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Kanon De Dragón Marino por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Mis terrones de azúcar, aquí tenemos el pequeño regalo para nuestro Kanoncito, ese dragón marino, que hizo muchas cosas, pero... Se remidió y ahora esta de  nuestro lado, O... Bueno, lucha por sus intereses, sin contar disfruto muy bien su día de cumpleaños... Jajajajaja, Dragoncito travieso. 

Sin mas disfruten y me quiero saber su opinión.

Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, aquí tenemos el pequeño regalo para nuestro Kanoncito, ese dragón marino, que hizo muchas cosas, pero... Se remidió y ahora esta de  nuestro lado, O... Bueno, lucha por sus intereses, sin contar disfruto muy bien su día de cumpleaños... Jajajajaja, Dragoncito travieso. 

Sin mas disfruten y me quiero saber su opinión.

En algún punto del inframundo, posiblemente en lo más alejado de este.

Unos sonidos bastante lascivos, se escuchan de algunos de esos templos, es una fortuna que nadie esté cerca o si lo están no dirán nada, se harán los despistados.

Pues… ¿Cómo podrían decir que uno de los tres jueces del inframundo está manteniendo una relación secreta con un caballero de Atena? O bueno… Ahora el título de ese hombre es algo ambiguo…

En algún punto porto Géminis, pero nunca dejo del todo la escama marina que Poseidón le confirió.

Así que… Es alguien que pertenece a ambos bandos, que tienden a estar muy en contra del Dios Hades.

En fin… Son los gustos de Radamanthys.

---Dentro de ese templo---

Dos cuerpos están fundiéndose en el acto sexual, entre fuertes gemidos, penetraciones bastante toscas.

El de cabellos azul cobalto debajo del hombre rubio, quien no lo dejara irse sin terminar de vaciar hasta la última gota de su semen dentro de Kanon.

Es una relación de hace tiempo al parecer, aunque se conocieron en la batalla de la guerra santa de ese siglo, y terminaran ambos muertos por el ataque del caballero de Géminis en turno.

Se otorgó un cierto tratado de paz entre Atena y Hades, solo por un tiempo… Como una prueba, que sin duda llega a ser sumamente frágil.

Nadie olvida todo lo que se han hecho mutuamente…

Los conflictos no faltan, y se sabe que si eso sigue… Las cosas se pondrían realmente desagradables.

Pero… Aun con esto, Kanon y Radamanthys, han logrado formar una relación, la cual a un inicio solo era mero capricho y deseo sexual de cada uno.

Sin sentimientos de por medio, encuentros casuales para tener sexo, sin importar consecuencia alguna.

Ambos están de acuerdo, lo disfrutan y al final no deben por que dedicarse palabras dulces, solo vestirse o dependiendo de dónde se encuentren lograr descansar, sin muestra de afecto.

Al parecer esto va con la personalidad de cada uno.

Sin embargo, aun siendo ese el trato, ninguno deseaba compartir el cuerpo del otro con más personas.

Formándose una regla entre ambos, nada de sexo ocasional con otra persona.

Esto solo puede significar que un sentimiento se comenzó a forjar.

Algo de celos para demostrar que esa persona te importa, o tan egoísta como para no quererla con alguien más, solo a tu servicio personal.

Cual sea el motivo, les vuelve a funcionar.

Y diremos que solo fue cuestión de tiempo, para que su relación comenzara a escalar.

No son de poner etiquetas a sus sentimientos, ni a lo que son ahora… Pero, solo diremos que se pueden denominar como pareja.

De aquellas con las que tienes sexo, puedes salir de repente, te prohíbe hacer tonterías o aceptar invitaciones de alguien más… Pero bueno…

Cada quien con lo que desea para su vida amorosa e íntima.

Volviendo con ambos hombres que están enfrascado en la cama.

Sujetar el cuerpo tan bien torneado y trabajado del dragón marino, esos cabellos azul cobalto que caen por la espalda de su dueño, dándole un erótico toque.

Los glúteos que ha estado manoseando el rubio, están bastante rojos, por cada golpe que ha recibido, gracias a la penetración de este juez del inframundo.

No se sabe con certeza cuantas corridas ha llevado dentro de Kanon, pero… parece que van a seguir hasta que ambos cuerpos estén agotados.

Para dragón marino eso no implica nada de impedimento, le agrada hacerlo con Radamanthys, no es delicado en el sexo y le gusta mucho eso.

Tampoco es alguien que disfruté hacerlo despacio o con dulzura.

Sin embargó tampoco caer al maltrato, tiene su orgullo el gemelo menor.

Una corrida nuevamente, dentro del ano del peli cobalto.

El gemido de este resuena por toda la habitación, apretando las almohadas que tiene a su alcance.

Siendo una buena sesión de estocadas, que han llegado muy dentro de su ser, le ha fascinado al grado que su conciencia se ve algo afectada.

Para el rubio de cabellos cortos, ver los espasmos en esa blanca espalda, aun tiembla ese cuerpo debajo, le causa algo de molestia.

Con mala cara, saca su falo del interior del otro, para acto seguido recostarse, cruzando sus brazos detrás de la nuca, para apoyarse, solo mirando al techo con el ceño fruncido, dejando escapar un suspiro de molestia.

Y obviamente con esto, desconcertar a Kanon, que aun perdido brevemente en las últimas sensaciones que acaba de recibir.

Gira su cuerpo, para quedar boca arriba, y mirar al otro.

La sonrisa burlesca del contrario, solo significa que será molestado en un momento.

-¿Qué tienes Rada?- Le canturrea, usando el sobrenombre que de repente la ha dicho para malestar.

-No es de tu incumbencia- Le responde con un tono bastante seco.

-Tienes razón no lo es…- Sonríe satisfecho –Pero… Dijiste que me harías gemir y morder la almohada y… Solo he hecho lo primero- Lanza una ligera risita para fastidiar al otro.

-Ja, ¿Cómo si fueras capaz de seguir aguantando?- Gira su cabeza al lado contrario de Kanon, solo para no verlo.

-Te recuerdo Cejamanthys, que no es la primera vez que te has venido en mí, más de tres veces y créeme- Sigue acostado, pues no puede negar que sus caderas le duelen, pero sonríe triunfante.

Irritándose muy rápido por los comentarios burlesco del peli cobalto, creyéndose muy resistente a mantener el ritmo del vaiveneé que se a establecido.

-Así que vamos…- Como un malcriado, le comienza a picar la mejilla –Necesito que vuelvas hacerlo, no me puedes dejar de esta forma- Su sonrisa lasciva, combinada con esos ojos turquesa, que lo vuelve un ser obsceno, pero hermoso.

-¿Ni siquiera te importa que te duela?- La pegunta seca del hombre junto, salió sin siquiera mirarlo, pero en esta ocasión tiene un pequeño grado de preocupación.

Ladeando su cabeza, frunciendo el ceño, pero por confusión, la pregunta en si no tiene sentido.

¿Desde cuándo el hombre recostado a su lado le ha importado si le duelen las penetraciones o el frenesí con el que hacen aquel acto?

-Pues de hecho… No, no me importa mucho que digamos…- Apoyando ligeramente su mentón sobre la mano, atento al otro, esperando a que diga la razón de esa preocupación.

Cierra sus ojos, fastidiado por haber sentido algo de empatía por el otro, aunque es algo más que eso, no etiquetan lo que son como lo que convencionalmente conocemos como novios, pero… Se tratan así a veces.

-Eres un depravado- Le dice con molestia al otro.

-Ja, habla el hombre que solo me ve, y se abalanza sobre vi, con el pene casi de fuera, para cogerme- Le refuta el otro, con enfado.

-Lo que digas- Sin darle más importancia y sin ganas de seguir discutiendo.

Se levanta de aquella cama, sin siquiera cubrirse sus zonas privadas, no le da vergüenza alguna Kanon y él han pasado mucho tiempo desnudos, verse así no tiene la mayor importancia.

-¿A dónde vas?- Cruzado de brazos, lo mira con ciertos pucheros.

-No te incumbe- Le responde fastidiado, acerándose al cajón de un closet que posee, de una tonalidad oscura.

-Claro que si- Gira su vista para otra dirección, se ha enojado con Radamanthys por las preguntas sin sentido y por alejarse de él repentinamente.

Debería estar acostumbrado, ha pasado varias veces antes, solo que… Ahora era muy raro aquello.

-Eres muy fastidios y molesto Kanon- Este hombre sí que no es partidario de soportar el tiempo de persona que es el peli cobalto, más… Con él… Parece aguantarse.

-Y tú eres don señor alegría y diversión- Su tono sarcástico, se puede notar a distancia.

La molestia del dragón marino escala junto a su orgullo, no va a seguir esperando en la cama a ese juez, si ya se cansó, y prefiere quedarse dándole la espalda, buscando quien sabe qué cosa en esos cajones, prefiere mejor irse.

No perderá tiempo en ese día, aunque le duele algo que Radamanthys no recordará su cumpleaños, pero no tienen ese tipo de relación.

No le va a reclamar nada, ese no es su estilo.

-Bien, yo me largo- Intenta levantarse de esa gran cama, pero sus caderas no le ayudan mucho, menos sus largas y marcadas piernas, mas será firme, no se quedará en todo caso mucho tiempo.

-No deberías levantarse- Se gira aquel hombre, mirando atento al berrinchudo peli cobalto.

-¿Por qué no?- Le replica enojado, y orgulloso –Si pudo caminar perfectamente- De pie, dando algunos pasos y sintiendo como en su trasero unas pequeñas punzadas se manifiestan, mas no le dará la razón al otro.

-Vuelve a acostarte- Le ordena, acercándose a Kanon, sin perderlo de vista.

-Ja, ¿Quién te crees para decirme que hacer?- No se dejara intimidar por nadie y menos si ese alguien ya a muerte por sus propias manos.

No tiene humor jamás de soportar a este sujeto cuando está en sus caprichos, cosa rara que alguien mayor se comparte de esa forma, pero en fin.

Necesitará la total atención de este peli cobalto, por lo cual lo obligará a que se quede más tiempo, aun en contra de su voluntad.

Parado cada uno de frente, con alturas algo similares, se miran desafiante el uno al otro.

-¿Qué piensas hacer? Cejamanthys- Usa ese apodo, para fastidiarlo, por la característica de este y su ceja poblada y unida.

Sin decirle nada, sujeta el cuerpo desnudo de Kanon, como si fuera un brusco abrazo, para tirarlo sobre la cama de nueva cuenta, sin mucho cuidado.

Volver a acostarse de esa manera, le hace sentir de nuevo ese ligero dolor y notar como el semen del rubio sale de su interior.

Pensaba que ya se había detenido, pero la brusquedad del otro logro mover su interior.

-¡¡¡IDIOTA!!! ¡¡¡SI NO QUIERES SEGUIR TENIENDO SEXO HOY, DÉJAME AL MENOS IRME!!!- Se incorpora levemente en la cama, para sentarse como puede, sin dejar de verlo –Tengo cosas que hacer-

Al parecer el otro no lo escucha o solo lo quiere ignorar, para sentarse a lado del Griego, al parecer su mirad fría, expresa algo más en esta ocasión, apretando su mandíbula, y sosteniendo algo entre sus grandes manos que le impide ver al otro.

Esperando alguna respuesta, pero ahora se le ocurre al juez quedarse por completo callado, irritando más al dragón marino.

-Bien, si no tienes nada que decirme y planeas quedarte callado de por vida, yo me largo- Volverá a levantarse, pero una mano tosca se lo impide tomando una de las propias, más precisamente la izquierda.

Desconcertándolo a Kanon, y más cuando nota lo que el rubio ha hecho.

Sin permiso alguno, toma lo que desea por mero capricho, no se sabe si Kanon es también una de esas cosas que solo desea y luego desecha, pero al parecer no es del todo cierto en esta ocasión.

Sin mucho sentimiento, Radamanthys coloca a un anillo de una tonalidad negra y unos zafiros tan azules que hacen contraste tan elegante en esa joya, solo para adornar más al gemelo menor.

Y al terminar dicha labor, suelta con brusquedad la mano, dejándola libre, incluso si el otro se quiere ir, lo puede hacer, dice no importarle.

Este gemelo se queda por completó impresionado, no comprende nada de lo que ha ocurrido.

Atina solo admirar ese… “Regalo”, le parece bastante bonito y costo, algo que es digno de un hombre como Radamanthys de dar.

-¿Qué es esto?- Va a interrogar desde luego, curioso cómo es su naturaleza.

-Si no te gusta, te lo puedes quitar- Cierra sus ojos, para levantarse de la cama y esta vez sus pasos se dirigen a una mesa, donde una botella de fondo cuadrado, para servirse un poco de whisky en un vaso cristalino, sí que ha hecho un esfuerzo solo por quien disfruta su cuerpo.

-No, es bastante bonito- Sonríe sínicamente ahora, admirando su regalo, lo toma como tal –Me lo quedare un tiempo, tal vez hasta lo presuma con los demás- Retándolo para ver como reacciona.

-Puedes hacer lo que quieras- Bebiendo un sorbo, para de nuevo darle la espalda al Géminis.

-¿No te molesta que los demás sepan que el “Gran” Radamanthys, le dé un regalo así a un humano que sirvió a Atena y ahora a Poseidón?- Lo está probando para fastidiarlo.

-Tsk, ¿Me crees una persona de la que le interesan las palabras de lo demás?- Ofendido por que el otro piense eso de él.

-Pues la verdad no, pero…- Sonríe enternecido por esto, incluso un ligero sonrojo se refleja en sus mejillas –Es lindo de tu parte, haber recordado mi cumpleaños- Se gira para verlo, aunque sea su espalda, notando que se tensó su amante.

No responde nada, prefiere seguir bebiendo un poco más, ya hizo su demostración de afectó hacia Kanon y está muy cansado para soportar las burlas de ese peli cobalto.

Le gusta en cierta forma ese comportamiento del uniceja, agresivo, malhumorado, siempre a la defensiva, fácil de hacer enojar.

El único que logra excitarlo y hacerlo disfrutar hasta un clímax que no se detiene solo con una ronda.

Puede que ese detalle, la sensual vista que tiene, le provoca ganas de tener otra ronda con el juez del inframundo, y bueno no hará esperar a sus instintos.

-Ey, Cejamanthys…- Lo llama para molestarlo un poco.

-¿Qué quieres?- Se gira para atender su llamado tan fastidiado.

-¿No te gustaría beber esa whisky de mi cuerpo?- Sus ojos turquesa le dedican al contrario una mirada lasciva, sonriéndole de lado, esperándolo de nueva cuenta en esa cama, testigo de muchos encuentros previos.

Sí que planea seducir al rubio, para una cuantas rondas más.

Y obviamente, Radamanthys no es alguien que se detiene ante tal invitación, además que ya sabe por lo visto, se encuentra en mejor estado el peli cobalto.

Además que no le parece mala idea, combinar su bebida preferida, con esa piel blanca y suave que ha marcado muchas veces.

Al parecer le ha gustado esa petición, su miembro erguido nuevamente, listo para profanar un cuerpo que no puede dejar ir.

Le da igual los rasguños que lleva en su espalda, le gusta mucho esas marcas que Kanon le ha dejado.

Por lo tanto, lleva aquella botella que porta ese líquido embriagante, y hará lo que se la ha antojado, si Kanon le dio la idea, pero será él quien lo realizará.

En esta relación, no existen mucho los besos, las suaves caricias, hermosos cumplidos, ni dedicaciones de amor cursis.

Pero… Para estos dos hombres, al parecer disfrutan mucho la compañía del otro, en el ámbito sexual, cuando tienen un poco de tiempo y solo hablan, o mejor dicho gritan por las bromas del peli cobalto, más el rubio se venga en la cama, cando tiene oportunidad.

En fin, es su relación, la manera en que lo hacen funcionar, y ambos siendo muy orgullosos, para expresar abiertamente lo que sienten por el otro.

Puede que algún día lo hagan, demostrar sus sentimientos mas ampliamente, por ahora son pareja para los demás, y mejor que lo sepan, ninguno está dispuesto a perder al otro.

Una complicada relación a mi parecer, pero… ¿Quién somos para juzgar los gustos y decisiones de cada quién?

Mientras no hagan daño a nadie, ni a sí mismos, pueden hacer lo que gusten.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí esta el regalo para nuestro gemelito menor, que obviamente merece tener su propio libro, en donde ufff, me daré vuelo con muchas cosas.

En fin, espero que estén disfrutando este especial pro gemelos hermoso...

Y aprovecho para seguir publicando, ya que hasta ahora tengo chance, jajajaja pero... Quien sabe otros días. 

En fin, ahora vamos a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar. 

Vamos pues...

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Kanon tu cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Kanon tu cumpleaños si que si. 

Sin mas por el momento sigan disfrutando, pasen un lindo domingo y cuídense mucho de verdad.

terrones de azúcar... Se que muchos dicen que ya nada pasa... Pero... Por lo menos podemos decir una cosa... Esto no se ha acabado, sigan extremando precauciones, hagan caso a las medidas de higiene. 

Los quiero mucho.

Gracias por leer.

Ammu se va. 


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