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Espejo por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

He estado escuchando rock en español y creo que podría sacar algunas cosas de esas canciones para hacer algunos oneshots pero 

Notas del capitulo:

Ah, bueno llevo dos días haciendo esto así que espero que salga bien

En algun momento perdí la confianza en cómo escribo y ahora estoy tratando de recuperarla así que espero haya salido bien 

A leer!

—Honestamente —dijo YoungMin—, no he hablado con él en medio año o más. 

—¿Crees qué esté bien?

Kwangmin intentó sonar casual mientras vertía el té caliente sobre dos tazas, sin embargo afinó su garganta y eso alertó a Youngmin. 

—¿Ocurre algo? —preguntó.

—Hace mucho tiempo que no hablas de él así que pensé en que se habían peleado o algo —contestó tomando las tazas para girarse, encontrando la mirada atenta de su hermano—, no es nada especial.

Las sirvió en la mesa para abrir una silla e invitarlo a sentarse. 

YoungMin alzó una ceja pero terminó asintiendo lentamente. 

—¿Qué pasó? Y quiero la verdad por ti mismo no porque lea tu cuerpo. 

Kwangmin tragó saliva ansioso pero se rió.

—Está bien, está bien, me tienes —comenzó a delinear la boca de la taza con su índice —, me encontró alguien que era del círculo cercano de Minsoo y me preguntó por él. Es alguien que ya dio su Servicio Militar así que pensó que podría reunirse con él y darle algunos consejos pero no tiene forma de contactarlo. Nos encontramos en The Pirate Cave —sonrió nervioso porque sentía cómo si hubiera cometido un crimen y ahora lo estuviera confesando—. Él dijo que no mencionara su nombre pero… supongo que ya sabes quién es. 

Había sido coincidencia, lo juraba, ese lugar era muy bueno para conseguir las actualizaciones de manga y anime por eso ya era cliente frecuente. Estaba buscando el último tomo de Boku No Hero Academia cuando el sujeto de los hoyuelos le sonrió y preguntó si era el gemelo que trabaja en el café. 

Después de eso intercambiaron algunas palabras que finalizaron en lo que él buscaba: hablar sobre Bang Minsoo. 

Sin embargo no era el gemelo que buscaba, pero seguro obtendría un poco de información así que acordaron la siguiente cita en una heladería. Por eso debía hacer esas preguntas.

—Dile que si quiere saber de él me busque directamente —se levantó de su asiento—, o me haré pasar por ti e iré a verlo, aprovechando que somos gemelos idénticos. 

Youngmin salió del comedor haciendo que Kwangmin cerrara los ojos con pesadez, sintiéndose algo derrotado. 

—¿Me vas a despreciar una taza de té sólo porque te molestaste? 

—¿Uh? No, no, sólo vengo por galletas —escuchó el paquete metálico moverse—. Pero lo que te dije es verdad. No sé nada de Minsoo desde hace más de medio año. Seguro la Universidad y su negocio le exigen demasiado. 

—Hipotéticamente hablando —dijo Kwangmin girándose en su asiento para verlo— si tú me suplantas, ¿me prometes que serás amable? —Youngmin regresó a la mesa con las galletas— Es decir, sentí preocupación innata. No sabré lo que tú sobre la lectura del cuerpo pero su voz sonaba sincera. 

—Si yo te suplanto él obtendría todo lo que quiere saber —tomó asiento frente a su hermano.

—Pero sé amable por favor —recibió la mitad de la galleta que le tendía Youngmin. 

—¿Alguna vez he dejado de serlo? —sonrió antes de comer el resto— Estáte tranquilo. 

—Actúa normal, por favor y no hagas eso de la lectura corporal o me enojaré mucho contigo. 

—Claro —minimizó— dile que puedes verlo hoy en la tarde y me avisas qué dice.

—Sin cosas raras —Kwangmin sacó su celular para enviarle un mensaje— o de verdad, Youngmin, me voy a enojar.

“Cuando estés libre, ¿podemos vernos en la Heladería Captian Cream? Ya tengo lo que me pediste”

—Estaré tranquilo, no te preocupes —contestó Youngmin—, es mejor que hable conmigo, después de todo soy a quién buscaba, ¿no?

 …

Se había levantado el cabello para simular el peinado de su hermano, se mantenía tranquilo mientras practicaba su sonrisa e incluso había usado la colonia contraria con tal de poder suplantarlo a la perfección. 

Habían pasado cinco minutos desde que llegó a la heladería; el clima estaba cálido afuera por lo que pensaba en si debía pedir alguna malteada o un helado y mientras llegaba el chico de los hoyuelos aprovechaba que los ventanales fueran espejos para arreglar su aspecto a lo más parecido a Kwangmin. 

—Siento si llegué tarde pero había algo de tráfico —llegó, así que debía entrar en papel—. Todo esto me hace sentir un poco extraño porque no quiero verme como un acosador —se rió nervioso mientras acomodaba sus cosas en la silla frente al gemelo—, es algo nuevo para mí. 

—No te preocupes. 

—Claro que me preocupo porque estoy arriesgando algunas cosas por él, de nuevo. 

Leeteuk terminó por tomar asiento, acomodó su cabello y miró la hora en su teléfono. 

—En ese caso podemos hacer esto rápido para que no te estrese más —sonrió haciendo que Jungsoo alzara una ceja extrañado, pensó que podría haberle ofendido al revisar el celular por lo que optó en guardarlo nuevamente.  

—En realidad no es como que quiera saber todo de él. Sólo necesito su fecha de enlistamiento y dónde localizarlo. Sé que la Militar asusta a algunos civiles y pensé en todas las veces que tuve miedo y los consejos que podría darle. 

Youngmin cerró los ojos por un segundo, debía dejar de interpretar el cuerpo de Jungsoo o Kwangmin lo miraría con decepción. 

Suspiró para relajarse. 

—No parecía asustado pero entiendo tu punto —Youngmin alzó la mano para llamar la atención del chico de la barra, de menos así se distraería—, ¿puedo pedir algo? Ya que me citaste imagino que vas a pagar. 

 

—Oh, claro, pide lo que quieras —Jungsoo sonrió provocando que Youngmin desviara la mirada— ¿Te sientes bien? Yo estoy un poco ansioso porque me siento como investigador o algo así, je, je. 

—Estoy bien, gracias. 

 Jungsoo alzó las cejas por ese tono de voz, no se parecía al chico alegre de la tienda de anime. Pero seguramente era lo que le había pedido por lo que actuaba así. 

—Dijiste que no parecía asustado, ¿lo viste? —preguntó volteando en dirección a la barra, notando que el chico se acercaba a pedir su orden— ¿cómo estaba él o qué te dijo tu hermano?

—Estaba enfadado —recordaba a Minsoo con esa expresión adormilada diciéndole “entre más rápido mejor”—, pero dijo que quería terminar pronto y lo lamento pero él ya se enlistó. 

 La quijada de Jungsoo cayó un poco, sus cejas reflejaban sorpresa y sus ojos un poco de tristeza que terminó con una pequeña sonrisa media. 

—¿Qué van a querer? —preguntó el mesero.  

—No tengo apetito —susurró Jungsoo—, pero creo que él te pedirá un helado de cono simple de chocolate. 

Youngmin sonrió incomodo pero asintió. Luego el chico se fue, dejándolos con cierta atmósfera incómoda. 

—¿Cuánto se enlistó? —susurró. 

—Hace una semana —Youngmin vio cómo el otro asentía lentamente—, exactamente ocho días. 

—Ocho días…

Jungsoo mordió su labio inferior sin levantar la mirada. 

—No supe en dónde, lo lamento —Youngmin tenía que dejar de ver cómo suspiraba porque estaba recibiendo información que había prometido no obtener—. Tampoco estuve presente, sólo me avisó que era el último mensaje por un tiempo y que esperaba no quebrarse una costilla. 

—¿Te avisó? —preguntó Junsoo mirándolo.

—Mi hermano —contestó de prisa—, me lo dijo así. 

—Supongo que está bien —susurró antes de suspirar—. Sólo quería verlo antes de eso pero no podré. Espero que no tenga problemas y obtenga un alta saludable —se levantó de su asiento tomando su mochila—. No tengo más preguntas así que me retiro. 

—Supe que trató de comunicarse contigo —dijo Youngmin antes de que Jungsoo dejara un par de billetes en la mesa para pagar su helado—, y no obtuvo respuesta. 

—¿Uh?— preguntó antes de caminar hacia la puerta— Te equivocas, yo sí le respondí.

Youngmin alzó las cejas sorprendido sólo por un segundo, luego se relajó moviendo sus hombros. 

—En fin —suspiró—. Serán otros dos años tranquilos hasta que regrese o posiblemente más si decido mantenerme al margen —contestó Jungsoo—, de cualquier forma muchas gracias por haber venido, ¿uhm…? Olvidé tu nombre.

Se rió nervioso esperando no ofenderlo. 

—Youngmin ¡KWANGMIN! —se apresuró a corregir— es Kwangmin. 

“¿Youngmin?”

—Ya veo… si no hay nada más por añadir entonces me retiro, muchas gracias por venir y toma el helado como ofrenda de paz. 

—¿Ofrenda de paz? 

—Sé que no eres Kwangmin —dijo—, se nota en la mirada y tampoco somos adolescentes para pelearnos por un hombre y menos por CAP —se rió divertido—, estoy muy cómodo con la persona que ahora está conmigo, tenemos un perro… pensé que estaría bien “por lo viejos tiempos” reunirme con él y decirle todo lo que esperé oír cuando me reclutaron pero ya que se ha ido no me queda otra más que esperar que lo haga bien. Y si tú estás con él —Jungsoo se encogió de hombros—, ¿qué te puedo advertir yo que tú no sepas ya? 

—Nosotros no…

—No me interesa —interrumpió—, pero eso sí te digo. Voy a investigar en dónde está y le mandaré una carta —se giró para tomar su camino—. Si no mal recuerdo puede recibir dos así que una será mía. ¡Pero! no voy a buscar regresar con él, oh Dios no —gesticuló efusivamente con su mano libre—, ahora te pediré sólo dos cosas. La primera: cuídalo. La segunda: cuídate, espero no volver a verte pero si pasa no estaría intranquilo. Disfruta el helado. 

Se despidió girando sobre sus talones para caminar directo a la puerta. 

Y mientras salía sentía su corazón latiendo con calma, extrañamente su cuerpo comenzaba a sentirse ligero y la primer brisa que dio en su rostro se sintió tan liberadora que la exhaló llenando sus pulmones de ese aire frió, tomándola por un nuevo comienzo y su cierre con Minsoo. 

Estaba gozándolo hasta que la voz de Youngmin le rompió la burbuja. 

—Esta es la información de su batallón —le tendió una servilleta con los datos escritos— y tú dinero. 

Jungsoo recibió todo, un poco extrañado. 

—Esta heladería también es de él y soy cliente premium así que no me cobran —Jungsoo alzó las cejas volteando de inmediato al local—, y le dije la verdad a Kwangmin: no lo he visto en medio año. Entró a la Universidad en modalidad cuatrimestre y eso lo tenía ocupado, estudió Gestión Empresarial para ya no tener que pagarle a otros la administración correcta de sus negocios. Y salía con otras personas, no conmigo. Es todo lo que te diré porque justo como dijiste: ya somos adultos, entonces ya puedes hablarle por ti mismo para obtener más respuestas. Bonito día. 

 

Después de una leve reverencia, Youngmin empredió su camino sin esperar réplica y disfrutando del helado mientras Jungsoo leía un nuevo número telefónico y dos direcciones postales. 

Lo pensó muy poco pero terminó alcanzando al gemelo para caminar a su lado. 

—Tú y yo no podemos ser amigos así que deberías dejar de seguirme —dijo Youngmin. 

—¿Por qué crees que quiero ser tu amigo? —preguntó riéndose— Solo tengo dudas sobre lo que me entregaste.

—Presiento que quieres fundar “Minsoo Anónimos” y mi respuesta es no —comió del helado—, ¿cuál es la duda?

—Sé que todavía tiene el numero de telefono viejo porque desde ese me llamó, ¿el nuevo es porque tiene otro? ¿O es de alguien más? Como algún amigo cercano, por ejemplo. 

Aunque, sí su memoria no le fallaba Minsoo solía tener un Motorola de tapa para su negocio y otro táctil que usaba con normalidad.

—Uhm… el número telefónico es del Servicio Militar igual que una dirección —mantenía sus ojos en el camino y el helado—. La otra es del lugar dónde viven algunos de sus amigos quizás ellos te escuchen y puedan darte más información sobre él. 

—Lo voy a considerar —asintió guardando la servilleta—, gracias por todo. 

—Ahora yo te pediré una cosa: deja de buscar a mi hermano. Por eso te di la dirección de ellos por si tienes dudas o lo que sea.

—Minsoo fue mi mejor amigo y no intento recuperar nada, ¿sabes? fue la persona que más emociones me dio y por eso mismo quería verlo antes de que se enlistara —dijo sonriendo— Ahí adentro es duro, hay días en los que el peso mental es insoportable… quería que supiera qué debía hacer o a quienes podría recurrir si se sintiera deprimido.

—Eso es muy dulce de tu parte —dijo Youngmin—, pero insisto, no podemos ser amigos y por ende no quiero escucharte hablar de él. 

—¿Te incomoda? —se burló— Somos adultos, ya deberías saber manejar a los ex de tu novio.

Entonces se detuvo para mirarlo nuevamente.

—Me incomoda porque sé lectura corporal y tono de voz y sé que aún no lo superas —afirmó— ¡Por Dios! le prometí a mi hermano que no lo haría contigo pero insistes en seguirme y lanzar todas esas señales que dice “me gustaría repetirlo” y no puedo ignorarlo porque llevo tanto tiempo haciendo esto que es normal pero debía hacer un mayor esfuerzo y no leerte y ahora que he dicho todo esto, de verdad, por amor a lo que creas sagrado, no me sigas. 

Le advirtió con el índice en alto, luego se echó a correr. 

Mientras Jungsoo se quedaba ahí, con el eco de las palabras de Youngmin. 

Notas finales:

No estoy segura de qué dirección debería darle pero será algo divertido 

Gracias por leer!


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