En la gran y magestuosa ciudad de Seúl, Corea del Sur, una hermosa pareja se conoció, el era un hombre de negocios, un hombre hecho y derecho que sabía claramente lo que quería y al cual nadie detenía.
Era apuesto seguro de sí mismo, un hombre con la clara definición de la masculinidad.
Dueño de una de las más grandes empresas de telecomunicaciones a nivel mundial y uno de los más importantes y millonarios empresarios de Corea, Wu Yi Fan el soltero más codiciado de la ciudad era también el mejor prospecto para pareja perfecta que cualquier ella o el soñara, y lamentablemente el hombre que robó el corazón de este gran hombre, aún no soñaba siquiera en uno.
Xiao Luhan por otro lado era todo lo contrario de Yi Fan.
El era el más artístico, amoroso y delicado de los dos y a pesar de tener todos esos adjetivos tan femeninos, Luhan era el sueño de todos los hombres y mujeres de Corea.
Actor, cantante y modelo de pasarela eran solo algunos de sus trabajos más reconocidos en el medio.
Era la celebridad más famosa y amada del momento todos querían ser el y todos lo querían a el.
Pero en aquel entonces, Yi Fan en su mundo a pesar de la gran fama de Luhan, no sabía si quiera de su existencia ya que Yi Fan solo estaba enfocado en todo a tratar de los negocios y su compañia.
El no tenía tiempo de sí quiera ver televisión o entrar a alguna red social, el mundo de Yi Fan era solo su trabajo el cual era su vida.
Y esa era una de las explicaciones de su soltería. Mujeres y hombres que lo rodearán no le faltaba, diversión y pasión, si que las había tenido e incluso se atrevía a denominar romance su última relación de tan solo dos meses la cual por un récord unánime era la relación más larga de ese gran y temible empresario.
Pero después de ese día, EL DIA, su vida jamás fue la misma.
Era un día común y corriente y por aniversario número diez, la compañía planeaba una gran campaña publicitaria dirigida por el artista más famosa del momento.
Ellos dos se encontraron y desde ese momento no hubo vuelta atrás, sus miradas se conectaron y sus hijos se encontraron entre si. Era amor a primera vista.
Lo que solo significaba trabajo pronto se convirtió en algo más, al final de rodaje ya no podían más, eran tan unidos que no podían separarse siquiera un segundo.
Kris era atento con Luhan, siempre lo mimaba, no había nadie como el, todos los días había flores y cenas en restaurantes, salían de viaje, vivían juntos, era como un sueño en cualquier película.
Nadie era como ellos y después de seis increíbles meses al fin Luhan le dijo que sí y se casaron de inmediato.
Compraron una mansión mucho más grande, una en la que pudieran llenarla de hermosos niños.
Compraron algunas mascotas de momento, dos gatos, un conejo y construyeron una nueva casita para Mango, el cual era una mascota que Luhan ya traía consigo.
Ellos eran la pareja del siglo y como celebración de su aniversario número uno, que mejor que compartir con familia y amigos, tal vez uno de los peores errores que hubieran cometido, al menos uno del que Yi Fan jamás dejo de lamentar y arrepentirse hasta el último de sus dias.
La fiesta era de traje en uno de los salones más grandes y exclusivos de la ciudad. Era enorme con paredes crema lleno de columnas doradas esparcidas por todo el recinto y del techo colgaba un hermoso candelabro de oro.
La orquesta tocaba con gran emoción, un poco de jazz y algo de rockabilly hacían de la velada una experiencia inolvidable.
Comida fina pordoquier en compañía de las personas más distinguidas y poderosas de la ciudad la fiesta era majestuosa de recordar.
Como buenos anfitriones la joven pareja saludo y trato con cada uno de sus invitados.
-Suho?... realmente eres tú? No pensé que vinieras!! Es un honor tenerte aquí!
-Kris...
-Oh! Que grosero soy, amor. El es Suho el futuro rey billonario de Seúl, es el niño del que te hablé, es muy listo. Estoy seguro que en tan solo un año WGalaxi tendrá un nuevo contrincante.
-Waaoo... Xiao Luhan... Encantado de conocerte.
-Kim Junmeon, el honor es completamente mío.
Y en ese instante todo se fue al diablo, mis pulmones dejaron de funcionar, no podía respirar, en cuanto lo ví sujete su mano durante el saludo no pude evitar sentir un enorme cosquilleo en mis manos y en mi abdomen.
Chispas salían de entre mis costados y una electricidad infernal me rodeo por completo. Estaba perdido en sus ojos.
Era en definitiva lo más bello que había visto en toda mi vida y lo quería, sin importar cuanto me costará.
Después de la fiesta no pude contenerme y charle todo lo que pude con el, era un ángel no había ningún malicia en su ser, era lo más puro en este mundo y a su lado sin siquiera conocernos, me sentía en el cielo, me sentía amado.
Mientras yo vivía un sueño, encontrándonos casualmente a espaldas de un celoso y posesivo Yi Fan, Luhan y yo la pasábamos muy bien.
En cambio, Luhan se había convertido en un ser completamente distante y ajeno a su marido, casi no se veía, ya no compartían la mesa juntos y cuando llegaba la hora de dormir, Luhan se "moría" del cansancio.
En cambio yo, recibía cada una de las atenciones que algunas ves le pertenecieron a Kris.
Me sentía como la basura más insignificante y lo más horrendo, la escoria más putrida y maldita en el mundo, pero no podía evitar jamás deje de amarlo Luhan era mi mundo y sabía, o quería encargar me a mi mismo de que su vida con Kris, con o sin mi ayuda tarde o temprano terminaría así.
Kris amaba demasiado a Luhan y a pesar de su distancia el quería arreglar su matrimonio, pero en el fondo él sabía todas las respuestas de del por qué la extraña actitud de su esposo.
Las marcas de su cello, su ausencia en el hogar, el olor de una colonia completamente diferente a la suya e incluso una llamada que pudo escuchar desde la otra línea, en la que hablaba de como se encontraría con un hombre con la voz idéntica a la de su joven amigo.
Kris lo sabía todo, pero su cerebro le hacía una mala pasada, si Luhan ya no lo amaba el seria honesto y se lo diría, pero si ya no sentía nada por el, ¿Por qué no se lo decía?
Seguro de sí mismo, Yi Fan apostó con lo más valioso que tenía, su corazón, y confronto a Luhan en otro país y en otra ciudad en unas muy merecidas vacaciones para ambos, por fin hablaban juntos después de tanto tiempo, pero ya no era lo mismo.
Ya no rían juntos, ya no durmian juntos y ya no había más un "juntos".
Kris ya no lo soportaba y en seguida confronto a Luhan y el le contó todo.
Le había dicho que había otra persona y que ya no sentía nada por el, se disculpó con el e incluso lloraron juntos, pero al final de cuentas cuando Luhan regreso, Kris ya no estaba con el.
Kris lo dejo ir, ya que si no era feliz con el, ¿para que sufrir?
Kris se quedó en China y permaneció ahí por un más tiempo. Ambos se divorciaron y no volvieron a verse o a hablar por un largo tiempo.
Lo que alguna vez fue la pareja del siglo, solo quedo en viejo y sucio polvo, como el que cubría cada uno de los muebles de la hermosa mansión de la cual Luhan se marchó y ya nadie ocupo.
Esa fue la historia de Kris y Luhan, dos adorables esposos a los cuales yo, Kim Junmeon, tuve que separar para entrar mi propia felicidad.