantas preguntas rutinarias, no quiero adelantarme, pero es un buen prospecto de sospechosa.- Añadió.
-Puede que tengas razón...
-¿A quién planean investigar?- Interrogó Diego con su seriedad característica y metiéndose sin ser invitado a la conversación.
-Eso no te incumbe.- Musitó Mike a la defensiva, no le caía para nada bien el otro por su actitud prepotente.
-Según escuché, piensan investigar el fallecimiento de tu primo, ¿no es así?- Dirigió su mirada escrutadora a Jess. -Creí que ese caso estaba cerrado, los informes mostraron que su muerte fue por causa natural, una parálisis cerebral.- Juntó sus manos y observó fijamente a ambos. -Pensé que era más profesional señorita Villegas, no puede dejarse guiar por los sentimientos, ni mucho menos involucrarlos en su trabajo, eso va contra la ética de su profesión.- Agregó con desdén.
La chica apretó sus puños con impotencia.
No estaba involucrando sus sentimientos, ella sólo quería justicia.
-Se equivoca agente Torres, esos documentos pudieron ser alterados, nuestro deber es investigar todo lo posible hasta encontrar la verdad; además, aún hay cabos sueltos, pues el fallecido se encontraba muy bien de salud, poco antes de que muriera asistió a una revisión rutinaria y en los resultados mostró estar completamente sano.- Argumentó Mike.
-Pero se sabe que era hipertenso y padecía diabetes a pesar de su joven edad.- Respondió como si nada.
-¿Usted cómo sabe eso?- Inquirió Jess.
Diego abrió sus ojos más de lo normal, pero los regresó a su estado original instantes después.
-Me llegó el informe.- Contestó sin más.
Mike lo observó de manera sospechosa.
-¿Por qué se estancan en un caso que ya está cerrado? Tienen mucho trabajo que hacer y no pueden estar perdiendo el tiempo en cosas que no lo valen.- Habló sin tacto. -Vuelve a tu puesto de trabajo Castillo.- Ordenó, Mike a regañadientes se dirigió a su escritorio. -Y usted señorita, si tanto quiere encontrar al supuesto culpable de la muerte de su familiar le doy permiso, sin embargo, nadie debe saber explícitamente lo que está investigando y tendrá que informarme de cada hallazgo que obtenga.- La miró fijamente. -Sólo tiene un mes para encontrar las pruebas necesarias y determinar que fue un asesinato, si no lo logra durante ese tiempo, daremos por finalizado el caso.- Agregó. -Le deseo suerte y tenga mucho cuidado, no sabe con lo que está tratando.- Advirtió.
Jessica asintió decidida, no importaba que ahora la situación se tornaba más difícil, ella lograría su objetivo.
Así que la cuenta regresiva daba comienzo...