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Aunque soy un vampiro, soy alérgico a la sangre. por yuniwalker

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"Ah, ¡Umm!"


Jae-oh respiró hondo y abrazó el cuello del hombre que estaba junto a él. Era un tipo que le había seducido con otro propósito, y el "puck, puck, puck" en el fondo era una prueba completa de esto. Tanto así, que incluso se olvidó de que había llegado hasta aquí con el único propósito de chuparle la sangre.


"Sí... ¡Ah!"


Cada vez que su cuerpo comenzaba a balancearse hacia arriba y hacia abajo, su mente se quedaba completamente en blanco. Temblaba, se quejaba por la sensación y comenzaba a pedir por más. Lo suficiente como para llenar desde su estómago hasta los dedos de los pies.


"¡Por favor! ¡Más!"


Jae-oh gimió de nuevo. Había estado muriendo de hambre durante varios meses ya, así que esto era la maldita gloria


"¡Uf, ah...!"


Tal vez entendió que lo estaba abrazando con más fuerza que antes porque el hombre, que estaba sosteniendo su cadera y apuñalando las entrañas de Jae-oh, pareció ponerse un poco tenso.


"Este niño... Hazlo más suave ¿Quieres? Acaba de dolerme."


Incapaz de hablar, cerró los ojos con fuerza y ​​jadeó para intentar llevar tanto oxígeno a sus pulmones como le fuera posible. Tenía que poner todo de su parte para colocar los colmillos correctamente en el cuello de ese sujeto pero, para su desgracia, estaba temblando tan fuerte que ni siquiera lo logró.


Después de eso, Jae-oh emitió un sonido de dolor que pareció venir mezclado con su llanto.


"Un poco, ah... Lento. Más lento ¡Ah!"


"Jaja... ¿Lento? ¿Por qué? ¿Vas a decirme ahora que no te gusta después de todo lo que hicimos?"


El hombre (del que no sabía el nombre) se rió de inmediato de lo que había dicho y decidió agarrar su rígida verga utilizando toda la mano. Y mientras movía sus dedos hábilmente, como si lo estuviera haciendo así para no lastimarlo, descubrió que todo su cuerpo temblaba con muchísima, muchísima más fuerza que antes. Tal vez se iba a correr.


"Oye, espera... Por... ¡Ah...!"


Jae-oh agarró la sábana con fuerza. El problema era que el sexo con este desconocido era tan hábil y placentero que lo estaba volviendo loco.


Nunca, nunca algo había sido tan delicioso.


Estaba pensando en ello incluso con la mente confusa: No había conocido muchos hombres hasta ahora, pero esta persona era la primera que lo hacía gemir hasta el punto en que incluso dejó de preocuparse por chupar sangre.


"¡Ay!"


Era Jae-oh quien tenía que poner sus dientes en su nuca y chuparle la sangre, pero fue su acompañante quien decidió morderle el cuello de la nada. Inclinó la cabeza completamente para atrás y pasó los dedos por el cabello del hombre como para decirle que esperara un poquito. Al menos, lo suficiente como para que pudiera respirar.


"Ah ¡Uff!"


Mientras su estómago se retorcía y se tensaba al mismo tiempo, el hombre que le estaba penetrando dejó escapar un gemido que le hizo cerrar los ojos y finalmente, agotado, Jae-oh respiró hondo y se recargó contra su pecho.


"¿Quieres un beso, encanto?"


Él sonrió. Finalmente, tal vez un segundo más tarde, le dio un beso tan perfecto como le había prometido que lo haría. Pareció pensar que se estaba portando así a propósito para hacer que se enterneciera por su cara.


"Umm..."


Su lengua se hundió profundamente en su boca. Luego, surgió la extraña necesidad de morderle la carne gruesa y caliente y reventarla para beber también de allí.


"No."Pensó "Si lo hago, descubrirá que soy un vampiro."


Jae-oh trató de ignorar la sensación. La lengua no era un lugar que pudiera perforarle tan como si nada para beber de ella. Para que no lo notara, debería seguir con la parte posterior del cuello, la zona cubierta por su cabello, detrás del hombro o en su trasero. El problema era que si esto ya era así de difícil, batallaría mucho más mordiendo su culo.


"Uf, ah..."


Jae cerró los ojos con fuerza.


"Por favor, déjame..."


Incluso un solo sorbito más era bueno, así que quería chuparle la sangre. Había tenido un sonido de gorgoteo en su estómago durante varios meses y en realidad, aunque este encuentro no lo había calmado del todo, no lo había escuchado gracias a que tenía ese gran pene dentro de él...


"Te ves hermoso..."


El hombre sonrió de nuevo, besando suavemente la mejilla de Jae-oh para quitar su sudor utilizando los labios. Por supuesto, le estaba molestando mucho que pensara que era lindo cuando estaba tan necesitado justo ahora. Quería comer, no halagos.


"Solo... Ah, solo..."


Tenía que morderlo una vez, solo una vez y sería suficiente, así que Jae-oh volvió a pegarse a él para intentarlo.


"Umm...."


Su mente estaba completamente desordenada. Llevó sus labios al cuerpo del hombre una vez más y tan pronto como logró alcanzar su cuello, una mano grande se envolvió alrededor de la parte posterior de su cabeza y lo atrajo con fuerza hasta colocarlo a centímetros de su carne. Tal vez, pensando que como al inicio, quería hacerle un chupetón.


"Te sientes muy bien. Me encanta penetrarte. Me encanta tenerte".


"Ah..."


Las emociones se derritieron en el susurro bajo.


Jae-oh dejó escapar un gemido, apenas asomando la cabeza en su dirección para poder mirarlo a los ojos. Sentía como si estuvieran apuñalando constantemente su pared interna a tal grado que solo quería derretirse contra él porque le gustaba como era todo bajo el control de sus manos.


Jae, quien movió sus labios a la posición deseada, abrió desesperadamente la boca y de inmediato, perforó sus afilados colmillos en su garganta.


¡Por fin!


Y comenzó a absorber su sangre con muchísimas ganas. Más fuerte que antes y con toda la intensión de calmar el dolor en su garganta. En ese momento, sin embargo, sintió un escalofrío que le llegó a la cabeza y que le hizo parecer como si estuviera a punto de desmayar.


Jae-oh rápidamente sacó sus colmillos.


"..."


"¿Qué pasa, mi amor?"


El hombre, que sostenía su cuerpo entre los brazos, preguntó esto con una cara bastante sorprendida. La verdad, era que Jae-oh tenía un sentimiento muy fuerte de miedo justo ahora y era evidente en todos sus movimientos. Luchó por escupir la sangre que había bebido, pero sabía que ya era demasiado tarde. ¡No se había preocupado por eso antes porque se perdió en el sexo!


"119... Llama al... Al 119..."


"¿119? ¿Por qué...?"


"Ah, soy..."


Le picaba todo el cuerpo, sintió que le estaba dando urticaria. Era algo que le sucedió algunas veces, poco después de convertirse en vampiro.


Una reacción alérgica a lo que comió.


"¡Oye!"


"Ah, ah..."


"¡Maldita sea, oye!"


La voz del hombre estaba muy lejos.


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