Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Todo por una materia por Sayurayaoista

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Sayura: bien este es un pequeño reto

Ana: que nos puso la mejor amiga de autora-san 

Nina: aqui esta su fic Yosahandi-san

Xóchitl: que lo disfrute

Notas del capitulo:

Sayura: esperemos que les guste

Ana: este es un fic 100% 1827 (HibarixTsuna) con leves toques R27 (como es nuestra costumbre)

Nina: los y las queremos mucho

Xóchitl: ¡ a leer!

Tsuna observaba temeroso aquel pasillo completamente desolado por razones muy obvias, se armó de valor dando un gran suspiro no es como si quisiera ir al Comité Disciplinario por propia voluntad, como siempre estaba mal en una materia, aunque esta vez no era matemáticas-para ello tenía a Gokudera- era en Historia de Japón Antiguo se confundía mucho con las fechas además estaba harto de los métodos que cierto tutor espartano le imponía para que aprendiese.

Casi había rogado a Nezu sensei para que le enseñara, pero él se había negado rotundamente, aunque le dijo que en toda la escuela solo había un alumno que tenía más que sobresaliente en aquella materia al punto en que todos sus trabajos eran de nivel de alguien de Universidad, cuando Tsuna pregunto por el nombre Nezu formo una ligera curva en sus labios mientras soltaba cada silaba con picardía: Hibari Kyoya

Todas las esperanzas del futuro décimo capo de Vongola se fueron a la basura al escuchar aquel nombre tan conocido y tan temido correspondiente al presidente del comité disciplinario y su guardián de la nube, estaba perdido; más que perdido no podía ir simplemente y pedirle su ayuda era más que seguro que la violenta nube lo mandaría a volar de un golpe.

Se tomo el cabello con desesperación si no aprobaba el examen reprobaría la materia, lo cual provocaría que Reborn lo torturase todo el verano más el hecho de tener que ir a cursos, además no podría salir con sus amigos; derrotado no había tenido más opción que caminar como alma que va en pena, arrastrando los pies; hasta llegar al comité, cuando el pasillo quedo desolado estaba seguro que había llegado a un metro de él se encontraban dos chicos el primero de peinado extravagante era Kusakabe Tetsuya el único “amigo” de Hibari-san si no mal recordaba y el otro realmente no importaba mucho; ambos clavaron su mirada en él y en ese momento deseo que se lo tragase la tierra.

-Ku-Kusa…kabe-san… ¿es...esta Hibari-san? –

Ni siquiera supo de donde saco el valor para hablar, pero estaba a punto de desmayarse y sus piernas temblaban; el de peinado extravagante pareció compadecerse de él y asintió con la cabeza.

-estaba algo ocupado, aunque supongo que ya acabo; en un momento te aviso-

El joven entro mientras el castaño se quedaba ahí parado sosteniendo su mochila fuertemente mientras se arrepentía de aquello estaba a punto de dar media vuelta e irse cuando el joven regreso.

-puedes pasar-

Dio un paso hacia atrás, pero sin más remedio entro al lugar, era grande alrededor de dos salones normales; de su lado izquierdo había un sofá el cual parecía bastante cómodo y del derecho algunas fotos de la escuela frente a él en medio del lugar había un escritorio de madera con una silla giratoria y sentado en ella se encontraba el temido Hibari Kyoya quien lo miraba con aquellos ojos metálicos que tanto le atemorizaban.

- ¿Qué quieres herbívoro? –

 Se encogió un poco al escuchar su voz, pero después de un largo suspiro se armo de valor sin mirar directamente los ojos de su guardián hablo.

- ¿podrías ayudarme a estudiar Historia de Japón antiguo? EsquesinoreprobareyRebornmematara,ynotengoanadiemásaquienacudir -

Aquello ultimo pese a la velocidad con la que había sido dicho fue perfectamente entendido por el mayor quien esbozo una sonrisa maliciosa, Tsuna sintió como sus mejillas enrojecían y bajo la cabeza al sentir la pesada mirada sobre su persona.

- ¿y porque debería hacerlo, herbívoro? –

El pequeño subió la mirada algo sorprendido bueno no se le había ocurrido nada llegados a este punto, pensó que Hibari no aceptaría desde un inicio así que su mente trabajaba demasiado rápido buscando algún argumento con que convencer a su guardián de la nube, pero no encontraba ninguno, Hibari saco sus tonfas colocándolas en la mesa poniendo de nervios al pequeño quien dijo lo primero que se le vino a la mente sin saber que aquella simple frase sería su condena.

-por favor, hare lo que sea-

La mirada del prefecto de Nami-chuu se oscureció observando a aquel chico de cabello alborotado y mejillas rojas mientras su mente maquilaba algunos planes ninguno de ellos sano, no era un secreto que Tsuna era un ser adorablemente torpe aquello no pasaba desapercibido a los ojos de muchos varones de la escuela y algunas chicas, ni siquiera él se salvaba de querer ir más allá con el más pequeño; ya había tenido que golpear a varios inútiles que intentaban propasarse con el joven Sawada, aquel chico se había convertido en su siguiente presa y juraba ante kami que él y solo él devoraría al joven capo de la manera más sucia posible.

- ¿lo que sea? -

-si-

-bien te ayudare, pero no quiero nada de quejas-

La cara del capo se ilumino mientras le daba su más grande sonrisa a Hibari quien intentaba no aventársele encima a las primeras de cambio, se mordió el labio inferior para controlar sus instintos y aunque este ultimo gesto no paso desapercibido para Tsuna poca importancia le tomo, aunque se sintió sonrojar al ver a Hibari haciendo aquello.

-bien, dame unos minutos en lo que termino esto-

El castaño asintió mientras no sabia que hacer, Hibari le señalo el sillón y entendió el mensaje se sentó hay observando de vez en cuando al mayor quien parecía sumamente concentrado en los documentos frente a él, al cabo de unos 20 minutos la pila disminuyo y Hiibari se levanto de su asiento tomando la chaqueta que colgaba en el perchero.

-Hibari, Hibari-

Su pequeño canario que tenía su espacio detrás del perfecto se posó sobre su hombro mientras caminaba hacia el castaño, el pajarito revoloteo y se poso sobre la cabeza de Tsuna quien sonrió levemente.

-sígueme-

Ambos salieron de la escuela con Tsuna como vil corderito detrás del perfecto, llegaron a una mansión de estilo antiguo mientras el más bajo hacia un sonido de sorpresa algunas empleadas salieron a recibirlos sorprendiendo aún más al joven.

-bienvenido Hibari-sama-

El chico no contesto simplemente se limito a asentir con la cabeza mientras era recibido, Tsuna lo siguió, aunque un poco más cohibido pareciera ser que Hibari era muy importante dentro de su propia casa, ya que todas las empleadas que toparon lo saludaban con una reverencia.

-estaremos en el estudio, no nos molesten hasta el almuerzo; quiero sushi-

-como ordene Hibari-sama-

Siguieron caminando hasta llegar a una habitación de puertas corredizas al abrirla Tsuna se quedó admirado, había un tatami y una pequeña biblioteca con un par de puertas al costado izquierdo, Hibari lo observaba de reojo mientras buscaba algunos libros los coloco sobre la mesa atrayendo la atención del décimo capo.

- ¿Qué es lo que no entiendes? -

Tsuna reacciono sonrojándose un poco y pese al miedo y curiosidad que empezaba a sentir saco sus apuntes mientras le señalaba algunas cosas al de ojos metálicos, el cual miraba con atención sus apuntes; pese a su carácter Hibari poseía una paciencia de la que Tsuna no lo creía capaz, la cual le demostró la siguiente hora que se mantuvieron encerrados mientras el de cabello negro le explicaba punto por punto en que estaba mal, unos leves toques los sacaron de su concentración y hasta ese momento el castaño se dio cuenta de que era la hora del almuerzo una sirvienta abrió mientras en sus manos cargaba una charola.

-el almuerzo Hibari-sama-

La nube asintió mientras hacia algo de espacio en el tatami dejando que la chica pusiera la comida en él, después esta hizo una inclinación retirándose de la habitación. Hibari clavo su mirada en Tsuna quien observaba aquello con curiosidad infantil sus miradas chocaron mientras el más joven la retiraba sumamente sonrojado, el de ojos grises comenzó a comer mientras el castaño lo imitaba pese al silencio entre ambos el décimo jefe de Vongola no se sentía nada incomodo le resultaba agradable aquello, si vista se clavo por momentos en el mayor sin quererlo delineaba cada una de sus facciones, nunca lo había notado pero su guardián era realmente apuesto si no fuera por aquella actitud que se cargaba tendría a muchas chicas detrás suyo.

Aquel leve escrutinio no paso desapercibida para la vista de águila de Hibari quien sonrió de lado mientras hacia un leve carraspeo llamando la atención del capo quien empezó a sonrojarse hasta obtener un rojo tomate por toda su cara; aquello le pareció irresistiblemente adorable y se acerco demasiado a él poniendo de nervios a Tsuna mientras dirigía su mano hacia la comisura de sus labios.

-Hi-Hibari-san-

-tenías comida-

Su respiración se calmo cuando el mayor se alejo pero aun así el rojo de sus mejillas no desaparecía desvió la mirada terriblemente apenado mientras Hibari lo imaginaba con un indefenso conejito que estaba a punto de ser devorado, estaba a punto de hacer algo cuando unos nuevos toques lo sacaron de sus pensamientos mientras la chica que había dejado el almuerzo entraba para recoger los trastes sucios, supuso que su mirada en esos momentos denotaba toda la frustración de su persona ya que la joven se puso pálida al cruzar miradas y temblorosa recogió los platos saliendo de ahí casi despavorida.

- ¿Hibari-san? -

Cerro los ojos un momento y su mirada se clavo en el de cabello alborotado, su mirada estaba llena de picardía y deseo; delineo su cuerpo con descaro pero la cara de suma confusión de Tsuna le indico que pese a todo la pureza del más joven y su inocencia se interponía un poco, suspiro mientras se levantaba a buscar un libro; el se encargaría de corromper aquel pequeño ángel bajado del cielo directo a sus manos pero lo haría poco a poco, lo que no sabía Hibari es que aquella mirada provoco en el décimo capo un calor repentino que nunca había sentido y apenado desviaba la vista ya que todo ese calor se concentraba en una zona específica de su cuerpo.

-Hi…Hibari-san ¿puedo pasar a tu baño? –

El chico lo miro y suspiro mientras asentía indicándole al más joven donde se encontraba y dándole instrucciones de como regresar; Tsuna casi corrió a aquel sitio encerrándose pese a la inocencia que todos creían que él tenía no era tan tonto como para saber que pasaba además cierto tutor además de espartano era pervertido y le gustaba provocarlo, según Reborn era divertido ver sus reacciones.

Se hecho agua fría en la cara para relajarse suspiro un par de veces y cerro los ojos, al abrirlos casi se cae del susto al ver a su tutor detrás de él, por suerte el mismo tapo su boca para evitar que gritase.

-Reborngh-

El asesino de patillas tomo su forma adulta habilidad que gracias a Soichi había logrado dominar por un par de minutos los suficientes para molestar a su alumno, Reborn sonreía lo cual activo las alarmas del décimo capo; cuando lo sintió más tranquilo lo soltó recargándose contra la puerta cruzado de brazos.

-con que aquí estabas--casi me matas del susto-

El chico suspiro mientras observaba a su tutor quien lo observaba inquisitivamente, sabía que nel mayor era algo posesivo inclusive lo había visto molestarse cuando Hayato le explicaba cosas siempre decía “un aprendizaje tan blando no te llevara a ningún lado” así que supuso que se hallaba molesto al ver que no volvía a casa.

-tenía que consultar algo con Hibari-san-

El mayor no hablo simplemente escondió la mirada bajo la fedora halando al castaño por la cintura y pegándolo a su cuerpo; Tsuna termino apoyando las manos contra el pecho de su tutor quien lo miraba seriamente provocando un sonrojo en su rostro, dio un ligero respingo cuando las manos del mayor se posaron en su cintura dando una leve caricia, una de ellas subió a su cabello y tomando su cabeza la recargo contra su hombro.

-Ten cuidado-

El asesino de patillas lo soltó mientras tomaba su forma de bebé y desaparecía tan misteriosamente como había llegado; el corazón de Tsuna se estremeció porque aquel había sido un tono de verdadera preocupación y ¿tristeza? Unos leves toques lo sacaron de sus pensamientos dando un saltito en su lugar.

- ¿estás bien? -

Reconoció la voz de Hibari-san del otro lado de la puerta así que de forma rápida abrió las llaves del agua y las cerro mientras salía, le dio una sonrisa adorable al chico y decidió olvidar lo ocurrido minutos antes, supuso que era una nueva forma de molestarlo de su tutor.

-perdona Hibari-san-

La nube negó con la cabeza y ambos se dirigieron de nueva cuenta al estudio donde permanecieron alrededor de dos horas más; Tsuna suspiro al ver el reloj y los cuadernos sobre la mesa mientras los cerraba; había sido difícil pero no imposible y para su buena suerte había entendido casi todo, observo a Hibari quien guardaba los libros utilizados.

-gra-gracias Hibari-san-

-ven mañana a las 3:00-

El chico lo miro extrañado y Hibari sonrió sonrojando al pequeño, para después acercársele

-recuerda que dijiste que harías lo que fuera; mañana te daré una tarea algo que esta un chico tan torpe como tu podrá hacer ¿entendido? -

-si-

Tsuna se despidió sumamente sonrojado y corrió hasta su casa siendo vigilado por la mirada de halcón de Hibari, este volteo hacia el otro costado de la calle donde un hombre de traje fumaba; las miradas se cruzaron y pudo ver rencor en los ojos del hitman, aunque no le tomo importancia hasta que se acercó.

- ¿Qué es lo que estás buscando de Tsuna? -

-nada que te interese bebé

El mayor se molesto mientras lo estampaba en la pared más cercana, su mirada era fiera y oscura; lo soltó minutos después con un gran suspiro.

-no le hagas daño, su corazón aun es puro para que alguien como tú juegue con él de la forma en que quieres hacerlo-

-no estoy jugando con el herbívoro-

El arma apuntada a su sien le hizo comprender algunas cosas, pero aun así enfrento sin temor la mirada del mayor; si no lo hacía de esa forma Reborn le dispararía sin dudar.

-no te ceo, eres un depredador cuando acabes con tu presa te aburrirás-

-no soy tú-

El mayor bajo el arma mientras mantenía la mirada fiera, algo que ambos ya habían notado pero que el de ojos negros no admitiría nunca ni bajo tortura era su aprecio al muchacho, el asesino dio media vuelta hablando por última vez.

-si lo haces llorar, te cortare las bolas-

Sin mas el hombre se fue desapareciendo por un extremo de la calle, Hibari sonrió de lado había obtenido la aprobación del sobreprotector tutor de Tsuna, lamentablemente si lo haría llorar, pero no de la forma en que pensaba el mayor, regreso a su casa solo para iniciar los preparativos para el día siguiente.

Las horas pasaron y cuando Gokudera y Yamamoto llegaron a buscar a su pequeño jefe lo encontraron con altos signos de no haber dormido, como siempre Tsuna se excuso diciendo que Reborn lo había despertado de forma muy brusca (lo cual era mentira ya que el hitman no había llegado a dormir) los otros dos sonrieron mientras caminaban hacia la escuela.

Lo cierto era que el joven jefe de Vongola no había podido dormir mas halla de tres horas pensando no solo en lo que le había dicho Reborn si no en lo que había dicho Hibari y se sentía sumamente ansioso; las horas escolares pasaron en un suspiro mientras se armaba de valor; regreso a su casa y subió rápidamente las escaleras mientras elegía algo que ponerse.

-eres un dame hasta para ponerte ropa-

La voz de Reborn lo hizo saltar en su lugar mientras lo observaba estaba en su forma adulta sentado en el marco de la ventana en sus manos un cigarrillo casi extinto delataba su humo, el hombre se levanto mientras de un empujón lo quitaba del armario, rebuscando entre sus prendas; cuando termino de revolver todo le arrojo al chico un pantalón de mezclilla pegado al cuerpo, junto a una playera naranja de manga corta con estampado y una chamarra.

- ¿vez? no es tan difícil…deberías ordenar eso de vez en cuando-

-gracias Reborn-

El asesino no contesto mientras tomaba su forma de bebe y se acostaba a dormir de aquella forma que a veces daba miedo; el castaño suspiro no obtendría nada de su tutor miro el reloj y corrió a darse un baño, después de ello se cambio y se arreglo odiando su cabello que no se podía arreglar con nada; después de ello bajo las escaleras mientras su amorosa madre le servía algo de comer, comió relativamente poco y cuando se dio cuenta solo tenía 20 minutos para llegar a casa de Hibari y no quería correr así que se levantó despidiéndose de Nana con un simple.

-iré a ver a Hibari-san-

Después de perderse unos momentos logro dar con aquella mansión de estilo antiguo que tanto le intimido en un inicio, suspiro mientras tocaba y una señorita le abría con una leve reverencia.

- ¿Tsuna-sama? El amo Hibari lo espera-

Se sintió algo cohibido por el honorifico utilizado en su persona así que se limito a sonreír y a seguir a la chica por diferentes pasillos, la casa lucía grande y lo era; tanto que por un momento se sintió perdido; llegaron a un pequeño jardín flotante mientras Tsuna admiraba el estanque con los lirios acuáticos sobre él, asomo un poco la cabeza viendo hermosas carpas de colores las cuales nadaban libremente.

-haga el favor de esperar aquí-

La chica le indico un espacio ubicado al lado del estanque donde había dos cojines y en medio de estos una mesa con una tetera y dos tazas; el castaño asintió mientras tomaba uno de los cojines observando a su alrededor de forma nerviosa, solo unos minutos bastaron para que Hibari apareciera, Tsuna casi se muere al verlo con un yukata masculino de color morado el cual se ajustaba perfectamente a su cuerpo; el sonrojo del decimo capo ya era monumental cuando Hibari llego hasta él.

-llegaste a tiempo-

-sí, Hibari-san-

Bajo la mirada incapaz de sostener la del mayor por más tiempo, Hibari era realmente atractivo; el de ojos metálicos llevo las manos hacia la tetera empezando a prepararlo mientras Tsuna lo observaba atentamente sin saber que decir.

-este lugar es hermoso Hibari-san-

-suelo venir aquí algunas veces al día-

Tsuna asiente recibiendo la taza que se le ofrece, la duda lo esta carcomiendo y sabe que no resistirá más así que armándose de valor deja la taza y mira a su guardián.

–¿para qué me necesitas Hibari-san? –

El chico suspira dejando la taza sobre la mesa mientras se levanta colocándose frente al chico sus ojos delinean cada parte de su cuerpo con lujuria mal disimulada y en vez de hablar se limita a besar al asombrado capo quien en medio del beso comienza a corresponder cerrando sus ojos, cuando al fin lo suelta tiene la respiración agitada y las mejillas rojas, Tsuna no puede reaccionar aquel había sido su primer beso, robado por nada más y nada menos que su guardián de la nube.

- ¿po-por qué? -

-me gustas-

Tsuna se quedo en blanco y solo pudo sentir los labios de Hibari nuevamente sobre los suyos, aunque esta vez el mayor mordió su labio colando su lengua en la boca ajena y provocándole un sonrojo más intenso al menor; Hibari sabia a té verde; sus brazos rodearon el cuello del más alto y ambos cayeron hacia atrás las cosas empezaban a ponerse intensas y entonces Hibari recordó donde se encontraban se levanto del pequeño y tembloroso cuerpo dándole la mano.

-vamos…a mi habitación-

Tsuna tomo su mano algo temeroso, ¿realmente pasaría? Le entregaría su primera vez a Hibari, gracias al insomnio de la noche anterior se había dado cuenta de que le gustaba su guardián, apretó su mano solo un poco siguiéndolo por algunos pasillos.

Hibari lo soltó solo para abrir la puerta corrediza y dejarlo pasar a una habitación amplia la cual contrastaba con el resto de la decoración ya que esta se veía más moderna tenía una cama matrimonial en el centro frente a esta estaba una pantalla de 50 pulgadas del lado izquierdo se encontraba un armario algo grande con un espejo de cuerpo entero y del lado derecho se podía apreciar una ventana que daba a un jardín.

Su cuerpo se estremeció al sentir al mayor pegarse a su espalda y giro para encararlo su vista se perdió en aquel par de grisáceos ojos que parecían querer devorarlo de todas las formas posibles, su sonrojo aumento y bajo la mirada algo temeroso.

-Hi-Hibari-san…yo nunca…-

Un beso acallo su frase mientras se perdía poco a poco, podía sentir algo cálido dentro de ese beso y sin más cerro los ojos dejándose llevar los abrió cuando se sintió ser recostado sobre la cama suavemente se cubrió el rostro con las manos pero el mayor se las quito besando cada parte de su rostro, un débil gemido escapo de sus labios cuando sintió su cuello ser invadido por los besos de la nube y dio un pequeño saltito cuando los dientes acompañaron ese sitio dándole mordiditas ligeras.

-lo hare despacio-

Un gemido más largo broto de su boca cuando sintió que el mayor le quitaba la playera mordisqueando su pecho, se dejo hacer completamente excitado sus manos se movían nerviosas por la espalda del mayor que aun traía puesto el yukata; Hibari se levanto admirando su trabajo los ojos de Tsuna estaban oscurecidos por el deseo mientras respiraba agitadamente su blanco pecho subia y bajaba lleno de pequeñas mordidas rojizas; se lamio los labios mientras deshacía el nudo del yukata, el sonrojo de Tsuna alcanzo niveles épicos cuando pudo observar que debajo de aquella prenda su guardián no llevaba nada más que un ajustado bóxer negro, sus ojos delinearon aquel cuerpo bien definido y sin poder evitarlo sus ojos bajaron causando la risa del de cabello negro.

- ¿te gusta lo que vez conejito? –

Tsuna se cubrió apenado mientras Hibari bajaba hasta su vientre jugueteando con su ombligo simulando embestidas con su lengua, con destreza soltó el botón del pantalón y lo bajo junto a la ropa interior, el castaño cerro las piernas al sentir la brisa en su desnuda piel mientras con sus manos cubría sus partes nobles, su mirada estaba enfocada hacia un lado; el de cabello negro retiro sus manos mientras admiraba su cuerpo.

-hermoso-

El decimo capo no pudo evitar gemir fuerte cuando Hibari tomo su miembro dándole una lamida, se mordió el labio mientras cubría su boca intentando acallar aquellos vergonzosos gemidos que soltaba con más frecuencia.

-Hibari-san…eso…eso…es-

-llámame Kyoya-

- ¡Kyoya! -

El de cabello negro había aprovechado la distracción para colar un dedo entre sus piernas comenzando a prepararlo.

-estas apretado-

Tanteo la mesa de noche y cogió un bote pequeño de lubricante el cual unto en sus dedos sin dejar de atender el miembro de Tsuna cuando sintió el pre-seminal inundar su boca se detuvo solo para bajarse la única prenda que lo cubría mientras Tsuna se ponía más rojo, asustándose un poco.

-es…muy grande…no va…a…caber-

Kyoya tuvo que respirar mientras sentía su propio miembro pulsar, aquella frase soltada con tono inocentón junto con aquel rostro tan erótico seria su perdición y se decidió; nadie podría ver aquella faceta del capo a menos de que quisieran ser mordidos hasta la muerte.

Prefirió no contestar y seguir con su juego mordisqueando el pecho ajeno a su antojo terminando con la preparación del pequeño virgen; cuando sintió que estaba listo se acomodó entre sus piernas mientras le daba un beso de esos que roban el aliento.

-perdóname-

Tsuna dio un gritillo agudo cuando sintió a Kyoya dentro de él, el de ojos grises lo había embestido de una sola estocada sus manos se aferraron a su espalda rasguñándolo un poco mientras de sus ojos brotaban tiernas lágrimas, se inclinó a besarlas limpiándolas de su rostro mientras se mantenía quieto, luchando contra sus propios instintos; pasados unos minutos al fin Tsuna da un leve movimiento de caderas.

-Kyo…ya…puedes…moverte-

- ¿estás seguro? -

-si-

La nube empezó con movimientos suaves saliendo y entrando de forma tranquila; pasados unos minutos la fuerza empezó a subir al igual que los gemidos de Tsuna que se habían convertido en pequeños gritos las piernas del más pequeño se enredaron en su cintura disfrutando de cada embestida arqueando su espalda, como pudo Kyoya logro salir de su interior ganándose un pequeño puchero halo al joven de las caderas mientras lo sentaba dejando que su espalda se recargara en su pecho.

-mira-

Tsuna entreabrió los ojos dándose cuenta de que estaban frente al espejo el cual mostraba su figura desnuda y las marcas en su pecho los ojos de Kyoya estaban clavados en su persona y solo provoco que se calentara más, estuvo a punto de hablar, pero un nuevo movimiento acallo todas sus quejas; mirando con vergüenza como su cuerpo se movía y mirando sus ojos disfrutando del acto.

-es…muy…vergonzoso, yo…no puedo-

El menor se arquea mientras un fuerte orgasmo asalta su cuerpo, Kyoya cierra los ojos construyendo a su vez la plataforma del suyo propio; ambos terminan sobre la cama con la respiración agitada, abrazados; Tsuna esta adormecido y solo puede dibujar figuritas invisibles en el pecho ajeno.

-te quiero-

Cierra sus ojos entregándose a los brazos de Morfeo mientras Kyoya suspira y los arropa a ambos con una manta.

-también te quiero conejito-

FIN

Notas finales:

Sayura: esperemos que haya sido de su agrado

Nina: nos vemos pronto

Xóchitl: espero

Ana: bye bye y dejen sus lindos reviews 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).