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En las garras de la muerte... por Darkneko

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Notas del fanfic:

bien los personajes de naruto no me pertenecen son propiedad de Masashi Kishimoto-sensei a quien merezco mi respeto y admiración, solo utilizo sus personajes para crear historias sin fines de lucro...

Notas del capitulo: bien este capitulo es muy cortito, pero es necesario, tratare de no tardar en terminar el primer capitulo real ^u^, espero que les guste...

     Aquella noche mostraba en lo alto una enorme luna llena del color de la sangre, de entre la oscuridad se vislumbraban unos ojos brillantes, varios pares, se podían contar tres, unos negros penetrantes que con los rayos de la luna tomaban un brillo amarillo, unos dispar mostrando uno rojo cual sangre y otro negro al igual que el primero, el tercero mostraba su mirada tan carmín que pareciera que las llamas del infierno ardían en ellos, esbozaron una sonrisa macabra que solo fue vista por los animales cercanos, los cuales al instante salieron corriendo, asustados presagiando la muerte. 

     En la aldea que se encontraba frente a ellos traía el olor a la sangre inocente, suculenta, el aroma que les vuelve locos de deseo y ambición, sus instintos salvajes hicieron su aparición y en menos de un segundo se encontraban caminando tranquilamente por la aldea, buscando el lugar exacto donde aquel agradable olor a sangre fresca era desprendido. 

     Cuando llegaron a una casona un tanto pequeña de una humilde familia, se encontraron a una mujer dormida y un pequeño de no mas de un mes de vida durmiendo en su regazo, tomaron a la mujer por el cuello, el mayor de todos se encargo de ello, su pelo plateado brillaba cual rayo de luna a través de la luz que emanaba la vela a su alcance, sus ojos fieros sin remordimiento por el acto que estaba haciendo brillaban mostrando satisfacción en ellos, aquella mirada roja y negra era lo más que se distinguía. 

     La mujer grito en busca de ayuda y buscando aire, pataleaba por su vida, no podía distinguir mas que sus ojos, aquellos gritos y ajetreos despertaron al bebe que en un instante comenzó a llorar rogando que alguien le alzara y acurrucará, pero ese afecto jamás llego, los llantos se intensificaron sacando de quicio a los moradores no bienvenidos quienes tomaron al pequeño por una de las piernas de manera demasiado brusca, logrando que los llantos por ayuda se fortalecieran si eso era posible. 

     Al mirarlo de cerca observaron que el pequeño no era normal,  una cola y unas orejas de animal mostraban que aquella criatura de olor suculento, era un hibrido, y eso explicaba la razón por la cual nadie ayudaba a la joven quien derramando lágrimas seguía llorando en busca de ayuda ahora no solo para ella sino para su bebe. 

     - Esto es aburrido… Itachi… - llamo el mayor a la sombra que aun no se movía, aquel sujeto con la mirada roja salió de entre la oscuridad, posándose al lado del peliplateado quien no aumentaba el agarre al tenía sometido a la mujer, deseaba conocer respuestas y las obtendría en ese instante. 

     - Dime… ¿que quieres?… Kakashi… - pregunto la sombra sería mostrando su brillante mirada color carmín. 

     - Ve por el jefe de la aldea y tráelo… necesito información… hayaku… - ordenó mirándolo a los ojos, el otro apresuro el paso y en menos de dos minutos un hombre un tanto lastimado llegaba a la casa en manos de Itachi. 

     - Señor me puede explicar como es que si escuchan a esta joven gritar no vienen en su ayuda… - comento el peliplateado un tanto molesto, sacudiendo a la joven en brazos logrando que gritara una vez más. 

     - Ella es la deshonra de nuestra aldea… - comenzó el hombre con miedo a sus palabras, aquellos visitantes eran de cuidado y su vida dependía de las palabras que salieran de su boca. 

     - Estaba comprometida con uno de los aldeanos más codiciados, pero esa desgraciada… - su voz reflejaba ira contenida y unas ganas de que todo esto terminara, si fueran a matar que la mataran de una vez, porque ella solo representaba una molestia para esa aldea. 

     - Se enamoró de un licántropo y quedo preñada… esa criatura que esta ahí… - apunto al menor aun llorando en brazos del ojos negros. 

     - Es lo más repulsivo que he visto en mi vida… si los van a matar háganlo de una vez, nos harían un gran favor… - miro nuevamente al que sostenía a la mujer por el cuello. 

     - Sai… Itachi… salgan un rato, tengo que hablar con este señor, cenen, jueguen y diviértanse… que este hombre necesita una lección… - habló soltando a la mujer que cayó en el piso sosteniendo con sus manos su cuello, respirando con dificultad el ansiado aire que clamaba a gritos ser introducido a su cuerpo. 

     - Humano… ¿Quién te crees tu para venir y darme órdenes?... – pregunto acercándose al hombre y fue en ese momento en que los gritos de horror, desesperación y dolor invadieron el lugar, mientras que las risas frenéticas de Sai e Itachi se escuchaban más alto si es que era posible con cada nuevo grito. 

     - Mmm… parece que se están divirtiendo bastante, ¿no crees?... – pregunto con ironía al ver el semblante de horror reflejada en la mirada del jefe de la aldea quien cerraba los ojos tratando de no escuchar aquellos desgarradores gritos. 

     - ¿Qué es lo que quieres?... – pregunto con miedo en su voz al peliplateado que se volvió al niño que poco antes Sai había dejado nuevamente en la cama antes de salir. 

    - Este niño… - mencionó el de ojo dispar tomando al niño entre los brazos, reconfortándolo un poco, logrando milagrosamente que sus llantos cesaran con solo pasarle la mano por el rostro, quedando tan relajado que comenzó a dormir aun siendo victima de espasmos producidos por el llanto anterior. 

     - Tiene el alma mas pura y cristalina que haya visto… y ¿te atreves a tratarlo de esa manera solo porque no se parece a ti?... – preguntaba gravemente enojado el peliblanco. 

     - Es una aberración… - respondía un tanto alterado aquel hombre sin poder entender a donde llevaba todo esto. 

     - El niño… - menciono y dejo al pequeño en la cama nuevamente. 

     - ¿Qué?... – mencionó el hombro con la voz quebrada y el miedo a flor de piel. 

     - Me llevaré a este niño, pero ahora no… es demasiado pequeño, él será el regalo perfecto para mi hijo más pequeño… - comentó el hombre de cabello plateado mirando son inmutarse la escena de un hombre a punto de morir. 

     - Llévatelo de una vez… aquí no me sirve de nada… - contesto molesto al ver que ese monstruo como él le llamaba estaría en si aldea por más tiempo. 

     - Necesito que crezca… el menor de mis hijos no tiene paciencia con los que lloran… además… - se acercó al hombre con sigilo, haciéndolo retroceder conforme el peliplateado avanzaba, hasta chocar contra la pared. 

     - Si el niño esta en esta aldea hasta que venga por él… no acabaré con ella… - respondió con una voz sacada de ultratumba. 

     - Itachi, Sai… - llamo después con voz seria y acto seguido el ojirojo y el ojinegro aparecieron postrados a sus pies, haciendo una reverencia de profundo respeto. 

     - ¿Se divirtieron?... – pregunto con ironía en su voz. 

     - Esta aldea es divertida padre… sus gritos causan mucha gracia y la forma en la que se caen cuando no tienen sangre en el cuerpo es de lo mejor… ¿podemos seguir jugando?... – pregunto divertido Sai. 

     - Mmm… todo depende de lo que diga este hombre… - comentaba mirando al jefe de la aldea que se al momento de ver a los otros dos con sangre en las comisuras de los labios y con las manos manchadas del mismo color, sudó frío. 

     - ¿Qué es lo que quieres?... – pregunto tembloroso temiendo por su vida. 

     - Yo quiero divertirme con mis hijos… creo que esta aldea será todo una diversión… el problema es que esta criatura vive aquí y necesito que crezca… así que… - miraba frío al hombre que se encontraba en completo shock buscando por donde huir. 

     - Me cuidas al niño hasta que yo regrese por él y no le haré nada a la aldea… - propuso poniéndose a la altura del hombre que yacía aun en el suelo. 

     - ¿Porque no te lo llevas de una vez?... – pregunto sin querer causar mayores conflictos, pero el solo hecho de tener aquella criatura entre la aldea le repugnaba de sobremanera. 

     - No quiero ver un solo rasguño en su cuerpo… quiero que tanto su cuerpo como el alma pura que posee se quede como esta… - puntualizó poniéndose de pie sin apartar la mirada del hombre. 

     - Esta bien… ¿Cuándo vendrá por él?... – pregunto con algo de esperanzas y a la vez con miedo por lo que ocurriría. 

      - Dentro de 7 años cuando la luna regrese a este color… Sai… Itachi… lleven a dos aldeanas para sus hermanos… aun no han comido… y deben estar impacientes… - comento de camino a la salida, cuando estaba a punto de partir miro al hombre nuevamente. 

     - Por tu bien y por el de la aldea, espero que cumplas con tu parte del pacto… - y con esto las tres figuras desaparecieron, dos de ellas con unas jóvenes en los brazos inconcientes por un golpe en la nuca. 

     - Toma a tu hijo y no regreses hasta que la fecha se cumpla, no te quiero ver en la aldea… son un peligro… únicamente traen desgracias… - el tono de aquel hombre estaba invadido por veneno y esto dolía a la mujer que se encontró todo el tiempo callada para mostrar su respeto al ser una mujer, sabía que en esas cosas no debía meterse ya que el precio sería alto. 

     - Hai… - dijo mientras con cuidado tomaba a su pequeño en brazos y en silencio aun con la mirada baja salía de la aldea para adentrarse al bosque. 

     - Espero que las desgracias terminen… - no tenía más que hacer, junto a los aldeanos, les comento de lo sucedido y juntos comenzaron a limpiar el desastre, después harían un sepelio para todos aquellos que cayeron esa noche, la noche mejor conocida desde ese entonces como: el pacto...

      Han pasado el tiempo 7 años para ser precisos y ahora las sombras de la muerte rondan de nuevo por las mismas calles que tiempo atrás recorrieron buscando algo en particular. 

     - Es hora de cobrar nuestro pacto… - sonrió triunfal al frente de la puerta del jefe de la aldea, a sus espaldas tres sombras, la nueva tenía los cabellos rojizos y una mirada hipnotizante de color agua marina.

Notas finales: bien que les parece el principio... lo se muy corto para lo que acostumbro a hacer... pero es solo para dar paso a la historia real ^u^... cuidense mucho y espero no tardar en poner el primer capitulo... matta ne...

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