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Love Is In The Air por Dagi

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Notas del fanfic:

Spn pertenece a su creador y a CW. Esta historia surgió de un aviso de Onetruepairingideas y lo convertimos en un fic de Navidad. 

No Beta.

Notas del capitulo:

Gruñon Cas/Suave Dean

Está en el aire.
 
Es difícil de explicar, pero cada mañana de Navidad es única y mágica.
 
Y Dean lo sabía muy bien.
 
Se despertó temprano como de costumbre y por un tiempo se dejó llevar por aquella atmósfera de paz.
 
Dean se removió debajo de las mantas y sus ojos parpadearon para quitarse por completo el sueño. Miró la hora en su teléfono y suspiró, eran las 7:30 AM.
 
—Dean... —Castiel gruñó a su lado cuando sintió el constante movimiento. Rodó sobre su costado y envolvió sus brazos alrededor de la cadera de Dean —. Quédate conmigo unos minutos más —susurró en su oído.
 
Dean amoldó su cuerpo mas cerca y se mantuvo unos segundos disfrutando del calor que compartían. Con un clima tan frío, él dejaba que Cas tomara el relevo y fuese quien lo abrazara por las noches, siendo la cuchara grande.
 
—¿Cas?
 
—Todavía no—protestó.
 
Dean se mordió el labio, tratando de no reirse con la actitud malhumorada del hombre. Cas nunca habia sido del tipo madrugador y aunque eso podría parecer un defecto, Dean amaba esa parte quejumbrosa en él.
 
—Vamos, Sunshine... alguien tiene que limpiar el desorden de anoche.
 
—No.
 
—Tenemos que terminar de cocinar... acomodar los regalos debajo del árbol... sabes que la familia vendrá al mediodía.
 
—Mhm-bien-mhm...—respondió mientras lo soltaba a regañadientes.

Dean sonrió y presionó un beso suave en la sien de Cas antes de levantarse.
 
Se envolvió en su bata, se calzó sus pantuflas y salió de la habitación.
 
***
 
Mas tarde, Dean entró despacio al dormitorio maniobrando la bandeja del desayuno. Se quedó quieto al ver que Castiel ya estaba levantado, mirando concentrado por la ventana.
 
Dean decidió probar las aguas y aclaró su garganta para hacer notar su presencia.
 
Cas se giró y la expresión de su rostro era seria y cansada.
 
—Bueno, creo que mi desayuno sorpresa ya no es sorpresa —le dijo cauteloso mientras se acercaba a Cas y unía sus labios en un beso casto —¡Feliz Navidad!
 
—¡Feliz Navidad, Dean! —contestó con una voz aún tomada por el sueño. 

Castiel aceptó con gusto la taza de café humeante y bebió unos cuantos sorbos.
 
Dean escuchó los gemidos obscenos salir de la boca de Cas y supo que era una buena señal. Significaba que de a poco el monstruo gruñon estaba desapareciendo.
 
—¿Qué haces despierto? No me malinterpretes, Cas... pero creí que me tomaría más que unos besos para que te levantaras.
 
Castiel no le contestó de inmediato y sólo le hizo una seña con su cabeza para que Dean se aproximara.
 
—¿Algún problema?
 
—Mira por la ventana. Ahí esta tu respuesta. 
 
Al instante, Dean abrió sus ojos, sorprendido. Su vecino estaba realizando una danza feliz teniendo puesto un gracioso pijama de Reno, sin importarle la nieve ni el que dirán, mientras instalaba unos parlantes en la entrada de su casa.
 
—¿Qué demonios...?
 
—Hace unos momentos se encontraba gritando "Feliz Navidad" mientras hacía tintinear una campana.
 
Dean se echó a reír.

—¿Puedes culparlo? Es el espíritu navideño, Cas—le aseguró.
 
Las reacciones sútiles de Castiel no pasaron desapercibidas para él y aunque el hombre lanzaba bufidos, se dio cuenta que la situación también le divertía.
 
De repente, una canción comenzó a escucharse en el exterior.


 
|Sabes que no se trata de
todas esas cosas materiales (no, no) 
Lo que tienes que pensar
Es el amor que trae la Navidad (sí)|


 
Cas se asombró y Dean, por su parte, aprovechó la situación. Agarró la taza de las manos de su novio y lo dejó en la mesita de luz.
 
Castiel entrecerró sus ojos, mirándolo curioso.

—Dean... ¿Qué haces? 
 
—Quiero bailar contigo.
 
—Yo no bailo—sentenció con los brazos cruzados sobre su pecho.
 
—Ya somos dos, Cas —sonrió con calma—. Oh, vamos. No seas Scrooge.
 
Castiel se quejó y señaló sus vestimentas como otra débil excusa; los dos hombres estaban vestidos con sus batas blancas y lo único que rompía esa monotonía, eran sus pares de medias con diseños navideños.
 
—Nadie nos ve, Cas. No como a nuestro enérgico vecino. Ahora, suaviza esas cejas —Dean lo atrajó hacia él para envolverlo en un abrazo mientras que la cara de Cas descansaba sobre su hombro. 
 
—Esto es una mala idea...
 
—Shh... deja de murmurar y sólo relájate.
 
Dean comenzó a conducirlo de un lado a otro, con movimientos suaves y lentos. Cas suspiró rendido y su cuerpo se volvió ligero al tacto.
 
La música invadía el dormitorio, quebrando el silencio en un insistente murmullo.
 
Dean acompañó las primeras notas de la canción con su voz y Cas podía asegurar que su novio tarareaba la melodía terriblemente.
 
Se balancearon un tiempo más y se separaron. Castiel levantó la vista y miró fijamente a Dean. 
 
—¿Qué?
 
—Gracias por tu paciencia, Dean —dijo con un semblante mas suave y alegre—. Sé que puedo ser muy difícil por las mañanas.
 
Dean negó con la cabeza.

—No tienes nada de que agradecer, Cas —tomó el rostro del hombre con sus manos y capturó sus labios en un beso que reclamaba ser más largo,  pero que se detuvo cuando Castiel susurró:
 
—¿Puedo pedirte un deseo de Navidad?
 
—¿Un deseo de Navidad? —repitió Dean —. ¿Y cúal sería?
 
Cas lo besó.
 
—Regresemos a la cama —lo besó de nuevo—... y te lo haré saber, Dean.
 
—¡Que suerte la mía!—Dean se rió entre dientes.

Era guiado de vuelta a la cama mientras Cas se salía con la suya.
 
El día de Navidad recien iniciaba.

Notas finales:

Gracias por leer.

Canción: One Wish For Christmas; Whitney Houston.


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