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Aprendiendo a amar por aisaka-san

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Los días durante los últimos meses en la ciudad eran amenos, la temporada de lluvias ya había pasado y ahora solo días soleados y pacíficos acompañaban a los chicos del Instituto de Educación Media Superior Beigoma, entre ellos un grupo particular de amigos que compartía divertidos enfrentamientos en la azotea del edificio principal de la Institución.

 

—¡Agh, no puedo creer que perdiera! —dijo un rubio con un temperamento fuerte, tomó a su bey de la arena y lo armo nuevamente— Dame otra batalla y te enseñaré —dijo amenazante a su rival, este cruzó los brazos detrás de la cabeza.

 

—Admitelo ricitos, yo soy mejor que tú —dijo socarrón Kiyama recibiendo un reclamo a cambio, Daigo y Ken solo miraban a ese par pelear sentados en el suelo.

 

—Esto no va a detenerse pronto —comentó Daigo en un suspiro, Ken asintió resignado.

 

Un fuerte golpe en la puerta asustó a todos, miraron al remolino azul que venía directo hacia ellos con una enorme sonrisa plantada en el rostro.

 

—¡Chicos, chicos! —gritó Valt a los presentes, Daigo y Ken se hicieron a un lado pues el menor gritaba bastante fuerte— No van a creer esto —dijo con gran emoción justo después de detenerse frente a la arena.

 

—¿Qué sucede Valt? Iras de nuevo a España o algo así ¿cierto? —preguntó Rantaro algo extrañado por la actitud de Valt, este negó fuertemente.

 

—¿Te volviste a romper otro diente por trepar sobre los árboles? —Está vez fue Daigo quien pregunto, el chico nuevamente negó.

 

—Bueno ¡Ya! ¡Dinos porqué estás tan emocionado! —Estalló Wakiya desesperado por el suspenso y aún furioso por perder tantas veces contra Rantaro, Valt respingo un poco intimidado por el rubio. Agitó la cabeza de lado a lado concentrándose en lo que estaba a punto de decir.

 

—¡Ire a comer a casa de Shu! —dijo con la cara ilusionada y con la voz derramando dulce por todos lados, los demás se quedaron un poco confusos.

 

—Ah bien, que ¿bueno? —comentó Rantaro en medio de la incertidumbre, no le veía el punto al hecho de que Valt les dijera algo tan banal, los demás pensaban lo mismo pero como si el de cabellos azules no se diera cuenta no quito su cara de niño ilusionado.

 

—¿Verdad que si? Y es que hace tiempo que Shu me pidió que lo ayudara a buscar los ingredientes que necesitaba para su receta favorita pero no los encontramos cerca así que tuvimos que ir…

 

El relato de Valt parecía que tardaba milenios en terminar, pues este estaba tan feliz que no notaba que las horas pasaban y aun no paraba de relatar lo que pasó.

 

— …entonces los padres de Shu me invitaron a comer el platillo especial de la mamá de Shu, es algo como pizza pero más grande… —dijo Valt llevándose una mano a la mandíbula, saco su celular de su pantalón y miró la hora casi soltando un grito de sorpresa— ¡Rayos! Se me hace tarde, tengo que irme ¡adiós!

 

Sin dejar espacio de asimilar la situación a sus amigos simplemente como llego corriendo se fue dejando a todos sumergidos en un corto silencio incomodo.

 

—¿Qué acaba de pasar? —preguntó Wakiya a la nada, Rantaro después de estar mirando la puerta como un tonto sonrió para sí mismo.

 

—Es tan obvio, jamás pensé ver al pequeño Valt así —dijo dramático conteniendo lágrimas falsas, Wakiya lo miro extrañado.

 

—¿Así como? —preguntó mirando a los otros dos azabaches, Daigo suspiro y Ken se encargó de responder su pregunta usando a Keru.

 

—Valt está enamorado tonto, ¡mira las señales!

 

Wakiya quedó impactado por la noticia, miro a Daigo quien asintió.

 

—Es tan obvio, se la ha pasado hablando todo el tiempo de Shu desde que acordaron ser amigos —dijo indiferente, Wakiya se sorprendió aún más.

 

—Espera, ¡¿está enamorado de Shu?! —Rantaro rodó los ojos al igual que todos los demás, Wakiya enrojeció en vergüenza al darse cuenta— ¿Acaso yo era el único que no se había enterado?

 

—Parece que sí —respondió Daigo resignado, Wakiya se dejó caer de rodillas, derrotado más por la pena de ser el único del grupo que no lo sabia que por el hecho de que Valt se había enamorado.

 

—No puedo creer que no te hayas dado cuenta, Valt ha actuado diez mil veces más lindo que de costumbre cada vez que Shu está cerca; con solo mencionarlo abre los ojos bien grandes, sonríe como chica de la televisión e incluso pone más atención que en las batallas bey —regaño Rantaro al otro rubio, este se levanto enojado.

 

—¡Bueno pero a mi no me hables así! —grito como siempre lo hace, Rantaro no iba a dejar que el niño rico le faltara el respeto.

 

—¡Pues es culpa tuya por no poner más atención!

 

Los gritos siguieron y siguieron, Daigo miro a Ken para después decirle — No es de extrañar que Wakiya no se diera cuenta, después de todo el es la única persona que conocemos que se haya enamorado.

 

Rantaro y Wakiya sin querer escucharon el comentario del azabache y la discusión entre ambos se detuvo abruptamente.

 

—Bueno… —Wakiya de nuevo se avergonzó, desvió la mirada a otro lado mientras Rantaro lo miraba atentamente— ¡Eso ya fue ¿entendido?! Kaoru nunca me hizo caso… —dijo esto último casi en un susurro, Ken y Daigo miraron al chico algo apenados por tener que recordar esa situación y Rantaro remarcó su entrecejo molesto.

 

Pues el mayor de los Kiyama no soportaba escuchar ese nombre: Kaoru Tendo.

 

Esa chica rubia que en sus años de academia había logrado lo que él no había podido en todo este tiempo, enamorar a Wakiya Murasaki.

 

Aun podía recordar a Wakiya andando de aquí por allá confundido, sin saber que hacer al respecto pues la chica lo había cautivado desde el primer momento en que la vio y ni siquiera la conocía, ¿quien en su sano juicio podía enamorarse así? Además el no podía ver el "encanto" tan maravilloso que poseía, las pocas veces que llegó a interactuar con ella no fueron la gran cosa, era como un amigo camionero, no tenía gracia ni delicadeza alguna, era poco femenina e incluso llegaba a quedarse dormida en medio de las clases y exámenes; nunca entendió que fue lo que atrapó a Wakiya de ella.

 

Rantaro casi salta de felicidad cuando Wakiya fue rechazado, ¿Cómo no iba a serlo si nunca le había hablado antes? Solo se la pasaba mirando desde lejos a su pasajero amor platónico. Luego sin saber bien el porqué y después de pensarlo mucho se dio cuenta que Murasaki era mucho más especial para él de lo que había creído y desde ese momento, ha intentado hacer de todo para que sus sentimientos pudieran ser transmitidos, por desgracia no podía evitar seguir siendo como siempre al lado de Wakiya. Quizás esa relación imaginaria nacería muerta en la realidad.

 

Al menos era genial seguir teniendolo como amigo, eso debería bastar ¿no?

 

De pronto Kiyama se deprimio ante sus pensamientos, tomó a su bey de la arena y sin mirar atrás se despidió alzando el brazo.

 

—Recordé que tengo algo importante que hacer —dijo mientras se marchaba y los demás lo miraban. Wakiya quien ya a estas alturas de la vida conocía muy bien a cada miembro del club noto a Rantaro más serio de lo habitual, sin pensarlo mucho y sin despedirse del par de azabaches lo siguió.

 

Daigo y Ken miraban la escena con expresión indiferente aunque en el interior estaban más que entretenidos con la situación.

 

—Hasta parece sacado de una novela dramática —dijo Daigo divertido, Ken asintió sin decir nada más. El otro azabache sabía que estaba pasando y al parecer hoy era el día ideal para hablar de este asunto.

 

—Oye Ken —El más alto lo miró, expectante a lo que iba a decir— ¿No crees que ver a Valt tan feliz es algo lindo? —Ken asintió no muy entusiasmado.

 

—Si, eso creo.. —Daigo suspiró silenciosamente, miro al suelo y luego a su amigo.

 

—Se lo que sientes por él desde hace tiempo —Ken no se sorprendió a su frase, pues desde hace algunos años le había confiado su secreto— No deberías fingir tanto, creo que está bien que sientas frustración o miedo por ver qué Valt a elegido a alguien más —Ken llevó sus rodillas a la cara, escondiendo su expresión adolorida— Pero también pienso que deberíamos de estar felices por el, Valt ha descubierto este hermoso sentimiento.

 

—Sí… pero también es muy doloroso —susurró Ken, Daigo lo miro decaído recordando los tiempos difíciles que Ken había pasado hace varios años.

 

No es que Ken se rindiera al conquistar el corazón del pequeño Valt, de hecho lo intento muchas veces. Lo que pasó fue que decidió dar ese gran paso, confesarse; pero por desgracia fue rechazado por el de cabello azul. Ken por supuesto respeto su decisión pero le daba pena que la gente supiera que no fue aceptado así que Valt prometió no decirle a ninguno de sus amigos sobre su confesión, mientras que el solo se lo confío a Daigo, su amigo más cercano en el Instituto.

 

El amor era tan complicado.

 

Ambos chicos miraron al cielo en un silencio cortante y doloroso, muy diferente a la situación que se vivía en la Academia Beigoma donde un grupo poco numeroso de amigos se divertía y entrenaban arduamente. Uno de ellos, rubio de ojos rojos miraba al menor de los Kiyama fallar nuevamente.

 

—Es un lanzamiento simple, no puedo entender como fallas tanto —regaño con fastidio, el otro rubio enrojeció en enojo.

 

—Déjame en paz ¿si? —dijo entre la vergüenza y el enojo, Fubuki rodó los ojos mientras Aiga tomaba a Achilles de la arena.

 

—No eres así normalmente Ranjiro, ¿Qué te tiene tan distraído? —preguntó Fubuki, intentando hallar las razones por las que Ranjiro los estaba retrasando tanto; este lo miró con seriedad infinita reflejada en su rostro.

 

—¿Puedes guardar secretos? —Fubuki se extraño ante la pregunta, lo miró como si fuera una clase de insecto extraño y desagradable.

 

—¿Ahora de qué está hablando? Ya enloqueciste.

 

—Solo responde la pregunta —dijo con rapidez, Fubuki asintió mientras Aiga observaba la conversación de ambos en silencio— Últimamente han habido varios rumores rondando por el Instituto de Beigoma, al parecer un chico nuevo ha capturado la mirada de muchas personas bastante interesantes —dijo esto último en un tono bastante sugestivo, Fubuki suspiro cansado.

 

—¿Te estas distrayendo por unos simples rumores? Eres más infantil de lo que creí —dijo sin remordimientos, aún así Ranjiro no dejó de lado el tema.

 

—Dicen que entre ellos está Valt muy pegadito al susodicho —dijo con complicidad, como si se tratara de un secreto de alto nivel. Fubuki ya estaba harto de la información tan innecesaria pero repentinamente recordó algo, algo bastante importante. Puso ambas manos sobre la boca de Ranjiro con la intención de detenerlo.

 

—Cállate ¿quieres? —susurró cerca de Kiyama, este lo miró confundido. Fubuki ladeó la cabeza en una dirección en particular, Ranjiro miró sin entender mucho hacia ese lugar y después todo cobró sentido.

 

Aiga frente a ambos los miraba con el ceño fruncido y la boca algo torcida en señal de molestia, Fubuki soltó a Ranjiro y ambos se vieron intimidados por el castaño pues en su mirada una inconmensurable furia yacía presente.

 

—Ya dejen de holgazanear, el torneo Beigoma está a la vuelta de la esquina y ustedes están perdiendo el tiempo —dijo con voz trémula, ambos rubios no dijeron nada pero Aiga sabía que volverían al entrenamiento así que fue directo a la arena y espero a que alguno de ellos se acercará a batallar.

 

Ese día no terminó muy bien para ninguno de los tres.

 

Durante la misma tarde en la residencia Aoi, la señora Aoi dibujaba unos cuantos diseños para promocionar los nuevos productos que venderá durante el otoño, luego pensó en que Valt heredó a la perfección sus habilidades para el dibujo. Arrugó el papel entre sus manos frustrada, suspiró mientras pensaba en que quizas deberia mejor tomar una foto o algo más convencional.

 

Escuchó la puerta de la casa cerrarse, quizás se trataba de Toko y Nika que ya habían regresado ya que sabía que Valt pasaría la tarde fuera. Luego en efecto entró Tokonatsu, lo único que le extraño es que llego solo.

 

—Bienvenido —Lo recibió contenta, el chico le regresó el saludo y se sentó en la mesa frente a ella, un silencio que le resultaba intrigante a la mayor los rodeo; ella esperó hasta que Toko estuviera preparado para hablar lo cual no tardó mucho.

 

—Oye mamá —Ella lo miró atenta, Toko continuo— Nika ha estado actuando un poco extraño.

 

—¿Extraño? ¿Cómo exactamente? —El chico se llevó una mano a la nuca, pensando en la gran lista de cosas extrañas que Nika ha estado haciendo.

 

—Bueno, es que ha sido algo torpe últimamente. Quiero decir, ha andado tan distraída que olvida algunas cosas y se llega a golpear con las mesas y sillas en clases, además de que se queda en las nubes largos ratos y tararea canciones todo el tiempo —explicó el chico angustiado, Chiharu entendió todo al instante y sonrió enternecida— ¿Sabes de qué se trata?

 

—Claro que lo se; no debes de estar tan alarmado Toko, es algo muy natural que les pasa a todos —dijo alegre, Tokonatsu la miro aun sin entender— ¡Nika está enamorada!

 

Tokonatsu sintió que le movieron el suelo un momento.

 

—¿Enamorada? —preguntó incrédulo, la respuesta no podía ser así de sencilla— Pe..pero yo la he visto estar muy enamorada de varios chicos antes y nunca había actuado así, siempre se la pasaba hablando de ellos y lo “maravillosos y encantadores” que son, ahora no suelta ni una sola palabra acerca de nadie — La mayor sonrió divertida por la confusión de su hijo.

 

—Creeme que así es, esos otros “amores” no eran más que simples platónicos para Nika; quizás este chico esté más al alcance de tú hermana de lo que crees —dijo guiñando un ojo, después de todo estaba alegre por su pequeña, luego recordó otro detalle importante— Además, ella no es la única enamorada en esta casa —El de ojos azules la miró extrañado y después de pensarlo rápidamente dio con el otro sospechoso.

 

—¿Acaso Valt…? —Chiharu asintió a la pregunta incompleta, Toko enrojeció avergonzado— Esto es genial… —dijo irónico, no estaba nada bien en absoluto.

 

—Creo que tendrás que acostumbrarte a tener dos hermanos atontados por el amor —comentó entretenida por la situación, Toko rodó los ojos.

 

—Siempre he vivido de esa manera —dijo con dramatismo, luego se detuvo a pensar en esa curiosidad que le recorría— Por cierto, ¿sabes de quien está enamorado Valt?

 

—Creo saberlo —respondió en un tono más delicado y la mirada se le llenó de nostalgia, Toko espero a que continuara— ¿Recuerdas cuando eran niños? Siempre le insistia a Valt que debía aprender a cocinar.

 

El de cabello y ojos azules asintió después de pensar brevemente.

 

—Si, siempre se te escapaba pero no recuerdo bien cómo lo conseguía hasta que un día lograste enseñarle —Ahora estaba lleno de curiosidad, sabía que su madre tenía la respuesta.

 

—Siempre ponía excusas, me decía “Cocinaran por mi”, “Cuando él regrese hará todos los platillos que quiera, ¡Me lo prometió!” —dijo imitando lo más que pudo la vocecilla de Valt siendo un niño, Toko se sorprendió un poco al pensar que se trataba de un chico — Sin embargo hubo un día en que después de decirle “Cocina o deberás casarte” simplemente se puso a llorar diciendo que no quería casarse con nadie.

 

Ahora la mirada de la mayor mostraba tristeza, Toko quizás ya estaba entendiendo un poco por donde iba el asunto.

 

—Tú hermano desde pequeño sintió ese sentimiento pero no le había puesto ningún nombre, después su amigo se fue y el poco a poco comenzó a olvidarlo. Fue en verdad una pena —dijo en un tono nostálgico, Toko entristeció un poco por lo sucedido— Pero creo que el destino les dará una nueva oportunidad pronto, se que lo hará.

 

Los ánimos subieron un poco, Toko suspiro esperando a que su hermano pudiera llegar a encontrar la felicidad pronto.

 

En esos pensamientos se sumergieron, después Chiharu hizo la misma pregunta a Toko— ¿Sabes de quien está enamorada Nika? Quiero decir, a alguien debe de estar mirando al menos si es que no habla de él.

 

Toko comenzó a recordar las veces en las que Valt había ido a casa con su nuevo amigo últimamente, también cuando salía con sus amigos o cuando hablaba por teléfono. Nika siempre se detenía un poco a mirarlo y esperaba hasta que dijera ese nombre en particular.

 

—Creo que quizás… se trate de Shu, el nuevo amigo de Valt.

 

Y la sonrisa en el rostro de Chiharu desapareció.

 


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