Una larga y brillante limusina negra conducía aquella tarde por la carretera de Tokio. Una vez que llegó al centro de la ciudad, los transeúntes pasaron por debajo de los altos rascacielos y restaurantes que ofrecía la ciudad y un joven con ojos azules observaba las glamorosas tiendas a través de la ventana de la limusina completamente aburrido y con una expresión de indiferencia en su rostro, desvió la mirada hacia su madre quien conversaba por teléfono, posiblemente con la madre de su prometida al que no conocía en persona y se reía de lo que hablaban, su padre permanecía sentado en un asiento individual en una esquina de la limusina con los brazos cruzados y la vista puesta en la ventanilla ignorando la conversación por teléfono, así que él imitó la acción de su padre e ignoró a su madre conversando por teléfono enfocando su vista nuevamente en la ventanilla.
Cuando la limusina llegó a su destino, un lujoso hotel de cinco estrellas, dos hombres uniformados caminaron hacia el vehículo, abrieron la puerta y dejaron que Bulma saliera primero de la limusina seguida por su esposo y su hijo. Apenas salieron de la limusina, Bulma sostuvo su cartera con firmeza y comenzaron a subir al vestíbulo del hotel. Una vez que entraron, Trunks se tomó un breve segundo para apreciar la elegante decoración y los muebles de lujo que formaban parte del hotel pero ese momento duro poco pues escuchó que su madre lo llamaba para que se acercara a donde estaban ella y su padre, quien solo permanecía parado allí con los brazos cruzados mirando todo con indiferencia, algo muy típico de él.
-Bien, Trunks. Ya estamos aquí, mañana al anochecer te casarás ¿no estás emocionado?-preguntó Bulma sonriéndole a su hijo.
-Sí, claro. estoy muy feliz por esto mamá-respondió Trunks fingiendo emoción, Bulma desvió la mirada hacia la escalera principal del hotel al ver a una pareja bajar por ellas y sonrió entusiasmada.
-Oh, cielos ¡ya están aquí!-exclamó Bulma entusiasmada, empujo levemente a su hijo a un lado y se acercó a la pareja-cuanto me alegra conocerlos, no es que me molestara hablar con ustedes por teléfono pero es más cómodo hablar en persona ¿no lo creen?-
-No lo dudo, es más, a mí también me alegra conocer a la madre del prometido de mi hija-comentó el padre de Mai.
-Disculpen que no me haya presentado, mi nombre es Bulma Briefs-se presentó la científica de cabellos celestes, desvió la mirada hacia Trunks y Vegeta quien permanecía de pie con los brazos cruzados, ajeno a la conversación-y allí están mi esposo, Vegeta y mi hijo, Trunks-
-¡No puede ser! ¿ese chico tan joven y tan atractivo es tu hijo Trunks del que siempre nos hablaste?-preguntó la madre de Mai acercándose a ver al joven de cabellos lilas, Trunks desvió la mirada y se sobresaltó un poco al ver que la madre de su prometida (a quien aún no había visto) se acercaba a él y lo tomaba del rostro con ambas manos-eres tan adorable, te pareces mucho a tu madre ¿alguna vez te lo habían dicho?-
-N-No, señora. De hecho, muchas personas me dicen que me parezco más a mi padre-respondió Trunks mientras se reía nerviosamente junto a la madre de su prometida. No se dio cuenta de que alguien los estaba observando desde el bar ubicado precisamente en el lobby de aquel lujoso hotel, y ese alguien que observaba a Trunks detenidamente era un chico de cabellos oscuros y ojos negros brillantes como la misma noche, no podía entender porque observaba tanto a aquel joven de cabellos lilas pero por alguna razón algo en él le atraía, le atraía demasiado pero fue sacado de sus pensamientos al escuchar al chico de la barra llamándolo.
-¡Gohan! ¡reacciona! Necesito que lleves estas bebidas a la mesa seis y rápido-le dijo el bartender sacándolo de su trance.
-¿Eh? S-Sí, voy enseguida. Lo siento mucho-se disculpó Gohan haciendo una leve reverencia frente a su compañero de trabajo, tomó una bandeja, colocó las bebidas y comenzó a caminar hacia la mesa donde unas personas estaban esperando sus órdenes. Se detuvo un momento y desvió la mirada para contemplar a aquel chico de cabellos lilas una última vez, sonrió y prosiguió con su trabajo.
-A todo esto ¿dónde está su hija? No la he visto bajar las escaleras con ustedes-preguntó Bulma al ver que la prometida de su hijo no se encontraba allí con sus padres.
-Aún se está vistiendo, tardará un poco en bajar ¿qué dicen si entramos al restaurante y la esperamos todos allí?-sugirió la madre de Mai a lo que todos accedieron a su sugerencia y caminaron al restaurante del hotel.
Entraron en el elegante restaurante y todos tomaron asiento en una mesa redonda cerca de la ventana, la cual ofrecía una magnifica vista de la ciudad, un mesero se acercó a entregar el menú de esa noche, colocar una canasta de pan para los comensales y sirvió agua helada en las cristalinas copas de tamaño mediano, pues las grandes serían utilizadas para el vino, apenas el mesero se fue luego de servir el agua, todos los comensales del restaurante y huéspedes de aquel hotel desviaron la mirada asombrados al ver a una joven pero hermosa mujer de larga cabellera negra que caía como cascada en su espalda y ojos del mismo color avanzar elegantemente por el restaurante. Lucía un bello vestido de seda verde aguamarina con zapatos del mismo color, Trunks permaneció atónito por unos momentos al ver a la joven mujer aproximarse hacia la mesa donde estaban sentados pero enseguida reaccionó volviendo a adoptar su expresión indiferente de hace unos momentos y desvió la mirada hacia otro lugar.
-Siento mucho llegar tarde, no sabía que vestido ponerme para la ocasión y elegí este-dijo Mai disculpándose con sus padres y sus futuros suegros, un mesero se acercó y corrió la silla vacía para que la joven mujer pudiera sentarse con comodidad, abandonó la mesa por unos minutos y regresó con una jarra de agua y un menú, el cual colocó frente a ella.
-No te preocupes, de hecho, estábamos decidiendo que íbamos a cenar ¿no es así, Trunks?-preguntó Bulma viendo a su hijo pero éste no la escuchaba, solo se dedicaba a ver hacia un punto fijo-¿Trunks? Trunks ¿me estás escuchando?-
-¡Mira a tu madre cuando te está hablando, sabandija!-gritó Vegeta haciendo que el joven de cabellos lilas volviera a la realidad, apenas lo hizo, Trunks se dio cuenta de que su madre, sus futuros suegros e incluso su prometida lo estaban viendo de forma extraña, lo que lo hizo sonrojarse levemente por la vergüenza.
-L-lo siento, yo… estaba… estaba distraído supongo-respondió Trunks avergonzado por su actitud no solo con sus padres, sino también con sus suegros y su prometida-y ¿ya decidieron que vamos a cenar?-
La cena transcurrió con normalidad, de entrada pidieron sopa de tomate Momotaro y de plato principal una langosta con Champange Salmón Brut Rosé para acompañar. Durante la comida, Bulma, Mai y su madre conversaban entretenidas de cosas triviales, ya sea ropa, viajes alrededor del mundo, el padre de Mai intentaba entablar amistad con Vegeta ya que serían familia a partir de mañana pero el hombre de cabellos en punta no tenía el más mínimo interés en hablar con él, Trunks solo escuchaba la conversación de su madre y su prometida completamente aburrido, como deseaba poder irse de allí, volver a su habitación y poder descansar o al menos ver la televisión hasta quedarse dormido, pero el destino decidió cambiar sus planes al escuchar su teléfono sonar y pudo ver que tenía un mensaje importante proveniente de la Corporación Capsula, al parecer tenía trabajo importante que hacer esa misma noche y lo estaban esperando en la sala de juntas ubicada en el penúltimo piso del hotel.
-¿Me disculpan? tengo que retirarme temprano, necesito terminar unas cosas del trabajo-respondió Trunks quien se levanto de su silla respetuosamente.
-¿Qué? ¿te vas tan pronto? pero ni siquiera hemos pedido el postre-le dijo Mai sin entender porque su prometido se iba tan temprano de la cena.
-Lo siento, pero esto es algo de suma importancia y no puedo dejarlo pasar-se disculpó el joven de cabellos lilas quien comenzó a caminar para salir del restaurante-si me permiten, tengo que irme ahora. Que pasen una agradable noche-
Sin mirar atrás siquiera, Trunks salió del restaurante dejando a su familia, a sus suegros y a su prometida solos. Comenzó a caminar por el pasillo hasta dar con el elevador, no se dio cuenta de que había pasado por el bar donde trabajaba Gohan, quien no perdió un segundo, apoyó la bandeja donde llevaba los pedidos bruscamente contra una mesa vacía y salió corriendo del bar dispuesto a seguir a aquel joven de cabellos lilas que le llamaba tanto la atención.
Trunks llegó al elevador y esperó pacientemente a que este llegara al piso indicado, Gohan se ocultó detrás de uno de los muebles que decoraba el pasillo, asomó su mirada hacia Trunks y el elevador que ya se había abierto, enseguida salió de su escondite para alcanzarlo e ir al mismo destino con él pero para su mala suerte, la puerta de elevador ya se había cerrado.
-Ni modo-pensó Gohan con las manos metidas en los bolsillos del pantalón de su uniforme resoplando por lo bajo-tendré que esperar el siguiente elevador para poder alcanzarlo-
La puerta del elevador se abrió y Trunks salió de éste, comenzó a caminar hacia dos enormes puertas metálicas de color negro con detalles plateados y junto a la puerta había una pequeña placa en la pared que decía "Conference Room- Sala de conferencias". Gohan salió del otro elevador, el cual llegó unos segundos después que el que Trunks se había tomado, apenas salió del elevador, el joven de cabellos oscuros comenzó a buscarlo con la mirada y enseguida lo vio entrar en la sala de conferencias, fue corriendo hacia allí para entrar y espiarlo de cerca pero cuando llegó la puerta ya se había cerrado. Intentó abrirla pero luego recordó que sin la llave magnética no podía entrar y él no tenía una llave magnética para entrar allí, así que no tuvo más opción que pegarse a la puerta e intentar escuchar lo que estaba pasando ahí dentro. Los minutos pasaron y por mucho que se esforzaba en intentar escuchar, no podía saber que estaba haciendo aquel joven de cabellos lilas dentro de la sala de conferencias, al cabo de media hora, Gohan tenía el cuello entumecido por estar tanto tiempo con su oído pegado a la puerta, escuchó la perilla moverse y supo que Trunks estaba por salir de la sala, rápidamente se alejó de la puerta y comenzó a mirar a su alrededor pero no había muchos lugares donde esconderse. Estaba por rendirse y dejar que fuera descubierto cuando, de pronto, alcanzó a ver una maceta con una planta decorativa no muy lejos de la sala de conferencias, enseguida fue a esconderse en ese lugar, a través de las hojas de la planta, pudo ver a Trunks saliendo de la sala acomodándose las mangas de su camisa blanca ¡maldita sea! Hasta en ese tipo de acciones tan simples se veía jodidamente lindo, por apoyarse en el borde de la maceta, accidentalmente la movió un poco y eso hizo que el joven de cabellos lilas desviara la mirada hacia la maceta.
-¿Uh? ¿hola?-dijo Trunks acercándose a la maceta-¿hay alguien ahí?-
-¡Oh, no! me descubrió ¿ahora qué hago?-pensó Gohan temiendo que aquel joven pudiera encontrarlo y preguntarle que estaba haciendo escondido detrás de una maceta, pudo escuchar los pasos de Trunks aproximarse a la maceta, debía pensar en algo para librarse de vivir una situación incómoda ¡y rápido!
-Hola ¿me escuchas? ¿hay alguien ahí escondido?-preguntó Trunks acercándose cada vez más a la maceta, apoyó sus manos en las hojas de la planta decorativa y corrió un poco las hojas para poder ver a la persona que se escondía detrás de la maceta pero cuando lo hizo, no vio a nadie allí-¿ah? um… creí que podría encontrar a alguien escondido aquí pero veo que solo estaba imaginando cosas, tal vez el cansancio me está jugando una broma pesada-
Sin perder más tiempo, el joven de cabellos lilas se alejó de allí para tomar el elevador al piso donde se encontraba su habitación. Gohan se encontraba oculto tras la esquina de una de las paredes del pasillo, su corazón latía demasiado rápido y su respiración era acelerada, un paso en falso y casi terminaba siendo descubierto pero se alivió un poco al saber que eso nunca sucedió, rápidamente se acomodó el uniforme de mesero y regresó a trabajar, pues su turno aún no había terminado y faltaban un par de horas más para que volviera a casa.
Al día siguiente, el hotel estaba muy movido desde muy temprano por la mañana. Bulma, Mai y su madre salieron del hotel y fueron a diferentes tiendas para elegir las flores para la decoración del altar, estuvieron escogiendo el vestido de novia que la joven de cabellos oscuros usaría ese día, pues en tan solo unas cuantas horas ella y Trunks se casarían en uno de los salones más elegantes del hotel, la recepción se daría en el restaurante pero a pesar de todo, la pareja tenía que regresar a la tarde para poder elegir los platillos que se servirían en la cena y también el pastel de bodas. Trunks, Vegeta y el padre de Mai estuvieron toda la mañana de paseo buscando actividades para pasar el tiempo y divertirse, después de todo, ese sería el último día que Trunks pasaría siendo soltero, ya que en unas pocas horas se casaría. El joven de cabellos lilas intentaba divertirse pero a pesar de todo, aún no estaba feliz con la repentina decisión que habían tomado sus padres, no podía creer que ellos lo estuvieran (técnicamente) forzando a casarse con una mujer que no conocía y de la que no sabía absolutamente nada de ella.
Al acabar con las actividades que tenían planeadas para esa mañana, Mai y Trunks regresaron al hotel y se dirigieron al restaurante donde se realizaría la recepción V.I.P luego de la ceremonia para elegir que platillos se servirían en el menú de la cena de esa noche, además, una asesora de pastelería llegaría al hotel con un catálogo para que escogieran su pastel de bodas. Bulma y la madre de Mai se rieron entre ellas en voz baja y luego se dirigieron al salón para encargarse de la decoración del altar, Vegeta suspiró frustrado y solo se ocupó de llevar el traje de su hijo al vestuario para poder cambiarse esa misma noche, pues un par de horas antes de la boda, los novios debían pasar tiempo separados, ninguno de ellos podía verse antes de casarse, muchas personas creían que eso era un augurio de mala suerte pero Trunks no creía en esas cosas y mucho menos su padre.
La noche llegó y con ello la boda de Trunks y Mai. Muchas personas habían sido invitadas a la celebración de la joven pareja, quienes pronto unirían sus almas para siempre, la gente escribía sus felicitaciones y deseos a la pareja en el álbum de fotos para luego ir a tomar su lugar en sus respectivos asientos. Dentro de su habitación, Mai se encontraba sentada en su cama con su peinado de novia ya hecho y con una bata blanca del baño de la habitación cubriendo su semi desnudo cuerpo, la joven mujer aferraba sus manos con fuerza a la tela de la bata mientras las lágrimas caían sin control de sus ojos y hacía un esfuerzo por no gritar.
-Odio esto… odio todo esto-pensó Mai abriendo lentamente sus ojos y mirando su propia imagen en el espejo mientras respiraba aceleradamente-si mis padres no tuvieran tantos problemas de dinero no me estaría casando en este preciso instante-
La joven mujer desvió su mirada del espejo hacia los zapatos blancos de taco alto que llevaba puestos en sus pies, se los quitó, los arrojó contra el espejo rompiéndolo en pedazos sin dejar de gritar y llorar por la rabia que estaba sintiendo en ese momento.
Mientras tanto, Trunks se encontraba en el vestidor sentado frente al espejo de cuerpo completo observando su traje de pies a cabeza. No había expresión alguna en sus ojos, no había brillo en ellos, salió de sus pensamientos al escuchar la puerta del vestidor abrirse y entró su madre quien llevaba un hermoso vestido corto de noche color morado con un pañuelo celeste alrededor de su cuello que hacía juego con su cabello y sus ojos junto con unos zapatos negros.
-Trunks, deberías salir a ver la decoración en el salón ¡es hermosa! Creo que hice un buen trabajo con las…-dijo Bulma pero su sonrisa se borró al ver a su hijo cabizbajo sentado en un sillón frente al espejo-¿Trunks? ¿qué sucede cariño?-
-Mamá, debo serte honesto en algo-respondió Trunks mirando a su madre con ojos de súplica-no quiero casarme-
-¿Qué? ¿por qué no quieres casarte? Trunks, esto es algo bueno para ti. Es algo bueno para la empresa-respondió Bulma sin poder creer lo que su hijo le decía.
-Es que… mamá, siento que esto no es para mí y, además, siento que le estoy arruinando la vida a esta pobre chica ¿no has visto como me veía en la cena? ella no quiere saber nada de mí, no está interesada en casarse conmigo.
-Tonterías, Trunks. puede que hayan comenzado con el pie izquierdo pero estoy segura de que esa chica y tú están destinados a estar juntos-le dijo Bulma queriendo animar a su hijo pero esto no ayudó mucho, solo lo empeoró más, la mujer de cabellos celestes desvió su mirada hacia la corbata negra perteneciente al traje del joven de cabellos lilas, la cual aún seguía reposando en la mesa-bien, ahora ponte la corbata y ven ya mismo al salón, no querrás hacer esperar a todos y mucho menos dejar plantada a tu futura esposa ¿no es así?-
Bulma salió del vestidor dejando a Trunks solo, el joven de cabellos lilas suspiró derrotado ¿qué acaso no existía alguna fórmula mágica para retroceder en el tiempo y evitar casarse con Mai? Al parecer no la había, desvió la mirada hacia la mesa de mármol donde había dejado la corbata negra, se levantó de su silla tomó la corbata, salió del vestidor y comenzó a caminar hacia el salón mientras se colocaba la corbata con algo de molestia.
La ceremonia transcurrió sin problemas, aunque la pareja omitió el intercambio de votos ya que no tenían nada que decir, se realizó la entrega de los anillos y al acabar la ceremonia, todos pasaron al restaurante para comenzar con la recepción V.I.P y la cena especial que darían esa noche en honor a la joven pareja. Muchos de los invitados se acercaban a la mesa principal donde estaba la pareja para felicitarlos por su unión, Trunks y Mai les agradecían por la felicitación pero luego de unos minutos comenzaron a cansarse, incluso evitaron tener contacto visual durante la comida mientras que todos los presentes comían y charlaban animadamente. Mai frunció el ceño con fastidio de tener que escuchar las voces de los invitados a esa farsa resonar en su cabeza, apretó el tenedor con fuerza mostrando que estaba a punto de estallar.
-Aaagh ¡ya no puedo seguir con esto!-exclamó la joven de cabellos oscuros completamente furiosa-¿por qué todos están tan inmersos en esta farsa? esta cena es una farsa, esta boda es una farsa ¡todo esto es una farsa!-
-Mai, relájate ¿quieres? si lo deseas, podemos discutirlo más tarde-dijo Trunks queriendo calmar a su esposa poniendo su mano sobre su hombro pero ella simplemente se apartó.
-¡Todo esto es tú culpa!-exclamó la joven de cabellos oscuros-me forzaron a casarme con un hombre a quien no conozco en lo más mínimo y al que ni siquiera amo-
-¿Piensas que yo no estoy consciente de que esta boda es una completa farsa? ¡por supuesto que lo estoy! sé perfectamente que todo esto fue arreglado, no tuve otra opción-respondió el joven de cabellos lilas enfadado-créeme, si fuera por mí, no quisiera estar con una mujer tan despreocupada como tu-
-¡¿Qué dijiste?!-una fuerte bofetada resonó por todo el lugar, haciendo que los invitados dejaran de hablar y voltearan su mirada hacia Mai, quien respiraba aceleradamente con la mano levantada-¿cómo te atreves a llamarme así? y para que sepas ¡yo jamás me casaría con un hombre tan indiferente y grosero como tú!-
Trunks no replicó a lo que dijo su esposa, solo la miró desafiante a los ojos por unos breves segundos hasta que finalmente cedió y, disculpándose con todos los invitados, sus padres y sus suegros, se retiró del restaurante con un semblante serio y una postura firme, como si las palabras dichas por Mai no lo hubieran afectado en lo más mínimo. Pero apenas salió del restaurante, se derrumbó y comenzó a llorar arrodillado en el suelo, estaba cansado de siempre tener que fingir ser orgulloso e indiferente ante todo como su padre, Vegeta, ¡por todos los dioses! él también tenía sentimientos, no estaba hecho de piedra. Se incorporó como pudo, se secó las lágrimas con la manga del saco de su traje y caminó hacia el bar del hotel, necesitaba pedir una bebida para olvidar el mal momento que acababa de pasar.
El bar era casi tan lujoso como el hotel mismo, el suelo estaba tapizado con una alfombra de color purpura, las butacas frente a la barra estaban tapizadas con cuero dorado al igual que las sillas colocadas frente a unas pequeñas mesas del metálicas del mismo color, la mayoría de los rincones del bar estaban decorados con columnas doradas o árboles plateados que reflejaban la iluminación del lugar. Trunks se encontraba sentado en una de las tantas butacas doradas repartidas frente a la barra de madera y mármol negro, tenía el rostro ligeramente sonrojado y os ojos levemente enrojecidos por haber estado llorando, junto a él había dos vasos de highball vacios, desvió la mirada hacia el bartender, quien se apuró a terminar el tercer highball de esa noche y colocó el vaso frente al joven de cabellos lilas.
-Aquí tiene la cuenta, señor Briefs-le dijo el bartender pasándole un papel y un bolígrafo para que firmara, Trunks observó el papel detenidamente y luego desvió su mirada hacia la bebida.
-Sí… muchas gracias-le agradeció Trunks sin mirarlo, el bartender hizo una leve reverencia y se retiró de allí para poder atender a otros clientes. Trunks tomó el vaso viéndolo fijamente por segunda vez-ahora voy a brindar por…-miró a su alrededor buscando a alguien a quien dedicarle su brindis pero no encontraba a nadie interesante hasta que cierto joven de cabellos oscuros pasaba por ahí recogiendo los vasos vacios y las servilletas usadas en las mesas-voy a brindar por ti-
-Uh ¿qué?-dijo el joven de cabellos oscuros dejando la bandeja con los vasos vacios en una mesa despejada y se acercó lentamente a Trunks mirando a su alrededor-¿quieres brindar por mi?-
-Porque…-dijo Trunks pero se detuvo un momento a pensar en lo que diría y cuando por fin lo obtuvo, habló-porque pienso que al menos tu vida debe ser menos miserable que la mía-agregó para después beber su bebida despreocupadamente.
-Oh, pobrecito. Lo que sea que te esté pasando, lo lamento mucho-dijo aquel joven de cabellos oscuros poniendo su mano en el hombro de Trunks a modo de consuelo-tú… no… ¿no quisieras hablar de esto conmigo?-
-¿Por qué debería de hacerlo? es más, no te conozco y ni siquiera sé cómo te llamas-respondió Trunks.
-Porque no tienes a nadie con quien hablar aquí excepto yo y creí que necesitarías un amigo-dijo ese joven de cabellos oscuros tomando asiento en una butaca junto a Trunks-por cierto, mi nombre es Gohan-
-Un gusto conocerte, Gohan. Me llamo Trunks y me alegra tenerte como amigo para poder hablar de mis problemas.
El tiempo pasó y entre bebidas y charlas, Trunks le contó a Gohan lo miserable que era su vida, lo horrible que se sentía vivir presionado por tus padres desde pequeño, siempre teniendo altas expectativas de su persona. Le contó lo infeliz que era al haberse casado con Mai y también le repitió las palabras que ella le había dicho durante su discusión en la cena.
-Lo peor es que mis padres nunca me preguntaron qué es lo que en realidad quería-dijo Trunks al borde del llanto y con el rostro sonrojado producto del alcohol-yo nunca les pedí que organizaran mi vida, nunca les pedí casarme, hay tantas cosas que quiero hacer. Siento que aún soy demasiado joven como para estar atado a alguien-
-¿Y qué son esas cosas que tanto deseas hacer?-preguntó Gohan con curiosidad, él también estaba ebrio pero no lo suficiente como para desinhibirse.
-Yo… quiero vivir mi vida, quiero salir y conocer el mundo junto a alguien que me ame de verdad-respondió Trunks viendo su vaso ligeramente vacío-pero eso no será posible-
-Claro que es posible, todo es posible, no pienses así, Trunks-dijo Gohan tomando el rostro de su amigo para que lo mirara de frente mientras le secaba las lágrimas con su pulgar. Trunks sonrió a la vez que tomaba la mano de Gohan con la suya propia-quizás yo podría ayudarte a cumplir tu meta-
-Gracias, Gohan-dijo Trunks sonriendo ligeramente-eres un buen amigo y un buen oyente-
Ambos jóvenes estuvieron mirándose en silencio por unos segundos, Trunks desvió sus ojos por un segundo hacia los labios de su amigo, por alguna razón se veían tan tentadores y apetecibles ¿a qué sabrían? Quería probarlos pero a la vez no quería hacerlo, estaba ebrio pero no para cometer semejante estupidez como el querer besar a un amigo. Al ver que Trunks no tomaba la iniciativa, Gohan decidió cortar la distancia que los separaba con un tierno y suave beso, un beso el cual al principio, Trunks se negaba a corresponder. Poco a poco, el joven de cabellos lilas fue cediendo y correspondió el beso, el cual se tornó intenso y apasionado con el pasar de los segundos, Gohan colocó sus brazos alrededor de su cintura a su vez, Trunks dirigió sus manos a la cabeza del joven para acercarlo más a él y profundizar el beso mientras enredaba sus dedos en sus cabellos.
Se separaron minutos después para respirar, el reloj que Gohan llevaba en su muñeca comenzó a sonar indicándole que su turno había acabado hacía un par de horas, por lo tanto, el bar del hotel ya cerraría en diez minutos. Ambos jóvenes se levantaron de las butacas en las que estaban sentados y salieron del bar abrazados, caminando torpemente, chocando contra los muebles y la decoración del lobby mientras se reían, Trunks desvió la mirada hacia Gohan y le dedicó una sonrisa lasciva, el joven de cabellos oscuros sonrío también, pues ya sabía que significaba aquel gesto.
Trunks condujo de la mano a aquel joven mesero por un largo pasillo mientras revisaba el número de las puertas y Gohan se reía sonoramente, obligando a Trunks a pedirle que guardara silencio pues la mayoría de los huéspedes del hotel estaban durmiendo. Hasta que llegaron al final del pasillo donde se encontraba una puerta doble que tenía grabada en una placa de oro la palabra "Honeymoon Suite", dicha habitación solo estaba reservada para las parejas recién casadas que venían a pasar sus vacaciones hospedados en aquella suite del hotel. El joven de cabellos lilas metió una mano en el bolsillo de su chaqueta extrayendo un sobre pequeño de color blanco con detalles dorados, abrió el sobre del cual sacó la llave magnética de color negro con el nombre del hotel escrito en plateado que le daba acceso a la habitación, pasó la tarjeta por un lector que apenas hizo contacto con ella la luz cambió de roja a verde.
Entraron a la habitación, Gohan empujó a Trunks hasta que chocaron contra el blanco sofá perteneciente a aquella lujosa habitación, el joven de cabellos oscuros quito las almohadas rojas a excepción de una y recostó bruscamente a Trunks quien se golpeó levemente la cabeza contra el mullido sofá.
-Ouch-se quejó Trunks con un solo ojo abierto, llevando una mano a su cabeza para aliviar el dolor-¿qué rayos te pasa, Gohan?-
No pudo seguir hablando, pues sintió como Gohan se colocaba encima de él haciendo que el sofá se hundiera levemente. El joven de cabellos oscuros se acercó a Trunks, tomó su mejilla derecha con su mano libre y volvieron a unir sus labios en un nuevo beso, entrelazando sus lenguas dentro y fuera de sus bocas con lujuria y pasión al mismo tiempo. Trunks creyó que continuarían besándose por lo que quedaba de la noche pero Gohan tenía otras intenciones, apenas tuvo la oportunidad de separarse para respirar, el joven de cabellos oscuros miró a Trunks fijamente a los ojos con la respiración acelerada.
-Trunks, nunca me había dado cuenta de lo atractivo que eres-exclamó Gohan asombrado por la belleza que el joven de cabellos lilas poseía, aún con el sonrojo producto del alcohol, su cabello despeinado y sus brillantes ojos azules-quiero… quiero seguir tocándote-
-Y ¿qué estás esperando? hazlo, después de todo, tenemos toda la noche para nosotros-respondió Trunks riéndose levemente ante la tontería que Gohan acababa de decir. Gohan se rió con él, enseguida bajó su cabeza al cuello del joven de cabellos lilas, el cual comenzó a besar tiernamente dándole suaves cosquillas a Trunks, quien no pudo evitar temblar y gemir suavemente bajo el toque ligero de sus labios, tan ligero como si una pluma rozara su cuello. Comenzó a quitar con cuidado su chaqueta y a desanudar su corbata sin dejar de besar su cuello, Trunks llevó una de sus manos a los cabellos de Gohan aferrándose a ellos sin dejar de gemir, pero cuando el joven de cabellos oscuros estaba a punto de quitarle su camisa se detuvo para verlo otra vez a los ojos, Trunks lo miró preocupado creyendo que quizás Gohan se había arrepentido.
-¿Prefieres seguir con esto aquí o mejor vamos a la cama?-le sugirió Gohan, Trunks no respondió, solo le sonrió y lo atrajo nuevamente hacia él uniendo sus labios en un nuevo beso.
-Mejor en la cama…-respondió Trunks sin dejar de besarlo-es… mucho más cómoda-
Gohan asintió y sin perder tiempo, cargó a Trunks colocando sus brazos bajo sus piernas a la vez que el joven de cabellos lilas enredaba sus piernas alrededor de su bien formada cintura. Tuvo algunos problemas para poder caminar sin tropezar pero a pesar de todo, pudo llegar a la lujosa cama de aquella habitación, recostó a Trunks suavemente en ella y se colocó encima de él hundiendo el colchón, lo que hizo que el joven de cabellos lilas quedaba a solo unos centímetros debajo de él. Ambos jóvenes volvieron a cortar la distancia que los separaba con un nuevo beso, comenzaron a tocarse por encima de la ropa al tiempo que Trunks dirigía sus manos a los cabellos de Gohan despeinándolos, las manos de Gohan se dirigieron a la camisa de su ahora amante desabrochando los botones uno por uno, cuando terminó, corrió un poco la camisa para poder quitársela dejando expuesto su ligeramente bronceado pecho. Se separa un momento para quitarse su chaleco y su camisa perteneciente a su uniforme, vuelve a acercarse a Trunks mientras bajaba sus manos por su torso hasta llegar a sus pezones, los cuales comenzó a pellizcar y retorcer levemente estremeciendo al joven debajo de él, esto solo hizo que su sonrojo creciera más y si llegaba a crecer más probablemente Trunks sería confundido por una manzana, una linda manzana con cabellos lilas desde el punto de vista de Gohan. Las manos de Gohan se deslizaron por su cintura hasta llegar al borde de sus pantalones negros, comenzó a desabrochar el cinturón, se lo quitó con ayuda del joven de cabellos lilas y una vez que terminó de quitarle el cinturón, le bajó el pantalón junto con su ropa interior hasta las rodillas revelando un miembro que estaba más que erecto pero primero, ascendió hacia su pecho donde lamió y mordió sus pezones, siguió lamiendo por la barbilla, y los pectorales. Lamió su vientre, después su cadera, luego sus muslos hasta que se detuvo en su miembro.
-Trunks ¿quieres continuar o… mejor me detengo?-preguntó Gohan con temor de que el joven de cabellos lilas le disgustara lo que estaba a punto de hacer.
-N-No… ¡tú sigue! y no te atrevas a volver a preguntarme algo así-respondió Trunks molesto mientras unas lágrimas se asomaban por sus ojos azules y brillosos por aquella agua salina acumulada en ellos. Gohan asintió y sin dudarlo siquiera, acercó su rostro nuevamente a la erección de Trunks. Primero lamió la punta, lamio más abajo descendiendo hasta la base, haciendo que el ritmo en los gemidos de Trunks aumentara, luego se lo metió todo en la boca y empezó a chuparlo con movimientos rítmicos pero a su vez moderados-aaah… G-Gohan… ¡Gohan!-El joven de cabellos oscuros movía hábilmente su cabeza de arriba abajo haciendo que Trunks se derritiera de placer bajo suyo y gimiera como si no hubiese un mañana. Inconscientemente, Trunks llevó sus manos a la cabeza de Gohan, enredando sus dedos con fuerza en sus cabellos mientras echaba la cabeza hacia atrás y dejaba que éste lo consintiera a su modo. Hasta que, luego de unos minutos, sintió que se acercaba a su límite-m-me ah… ¡me voy a correr!-
Luego de decir eso, Trunks cerró los ojos fuertemente aferrando sus manos a las sábanas de la lujosa cama mientras se corría en la boca de Gohan, éste se tragó todo y retiró el miembro de Trunks de su boca mientras observaba al joven de cabellos lilas con perversión y lujuria a la vez que se relamía los labios.
-Eso estuvo delicioso-comentó Gohan mientras le dedicaba una sonrisa lasciva a su amante, Trunks sintió su corazón latir con fuerza con solo ver al joven de cabellos oscuros sonreírle de esa manera. De pronto, vio como Gohan se separaba de él y quedaba de rodillas en el colchón de la cama-pero no creas que esto ha terminado… aún falta la mejor parte-
Llevó sus manos hacia el borde de su pantalón perteneciente a su uniforme de mesero comenzando a desabrochar su cinturón, desabotonar el botón que se escondía bajo la hebilla del cinturón y a bajar la cremallera. Bajó su pantalón junto con su ropa interior revelando así su más que erecto miembro, el cual clamaba por un poco de atención, se acercó una vez más a Trunks, tomó su rostro con sus manos y lo besó a la vez que movía sus caderas rozando sus miembros, lo que causo que el joven de cabellos lilas gimiera dentro del beso. Se separaron dejando un fino hilo de saliva uniendo sus bocas, Gohan desvió su mirada hacia su mano derecha la cual se deslizó descaradamente a la entrada de Trunks y sin lubricación previa introdujo el primer dedo en aquel estrechó pasaje.
-Nnngh… G-Gohan, duele-comentó Trunks emitiendo un quejido de incomodidad.
-Descuida, te prometo que pronto dejará de dolerte-respondió Gohan, al notar que Trunks comenzaba a acostumbrarse a la intromisión, el joven de cabellos oscuros introdujo el segundo dedo dentro de él mientras movía ambos dedos abriéndolos como tijeras para expandir más su estrecho pasaje. Cuando sintió la entrada del joven humedecerse por la estimulación, Gohan removió sus dedos con cuidado, posicionó su miembro rozándolo un par de veces contra su entrada haciendo que Trunks gimiera y gruñera por la impaciencia.
-Gohan… ¡deja de jugar y hazlo de una vez!-exclamó el joven de cabellos lilas con impaciencia.
Sin perder más tiempo, Gohan introdujo su pene en el interior del joven causando que emitiera un nuevo quejido de dolor e incomodidad por lo que Gohan tuvo que esperar a que Trunks se acostumbrara a aquella intromisión, a los pocos segundos, el joven de cabellos lilas comenzó a mover las caderas dándole a entender a Gohan que podía continuar. Éste comenzó a moverse lenta y suavemente para no herirlo pero conforme pasaba el tiempo, Trunks comenzó a mover más sus caderas en busca de que Gohan lo penetrara más profundo y más fuerte, cosa que él joven de cabellos oscuros hizo sin dudar.
-Trunks… aah ¡Trunks!-gimió Gohan sin dejar de penetrar al joven debajo de él.
-Gohan… ggh e-esto… esto se siente extraño ¡agh!-exclamó Trunks quien se mecía de adelante hacia atrás sobre la lujosa cama-tú ¿no lo sientes así?-
-Por supuesto que no-respondió Gohan-esto es algo completamente normal para mí-
-¡Hyaah! Gohan… ¡Gohan, más por favor!
-Hmm, como tú ordenes.
Los minutos y horas pasaron, ambos jóvenes no se cansaban de acariciar sus cuerpos, morder cada centímetro de piel del otro, de colocarse en diferentes posiciones una y otra vez. La habitación comenzaba a inundarse de aroma a alcohol y sexo desenfrenado, Gohan gozaba de ver el rostro sonrojado del joven de cabellos lilas, su cuerpo brillando por el sudor y sus dulces gemidos eran como una suave y deliciosa música para sus oídos.
-¡Gohan! nnngh… ya no puedo más-exclamó Trunks quien estaba sintiendo que su orgasmo se acercaba otra vez.
-Yo tampoco… ggh…-gimió Gohan quien sin poder dar previo aviso se corrió dentro de Trunks y este se corrió entre sus abdómenes. Ambos jóvenes permanecieron en la posición en la que estaban sin moverse mientras intentaban recuperar la respiración, cuando finalmente se calmaron un poco, Gohan removió con cuidado su miembro del interior de Trunks mientras se recostaba junto a él a un costado de aquella cama. Trunks tomó la sábana a la que previamente se había estado aferrando y se cubrió a sí mismo y a Gohan con ella, observó a su amante quien dormía profundamente a su lado, sin dudarlo se acercó lentamente, apoyó suavemente su cabeza sobre su pecho y poco a poco cerró los ojos dejándose llevar por el reconfortante abrazo del sueño.