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DEL ODIO AL AMOR SOLO HAY UN TROPIEZO por LIAMSUZUKI

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Esos ojos eran hermosos ó al menos eso pensó sin necesidad de estar ebrio. 

Por algunos segundos sus miradas se conectaron, ambos viéndose con asombro porque nunca habían estado así de cerca hasta que Kyo reaccionó.

—¡Usami Sen...!

—¡Lo siento lo siento!—se disculpó Akihiko después de vaciarle el refresco encima.

La langosta casi cae de su plato si no fuera por la intervención de Matthew quien lo detuvo y salió de prisa para auxiliar al dibujante; con un paño comenzó a secar a Ijuuin toqueteando su estómago y parte de la entrepierna. 

Usami les observaba sin parpadear, sobre todo al mangaka quien atónito paseaba la mirada entre Matthew y Akihiko.

—Matt... ya deja eso—pidió Ijuuin—no me mojé tanto, estoy bien.

—Su traje puede estropearse Sensei.

—Si quieres comprobar que no tenga disfunción erectil, déjame decirte que tú método es muy malo—dijo Akihiko 

—¿Qué?—preguntó sorprendido el mangaka.

—Para su información yo...

—¡Ijuuin Sensei!—Aikawa gritó interrumpiendo a Matthew y se posó frente a los tres hombres—Que coincidencia encontrarlo aquí, no imaginé que le gustara visitar este tipo de lugares.

—Vengo con frecuencia—contestó nervioso Ijuuin—creo que ya soy cliente distinguido.

—Lo es Sensei—aseguró Matthew posando la mano por el cabello de Ijuuin—A usted también la he visto últimamente señorita.

—Mi nombre es Aikawa Eri, él es Usami Akihiko y por allá está Ryuchiro Isaka.

—Mucho gusto Eri ¿Quieren unos tragos para que los disfruten juntos? 

—¡Si!—gritó emocionada la pelirroja después que Matthew le sonriera—¡Isaka san! venga acá por favor.

Usagi san vió toda la escena con los brazos cruzados y siguió a Matthew hasta que sacó los licores para preparar sus bebidas.

—Buenas noches Usami Sensei. E..es extraño verlo aquí.

—Lo mismo digo Ijuuin Sensei, me disculpo por lo del refresco.

—No es nada, a cualquiera puede pasarnos—contestó Kyo evitando la mirada del escritor. 

El plan de Ijuuin por pasar desapercibido falló  cuando a Akihiko se le enredaron los pies con los de las mujeres que iban a saludar a Matthew, hasta ellas  se alejaron al ver a todos sentados por las sillas de la barra.

—Para Ijuuin Sensei le he servido más refresco porque no quiero que vuelva a ponerse ebrio—dijo Matthew muy relajado—y para ustedes tres unos coco loco. 

—Ah.. así me siento yo cuando estos autores irresponsables no entregan su trabajo a tiempo—dijo Isaka san—Oye niño, ¿Hoy no vendrá el señor Jin a visitarte?

—Está muy ocupado atendiendo otro de sus negocios, dice que es mejor tratar con personas desagradables cuanto antes porque se le revuelve el estómago de solo verlos. ¿No va a probar su trago Usami san?—preguntó al escritor que había permanecido en silencio

—Si.

Usagi san alzó su vaso en cuanto Aikawa propuso un brindis.

—¡Por las nuevas amistades!— dijo feliz la pelirroja—¡SALUD!



Los cuatro salieron del bar ya en la madrugada, durante estas horas conversaron del trabajo y algunas situaciones chuscas que les ocurrieron durante estas semanas. Ninguno tocó el tema de cómo Akihiko salvo a Ijuuin porque eso les haría sentirse incómodos.

—Aww Matthew es tan lindo—dijo Aikawa un poco mareada—que envidia que sea su amigo Ijuuin Sensei.

—Lo conozco desde que entró a la Universidad, es mi alumno de artes visuales cuando doy clases en el campus de Tokio. Este es su último año en la facultad.

—¿En serio? ¿Usted es profesor? desconocía por completo ese tema—dijo sorprendido Akihiko—pensé que solo se dedicaba a dibujar manga.

<A dibujar monitos deformes>

—Lo soy Usami Sensei.

—Ijuuin Sensei tiene muchas facetas—contestó Isaka—solo que en lugar de ser un gusanito de biblioteca como tú, él es la varita mágica de Mickey Mouse creando mundos para su manga y otros trabajos. Que sueño tengo, vamos Aikawa, pediré un taxi y te pasaré a dejar a tu departamento.

—Me encantaría venir con usted a este lugar más seguido Ijuuin Sensei. Aunque a Matthew le gusten los hombres, y..yo quiero ser su amiga.

—Será un placer Aikawa san, cuando guste puede comunicarse conmigo y venimos a ver a Matthew. Que pasen buena noche.—contestó el mangaka girando para ir al estacionamiento.

—Espere un momento por favor—pidió Akihiko 

Ijuuin se sintió nervioso de escuchar la petición de Usami.

—¿Como irá a su departamento? No le vaya a pasar lo mismo que semanas atrás y ahora si lo encuentre tieso y tirado en alguna coladera del drenaje.

—No digas esas cosas Akihiko—repuso Isaka

—Tu las dijiste cuando te enteraste del accidente, hasta lo imaginaste con gusanos  igual que a mi, los cuales le darías de comer a Misaki 

<Misaki> 

Escuchar ese nombre le hizo sentir nervioso al mangaka y un gesto triste se dibujó en su rostro.

—Tengo auto Usami Sensei y no se preocupe, no haré lo mismo que aquella ocasión. Si muero la gente no podrá seguro disfrutando de mi trabajo y pienso que estarán tristes. No quiero causarles esa amargura. Gracias por compartir su tiempo conmigo. Con su permiso.

Ijuuin avanzó rápido antes de que los sentimentalismos baratos lo traicionaran y abordó su auto.

 

 

Usagi san se detuvo en la gasolinera para llenar el tanque de combustible y comprar algunas pastillas de menta. Le pareció que ese tal Matthew le dió sus tragos muy cargados de ron blanco y sabían en extremo amargos. Aikawa e Isaka san se los tomaron sin ningún problema y pidieron más diciendo que estaban deliciosos.

Mientras llenaba de combustible pensó en porque le dijo esas cosas a Matthew cuando limpió a Ijuuin. El mangaka reía nervioso y apreció otra vez su perfecta dentadura, después un sus ojos y terminó inspeccionando todas sus facciones, nunca le puso tanta atención como hoy y le pareció gratificante su apariencia. Más sorprendido quedó al saber que impartía clases en la Universidad de Tokio.

 

—Ijuuin Sensei está resultando ser un estuche de monerías y no debería estar pensando en él.

Masticó una pastilla por la molestia y la pantalla del estacionamiento mostraban ese anuncio cursi otra vez: La boda de Haruhiko y Misaki.

El escritor torció la boca por el desagrado, tal parece que Haruhiko estaba empeñado por mostrar su victoria a todo el mundo y se preguntó como lo estaría asimilando su padre al que no había visto desde hace un año.

Arrojó su cartera en cuanto hizo el pago y encendió el auto para perderse por la avenida principal.

 

 

 

—Veo que estás muy orgulloso de lo que has logrado Misaki. Orgulloso de separar a mi familia.—dijo Fuyuhiko.

—Su familia siempre ha sido disfuncional Usami Sama, no quiera culparme de algo que yo no hice—contestó Misaki molesto.

—¿Y por qué te fijaste en mi hijo mayor? Aquella vez que fui al hogar de Akihiko aseguraste amarlo y que lo protegerías.

—Los sentimientos cambian, tal vez con Akihiko quedé asombrado por todas las alabanzas que mi hermano decía de él y en cuanto lo conocí se me hizo atractivo. Además nunca creí que alguien como Usagi pudiera fijarse en mi y por eso acepté la relación al sentirme protegido por un hombre tan importante.

Con Haruhiko fue diferente, con el trato nos hicimos cercanos y desarrollamos sentimientos mutuos que... 

La risa estridente de Fuyuhiko interrumpió a Misaki de seguir contando su idilio de amor con Haruhiko.

—¿Por qué se burla?

—Me da risa porque estuviste con Akihiko por 5 años y a los pocos meses te fuiste con Haruhiko sin objetar nada y ahora se casan tan pronto haciendo circo, maroma y teatro.

¿Donde está el chiquillo nervioso que no quería que nadie supiera de la relación que llevaba con Akihiko? Tengo la sospecha de que tu interés por mis hijos es otro Misaki Takahashi.

Fuyuhiko se paró del sillón para quedar frente a Misaki y mirarlo hacia abajo.

—Ni creas que iré a su boda.—dijo muy cerca de su oído.

—Lo invité porque considero que es necesario, no porque necesite su aprobación a mi enlace con Haruhiko. Con o sin usted, contraeremos matrimonio.

—Entonces que sean muy felices en sus próximas nupcias, le mandaré mis condolencias a Haruhiko con Kaoruko y Mizumi. Ya puedes retirarte niño.

Fuyuhiko le extendió un papelito a Misaki y se apartó de él cuando la puerta fue abierta.

Haruhiko los miraba serio e hizo seña a Misaki para abandonar la residencia Usami.

 

  

Ijuuin detuvo su automóvil antes de decidir cuál intersección tomar para continuar con su viaje. La camisa ya se sentía pegajosa a causa del refresco y recordó al imprudente de Matthew, su móvil hizo ruido y le contestó de inmediato.

—¿Qué se te ofrece Matt?

—Hablo para saber si ya está en su hogar.

—Aún no pero estoy cerca.

—¿Está solo?

—Sí

—Pensé que Usami Sensei lo acompañaría porque se vió muy interesado en usted.

—No digas tonterías Matthew.

—No son tonterías y para confirmarlo basta con decirle que desde que Usami llegó al bar no le quitó la vista ni un segundo más que para mirarme feo por lo servicial que soy con usted.

—Si te refieres al comentario que dijo cuando me limpiabas entonces...

—Estoy seguro que Ijuuin Sensei tiene erecciones potentes y duraderas

—¡Matthew! ¡que desagradable eres!

—¿Está seguro Sensei?

—Estoy mintiendo y ya deja de decir cosas sin sentido.

—Está en un error Sensei, mis suposiciones son ciertas y Usami Akihiko lo miró demasiadas veces como para hacerle un agujero en la cara y tengo el firme presentimiento que después ese escritor querrá abrir otro hoyo que tiene entre los glúteo...

Ijuuin terminó la llamada asustado por las palabras del estudiante.

—¡¿Qué te pasa?! Estas loco Matthew—resopló viendo la ropa de Akihiko que llevaba días envuelta con el cubrepolvo y en su automóvil. Miró la intersección hasta decidirse ir por la izquierda.

 

 

 

Akihiko ya estaba en su departamento dispuesto a preparar un té muy caliente y relajarse. No tenía hambre porque lo servido por el grandulón de Matthew estuvo delicioso.

Su mente divagó en porque Kyo Ijuuin no se fijaría en ese chico, era guapo, atlético y muy alto; todo lo contrario a Misaki. Y al parecer al bartender no se le hacía indiferente el mangaka. 

El timbre de su departamento sonó un par de veces y fue a abrir extrañado por recibir visitas a esa hora.

 

—Buenas noches o días,Usami Sensei.

—Ijuuin Sensei a..adelante pase por favor.

Kyo caminó despacio intentando no mostrar lo nervioso que se encontraba. Nunca creyó que visitaría a Usami Akihiko en son de paz y con intenciones amistosas.

—Le pedí a Aikawa san su dirección y aquí me tiene, me disculpo por no avisarle.

—No se preocupe Ijuuin Sensei.—dijo Akihiko mirandolo de pies a cabeza.

—He traído las prendas que me facilitó la vez pasada en mi accidente. También para agradecer el gesto de salvar mi vida ese día. Estoy sorprendido de que con lo mal que me comporte con usted y con Misaki,tuviera la gentileza de preocuparse por mi. Gracias Usami Sensei y...ya no sé qué más decirle.

Akihiko no le apartó la vista, él mangaka masajeó su nuca por los nervios causando que el escritor sonriera de forma leve.

—¿Gusta tomar un poco de té conmigo?

—Oh no, no quiero quitarle más su tiempo. Sé que es un hombre ocupado.

—Si no acepta el té tampoco aceptaré sus disculpas. Acompáñeme a la cocina.—ordenó con voz grave.

—S..siendo así no puedo negarme.

Ambos autores fueron a la amplia cocina. Akihiko dispuso una silla para él mangaka y acercó una taza.

—¿Le gusta el té muy caliente? 

—No. ¿podría obsequiarme agua fría para nivelar la temperatura de mi bebida?

—Por supuesto—dijo Akihiko sacando una botella de agua y arrojándola a Ijuuin que la atrapó muy fácil.

—Su departamento es muy elegante y de buen gusto.

—Gracias, suena irónico decirlo pero quien me facilitó la ubicación y decoró este departamento fue mi hermanastro Haruhiko. Lo hizo mucho antes de que yo conociera a Misaki. Como sabe es arquitecto y también tiene conocimiento en decoración de interiores.

—Me sorprende mucho esa información y si no es indiscreción ¿Cómo es que conoció a Misaki?—preguntó Ijuuin esperando no ser descortés.

—Su hermano mayor es mi amigo. Fuimos compañeros de preparatoria y desde ese entonces nos frecuentamos bastante. Una ocasión llegó Misaki con una boleta de calificaciones como para llorar de decepción y Takahiro me pidió ser su tutor para que mejorara sus notas e ingresara a la universidad.

Fui su profesor por medio año. Una cosa dió paso a la otra y terminé enamorándome de Misaki Takahashi a los 28 años.

—Misaki resulta ser alguien muy tierno y lindo cuando lo ves a la primera ocasión. No es de extrañarse que desarrollara sentimientos por una criatura como él. 

Ijuuin dió un gran sorbo al té y Akihiko le miró los labios.

—¿Que fue lo que te atrajo de Misaki? Lo pregunto porque tiene amistades como ese tal Matthew que conoce de años. No quiero hacer comparaciones pero la diferencia entre uno y otro es bastante. 

—Misaki me ayudó en uno de los momentos más difíciles que tuve sin preocuparse de mi apariencia o de lo que la gente a mi alrededor pensara. Sus palabras sonaron muy sinceras en ese entonces y como le dije antes, Misaki resulta ser muy adorable cuando lo miras, sus ojos verdes son muy lindos y sus facciones son bellas. No soy de piedra como para no apreciar la belleza de un hombre y más cuando te dicen que te ama y adora tu trabajo.

Usami hizo un gesto de desagrado al oír esa respuesta y cruzó los brazos.

—Ese Matthew también es atractivo y tiene ojos verdes como Misaki.

—No es lo mismo. Matthew ha sido mi estudiante por años y no es conveniente cruzar esa línea que nos separa. Además él está enamorado de otro hombre y no quiero meterme en su relación.

—¿Y por qué en la mía si quisiste meterte?—replicó Akihiko.

—Se que no tengo justificación con mi respuesta pero, ¿Por que Misaki decía que me amaba y después venía con usted? ¿Por qué nunca fue claro con sus sentimientos respecto a mí y permitía que yo tuviera gestos amorosos con él? Por si nunca lo supo Misaki dejaba que lo abrazara, que tomara su mano gentilmente y todavía aceptaba mis besos en la mejilla.

Cuando un hombre tiene claro sus sentimientos por su pareja o novio no permite esas muestras de cariño de otros.

Y sé que Misaki no estaba seguro del amor hacia usted o no se lo demostraba porque Akihiko Usami siempre estaba a la defensiva conmigo. 

Seré sincero, las veces que le pregunté a Misaki por su relación él se quedaba callado, nunca me dijo que lo amara, porque de ser así créame que hubiera apartado mis ojos y corazón de ese niño al instante.

Jamás intentaría arrebatarlo de su lado sabiendo que se aman. Para mi el amor es sagrado, cuando encuentre al hombre con quien desee compartir mi vida no dudaré en demostrarle a él y todo el mundo la felicidad que me produce ser amado. Le pido disculpas por ser un inconsciente, por fijarme en quien no debía.

 

Akihiko quedó en silencio viendo la taza por la mesa. Él sí quería hacer todas esas cosas románticas que dijo Ijuuin con Misaki, decirle al mundo que eran novios, gritarlo a la prensa para que Japón entero supiera que amaba a un niño 10 años menor que él.

 

—Por otro lado pienso que Misaki no decía nada respecto a usted por ser menor de edad y así evitarse problemas. Me sorprende saber que se hicieron pareja tan jóvenes.

—Misaki si era un adolescente, yo ya era un hombre con muchas aventuras amorosas de un día o dos a lo mucho. Me duele aceptarlo pero lo nuestro sucedió muy rápido, hice cosas sin el consentimiento de Misaki, tal vez no lo traté como se merecía y asumió que debía ser mi pareja en agradecimiento por ayudarle a entrar a la universidad. Y tienes razón, conmigo le costaba mucho trabajo sincerarse.

Decir un TE AMO para alegrarme el día le fue muy difícil.

De todo lo que dijo Akihiko lo que más resonó por los oídos de Ijuuin fue que ha tenido muchas aventuras amorosas. Era obvio, muchos y muchas deseaban estar con el escritor.

—Solo Misaki sabe lo que cada uno de nosotros le provocaba y nunca lo sabremos. Al menos de mi parte no pienso acercarme sabiendo que será el esposo de Haruhiko, para mí el matrimonio también es intocable, les deseo toda la felicidad del mundo ahora que estén casados y es mejor que me retire Usami Sensei. Lamento hacerle recordar cosas desagradables. 

Kyo dio la vuelta sintiendo un nudo en su garganta sin percatarse que un oso de peluche estaba tirado a lado de la silla y en dos segundos sus rodillas impactaron por el suelo. 

—¡Cuidado!—gritó Akihiko 

—Auch...ando muy idiota estos días.

—Ya pisaste a Suzuki san—Usami le ayudó a levantarse

—¿Así se llama este oso?—preguntó viendo el peluche con moño.

—Si. Suzuki san te presento a Ijuuin Kyo.

Ijuuin Kyo él es Suzuki san.

—Mucho gusto Suzuki san....Que extraño que un hombre de treinta y tantos años tenga juguetes.

Sus ojos quedaron  fijos otra vez y el mangaka desvió la mirada muy apenado.

—C..con su permiso Usami Sensei, no es necesario que me acompañe a la puerta. Siga disfrutando del té en compañía de su peluche.

Ijuuin se acomodó el traje y salió del departamento de Akihiko. 

 

Tras unos minutos de quedar en silencio, Usagi san se paró para mirar por las ventanas. 

Él mangaka caminaba por la acera donde dejó estacionado su auto.

Ijuuin se sintió observando y sí, Akihiko lo miraba desde esa larga distancia y en un impulso ondeó su mano para despedirse.

Usagi san sonrió otra vez por el gesto, sonrió después de mucho tiempo.


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