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Hijos de los Dioses por Whitekaat

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Notas del fanfic:

 

  • Este fic será un connjunto de drabbles, que tendrán conexión entre sí.

  • Quiero decir que para este fic me inspiré mucho en evangelión, Darling in the franxx y en menor medida shingeki, sí, sólo es inspiración con eso del universo post apocaliptico y chicos piloteando mechas.

  • Los robots medios biológicos son llamados Santos (sí, que original).

  • Los pilotos son llamados Caballeros (Para no perder el espítiru del univers de SS).

  • El fic completo está casi listo me falta sólo conluir el final y la subida de los drabbles serán dos semanales.

  • Espero les gusta mi desvarío por los mechas y la ciencia ficción(en que diablos me he metido).

 

Notas del capitulo:

Espero les guste y dudas y sugerencias se aceptan.

Saludos. 

 

 

RUGIDO

#1

 

Las alarmas comenzaban a sonar por todos los lugares, la gente a su alrededor corría, él también debía hacerlo pero aquellos chicos de un curso mayor obstaculizaban su paso, la ciudadela comenzaba a levantar las murallas externas y el domo comenzaba cerrarse sobre sus cabezas, la nueva Athenas comenzaba su fase defensiva y eso sólo podía significar que un titán había aparecido.

Con un último empujón fue dejado en el piso tirado sobre unas bolsas de basura, mientras los mayores huían buscando refugio, cosa que él debía hacer pronto, limpió su larga caballera añil de la suciedad del suelo y se levantó con dificultad.

Las alarmas seguían sonando pero ya no había ninguna persona rondando por las calles, cada edificio ya estaba cubierto con las capas de metal y el seguía desprotegido en las calles, desprotegido de la batalla que se avecinaba.

Sí, porque esa era la vida en la que vivían todos los habitantes de la nueva Athenas, de esconderse, sobrevivir y poner toda su fé en aquellos pilotos de los Santos, aquellos enormes robots humanoides de los que sólo se oían rumores de sus verdaderos aspectos al igual que sólo se oían rumores del aspecto de los monstruos con los cuales luchaban.

Los titanes, seres mitológicos según las antiguas escrituras de antes de la llegada, pero para ellos eran los demonios que buscaban la exterminación de la tierra, engendros de apariencia grotesca y de dimensiones colosales que nadie había podido ver para contarlo desde su propia boca, y él sería uno de ellos si es que no encontraba un lugar seguro.

El primer disparo se escuchó y tras ellos golpes mecánicos retumbaban el domo metálico abollándolo cada vez más, Saga se encontraba paralizado por el miedo, sin moverse del lugar de donde había caído, todo instinto de sobrevivencia desconectado de su organismo al ver la luz colarse por el metal destrozado por el cual había sido lanzado un robot enorme de metal dorado, que portaba una especie de lanza en una de sus mano y un escudo en el mismo color en la otra.

El robot se arrastró por entre las calles, derribando todo a su paso, destruyendo, casas, plazas, algunos edificios hasta detener la estela de destrucción a unas cuadras de él, tras ello escuchó el sonido de algo abrirse, un grito que se asemejaba más a un rugido.

Saga sabía que no debía ir a ese lugar, sabía que sólo sería exponer su vida pero si aquel piloto necesitaba su ayuda, tal vez sería la última cosa que haría antes de morir.

Dejando su mochila tirada corrió hasta acercarse a la enorme figura junta ella el cuerpo lánguido y cubierto de sangre de una chica de cabellos cortos y anaranjados,  y su lado la fuente de aquellos gritos, un hombre de piel bronceada y cabellos castaños claros que sostenía su cuerpo entre sus brazos.

 

 

 

ENLACE
#2

 

Su cabeza dolía, su boca se sentía seca, escuchaba el pitido de un máquina y la tranquilidad de una sala vacía, Saga aún sin intenciones de abrir sus ojos se encontró divagando sobre en qué lugar se encontraba, no era su habitación, todo estaba muy cómodo para que así fuese, no se había quedado dormido una vez más sobre el pupitre durante la clase.

Su cuerpo se sentía entumecido y el peso de su esfuerzo seguía sobre él — ¿Pero qué esfuerzo? — Se preguntó.

Trató de recordar sus últimos momentos antes de llegar a donde estaba, recordó las clases, pero aquel día había estado calmado, recordó haber sido empujado por los mismo chicos que siempre buscaban atacarlo, pero recordaba que la caída no había sido tan dolorosa como para dejarlo de esa manera, el sonido de la alarma resonó en su memoria, el robot de armadura dorada, aquel monstruo que se adentró hacia la ciudad, un ser tan alto como una montaña con cuatro apéndices saliendo de su espalda sosteniendo un halo brillante del mismo metal del cual parecía estar formado parte de su cuerpo y ese misma luz roja que emitían sus ojos salir del halo  mientras un rayo era lanzado contra la ciudad.

Saga también recordó la escena del hombre furioso junto a la chica que desde su boca corría sangre, entre esas memorias la fija mirada verde que avanzó hasta él hasta tomar su brazo y llevarlo contra su voluntad dentro del robot.

Tras ello todo era borroso, o sólo partes volvían a su mente, la fuerza del piloto de cabellos castaños, una especie de cabina llenándose de agua, un collar aferrándose a su cuello, una mano contra su nuca, un dolor de cabeza y unos labios ajenos posarse sobre los suyos.

Luego de aquello, nada, sólo la perpetúa oscuridad y el actual dolor completo de su cuerpo.

— ¿Este fue el chico del enlace? — La voz de un hombre mayor llegó a sus oídos a medida que una puerta era abierta.

— Si, és el, estaba en la ciudad durante el ataque, lo utilicé como suministro para al menos activar el modo criatura, pero… usted ya conoce lo que ocurrió — Una voz grave, más adulta respondió al de la persona mayor, Saga por lo lento que aún trabaja su mente podía entender que ese hombre era el piloto.

— Algo único y sin precedentes, logramos la tan esperada unión y el despertar del verdadero potencial de Atenea…

 

 

 


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