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Causalidad por Yageni

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Notas del capitulo: Causalidad, la palabra en si misma se explica, habla de que las cosas no se dan porque sí, sino que detrás de cada suceso, hay un porque, un motivo, o incluso una razón.

Eso es lo que dos muchachos están apunto de descubrir.
Es un día con un sol abrasador, y Gaara en su constante afán de entrenar se ha ido alejando cada vez más de su aldea, adentrándose en el calor sofocante del desierto.

Claro que para él esto es sólo un detalle, el asunto era salir de la aldea por un par de días y poder olvidarse de todo ese tumulto de gente yendo y viniendo a su alrededor.

De esa aguijoneante soledad estando en compañía de otros. Le gustaba ayudar a los de su aldea, pero empezaba a sentir la necesidad de otra clase de compañía. Una que creía nunca podría hallar.

Cerca del mediodía, cuando el sol se estaba dejando sentir con más fuerza, decidió dejar a un lado la práctica y acercarse hasta un pequeño oasis para descansar.

Hacia ese mismo lugar, se acercaba de a poco otra persona, que se encontraba por la zona realizando exactamente la misma actividad.

Sasuke estaba perfeccionando algunas técnicas, pero se había alejado, no sólo de la guarida de Orochimaru sino también de su compañía.

El Sannin le dejaba ir y venir con una sola condición, ayudar a Kabuto en sus experimentos. En realidad, esa era la condición por esos días pero al principio se había visto en la necesidad de calmar otra clase de curiosidades...

A Sasuke francamente no le importaba, todo ese dolor y toda la experiencia que ganase le ayudarían a hacerse mas fuerte, en poco tiempo superaría al legendario Sannin, y tendría algo menos de que preocuparse.

Ambos llegaron al lugar sintiendo la presencia del otro sin estar seguros de quien era, pero sintiendo una gran familiaridad; una mezcla de confianza y temor...

El oasis consistía en una simple gruta, enfrente de cuya oscura y estrecha entrada excava en la roca caía un profuso chorro de agua. En los bordes del pequeño lago que se formaba crecía algo de vegetación, no más de dos o tres matojos verdes y un par de simples palmeras.

Cuando Gaara llego hasta el oasis, se encontró con el moreno arrodillado sobre el pequeño lago, con las manos formando un cuenco para beber el agua.

En el curso de dos segundos el preciado líquido fue a dar contra la caliente arena del desierto evaporándose al instante y ambos se pusieron en actitud defensiva. Gaara se planto separando sus pies, cruzando sus brazos sobre su pecho, y el morocho se inclino hacia adelante, llevando una de sus manos hasta el mango de su espada.

— ¿Que haces aquí?— pregunto el chico de la aldea de Suna.

—Eso no es asunto tuyo— respondió el otro examinando la actitud de Gaara y abandonando la posición defensiva, viendo que no este no le atacaba, aun cuando al estar rodeados de tanta arena llevaba una clara ventaja.

Se enderezo, y mientras lo hacia Sasuke sintió que se le debilitaban las rodillas y que su vista se nublaba... Mientras sentía que se iba hacia el suelo sin poder evitarlo recordó el último experimento de Kabuto, esa misma mañana, no había querido decirle de que se trataba. No pudo evitar preguntarse que diablos le había hecho ese mal nacido.

Cuando despertó se hallo a sí mismo acostado boca arriba, mirando hacia el techo de una gruta,. Se escuchaba con claridad el ruido del agua cayendo, seguramente se hallaban detrás de la caída del agua pensó acertadamente, junto al él estaba sentado el pelirrojo, mirándolo de una manera muy peculiar.

Un shinobi sabe que es lo que esta sintiendo su enemigo y Sasuke se sintió enrojecer violentamente al descubrir que lo que sentía, o al menos lo que empezaba a sentir el futuro kasekage de la aldea de la arena, ¿era lujuria?

—Hueles de una forma muy extraña— le dijo el muchacho acariciándole el cuello y luego llevándose esos dedos hasta sus labios; los lamió de una forma tal que el chico Uchiha sintió un escalofrió recorrer su columna vertebral, se incorporó en el suelo de la cueva y notó que una de las prendas del otro muchacho se hallaba extendida debajo de si...

Suspiró recordando cuando apenas había se había unido a Orochimaru, al principio el precio de su libertad era sexo, al cual se había malacostumbrado por cierto, ya que ahora lo echaba de menos. Pero ni loco volvería a hacerlo con alguno de esos dos.

En la actualidad, para poder hacer su voluntad era conejillo de indias de Kabuto, lo peor era el no tener la certeza de para qué le había usado en esa ocasión, quizás para probar un afrodisíaco. Porque más allá de que su abstinencia venia siendo prolongada comenzaba a sentirse inusitadamente cachondo.
Y aunque en un principio pensó en echarle la culpa al experimento del ayudante de Orochimaru, él mismo tenía que reconocer que aquel muchacho le resultaba muy atractivo.

De pronto se hallo a si mismo tomando la mano del futuro Kasekage, y llevándola casi sin pensarlo demasiado hasta su propia boca. El muchacho le miró hacer sorprendido sin poder evitar estremecerse al sentir lo que el chico Uchiha le hacia a sus dedos, imaginando esos labios y esa lengua jugando con otra parte de su cuerpo.

Se acercó hasta él tratando de no interrumpir la deliciosa tarea que este estaba llevando a cabo.

No estaba seguro de porque había echo todo aquello, podría haberse ido y dejarlo allí, o mejor haberlo atado o inmovilizarlo y llevarlo de regreso a la aldea de la hoja, pero le había visto caer de manera tan inofensiva, y el recuerdo de su mirada, fría como solía ser la suya propia.

Además, ese chico le gustaba, sentía que le provocaba cosas que muy pocas personas habían podido despertar en él. Sentimientos y sensaciones que nacían y morían sin poder ser satisfechas. Todas esas emociones que anhelaba sentir, pero que por su condición de asesino de la arena nunca había podido experimentar.

Sasuke había cerrado los ojos un momento mientras se deleitaba con los blancos dedos del pelirrojo, pero aun así no le fue difícil sentir que este se inclinaba sobre su cuerpo. Dejó que este retirara despacio los dedos de su boca y con gusto recibió los labios del poseedor del Shukaku.

La lengua de Gaara irrumpió en su boca estremeciéndolos a ambos, y por alguna razón el moreno presintió que el Shinobi de la arena nunca había estado con alguien.

Enredó sus dedos en la roja cabellera, sintiendo como las manos del otro rodeaban su cuello y su cintura. Sentía el calor de su cuerpo llamándolo por debajo de sus pesadas ropas, el beso se daba de manera lenta y deliciosa, sus lenguas se enredaban, se perseguían bailaban un momento siguiendo el ritmo de uno, unos segundos al ritmo del otro. Pronto se separaron respirando agitadamente, se miraron a los ojos descubriendo en estos lo que ya había sido demostrado con sus actos.

Sasuke se quito las mangas del traje, dejando sin dificultad su marcado pectoral al descubierto, con suma calma Gaara se subió a horcajadas del muchacho, para luego volver a inclinarse sobre él, atrapándole las muñecas contra el piso de la gruta que estaba cubierto con su saco.

El chico Uchiha gruñó en señal de que aquello le desagradaba pero pronto se dejo hacer al sentir la lengua del otro recorrer su cuello. En un movimiento sensual y prácticamente por reflejo sus caderas subieron ondeantes, ejerciendo presión contra las nalgas del otro, arrancándole un gemido de placer al sentir el miembro duro y palpitante apretándose contra su cuerpo.
Gaara decidió liberar al muchacho para darse a la tarea de acariciarlo a sus anchas.

Sus manos entonces se deslizaron desde su cuello, descendiendo, pasando por sus hombros, bajando por su abdomen, provocándole estremecimientos de placer por ese simple y leve contacto. Una de sus manos siguió bajando rumbo al sur, mientras la otra se dirigía hacia su intimidad trasera

Sasuke ahora con sus manos libres tomó el rostro del pelirrojo para volver a besarlo obligarle a subir, ya que este estaba muy ocupado lamiendo y mordiendo sus tetillas hasta dejarlas duras de pura excitación.

Sintiendo las manos inquietas de su nuevo amante el morocho no podía quedase atrás y comenzó a desvestirlo, haciendo lo imposible por no romper ese beso cada ves más hambriento.
Cuando la camiseta de Gaara paso por arriba de sus brazos dejar de besarse aunque fuese un segundo fue inevitable, pero eso no les molesto porque pronto tuvieron cosas igual o aun mejores por hacer.

Sasuke se incorporó, abrazando con sus blancos brazos la espalda blanca del que fuera su enemigo, notando que de tan pálidos que eran ambos era difícil saber donde empezaba uno y donde terminaba el otro.

Con el pecho desnudo Gaara pronto pudo volver a disfrutar de las bondades de la lengua del morocho, esta ves jugando con sus tetillas, mordiéndole el cuello, lamiéndole el lóbulo de la oreja; por momentos se sentía estremecer, perdiéndose en esa gran cantidad de sensaciones nuevas para luego volver a atacar con atenciones el cuerpo de su adversario.

Su mano derecha que se había quedado entre las prendas de la parte de abajo del ex-shinobi de Konoha, volvió a sus deberes, acariciando el duro miembro del chico Uchiha por sobre la ropa, arrancándole guturales gemidos de placer. Atreviéndose a ir un poco mas lejos, metió su mano dentro de la ropa interior, y el calido contacto con la intimidad del otro muchacho lo excito sobremanera.

Sasuke al sentir ese contacto tan intenso y placentero no pudo evitar morderle el hombro con fuerza, casi al punto de lastimarle. De pronto sintió que le empujaba con brusquedad hacia atrás, para dejarle ver como se dirigía con decisión hasta su entrepierna. Desató la cuerda que usaba de cinto, y bajo las prendas; sólo lo necesario para dejar su miembro al descubierto.

Luego y con algo de parsimonia se inclinó, cerrando los ojos llevo la enhiesta erección hasta sus labios. El morocho había seguido cada movimiento con atención pero no pudo evitar cerrar los ojos con fuerza y maldecir por lo bajo por el intenso placer que estaba recibiendo por parte de esa boca mojada calida y húmeda.

Gaara se sorprendió hasta así mismo al verse haciendo aquello y además al disfrutarlo con tanta intensidad, sentir la textura suave y palpitante de aquello en su boca, su olor tan particular, su calor. De pronto un pensamiento cruzó su mente con la velocidad de un rayo. Deseaba que Sasuke Uchiha se viniera en su boca, quería hacerle acabar y beberse su semilla, saborearle. Se sorprendió al descubrir que tenia semejantes necesidades, pero sin darle más importancia de la que realmente tenia se dio por completo a llevar a cabo su deseo.

Sasuke no perdía detalle de como su falo desaparecía dentro de la cavidad bucal del shinobi de la arena, provocándole un intenso placer, estremeciéndolo de puro gozo. Poco a poco su pulso comenzó a desbordarse, su respiración se agito y ahogados gemidos y jadeos empezaron a escapar de sus labios.

El pelirrojo se ayudaba con una mano y sin tregua ni pausa se dedicaba a engullir la hombría del otro, acariciándola con su lengua, saboreándola, sintiendo el preseminal en su boca, ansiando lo que pronto estaba por venir.

Uchiha sintió un espasmo atravesar su cuerpo, logrando que su espalda se arquease, el placer era muy intenso y sin miramientos se vino en la boca del otro que recibió su simiente con gusto bebiéndola por completo y relamiéndose hasta no dejar rastros.

Aun sintiendo las oleadas de placer en su cuerpo el moreno se incorporó, se sentía tembloroso y como afiebrado, pero aun así fue sobre su amante, no sin antes terminar de quitarse la estorbosa ropa que les quedaba a ambos.

Tras lograr su cometido, se ubico entre las piernas del futuro Kasekage para devolverle un poco del placer recibido, el también deseaba probarlo. Se llevó el duro miembro hasta la boca para humedecerlo a conciencia con su saliva. Luego, para sorpresa del pelirrojo se sentó a horcajadas sobre él y con una lentitud torturante llevo la dura y palpitante erección hasta su tibia intimidad trasera.

—Te va a doler un poco— dijo de pronto Uchiha. Y a Gaara le resulto extraño ya que no era el que iba a ser penetrado sino él... pero Sasuke tenia razón. A medida que su pene ganaba terreno dentro del calido y apretado orificio del morocho podía sentir como el frenillo del mismo se desgarraba, perdiendo su virginidad. Cuando estuvo completamente dentro ambos no pudieron evitar gemir de placer y dolor.

Al estudiante de Orochimaru le gustaba empalarse así, dejarse caer sobre la dura erección de sus amantes de turno, pero tenia que admitirlo, no era algo que hiciese con frecuencia Pero ese chico tenia algo especial. Y se quedo quieto, esperando que el cuerpo de ambos se acostumbrase a esa nueva situación.

Cuando sintió los labios del pelirrojo recorrer su cuello, sus manos otra vez recorriendo su piel, incansable. Cerró los ojos dejándose hacer, echando la cabeza hacia atrás, disfrutando de las sensaciones que Gaara le provocaba sin tregua. Sentado y empalado por el miembro de Gaara el joven proveniente de la aldea de la hoja comenzó a moverse, casi a punto de hacerlo salir para luego volver a clavarse por completo.

El chico de ojos verdes rodeo la cintura de su amante con una mano mientras con la otra empezaba a masturbarlo lentamente. Pronto ambos estuvieron jadeando y la transpiración se hizo presente en sus pieles. El placer que el pelirrojo experimentaba era demasiado intenso, siendo que esa era su primera vez.

De a ratos sus dedos se clavaban en la piel de Sasuke, dejándole marcas, y su boca buscaba los labios de este de manera ansiosa.

Se besaban desenfrenadamente mientras hacían lo posible por seguir moviéndose, gruñendo y jadeando de placer.

El chico de cabellos negros aceleró sus movimientos y los jadeos y la respiración agitada de Gaara se incrementaron mientras este hacia lo posible por seguir ese ritmo tan agradable y adictivo.

La intimidad de Sasuke se sentía tan apretada y calida que el pelirrojo supo que no tardaría mucho en venirse.

Por su parte el chico Uchiha también llego a esa conclusión; podía escuchar los latidos acelerados del otro y como su propio placer iba en aumento.

Sus cuerpos se movían al mismo tiempo en un sube y baja constante y placentero, se sentían perder en ese ir y venir de sensaciones concentrándose en lo que pasaba en sus cuerpos y en como sus limites parecían derretirse y perderse en los del otro.

De pronto Gaara aferró las caderas del otro muchacho con mucha fuerza y marcándole su propio ritmo lo embistió repetidas veces de manera rabiosa y algo brusca pero sumamente placentera para luego acabar en el interior de Sasuke, experimentando un intenso orgasmo, sintiendo como las oleadas de placer del mismo expulsaban su semilla llenando a su amante de si.

Sasuke pronto sintió los estremecimientos de placer del pelirrojo, sus dedos clavándose otra ves en su piel y vio como su espalda se arqueaba y sus ojos se cerraban fuertemente por el placer. Tras esto su propio cuerpo también alcanzo el límite y se vino por segunda vez, en esta ocasión en la mano de Gaara.

El pelirrojo permaneció aferrado al cuerpo de Sasuke, jadeando, transpirando, escuchando los latidos acelerados de ambos y sintiéndose mareado.

Por su lado el estudiante de Orochimaru también se sentía agitado, sus brazos descansaban sobre los hombros del chico del desierto, refugiaba su cara en el cuello de este, respirando pesadamente.

Sin saber muy bien que o porque, un fuerte sentimiento comenzaba a gestarse en ellos. Trato de analizarlo, de discernirlo, pero no pudo descubrir con exactitud de que se trataba... sintiendo que tampoco podía controlarlo del todo, Sasuke se dejo llevar.

Cerró los ojos y hundiendo sus manos en los cabellos color fuego del otro buscó sus labios para imprimirle un beso lleno de un sentimiento para él todavía indefinido.

Gaara recibió el beso, sintiendo sin lugar a dudas que este estaba lleno de un algo muy poderoso e intenso, estaba seguro que era lo mismo que sentía él en ese mismo momento. ¿Pero qué era? Se sentía feliz, muy feliz y al mismo tiempo sentía que tenía un nudo en la garganta y algunas lágrimas se escaparon de sus ojos

—Quédate conmigo— le pidió, casi como si se le hubiera escapado algo que sabía, no debía decir.

Sasuke que había intentado ponerse de pie desistió de su idea al escuchar esas palabras, ahora simplemente no podía irse, no quería. …l también había ansiado por mucho tiempo por alguien así.

—Me quedaré contigo esta noche— le contestó abrazándolo por el cuello, dejándole un beso en la frente.

No quería dejarle, y por eso mismo, supo que sus caminos volverían a encontrarse.
Notas finales:

mmm no me quedo todo lo bien que yo queria, peor lo termine, asique me puedo sentir realizada  =P ajajaja

gracias por leer!!!

Corregido 10/12/09 XD esperpo que este mas legible =P

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