Diciembre… la gente se lanza salvajemente contra las tiendas, aprovechando las ofertas para conseguir cosas inútiles y todo tipo de ingredientes para cocinar la cena de navidad. Algunos simplemente deciden salir a dar la vuelta y comer fuera de casa, otros van a los bares para las celebraciones del fin de año o simplemente para pasar el rato entre amigos...
Afuera de uno de los bares más conocidos de la ciudad se encontraba estacionado un coche, se abrió la puerta del copiloto y salió un hombre relativamente joven de cabello negro, cerró la puerta y se inclinó sobre la ventanilla.
—Kyle, te quedarás a vigilar al chico —dijo a su acompañante— parece que está saliendo con Isthar Allastor pero tenemos que confirmarlo. Quiero saber si es su pareja, un amigo, un familiar, lo que sea, pero quédate aquí, no entres al bar.
—Entendido jefe —Kyle sonrió y sacó unos binoculares—, estaré vigilando.
—Tengo que adelantarme, así que te quedarás solo, si llega Allastor asegúrate que no te vea, por eso NO.ENTRES.AL.BAR
—Entiendo jefe, no hay problema.
—Hablo en serio Kyle, no entres.
—No, no voy a entrar.
—Si entras te despido.
—Está bien. —Kyle se cruzó de brazos y enseguida se quedó solo. Sacó los binoculares y comenzó a observar el lugar. El bar estaba vacío pero los empleados comenzaron a llegar poco a poco, con lo que las luces comenzaron a encenderse mientras la música brotaba del interior.
Un chico con cabello castaño y rostro cubierto con pecas salió del bar a colocar un anuncio con las promociones navideñas, Kyle lo observó con los binoculares y reconoció al chico que tenía que vigilar, aunque desapareció rápidamente y no pudo verlo más de cerca, así que leyó el anuncio que ofrecía bebidas al 2x1 ese 23 de diciembre, disculpándose por no abrir sus puertas el 24 y 25 por ser días festivos.
Consultó su celular, 8:45 pm, apenas había pasado una hora. Arrojó los binoculares a un lado y sacó una revista, hojeó un par de notas pero no podía dejar de voltear hacia el bar. Lanzó la revista al asiento trasero. Se acomodó tras el volante para encender el radio y sintonizar su estación favorita, dispuesto a cantar un rato para pasar el tiempo, pero apenas iba a media canción cuando sintió algo de vergüenza y apagó el radio. Sacó su celular y se metió a Fishbook, pero le pasó exactamente lo mismo: no dejaba de voltear hacia el bar.
<<¿Por qué no puedo entrar? ¿El jefe no confía en mí? Conozco a Allastor, si lo veo puedo esconderme>> consideró por un momento mientras seguía observando el bar desde el asiento del conductor. <<¿Y cómo voy a vigilar al chico desde aquí? El jefe debe estar poniéndome a prueba...>> pensó justo antes de tomar las llaves y salir del coche.
Kyle entró al bar sin problemas, se acomodó en la mesa y esperó impacientemente a que lo atendieran. Poco después se aproximó a él un chico con el cabello largo recogido en una cola de caballo, empujando a un par de meseros para atenderlo primero. <<¿Y a éste qué le pasa?>> pensó mientras el mesero se presentaba...
Chris
—Johan, Johan, Johan, Johan, Johan, Johan, Johaaaaaaaaaaaaan, ¡mira nada más lo que acaba de entrar al bar! —Un par de chicos comenzaron a reírse en la barra, Johan lo jaló del brazo.
—Chris, baja la voz, estás llamando la atención —murmuró Johan, Chris abrió los ojos de par en par y lo tomó del cuello de la camisa.
—¿Me estás escuchando? ¡Míralo, es perfecto! Alto, musculoso, guapísimo... ¡y es mío! —respondió, soltó a Johan, agarró varios menús de la barra y salió corriendo.
Después de atropellar a un par de meseros logró acercarse a su nuevo cliente.
—Hola guapo, bienvenido, te dejaré el menú y enseguida vendré a tomar tu orden, me llamo Chris —exclamó con frenesí, trató de sacar un menú pero se le cayeron todos de las manos, comenzó a reír nerviosamente mientras se agachaba para recogerlos, deslizándose cuidadosamente al frente; sin embargo, perdió el equilibrio y fue a dar contra el suelo.
—¿Estás bien? —preguntó el cliente, Chris se incorporó en seguida y le ofreció el menú mientras se arreglaba la ropa con otra mano.
—Sí, sí, claro. Ehm, ¿se te ofrece algo? Puedo traerte lo que quieras. Lo. Qué. Quieras. —Chris sonrió un poco pero aún no podía controlar el sonrojo en su rostro por haberse caído.
—Bueno, en realidad quería hablar con tu amigo —dijo de pronto, Chris se acercó un poco a la mesa mientras preguntaba:
—¿Qué? ¿Quién? —El cliente señaló a un jovencito de mediana estatura y ojos grandes, era Johan—. No, ¿por qué él? No es justo, qué tiene él que no tenga yo, ¡dime!
—¿Eh? —El cliente parecía confundido con la rabia de Chris, pero respondió—: Un amigo quiere hablar con él.
—¿Y por qué no vino tu amigo? —Chris comenzó a apretar los menús con tanta fuerza que sus nudillos perdieron algo de color.
—Da igual.
—Ash, está bien, ¿y quién eres? —Chris sacó su libreta como si fuera a tomar la orden.
—Kyle, ¡no, espera! —Chris sonrió y se fue a buscar a Johan.
<<Ya sé tu nombre, grandote precioso>> pensó, y al llegar a la barra volvió a sujetar a Johan de la camisa.
—Eres un imán de los hombres que me gustan, ¡te odio! —Chris jaló a Johan y señaló a su cliente—, se llama Kyle y quiere hablar contigo, ve con él y recházalo gentilmente, así podré consolarlo, oh sí...
—Ni siquiera sabes para qué me busca, pero está bien, voy a hablar con él —respondió Johan mientras suspiraba, resignado a su suerte, después dio la vuelta y se encaminó hacia el cliente, el cual no le daba buena espina.
Johan
—Hola, ¿quieres sentarte? —dijo Kyle con una inmensa sonrisa, Johan sintió que era un gesto forzado y se sintió nervioso, sin mencionar que la puntiaguda dentadura del cliente lo hacía ver algo amenazante.
—No gracias, perdón, ¿pero quién me busca? —Johan se cruzó de brazos y prefirió permanecer parado.
—Vengo de parte de un amigo que quiere conocerte —respondió Kyle, Johan miró hacia arriba, recordando.
—Disculpe pero... estoy saliendo con alguien —dijo sin dudarlo, aunque él mismo parecía confundido. <<¿En serio puedo decir eso, en serio estamos saliendo?>> pensó Johan por un momento, pero volvió al presente.
—Aja, ¿y quién es? —preguntó Kyle, Johan arqueó una ceja. <<Qué molesto>> pensó antes de responderle.
—Perdón pero eso es privado, con permiso. —Johan dio la vuelta sin esperar la respuesta del cliente y se aproximó a toda velocidad para reunirse con Chris.
—¡JOHAN! ¿Qué pasó? No me digas, no me digas, déjame adivinar: Quiere casarse contigo, darte todo su amor y ser felices para siempre, ¿verdad? ¡Te odio! —Uno de los clientes de la barra escupió el trago y otros dos soltaron una carcajada, Johan jaló a Chris y se lo llevó al otro extremo.
—Nos van a regañar, baja la voz. Él no me buscaba, era su "amigo" —respondió Johan.
—¿Cómo le haces para tener tantos hombres detrás de ti? Cuéntame tu secreto, anda. —Chris le guiñó el ojo y le dio un golpecito amistoso.
—No sé… oye, normalmente eres tú el que consigue el número de los clientes, a mí me pasó una sola vez con Isthar y desde entonces no dejas de decirme lo mismo.
—Ay sí, pero cómo puedes comparar a los clientes de aquí con el mismísimo Isthar “Daddy” Allastor. Deben ser esas pequitas tuyas que te hacen ver tierno, sí, das ternura y eso atrae su instinto depredador. —En ese momento escucharon una carcajada, voltearon lentamente y vieron a otro cliente riendo a carcajadas mientras esperaba a ser atendido.
—Vamos Chris, tenemos que seguir trabajando —murmuró Johan, Chris miró sobre su hombro para espiar a Kyle, quien revisaba el menú con poco interés
—¡Te perdono Johan, es mío! —Y salió corriendo hacia donde estaba Kyle. Johan tomó la orden del cliente risueño antes de ir a la cocina para traer el jarabe del trago que tenía que preparar, de pronto su teléfono comenzó a sonar y él se detuvo a contestar.
—¿Sí? —“Johan, soy Isthar”. Johan supo que Isthar no lo dejaría colgar, así que sujetó el teléfono con el hombro y la cabeza mientras buscaba el jarabe.
>>Hola, estoy trabajando, ¿te puedo llamar después?
“Será rápido, ¿quieres ir a mi casa a cenar mañana?”
>>Pero mañana es Nochebuena, ¿no tienes planes con tu familia? —respondió Johan, encontró el jarabe y volvió a tomar el teléfono con la otra mano.
“Pero quiero una nochebuena contigo”.
>>¿Estás jugando? —Johan se ruborizó con el comentario y se dirigió a la barra para preparar el trago. —En serio tengo que irme, hablamos después.
“Está bien, pasaré por ti a las ocho”. Respondió Isthar y colgó el teléfono. Johan se quedó pensando por un momento antes de seguir trabajando: <<En serio es persistente…>> aunque una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, lo cual le valió varias propinas de los clientes de la barra. Johan levantó la vista para ver lo que estaba haciendo Chris, y no le sorprendió verlo recargado en el borde de la mesa de Kyle, aunque en un momento dado se sentó con él…
Kyle
—¿Y... qué te sirvo? —preguntó Chris, listo para tomar nota.
—¿Éstas cervezas son las únicas que tienen? —dijo Kyle después de revisar el menú
—Sí, hoy tenemos una promoción especial de 2x1 después de las 7. —Kyle pareció iluminarse con eso y respondió:
—Bien, tráeme una yarda de cerveza oscura de barril.
—Ehhm, es un vaso grande... ¡en seguida te lo traigo! — gritó Chris y se lanzó a toda velocidad a la cocina. <<Con suerte y logro emborracharlo...>> pensó, ignorando a los otros clientes que tenía.
Kyle aprovechó que estaba solo y llamó por teléfono.
>>¿Jefe?
"¿Ahora qué hiciste, Kyle?".
>>Nada, nada, nada, bueno sí, me metí al bar.
"¡Kyle!".
>>¡Tenía sed!
"¡Kyle! No me importa tu sed, ¡no tenías que entrar al bar! Bien, bien, sal de ahí. ¡No! Tengo una idea, habla con el chico y sácale información".
>>Ya hablé con él, dijo que estaba saliendo con alguien pero no me dio su nombre.
"Si él no te da información entonces pregúntale a alguien más, pero vigila a tu alrededor y cuida que no te vea Allastor, si es que aparece".
>>Sí jefe, ya me voy, le llamaré después.
Kyle colgó el teléfono en cuanto llegó Chris con dos inmensas yardas llenas de cerveza.
—Aquí tienes guapo —dijo Chris, dejando ambas bebidas en la mesa.
—Gracias, oye… —<<¡Qué le digo, qué le digo, qué le digo! ¡¡Ya sé!!>>— ¿por qué te enojaste con tu amigo?
—¿Con quién? —Kyle señaló a Johan con un movimiento de cabeza— Ah, ¿Johan? Oh, no estoy enojado con él, ¿por?
—Ah… porque… te veías enojado —Chris sonrió por el repentino interés de Kyle y se ruborizó un poco, especialmente después de perderse viendo su musculoso...— !Oye! ¡Te estoy hablando!
—¿Ah, qué? ¿Perdón, qué decías? —Chris sacudió la cabeza y trató de no observarlo tan detenidamente, o al menos trató de desviar la mirada con menor frecuencia por sus músculos.
—Te decía que mi amigo estaba triste porque fue despreciado y quería saber si el otro tipo lo valía.
—Uff, no debería de decírtelo, ¡pero sí! —Chris se desplomó en el asiento y Kyle se sobresaltó por lo mucho que se acercó a él—. ¿Pero qué crees? No vas a poder adivinar con quién está saliendo...
—Pruébame.
—No me tientes, yo te pruebo cuando quieras —Chris se mordió el labio inferior y bajó la mirada unos segundos mientras levantaba las cejas un par de veces.
—¡Eh? ¡Estás jugando conmigo? —Kyle frunció el ceño al sentirse acosado y se cruzó de brazos, con lo cual flexionó accidentalmente los bíceps; Chris se quedó pasmado, observándolo, hasta que recordó que Kyle estaba esperando su respuesta.
—Ash, le quitas la diversión al asunto.
—Ya… —Kyle de pronto recordó el tema y trató con otro juego de palabras— ¿entonces está saliendo con una celebridad?
—¡Sí! Nada más y nada menos que con...
—¡CHRIS! —el recién mencionado saltó en su lugar al ver a su gerente llamándolo desde el otro lado del bar. Chris se levantó de prisa.
—Perdón, tengo que seguir trabajando, pero mi turno termina en unas horas, podríamos seguir hablando después —Chris le guiñó un ojo y salió disparado para recibir el regaño de su gerente.
Kyle sacó su teléfono para llamar a su jefe, pero en ese momento alcanzó a ver cómo se atravesaba una esfera de cristal por la barra a toda velocidad…
—¡Qué fue eso! —gritó uno de los clientes, su amigo se encogió de hombros y dijo:
—No sé, parecía ser un pez... —en ese momento lo escuchó otro cliente, bastante borracho, se levantó de inmediato y gritó:
—¡¡A quién le dices pez!!!
—Relájate amigo, no estaba hablando de eso —comenzó un joven de cabello negro y largo, pero el borracho tiró la silla y fue directo al otro cliente.
—¡Me di-dijiste pez!
—¡¡No, no me refería a eso!! —trató de explicarse el asustado cliente pero de nada le valió, ya que el borracho comenzó a golpearlo sin decir más y comenzó una pelea; Kyle guardó su celular y se bebió una de las yardas de un trago, feliz con el espectáculo improvisado.
En ese momento vio que Johan había dejado su teléfono para tratar de separar a los hombres, Kyle se levantó y se acercó a la escena, más que dispuesto a tomar el celular de Johan y salir del bar; se acercó a escasos metros, deslizándose por la barra de mármol, ya estaba muy cerca del teléfono, era cuestión de estirarse para tomarlo y huir con el jefe, quien se encargaría de comprobar si los números que tenía el chico coincidían con el número de Isthar, e incluso podrían usarlo como carnada…
—¡Kyle, sepáralos, anda! —Kyle brincó por el susto y se giró, era Chris, quien se había aferrado a su brazo y lo jaloneaba hacia los tipos que estaban peleando. <<¡Este tipo me echó a perder todo!>> pensó Kyle, y para evitar desquitarse con Chris se acercó a la pelea, agarró al borracho del cuello y lo arrastró hacia la puerta, en donde lo sujetó del cinturón y lo arrojó a la calle. <<Siempre quise hacer eso>> pensó mientras daba la vuelta, los otros clientes lo miraron con admiración, otros con envidia, y Chris parecía querer comérselo con los ojos.
Chris
—Muchas gracias guapo, pensé que iban a destrozar el bar —dijo Chris una vez que Kyle estuvo a su alcance, Kyle siguió derecho hacia su mesa.
—No es nada, estaba aburrido.
—¿Entonces…? Ah, espera —Chris se lanzó de nuevo con su gerente y después de hablar un poco con él regresó con Kyle—. ¡Qué crees! El gerente te acaba de ofrecer una cortesía, tu cuenta será cubierta por el bar.
—¿En serio! ¡Entonces tráeme otra yarda oscura! —gritó Kyle completamente emocionado mientras se tomaba la yarda que le quedaba.
—Enseguida grandote —Chris salió volando hacia la barra y agarró a Johan del brazo, diciendo:
—Él será mi futuro esposo, nos casaremos en primavera y le daré muchos hijos, todos igualitos a él —dijo Chris en medio de suspiros transformados en profundas exhalaciones, Johan volteó a ver a los clientes de la barra y se alivió al ver que no los habían escuchado.
—Chris, tranquilo, ni siquiera lo conoces…
—¿Celosito, porque mi futuro esposo puede tirar borrachos por la puerta? Ay Johan, compórtate, y si me disculpas, iré por cerveza para embriagar a mi hombre —se volvieron a escuchar risitas en la barra, por lo que Johan prefirió darse la vuelta mientras Chris entraba a la cocina y regresaba con dos inmensas yardas oscuras.
Así estuvo hasta que terminó su turno, pero como aquella noche le tocaba cerrar estuvo rezando para que no se le escapara Kyle, y por suerte para él, lo encontró dormido encima de la mesa.
—Ptsss, grandoteeeee, Kyleeeee, esposo mío…
—¿Eh? —Kyle se incorporó un poco y se frotó los ojos, había perdido la cuenta de cuántas yardas se había tomado y el mareo que sentía no lo dejaba ver bien la hora.
—Ya vamos a cerrar, ¿te acompaño a tu casa?
—¿Eh? Si ni… ni sé nn en dÓnd-de vi-vo.
—Ay, ¿cómo no sabes en dónde vives? Ven, te ayudo a levantarte —Chris trató de apoyar uno de los brazos de Kyle en sus hombros pero pesaba demasiado y no pudo levantarlo—. No quiero sonar grosero pero ayúdame a pararte.
—T-te dijjje qque no ju-garas con-miggo —respondió Kyle como pudo.
—Ahora sí no estoy jugando… hey, ¿quieres ir a mi casa? —Kyle no respondió, pero asintió con la cabeza, por lo que Chris agregó—: No te preocupes, te puedes quedar hasta mañana.
Kyle trató de consultar su teléfono pero se le había acabado la batería, se lo mostró a Chris y éste entendió que tenía que cargarlo en su casa. <<Cuando lleguemos lo acomodaré tan bien que no querrá irse mañana, y tal vez pensará en cómo agradecerme…>> pensó Chris, todavía arrastrando a Kyle hacia la puerta; en la salida tuvo que detenerse para que no se le cayera su propia mochila, y en eso recordó cierto detalle que lo hizo voltear hacia arriba. Y ahí estaba, justo como lo había dejado: Un pequeño trozo de muérdago que se le ocurrió colgar en la tarde, y desde entonces, que tantos besos había provocado ese día.
—Grandulón, me debes algo. —Chris sonrió, Kyle ladeó la cabeza, un tanto confundido.
—L-luego t-te pago —balbuceó Kyle, Chris lo tomó de la mandíbula y lo hizo mirar hacia arriba, Kyle tardó en enfocar la mirada pero alcanzó a distinguir el pequeño adorno sobre la puerta.
—¿Q-Qué sss eso?
—Muérdago, lo colocamos en la tarde.
—¿Y, t-te lo bajo o qué? —Kyle se recargó un poco en la puerta y entrecerró los ojos.
—¿No conoces el muérdago? Bueno, déjame enseñarte —Chris rodeó a Kyle con sus brazos y lo besó, Kyle volvió a abrir los ojos y trató de decirle algo, así que Chris aprovechó esa nueva abertura para entrelazar sus labios con los de Kyle, quien seguía sin saber lo que estaba haciendo. Al final se dejó llevar por la iniciativa de Chris y lo jaló hacia él, levantándolo del piso al incorporarse…
—¡¡TOMAME AHORA!! —gritó Chris de repente, Kyle lo miró extrañado.
—¿QUÉ? Noooo —respondió, Chris se lanzó de nuevo a sus labios y volvió a separarse para recuperar el aliento y volver a gritar:
—¡Aquí o en donde quieras, y tómame por donde quieras!
—¡CHRIS! —Los dos voltearon para encontrarse con que no estaban solos.
—¡Gerente! —Kyle bajó a Chris y trató de salir por la puerta, pero Chris lo detuvo del brazo— ¡ya me voy, nos vamos, adiós!
Volvió a tomar a Kyle del brazo y salieron a la calle a tomar el primer taxi que se les atravesara, Kyle le señaló su coche y Chris se lo llevó felizmente, colocando a Kyle como copiloto.
A la mañana siguiente…
Kyle
—Uhhhh, mi cabeza —Kyle se incorporó lentamente, miró a su alrededor y vio que el póster “I <3 big boys” no era suyo, así que giró lentamente hacia su lado derecho hasta encontrarse con Chris, durmiendo plácidamente sin una pizca de ropa; Kyle levantó las cobijas que traía encima y se cubrió de inmediato: estaba completamente desnudo.
Kyle apartó la cobija con mucho cuidado y se levantó de puntitas, se tiró al piso para juntar toda su ropa mientras se vestía a toda velocidad, por el momento se puso la ropa interior, pantalones y zapatos, la camisa la dejó para después ya que tenía que encontrar su teléfono; carga completa, lo encendió y soltó un quejido ahogado cuando vio todas las llamadas perdidas y mensajes de su jefe.
—Ay no, ¿qué hice? —murmuró en voz baja.
—Corrección, qué hicimos... —le respondieron desde arriba, Kyle se incorporó hasta encontrarse con Chris, todo sonrisas con el cabello alborotado— buenos días grandulón, ¿quieres el desayuno en la cama?
Sin esperar más, Kyle tomó el celular y las llaves del coche antes de salir corriendo, escuchando a lo lejos que Chris le gritaba: "Noooo, regresaaaaaa".
Kyle encontró su coche estacionado afuera de la casa de Chris, entró disparado y condujo a toda velocidad. <<No, no, no, no, no, no, no, ¿qué le diré al jefe? No puedo llegar a decirle “oferta 2x1 y noche en la casa del mesero”. No, no, ¡no! >> Kyle no tuvo tiempo de pensar en algo más, ya que la residencia del jefe estaba muy cerca de ahí. Disminuyó la velocidad y se estacionó afuera, miró su teléfono para recibir la nueva llamada del jefe pero prefirió no responder; entró a la residencia y se encontró cara a cara con su posible verdugo.
—¡Kyle! ¿En dónde diablos estuviste, te estuve llamando toda la tarde! —Recibió una llamada y se detuvo para responder— Habla Marcus, sí, sí, después te regresaré la llamada, tengo que matar a un idiota.
—Perdón jefe, perdí la cuenta…
—¡Estuviste bebiendo en horas de trabajo! —interrumpió Marcus, Kyle le respondió:
—¡Fue cortesía del bar!
—¡Ya! ¿Al menos confirmaste las sospechas?
—Yo… —<<¡No recuerdo nada!>> pensó completamente aterrorizado— le iba a llamar para decirle algo importante, pero comenzaron a pelearse en el bar y me distraje.
—¿En serio no recuerdas nada?
—No, el mesero que me llevó a su casa me dijo que el chico estaba saliendo con una… una… ceeeel… algo.
—¿Cel? ¿Celebridad? —Kyle asintió— Eso no nos dice mucho. Espera, ¿el mesero te llevó a su casa? ¿Por eso no respondías, tan ocupado te tenía?
—¡Jefe!
—Hey, déjame burlarme un rato, no seguiste mis órdenes, no confirmaste la información, y si me hubieras llamado te habría dicho que siguieras al chico para averiguar en dónde vive. —Marcus se fue a la cocina y le arrojó una galleta—. Come algo antes de contarme lo poco que lograste averiguar anoche. —Marcus se sentó en el sofá y Kyle hizo lo mismo, haciendo una pequeña mueca de incomodidad al hacerlo—. Mira, no sabía que eras versátil…
—¡Jefe! —Kyle se sonrojó por el comentario y se cruzó de brazos, advirtiendo al instante que no traía camisa. Se cubrió con las manos, se olvidó de eso y uso uno de los cojines del sofá.
—Ah, ¿apenas te diste cuenta? Por eso supuse que habías estado “ocupado” —dijo Marcus, haciendo énfasis en la última parte. Kyle le dio una mordida a la galleta, arrancándole la cabeza al hombrecito de jengibre, así que recordó que tenía días libres porque a Marcus no le gustaba trabajar en esas fechas.
—Uhh, feliz navidad jefe —murmuró, avergonzado por presentarse sin camisa, con resaca y con dolor en la espalda baja…
—Eso es mañana, pero igualmente
—¡Ah! —Kyle soltó el cojín por el recuerdo— ¡¡Se me olvidó su regalo!!
—¿Me compraste un regalo?
—¡Sí! Lo dejé en... espere, ¿usted no me compró uno!
—Uhm, no hace falta, ya te "dieron" tu "regalito" —Marcus trató de aguantarse la risa, así que se levantó hacia la cocina, Kyle lo siguió de cerca.
—Ah, ¡qué cruel es conmigo! —Kyle se dio la vuelta, pero se detuvo al escuchar a Marcus:
—Nahh, es tu culpa. Bueno Kyle, al menos sabemos que el chico sale con una celebridad... pero tenemos que confirmarlo. Ya será después, lárgate a tu casa con tu familia. Regresa en enero para seguir trabajando, tenemos varias cosas pendientes.
—Gracias jefe, felices fiestas.
—Igualmente. —Kyle se dio la vuelta y caminó a la salida hasta que volvió a escuchar a Marcus—. Si vuelves a beber durante el trabajo te despido.
—S-sí, gracias jefe… —Kyle no esperó más ocurrencias de Marcus y salió corriendo con sus hermanos y su padre, incluso Marcus parecía ablandarse un poco en navidad y Kyle estaba agradecido por no perder su trabajo.
<<Si regreso al bar ese chico no me dejará en paz… aunque podría sacarle información, creo. ¿Cómo se llamaba? Ah, Chris. ¡Este dolor me lo vas a pagar!>> pensó Kyle, pero se sonrojó al pensar que a Chris no le importaría en lo más mínimo que le regresaran el dolor. <<Bueno, al menos podría meterle el muérdago por el… no, me diría que más profundo>> subió al coche y una ligera punzada de dolor le recorrió la espalda. <<¡Voy a ahorcarlo por hacerme esto!, no, probablemente diría “Harder, daddy”>>.
Kyle volvió a sonrojarse, antes de ponerse la camisa notó que estaba rota de la espalda, pues tenía unas interesantes líneas verticales… Kyle sacó la chamarra de cuero que traía en el asiento trasero y se la puso, no sin antes arrojar la camisa a un lado. Condujo a casa y trató de pensar en otra cosa, pero el constante dolor en su espalda baja y algunos recuerdos nocturnos lo siguieron el resto del día.
De cualquier forma, estar con su familia lo distrajo lo suficiente como para tener una velada agradable.