No blueberries [ShowHo]
“Detente, por favor
Necesito un rescate, necesito un cohete
Necesito huir de ti
Simplemente no sé la razón, estoy lejos de ti
A menudo miro abajo en estos días
Todo pasa tan lento, dime
¿Cuándo te detendrás?
—DPR IAN; No blueberries.
No podía ver su reflejo en el espejo, era demasiado para ser verdad, lo único que conseguía era recordar lo ocurrido hace unos minutos.
Había llegado a ese restaurante de paso en medio de la carretera, en medio de la nada donde solo algunos traileros pasaban a comer algo rápido para seguir con su camino, pero no él, algunas meseras intentaron sacarle plática, después de todo no era común que alguien como él y con un buen porte y elegancia se dejara ver por esos rumbos, pero su actitud un tanto nerviosa y lo que parecía ser modestia fingida alejaba a las meseras, hasta que una de ellas simplemente tomó su orden sin tanto rollo.
—Yo no pedí… —HoSeok frunció un poco su entrecejo, alzando su mirada ante la mujer quien le señalaba un letrero enorme en la entrada.
—Los domingos al medio día se regalan pequeñas muestras de helados, el calor a esta hora es insoportable, en un momento traigo su orden. —La mesera sin muchas expresiones en su rostro se retiró mientras el chico bajaba su mirada hasta la mesa, frunciendo un poco su nariz al ver los arándonos en su helado.
Una sonrisa se figuró en un rostro detrás del chico, Hoseok detestaba los arándanos así que uno a uno fue lanzándolos lejos de la mesa, entreteniéndose como un infante hasta que las luces se apagaron y a fuera pareció oscurecer, parecía un tanto desconcertado por lo que estaba pasando, miró a su alrededor solo para darse cuenta que estaba solo en aquel restaurante que hace tan solo unos segundos estaba con varias personas.
Se quitó la gorra que estaba usando, dejando ver algunas marcas de golpes en su rostro, ojo morado y labio partido, ropa manchada de sangre, algunas escenas se repetían en su mente, su cabeza dolía. Poniéndose de pie empezó a buscar por todos lados, el lugar estaba vacío, pero una sombra conocida se formó delante de él, tomando la forma de HyunWoo. Sus piernas temblaron, eso no era posible, tenía una hora de muerto, alejándose de él sacó el arma con el que le había quitado la vida, pero fue inútil. HyunWoo alzó una de sus manos y el arma salió volando lejos de HoSeok, mientras la cara de su ex amante se deformaba y su cuerpo tomaba una forma terrorífica que comenzó a perseguirlo.
Todo a su alrededor pareció dar vueltas mientras huía, al caer al suelo sintió como era jalado por los tobillos y arrastrado por todo el lugar, unas manos sumamente grandes rodearon su cuello, sintiendo una fuerte presión que haría saltar a sus ojos fuera de sus cuencas, pero logró liberarse rápidamente, huyendo por la puerta de la cocina a lo que era el estacionamiento, la oscuridad lo rodeaba y distintas formas monstruosas comenzaron a verse a través de las sombras, persiguiéndolo mientras una risa maquiavélica se dejaba oír de fondo. HoSeok corría con el corazón desbocado, buscando su auto. Sus manos temblaban del miedo, mientras aquel deforme ser le perseguía.
No supo cómo, pero consiguió entrar, encendió el motor y avanzó lejos de aquella figura, sin embargo, justo cuando soltaba un suspiro de alivio HyunWoo se apareció frente a su auto, con los nervios de punta, no dudó en avanzar, gritando de frustración mientras conducía a toda velocidad para arrollarlo. El auto atravesó la ilusión del cuerpo del hombre quién apareció delante del volante mientras HoSeok aparecía en el asiento del acompañante. El auto no se detenía, siguió avanzando hasta chocar con pared.
HoSeok soltó un grito, mientras todos a su alrededor lo volteaban a ver disgustados, el chico se miró, su cuerpo estaba completo y estaba vivo, bajó la mirada y su helado estaba intacto, los arándanos seguían en su lugar y no lejos como los había lanzado antes, sus manos temblaron y su respiración se aceleró, las lágrimas brotaron de sus ojos mientras se sujetaba sus cabellos con desesperación y arrepentimiento.
—¿Cuándo dejarás de torturar al chico? Ya llevas tiempo haciéndolo. —Murmura la mesera que le había atendido, ella era la única que podía ver a HyunWoo pegado de HoSeok siempre que entraba al restaurante.
—Hasta que acepte venir conmigo. —La mesera bufó un poco mientras le llevaba su pedido al torturado chico.
HyunWoo sonrió al ver a Hoseok comer, temblando de miedo, él quería que murieran ambos, su plan era sencillo, pero HoSeok se arrepintió en el último momento, discutieron y pelearon hasta que una bala perforó el estomago del mayor, ahora le haría conocer el infierno que le esperaba sino lo acompañaba por la eternidad. El menor comía los arándanos mientras HyunWoo se sentaba a su lado, sosteniendo su mano mientras susurraba lo maravilloso que sería volver a estar juntos.