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DEL ODIO AL AMOR SOLO HAY UN TROPIEZO por LIAMSUZUKI

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Ijuuin quedó estupefacto después del beso, ver a Usami Akihiko al primer minuto del día no lo tenía contemplado para su cita.

Sus planes eran: alistar su clase de la siguiente semana, dormir unas 6 horas, despertar y prepararse un buen desayuno para tener la suficiente energía y después seguirse frustrando por cual ropa usar antes de verse con el escritor.

Y ahora sus planes se fueron al caño porque precisamente el hombre que lo invitó a salir estaba frente suyo con una bonita sonrisa, y él, él solo tenía cara de asustado y la pijama mal puesta.

Usagi san seguía sosteniendo a Kyo de la cintura, sonriendo de oreja a oreja por ver su cara de asombro.

Ijuuin dió unos pasos hacia atrás por los nervios pisando su pantalón, esto ocasionó que se deslizara a media cadera mostrando su abdomen bajo.

Akihiko miró la piel del mangaka, era blanca, los músculos de esa zona estaban bien marcados haciendo una "v" y detuvo más la vista en ese lugar. Era la primera vez que Akihiko veía parte del cuerpo de Kyo desnudo y le sorprendió mucho el descubrimiento.

Ijuuin no tardó en darse cuenta de esos ojos clavándose por su figura y se soltó del agarre.

—A..adelante, pasa por favor—dijo tartamudo y acomodó su ropa—Sí que me has sorprendido con tu visita a estas horas.

Akihiko lo siguió con la mirada hasta que regresó con un par de pantuflas para que cambiara su calzado.

Ijuuin miró con detenimiento a Usagi, lucía muy guapo, como si un resplandor le rodeara el cuerpo con ese traje e hizo que se sintiera avergonzado por su apariencia.

—Tu cabello está húmedo.

—No tiene mucho que salí de bañarme.

Usagi san tomó un mechón de su cabello y lo olió.

—Hueles a vainilla, me gusta.

—Creo que es bueno oler bien.—contestó nervioso el mangaka.

—Y bien, ¿No dices nada sobre mi?— Usagi extendió los brazos.

—Luces perfecto, demasiado impecable para una cita con alguien como yo.

—¿Siempre eres así de pesimista contigo? 

—La mayoría de las veces.—Ijuuin giró para ir a la sala con Akihiko tras el.

Usagi le detuvo por el brazo y le revolvió el cabello.

—Deberías quitarte esos pensamientos de la cabeza, luces muy bien en pijama y con cualquier cosa que te pongas, de verdad—dijo Usagi mirando su rostro y bajando hasta llegar a su abdomen.

—Gracias.

—¿Y qué tenías pensado hacer antes de mi llegada?—preguntó Akihiko pícaro.

—Pues preparar algo de mi materia de figura humana y después dormir—Ijuuin se frotó un poco la nuca, sería vergonzoso decir que llevaba medio día buscando sus mejores trapos para su cita que desatendió sus labores como profesor.

—Entonces preparemos esa clase y después durmamos.—dijo feliz 

—Claro.. vayamos a mi estudio.

Usagi siguió al mangaka sin dejar de mirar las proporciones de su espalda por encima de la ropa. No era adecuado hacerlo pero ver el abdomen de Kyo incentivó la curiosidad por saber cómo era el resto de su cuerpo.

Al llegar al estudio Ijuuin carraspeó un poco por el tiradero que tenía, Akihiko miró cientos de hojas regadas, mangas botados y varios dibujos en paneles sostenidos por caballetes. Había dibujos de hombres y mujeres, desnudos y otros en situaciones cotidianas cómo estar bebiendo un vaso de agua.

—¿Cuándo aprendiste a dibujar?

—Mi mamá dijo que a los tres años ya garabateaba por las paredes y me compró un cuaderno y estuche de colores para que su sala no terminara como grafiti de calle.Y de ahí comencé, no tengo un recuerdo específico pero en la primaria ya podía dibujar cualquier cosa.

—Eres muy talentoso.

—Gracias otra vez por los cumplidos.

Sus miradas se encontraron y Kyo le extendió un escrito.

—¿Podrías revisar mi redacción del tema a tratar en clase? creo que tengo unas fallas.

—Con todo gusto—dijo Usagi sosteniendo la hoja—¿Quien te ayuda en otras ocasiones?

—Por lo regular lo hago solo, pero cuando estoy al tope de trabajo Kirishima me revisa las notas ó Matthew me ayuda a redactar.

—El metiche como siempre.

 —¿Qué dijiste?

—Nada. Revisaré lo que escribiste—Usagi tomó asiento por un sofá en lo que Kyo guardaba unos dibujos en su portafolio y hacía algo de limpieza por su estudio.

Ya no quiso perturbarlo al verlo nervioso por sus preguntas y comenzó a leer.

 

 

Al cabo de una hora Usagi san veía a Kyo bostezar y recargar la frente por sus manos, era obvio que interrumpió su rutina pero de verdad que no pudo aguantarse las ganas de estar con él.

Durante la semana sopesó una y otra vez la decisión de venir al primer minuto del viernes o bien hacerle una llamada con anticipación para confirmar su cita. Al final ganaron sus ansias y se presentó con el mejor traje que tenía en su closet con el fin de sorprenderlo y vaya que lo consiguió.

—Ya terminé de transcribir tu tema de clase, no tenías muchos errores más que unas cuantas palabras que repetías y...Kyo ¿estás escuchando?

Usagi san se paró del sofá, Ijuuin estaba quieto con la respiración acompasada descubriendo que quedó dormido en esa posición. Lo movió con gentileza pero el mangaka ya no respondía.

Akihiko lo miró por unos segundos y le causó gracia porque hasta en eso se parecían al quedar dormidos en cualquier lugar y en posiciones extrañas.

El escritor dudó unos segundos antes de cargarlo para llevarlo a su habitación. Ijuuin ni se despertó por el movimiento.

—Cuando te saqué del mar me pareciste mucho más pesado en comparación de hoy—dijo Usagi mirando dos puertas frente a él. 

Se decidió por la segunda habitación y bingo, era donde dormía el mangaka. 

En la cama yacían tres mudas de ropa y Usagi sonrió.

—Me alegra no ser el único que estaba preocupado por su vestimenta para nuestra cita. Y no te preocupes, si algo queda arrugado yo lo plancharé, me he vuelto un experto en el cuidado de la ropa.

Tras recostarlo por la cama le cubrió con una frazada que tenía en su mesita de a lado y regresó al estudio para terminar con la tarea de ayudarle. 

Usagi san resbaló con unos acetatos tirados en el piso y tuvo que sostenerse de un mueble, al hacerlo más dibujos volaron por los aires y uno cayó entre sus pies.

 

 

 Abrió los ojos de forma lenta, la luz ya se filtraba por la ventana y una ligera sonrisa se dibujó en su rostro porque hace mucho que no dormía así de bien. El calor que abrazaba a Ijuuin era tan reconfortante que giró para hacerse bolita entre esa placentera sensación y Usagi san lo estrechó con más fuerza.

—¿He?...¿Que significa est..? ¡¿Qué haces aquí?!

El grito resonó por la habitación y Akihiko cubrió sus oídos con la almohada. Era increíble que Ijuuin no recordara que llegó en la madrugada para hacerle compañía. 

—Te pregunté algo—dijo Ijuuin viéndolo con desconcierto.

—Que escandaloso eres. Vine por nuestra cita, quedaste dormido y te traje a la cama, deberías darme las gracias.

Ijuuin rebobinó los hechos pasados, miró su cuerpo y el de Usagi, era un alivio que ambos trajeran ropa. 

—Me disculpo por los gritos, siempre estoy solo que me exalté al sentir compañía. ¿Dormiste bien?

—Si, tienes un buen colchón.

—Eso m..me alegra.

—Pues no se nota que estes contento por mi presencia.

—Discúlpame por favor. Y aunque no lo parezca, estoy bien con tenerte en mi departamento.

Kyo se paró de golpe de la cama, Usagi frotó sus ojos para ver mejor al mangaka que recogía la ropa tirada y se acomodaba el cabello.

—¿Gustas desayunar aquí o prefieres comer afuera?

—Desayunemos aquí si no es molestia—contestó Usagi san pasando sus manos por su camisa para desabotonarla.

—En el sanitario hay cepillos de dientes nuevos por si quieres lavar tu boca antes de desayunar.Te espero en la cocina.

Ijuuin salió de dos zancadas de su habitación y agarró un cojín tirado para suprimir el grito de sorpresa por ver a Usami a primera hora de la mañana, comprobando que no fue una alucinación lo de anoche.

 

 

 

 

 

Usagi san se recargó por el marco de la puerta viendo a Ijuuin cocer unas verduras y revolver varias piezas de huevos con mucho entusiasmo.

—¿Gustas que te ayude?

—Si, ¿podrías sacar unos platos del mueble de allá?

—Claro—dijo Akihiko siguiendo la orden.

 

Ijuuin le sirvió un omelet con verduras y té caliente para acompañar el desayuno. El escritor sonrió por la amabilidad del dibujante y se acercó para abrazarlo. Kyo quedó estático mientras miraba la camisa arrugada de Usagi.

—Debiste cambiar tu ropa antes de meterte a la cama, alguna pijama mía pudo quedarte bien, me apena que ese traje se arruine costando una fortuna.

—El traje no importa, estaba más preocupado porque no pudieras dormir estando yo a tu lado pero he descubierto que pareces piedra en cuanto concilias el sueño. No te mueves ni haces ruido.

—Tengo el sueño pesado por trabajar tanto 

—Lo sé, a mi me ocurre lo mismo.—Usagi le dió un beso en mejilla y Kyo volteó el rostro para que terminara siendo en la boca.

El escritor acunó con sus manos las mejillas de Ijuuin para besarlo con entusiasmo. De hecho desde que lo vió dormido tuvo la inquietud de robarle un beso entre sueños porque descubrió que hizo varios dibujos de él, esta manera comprobó que el gusto es mutuo.

Usagi san empujó con gentileza a Ijuuin hasta quedar parcialmente recargado en la pared y acarició su espalda y cintura, por fracción de segundos quiso meter sus manos por debajo de la prenda y sentir los músculos del mangaka.

Ijuuin se separó con la respiración un poco inestable por ese beso tan generoso de parte de Akihiko.

—Aprendes rápido en cuanto a besar se refiere.

—No digas esas cosas Akihiko...Desayunemos primero o se enfriará la comida.

Usagi san acató la orden al verlo tembloroso y ayudó a Kyo para terminar de colocar los platillos y cubiertos por la mesa.

 

 

Ijuuin esperaba a que Akihiko saliera de la ducha para dirigirse al parque de diversiones donde irían de paseo. Durante estas horas los nervios no lo abandonaron y menos cuando durmió con el escritor a su lado y volvieron a besarse.

—Es bueno tener la misma altura porque tu ropa también me queda—dijo Usagi sacándolo de sus pensamientos.

Kyo analizó al escritor vestido en un conjunto deportivo color azul marino, Akihiko lucía fenomenal con cualquier vestimenta.

—Que joven te ves con esa ropa.

—Somos jóvenes mi estimado Kyo y te aseguro que nuestra edad es lo que menos le importa a nuestros lectores y fans.

—Lo sé, he visto los mensajes que te llegan a la página de Marukawa, algunos de tus fans son muy atrevidos 

—Así que también revisas mis dedicatorias y mensajes, creo que el atrevido es otro.

—La página esta abierta a cualquier empleado, todos pueden ver esos mensajes.—aseguró Ijuuin.

Usagi san se agachó para tomar su mentón y mirarlo a los ojos.

—Pues déjame decirte que a mi si me molesta que le digan piropos o le hagan cariños al hombre con que estoy saliendo. Empezando por ese tipo llamado Matthew, algún día esa cara de modelo que tiene quedará desfigurada.

—Di NO a la violencia Akihiko y para tu información... un momento ¿dijiste el hombre con que estoy saliendo?

—Así es.—Usagi se acercó hasta rosar sus  labios —¿Te gustaría que apartir de hoy nos frecuentáramos? 

—¿Tu y yo ?—preguntó como tonto  

—Por supuesto, salir, comer juntos, convivir, hablar de lo que nos gusta etc.

—¿Cómo amigos?

Akihiko lo miró unos segundos antes de contestar.

—Lo de ser amigos no me gusta mucho el término porque cuando das paso a otros sentimientos como el amor, la amistad termina quebrándose y ambos terminan dañados. Uno termina más herido que el otro y jamás vuelve a ser lo mismo. Y lo digo por experiencia. 

Prefería que iniciemos como personas cercanas y con derechos, claro, si tu quieres.Y si algún día cualquiera de los dos decide alejarse, el otro no puede reclamar, ni detenerlo.

Ijuuin lo miró serio, su sentido de responsabilidad emocional con la otra persona no le gustaba para nada.

—Se me hace ilógico tu razonamiento porque cuando dos personas comparten ese tipo de cercanía es inevitable que uno salga lastimado. Por mucho que intentes no encariñarte siempre habrá uno que quiera algo mas con su compañero; y te lo digo yo que sin tener nada con el innombrable (Misaki) me ilusionaba amarlo y quede herido por su desprecio. 

—¿Entonces te gustaría que fuera directo al grano contigo?

—No entiendo.

—Podemos tener un noviazgo y ver cómo suceden las cosas, en este momento no hay sentimientos de por medio pero ambos sentimos atracción. 

—No asegures cosas que no he dicho. 

—No las has dicho pero lo dibujas.—Usagi le mostró una de sus hojas—esto es prueba fehaciente de que te gusto.

Ijuuin se ruborizó ligero al ver el dibujo de Akihiko y el escritor se acercó a él de forma cariñosa. 

—Podemos lamer nuestras heridas entre nosotros y si no funciona simplemente cada quien va por su rumbo porque aún no hay sentimientos generados, déjame demostrarte que no soy tan malo como creías además no puedo dejar de pensar en ti, ya te lo había dicho.

Usagi san le dio un beso y Kyo le respondió de inmediato, que más prueba quería de que el escritor le gustaba. Al cabo de unos minutos se separaron sintiendo un extraño cosquilleo en su corazón.

—No sé que decir—dijo Kyo— yo jamás he estado en una relación.

—Y por eso no quiero cometer los mismos errores contigo.

—No puedo contestarte en este momento y si te parece, es mejor que vayamos a donde dijimos.

Ijuuin se separó lento de Akihiko para buscar sus objetos personales.

Usagi san lo miró ternura, a pesar de no tener una relación con otra persona, Kyo se mostraba  maduro en cuanto sus opiniones y eso le agradaba. No quería presionarlo. 

—Traje mi auto así que no hay necesidad de que busques las llaves del tuyo—dijo Usagi san.—ven, vayamos al parque de diversiones.

Akihiko le extendió la mano, Kyo aceptó y ambos sonrieron antes de salir a su primer cita.

 

 


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