Alexander Lightwood un chico de piel pálida, cabello negro, alto, de cuerpo delgado, boca de apariencia besable-dicho por todos los chicos que se fijaban en el- y unos preciosos ojos azules mas intensos que un zafiro brillante. Nunca ah tenido una afición por los gatos. No es que los deteste ni nada por el estilo, es solo que no eran de su agrado.
Un día cruza con una linda chica pelirroja con apariencia de Hada, que le ofrece un pequeño gato negro, el cual se niega a adoptar para llevarlo con el, bajo innumerables excusas. Teniendo como resultado a la chica molesta.
-Las personas aman tu belleza, caen rendidas ante esos hermosos espejos de tu alma. Este pequeño minino es precioso al igual que tu-La chica tomo al pequeño entre sus brazos con amor- Pero tan solo este pelaje negro logran alejar a las personas. El no es de mala suerte como todos creen-miraba al gato con tristeza-Solo necesita amor al igual que tu, Alexander-Unos bonitos y interrogantes ojos verde miraron directamente a sus ojos azules-
La mención de su nombre por aquella chica lo dejo helado. ¿Acaso lo conocía?
El choque de miradas fue corto, pudo sentir que esos ojos lo veían como si pudieran saber todo a través de ese encuentro.
-Preguntare una vez mas Alexander-La chica se mostraba con un rostro serio- ¿Quisieras llevar al pequeño minino contigo?-
Y ahí iban de nuevo. El no quería un gato. Y... ¿De donde rayos le conocía?
-No. No quiero, ni puedo tener un gato-Su rostro mostró seriedad-
-Bien-La chica sonrió por primera vez en lo que llevaban de platica-¿Quien podrá querer ah esta hermosa Bestia? Tu, Alexander Ligttwood te maldigo bajo el encanto de la bestia-
-Estas loca-Alexander simplemente ignora a la chica hada para dar media vuelta e irse-Existe gente loca por todos lados-alcanzo a susurrar lo suficientemente alto como para que la chica lo oyera-
-Ya veremos Alexander, Ya veremos-
...
-Encuentra ah alguien que te ame bajo la apariencia de un gato negro y entonces, solo entonces. Podrás ser tu de nuevo- La joven mostraba un rostro serio-
Un lindo gatito negro con unos grandes y profundos ojos azul era lo que el era ahora.
Miraba con un intenso odio a esa chiquilla. Bruja, hada o lo que fuese que era le había metido en esa horrible maldición.
¿Quién amaría ah esta Bestia?
-Veo odio en tu mirada, Alec-La pelirroja solo sonrió- No soy tan mala como todos creen. Solo quiero darte una lección y hasta que no la aprendas no volverás a ser humano-
-Grrrr-Alec gruñó erizando su cuerpo de minino-miauuuu grrrr (Te odio maldita bruja)-
-Cariño. Soy un hada para que lo sepas- La joven hizo amago de irse-
-Miauuu (no me dejes)- Maullo de manera lastimera. La simple idea de quedarse solo de esa manera comenzaba a aserrar le- Miauuu (Tengo miedo) -Tal vez si se mostraba de esa manera el hada rompería el hechizo-
-oww-la chica se enternece- Vez, no es tan complicado. Ya comenzaste a actuar como un gato- sonrió - Sigue así y pronto encontraras a alguien que te ame-Sin decir mas comenzó a andar lejos de el. Aterrado emprendió una carrera detrás del hada, siendo inútil ya que ella desapareció- Miauuu miauuu (Que voy a hacer) miauuu-
...
-Maldición- El cielo se había tornado de gris. Pronto comenzaría a llover y arruinaría su excelente vestuario-
Las gotas comenzaron a caer apenas como una caricia por la ciudad, transformándose en una fuerte lluvia.
Maldiciendo una vez mas por su terrible suerte corrió en un intento por llegar mas rápido a su loft. Era inútil cubrirse con sus manos. Su ropa estaba totalmente empapada y no había manera de no llegar hecho sopa.
Se poso bajo la marquesina de un negocio de aspecto antiguo en espera de que la lluvia parase o de menos dejara de caer a torrentones. Y fue entonces cuando escucho un maullido lastimero.
Sin saber muy bien que hacia, se acerco hasta donde provenía el sonido. Encontrándose con una caja mojada por la fuerte lluvia.
-Miauuuuu~
Sus ojos no pudieron apartarse de la preciosidad que tenia enfrente. Un bonito gato negro se encontraba dentro de la caja. Se había hecho bolita en un intento por mantener el calor.
-Eres precioso- soltó sin darse cuenta- ¿Quien te dejaría aquí tan indefenso?-
El gato pareció por fin darse cuenta de su presencia y con un maullido se acerco a la mano que le extendía aquel extraño.
-Miauuu~
-Eres muy lindo- No podía apartar la mirada. Esos felinos ojos azules lo hipnotizaron por completo- ¿Como te llamas? -Pregunto como si el gato pudiera responder-
-Miauu~
Algo brillo tenue mente en el cuello del minino. En el se encontraba un collar de plata con un nombre grabado en el.
-Alexander- dijo en una suave caricia-
-Miauu-
-Owww~ Eres realmente precioso-Aquel extraño lo tomo en brazos acurrucándolo contra su pecho- No puedo dejarte solo. Vendrás conmigo, te presentare a Presidente Miau y te cuidare, te querré y te amare como nadie jamás lo hará-