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Víctimas por Mishogu

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Notas del fanfic:

Solo se me ocurrio mientras estaba en mi clase de criminología, escuchar hablar de victimas durante 70 minutos, te deja algo atontad@ y más si el profesor te pone ejemplos y te pide decir lo más sadico que puedes imaginarte...creo que hice reir mucho a mis companeros (T.T), en fin, no les dije las partes con lemon, eso son solo para ustedes. @(~.~)@

Notas del capitulo:

Victima casual, es la primera victima en criminología es algo asi como, no esperar ser victima, nisiquiera esperas algo asi, y eres escojido al azar dentre un monto de individuos más afortunados, pues te escojieron a ti.

Victima casual:

Capitulo I: No sabrás que serás victima.

 

Caminando con todas las compras del día un alegre muchacho tarareaba una igual de alegre melodía, resultaba que la vida se le hacia mas sencilla cuando era fin de semana, en pocas palabras el fin significaba su inicio, cruzo la calle sin percatarse de su camino, con muchos paquetes en los brazos era imposible mirar por donde iba, paso justo enfrente de un hombre alto de mirada fría y penetrante, que lo empezó a seguir, el sujeto empezó a lamerse los labios mirando como su dulce presa se mecía al compas de su vos melodiosa, podía sentir como su virginal sangre se repartía por su cuerpo perfectamente proporcionado, el ingenuo muchacho dio un traspié cayendo sentado en un oscuro callejón sin soltar su carga.

 

-¡Que inútil puedo llegar a ser!-Se lamento intentando ponerse de pie pero el peso no le permitía tal acción, de pronto sintió como un par de manos frías y fuertes lo alzaban ayudándolo a ponerse de pie, sonrió pensando en agradecerle a quien lo ayudo, pero el individuo de un manotazo lo obligo a tirar sus compras, sorprendido lo miro fijo como queriendo adivinar el cambio de actitud; si ayudas a alguien no te molestas por un acto noble; o al menos eso pensaba antes de notar la locación y reparar en la apariencia de su supuesto salvador, retrocedió hasta pegarse a la pared con las manos en el cuello, aquel individuo no era una persona, se trataba de un vampiro y se le notaba lo sediento que estaba.

 

-¿Qué no vas a rogarme por que te deje vivir?-Pregunto el vampiro acercándose amenazador.

 

Trago saliva para deshacer el nudo en su garganta:

 

-Y-yo…yo…quiero vivir…-Respondió agachando la cabeza mientras analizaba lo que pedía, lo cual era tan imposible como pedirle a un ciego que le diera su opinión sobre un hermoso cuadro.

 

-¿Sabes lo ingenuo que los humanos pueden llegar a ser?-Alzo con una mano el rostro del tembloroso muchacho.

 

-Por favor…solo déjame ir…-Suplico atrapando entre sus manos el abrigo negro que aquel siniestro hombre tenía puesto.

 

-¿Estas consiente de que tu petición es de lo más absurda?...Cuando tenemos hambre, comemos sin importar si nuestra cena esta de acuerdo.-Sujeto su quijada tan fuerte que sus labios se entreabrieron.-…solo me queda decirte lo mucho que disfrutare la sangre joven y dulce de aquel que no quiere morir.

 

-¡Tengo muchas responsabilidades, una familia que solo depende de mi!-Grito empujándolo hacia atrás.

 

-¡Es hora de legar las responsabilidades a otros!-Más ágil lo atrapo entre sus brazos encajando sus colmillos sobre la vena que lleva sangre al cerebro.

 

Sintió como si dos puñales de hielo se incrustaran en su piel drenando la vida, poco a poco su fuerza se esfumo dejándolo a merced del vampiro, las lagrimas corrían por su pálidas mejillas rogaba por que terminara rápido, pero para su desgracia aquel ser no conocía la piedad solo su satisfacción que era lo único que le importaba, en vista que no sería una muerte rápida, se despidió de todos los que conocía.

 

-¡Lo siento…madre…padre…adiós…hermanos…abuelos…chicos…!-Los colmillos fueron desencajados.

 

-Si duda alguna, eres mi cena más adorable…… despedirte de tus seres queridos…-Rio sarcástico tirándolo encima de un contenedor de basura.-…un ser humano que ama su vida, a los que lo rodean…y hasta podría jurar que amas tu trabajo, a tus compañeros y a tu jefe.

 

Como un animal le arranco la ropa prenda por prenda, sonrió sádico al ver lo que se escondía debajo de tanta ropa, hundió el rostro en el cuello donde momentos antes había sellado el destino del pobre desdichado y lo beso dejándole marcas rojas, lentamente descendió por su pecho, beso su abdomen delineando con la lengua el gracioso obligo, su lengua ávida de más, se encontró con la extensión del menor aun dormida.

 

-¡Aah…aah…n-no, por favor…aah…te lo ruego, deten…aah!-Gemía sintiendo como los dedos del mayor se abrían paso entre su carne.

 

-Ustedes los humanos y sus hermosos cuerpos…-Comento levantándolo de la cintura para poder quedar entre sus torneadas piernas.

 

Lentamente al principio fue introduciéndose en esa cavidad no profanada por ninguno hasta ese instante, luego de estar dentro arremetió con violencia haciéndolo sangrar, después de muchas otras estocadas tan violentas como la primera.

 

-¡Aaaaaaaaahhhhhhhhhaaaaaaaaaa!-Se escucho un grito que lleno el callejón por completo dejando pequeños ecos que lo repetían como una pesadilla que se cuenta a los niños para que obedezcan.

 

Acababa de correrse dentro del adolescente, el cual sentía su interior ardiente como si en el lugar de ese grueso pedazo de carne hubiera en realidad una igual de gruesa vara al rojo vivo que le quemaba las entrañas. Sus perfectos ojos azules se llenaron de lágrimas, el cielo parecía corresponderle por su dolor pues la luna plateada y brillante repartía su tranquila luz como quien dice “Aquí estoy, tranquilo,  sufro contigo los mismo suplicios al verte así”. Por unos momentos pensó en que estaba por morir, para su sorpresa sintió como su fuerza regresaba, reincorporándose busco desesperadamente su ropa, por la prisa se callo del contenedor pegando el rostro a los zapatos de su verdugo.

 

-No tienes que agradecerme de esa forma…-Retiro el pie de su rostro colocándolo encima de su cabeza y asiendo presión para que pegara la mejilla en el suelo.-…Sera suficiente tu cuerpo por la eternidad…-Su risa fue el peor bálsamo que su herida alma inmortal pudo recibir, acababa de convertirse en un vampiro, un ser incapaz de sentir pena y dolor, que se escondía del sol por que sus crímenes eran tan inmensos, no pudo contener las lagrimas y se desplomo aun más.

 

El sujeto ese lo alzo en brazos cubriéndole el rostro con besos y carisias envolviendo su frágil cuerpo con su abrigo.

 

-El hecho de que eres mío, indica que todo lo tuyo ahora me pertenece a mi.-Comento recogiendo su ropa, y leyendo su dirección.-… ¿Dime, papa y mama estarán de acuerdo con que su tesoro sea un esclavo?-Se burlo, sentándolo en el mismo contenedor en el que lo tomo tan brutalmente.

 

-¡No, por favor, no les hagas daño, tómame a mi todo lo que quieras, pero a ellos no los toques, somos personas que nunca se han visto involucradas con ninguna clase de enfrentamiento, ni mis hermanitos, ni mis abuelos!-Suplico juntando las manos.

 

-Esta bien pequeño…tu familia solo pensara que su adorado retoño se canso de ser su benefactor y se lavo las manos como un tirano por su actos...-Le coloco la ropa con sumo cuidado.-… ¿Podrás vivir con eso, por el resto de tu días?-Remato su labor dándole un beso superficial en los labios.

 

-Si, ya tenía planes por si algo me salía mal…y eso ya sucedió…-Expreso de forma triste bajándose para seguir a ese hombre.

 

Miro por última vez su vecindario, la fachada de su casa y los juguetes de sus hermanitos menores regados por todo el patio delantero, inclinados tomo unos cascabeles de un viejo sonajero, una pequeña pelota roja de goma y un trompo azul y se los guardo en la bolsa sin que su dueño lo viera, a la menos eso creyó, su madre estaba preparando la cena y su silueta se apreciaba desde la ventana de la cocina, sus hermanitos corrían de arriba para abajo mientras perseguían a su gato y su padre conversaba con los abuelos.

 

Suspiro nostálgico, la casa del árbol, el ático…todo quedaba en el completo abandono sin el.

 

-¿Acaso quieres que me presente a tu familia?-Pregunto abriendo la puerta del jardín.

 

-No…así esta bien…-Prosiguió su camino, sin voltear sabia que si lo hacia podría intentar huir y buscar refugio en su hogar, y eso le traería problemas sin precedentes.

 

-Por cierto, mi nombre es Vialer y como ya lo viste soy un vampiro…y ahora tú también lo eres… ¿Cuál es tu nombre?-Se encendió un cigarrillo.

 

-Mi nombre…-Suspiro-…Nicolás…-Elevo la mirada al cielo, apretando los recuerdos que tomo antes de partir.

 

Victima casual: Aquel individuo que se escoge al azar, ya que llamo más la atención.

                               No se sabía quien era y no se tenía nada en su contra.

 

//

(=^x^=)

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Notas finales:

Mi primera victima es Nicolas, un adolescente de 18 años que trabaja y estudia para mantener a su familia, pero una noche de viernes, es atacado por un vampiro que se ve conmovido por su dulcura y amor y lo convierte en un vampiro para mantenerlo siempre cerca, les dejo su ficha.

Nombre: Nicolas.

Edad: 18 años.

Estatura: 1. 60 mts.

Tez: Blanca.

Cabello: Rubio.

Ojos: Azules

En cuanto a mi otro persinaje se los presentare en el siguiente capitulo que es:

Victima propensa

Capitulo II: No juegues con fuego si no quieres quemarte.

Nos vemos y hasta pronto.

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