El incesante sonido del despertador era molesto, escuchar el constante “tuu, tuu” hace que quisiera tomar el aparato y lanzarlo por los aires. Hoy era el día que tanto temía se acercara, si, el primer día de clases.
Estaba claro que a ningún estudiante le agradaba ir a la escuela, pero para Naruto las cosas eran aun peores. Sin saber el verdadero motivo del por que sus compañeros de clase lo estaban acosando constantemente, lo golpeaban, escupían y humillaban de mil y un modos. Naruto jamás llego a comprender el porqué de los actos de sus compañeros, el jamás les había hecho nada.
Miró el techo de la habitación, como creyendo que si lo miraba por un largo rato alguna solución llegase, pero no había nada, era solamente un techo.
Se levanto y camino hasta el baño, lugar donde lavo su rostro y comenzó a peinar sus rubios cabellos. Se miró en el espejo, veía su piel canela, sus celestes ojos, esas exóticas marcas de nacimiento en sus mejillas y unas bolsas debajo de los ojos, producto de llorar la noche anterior por la sola idea de volver a clases.
Naruto no entendía por que tenia que ser así, es decir, en las fotografías de sus padres ambos eran increíblemente atractivos, su madre poseía una sonrisa encantadora y largos cabellos rojos como los pétalos de una delicada rosa. Mientras que su padre tenia esa mirada de seguridad y un rostro atractivo que haría a cualquier chica desfallecer. Y él… Solo era él…
Cada vez que veía su rostro en el espejo podía escuchar sus voces, sus incesantes gritos, el modo en que se burlaban de él, diciéndole que era “el chico mas feo del mundo” que era un “perdedor”, un “mediocre” y que el mundo seguro sería un lugar más lindo sin él.
¿Cómo las personas podían ser tan crueles? Pensó Naruto ¿Tan poca empatía tenían? Pero por más que siempre se preguntara nunca podría obtener una respuesta.
Él vivía solo, sus padres habían muerto cuando solo era un bebe, había sido criado por su abuelo quien tristemente también había fallecido hace un par de años. Su tutor legal era un tío lejano, quien solo le mandaba dinero para mantenerlo e iba de vez en cuando a la escuela cuando era citado. Pero aparte de eso el no se hacia cargo de Naruto.
- Bueno… - Suspiró Naruto. – Vamos al infierno
Ya preparado tomo su mochila y salió rumbo a la escuela, a paso lento, como no queriendo llegar jamás a su destino.
Era otoño, las amarillas hojas de los arboles danzaban por el aire, cayendo lentamente, de un modo que a ojos de Naruto era hermoso. No dudo en sacar su celular y tomar una fotografía de estas. Y mientas se quedaba observando la foto recién sacada escucho unos paso a sus espaldas.
- Pero mira a quien tenemos aquí…- Dijo una voz, una que reconoció[L1] de inmediato e hizo que cada bello de su cuerpo se erizara – Si es el horrendo Naruto Uzumaki… - Naruto se volteo y miro al dueño de la voz. Era un joven de mas o menos su altura, cabellos castaños y unos tatuajes como triángulos violetas en ambas mejillas.
- Kiba ¿Qué quieres? – Respondió de mala gana Naruto, frunciendo el seño y mostrando una expresión de mal humor
- Nada iba a clase cuando encontramos una barusita en el camino – Detrás de Kiba habían dos sujetos más, uno rubio de ojos verdes, algo mas alto que Naruto y otro un poco mas bajo castaño de ojos azules. – Pensé que te cambiarias de escuela, sabes que todos en ella te odiamos. Eres una basura para todos nosotros. - Sonrió soberbio, esas palabras dolieron mas que cualquier cuchillo. Pero Naruto no demostró lo que su corazón sintió
- ¡Como si me importara! – Dijo, pero en el fondo él sabia no era así, el hecho de recibir ese odio diario era terriblemente doloroso, ¿Qué había hecho para merecer ese maltrato?
- Te haces el malo. - Dijo uno de los sujetos – ¿Por qué no le damos una lección? – El joven rubio se acerco a Naruto y lo tomo de la remera, levantándolo un poco. Naruto lo miro con odio, tratando de no apartar la mirada, mostrarle que no le tenia miedo
- ¡Hey! ¡¿Qué creen que están haciendo?! – Se escucho a lo lejos una voz femenina. Los jóvenes voltearon el rostro y vieron como de lo lejos corría a toda velocidad una linda joven de cabellos rosados. Esta llego y sin siquiera dudarlo empujo al hombre que sostenía a Naruto y se puso frente a Naruto, mirando a los hombres con furia
- No te metas Sakura – Dijo Kiba hastiado
- Sakura, esto es asunto mío. – Naruto intento apartarla, pero esta se mantuvo en medio
- No me importa. - Dijo mirando con sus verdes ojos a los jóvenes
- Tch. – Se quejó Kiba – Te salvo tu hada madrina perdedor. – Dijo Kiba haciéndose a un lado – Sakura ¿Cuándo te canses de andar con un perdedor como Naruto avísame y ven con nosotros?
- Solo vete. – Dijo ella mirando de mala gana a los chicos quienes se fueron como si nada - ¿Estas bien?
- Sakura, gracias, pero no necesito que me defiendas, yo se cuidarme solo. –
- Eran 3 Naruto, te hubieran golpeado como siempre – Dijo ella comenzando a caminar hacia la escuela, Naruto la siguió a su lado
- Puedo defenderme, no soy una niña en peligro
- ¡Hey! Deja ese comentario machista, yo soy una niña y puedo defenderme perfectamente – Dijo frunciendo el seño –
- Lo sé, lo sé. – Y si que lo sabia Sakura era fuerte, era muy fuerte, hacia artes marciales de niña así que no era ninguna niña en peligro
- Vamos, démonos prisa así conseguimos un buen lugar juntos.
- Claro
Ambos caminaron contando alguna que otra cosa trivial, y claro cuando Naruto decía una estupidez era golpeado por Sakura. Ella igual lo insultaba, pero era diferente, sabia que no lo pensaba realmente, ella era así con todos. Bueno excepto con un chico del otro curso, Rock Lee, desde que la salvo de unos ladrones ella le tuvo total respeto, el arriesgo su vida por ella por lo cual la joven lo apreciaba mucho, como un amigo claro está.
Hablando de Rock Lee, este pasaba justamente frente a Sakura y Naruto. Venia hablando con ni más ni menos que el chico mas popular de la clase, Neji Hyuga.
Naruto lo miro fijamente, sus largos cabellos castaños caían como lluvia, su tensa piel, delicada como la de un bebe brillaba, sus blancos ojos, tan únicos, eran como perlas del mar, se perdió unos instantes en ellos. Joder, a Naruto realmente le gustaba Neji, pero este le era inalcanzable…
- ¡Sakura! – Saludo Lee acercándose a ellos. Neji lo siguió y miro por un segundo a Naruto, quien sin poder controlarlo sintió como su corazón se detenía. Luego este siguió caminando como si nada. – Jaja, claro Sakura. - Volvió en sí y miro a Sakura y Lee quienes seguían hablando. – Bueno, debo irme a clase ¡Nos vemos después! ¡Adios Sakura, Naruto! –
- ¡Adiós! – Se despidieron ambos jóvenes
Finalmente, los dos entraron a clase y tomaron un par de asientos en el costado derecho, en el centro. En el trayecto a los asientos un par de chicas soltaron un “¡Ay! Pero otra vez el feo en nuestra clase” haciendo que Naruto se sienta realmente mal. Sakura iba a decir algo, pero Naruto la miro, diciendo con la mirada que eso era lo que menos necesitaba ahora.
- Hoy luces hermosa Sakura – Paso diciendo un chico
- Por que no dejas a ese perdedor y te sientas con nosotros – Le guiño un ojo un chico
- Púdrete.
- ¡Sakura! ¿Vienes a esta fiesta el sábado? – Pregunto una chica, y varias mas se acercaron a ella. Sakura era linda, y eso la hacia una chica popular, y cada maldita vez que Naruto lo recordaba se sentía mal consigo mismo. Sakura era su única y mejor amiga, pero le avergonzaba sentir envidia de ella. Más que nada por que era un rumor que el mismo Neji Hyuga consideraba a Sakura atractiva, y una opción como pareja. Pero esta no parecía interesada.
Naruto miro a otro lado mientras Sakura hablaba, se sentía solo en ese preciso instante. ¿Por qué él no era así?
Agacho la mirada, sentía sus brazos arder, la noche anterior entre llanto y llanto se había cortado, las heridas aun no cicatrizaban, por ello traía unas muñequeras para ocultarlas.
El corazón de Naruto sangraba.
Miro a Neji de reojo. Se veía hermoso, tan… inalcanzable.
No era la primera vez que Naruto sentía algo por un chico, varias veces ya había desarrollado ese tipo de sentimiento. Pero cada una de las veces había sido rechazado de forma cruel, así que su corazón comenzó a cerrarse, y ya no tenia el valor de confesar otra vez sus sentimientos. Menos a alguien como Neji.
- Por favor silencio, a sus lugares – Dijo el profesor entrando. Era un hombre bajo de unos 40 años, cabellos castaños, con varias canas y usaba unos lentes. – Me imagino que todos estaban ansiosos por empezar las clases. Ya se dio un discurso de bienvenida en la entrada así que yo no daré nada parecido. Algo que seguro les alegrara saber es que tendrán mi materia cada lunes a primera hora. Antes de explicar de que ira la materia les presentare a un nuevo estudiante. Adelante - Dijo el hombre. Y entro un joven. El silencio reino el lugar, paso a paso el chico fue entrando y a penas los ojos del resto se posaron en él una chispa de deseo creció en los ojos de todos ellos. Era un chico de cabellos negros muy oscuros, unos preciosos ojos negros, profundos como la noche, una piel perfecta, pálida y delicada, casi parecía hecha de porcelana, y hablando de porcelana su rostro era como una muñeca de porcelana, fino, delicado y perfecto. Nadie se atrevió a hablar. – Preséntate – Dijo el profesor
- Mi nombre es Sasuke Uchiha – Fue todo lo que dijo, tenia una expresión mal humorada y un aire de soberbia, cosa que a Naruto no le gusto nada, no le daba una buena impresión
- (Seguro es de esos chicos creídos, genial otra persona que me fastidiara) – Naruto volvió a mirar al joven, este correspondió la mirada, demostró primero asombro y luego algo raro, una mirada profunda, una que Naruto no supo interpretar
- Toma asiento
No fue sorpresa alguna que la llegada de Sasuke fuera el tema del día. Todos hablaban de el y por el aura misteriosa que irradiaba ninguno se atrevió a hacerlo.
Las chicas murmuraban sonrojadas sobre él, y los hombres, entre envidia y atracción igual comentaban sobre su llegada. Mientras que Sasuke como si nada permanecía mirando por la ventana, sin la menor intención de entablar conversación alguna.
Todos sabían que había algo especial en él, algo magnético, los atraía, y no solo era su físico, era algo que nadie sabría explicarlo con palabras.
- Hay que hacer grupos de dos. - Dijo el profesor – Pueden ser como ustedes gusten
Naruto y Sakura obviamente se pusieron juntos, pero en cuanto dijo eso, todos los alumnos miraron a Sasuke ¿Quién se pondría con él? Las chicas morían de ganas pero ninguna se animaba y lo los chicos sentían curiosidad, ¿Cómo seria ese chico? Pero fue la persona menos pensada la que decidió hablarle.
- ¿Quieres hacer equipo conmigo? – Dijo Neji, tomando asiento en el banco desocupado al lado de Sasuke. Este lo miro fijamente y asintió.
Genial. Ahí se iban todas las mínimas esperanzas que tenia Naruto de estar con Neji, el “atractivo” chico nuevo ya lo había atrapado con sus encantos. Sin siquiera pensarlo Naruto ya le había “hecho la cruz”. No le agradaba ese Sasuke.
El trabajo era simple responder unas preguntas basándose en el libro de historia y armar un pequeño resumen. Naruto agradecía Sakura sea tan inteligente, tenia las mejores notas y siempre en los trabajos grupales se sacaban una excelente calificación. Lástima que a él en los exámenes no le iba tan bien.
Neji y Sasuke pareció pegaron buena onda enseguida. Desde esa primera clase ambos comenzaron a sentarse juntos y a platicar en los recreos. Para las chicas era una vista agradable, los dos chicos mas guapos juntos, pero para Naruto era una pesadilla.
Pero había algo en Sasuke que le inquietaba a Naruto y eran esas miradas. Sasuke lo miraba, y no, no era con odio o algo similar, solo lo miraba, como contemplando algo. Varias veces lo había encontrado haciendo eso, pero luego solo volteaba la vista y seguía como si nada. Era estúpido pensar que tal vez Sasuke se interesara en él, era atractivo y Naruto no, el era el mas feo de la clase, el era horrible, detestable, molesto, un perdedor…
Naruto parecía fuerte, se reía de los insultos, discutía, peleaba, pero por las noches era cuando sus demonios le gritaban.
Hoy había vuelto a recibir una golpiza, estaba lleno de hematomas y tierra, lo habían agarrado solo y lo llevaron a un callejón. Allí le dieron su “merecido”. Cuando entro en la casa lo primero que hizo fue tirarse en el sillón. Tomo al cúter que guardaba siempre en una mesa junto al sillón y lo miro por unos momentos.
¿Por qué? Pensó. ¿Qué tenia de malo? ¿Qué había hecho? ¿Por qué Neji no podía mirarlo como él?
- ¿Escuchaste el rumor? – Dijo una chica – Al parecer Neji y el chico nuevo tiene algo.
- ¿Enserio?
- Si, que desperdicio, son tan guapos.
- Sasuke si que es lindo, no pienso perder la oportunidad aún.
Sasuke había llegado en unos días y ya había conseguido lo que él siempre anhelo. A Neji.
Camino con calma por la ciudad, no tenia ganas de pensar en nada por hoy. Ese comentario había roto su corazón, solo quería llorar.
- ¡Déjame en paz! – Escuchó un grito venir desde el callejón contiguo –
- Vamos, no te resistas niño bonito
- ¡Basta! – Alguien estaba en problemas. Sin siquiera dudarlo Naruto se adentró al callejón. Había un hombre grande y fornido allí, sosteniendo por las muñecas a ni mas ni menos que Sasuke Uchiha. Este estaba forcejeando, pero el gran tamaño del sujeto le impedía zafar del agarre.
- ¡Suéltalo tu maldito Bastardo! – Gritó Naruto. Sin parar a meditarlo se lanzo sobre el hombre, lo golpeo fuertemente en el rostro y lo hizo caer al suelo. Tomo a Sasuke por la muñeca y lo arrastro fuera del callejón a toda prisa. Ambos corrieron a mas no poder y cuando habían perdido de vista el callejón ambos se detuvieron a respirar. Apoyaron sus manos en las rodillas e inclinándose intentaron recuperar el aire perdido - ¿Estas bien? – Preguntó Naruto
- Si, no hacia falta que hicieras eso por mi
- No iba a dejarte solo – Sasuke subió la mirada era unos centímetros mas bajo que Naruto.
Los ojos celestes miraron a los negros, los negros a los celestes y por extraño que parezca ambos lo sintieron. Chispas.