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I want you to know me por parku

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Notas del capitulo:

Bueno, acá con un two-shot de BaekHyun y KyungSoo (D.O) :D

Esta inspirado levemente en algo que escribí hace varios meses, lo voy a poner al final del 2do capitulo :D

Aclaro: No es que siempre me guste hacer que mis personajes fumen, es sólo que así es la historia original :D Ya lo van a ver cuando la suba en el próximo capitulo :)


Espero que les guste ^O^

 

 

Perdón por las faltas de ortografía, o errores gramaticales :P

I want you to know me
Capitulo 1


- ¿Donde está Kai?- me pregunté molesto. Habíamos quedado en encontrarnos en esa esquina hacía una hora.
Cansado, caminé media cuadra, y me senté en un escalón que había en la entrada de una casa. Tenía un negocio de ropa al lado.
Me puse los auriculares y la música del celular, dejando que mis ojos vagaran por el lugar. Suspiré pesadamente, haciendo un gesto de puchero y apoyé mi mentón en mi mano.

Escuché un ruido muy fuerte, a pesar de estar escuchando música, y noté que alguien salía de la puerta de al lado. Me giré y vi a un chico parado de espaldas a donde yo estaba. Tenía una campera de cuero negra, unos pantalones de jean oscuros y zapatillas converse. Se giró y quedó enfrentado a mi, pero mirando para otro lado.
Tenía el pelo castaño oscuro y flequillo al costado, que le llegaba hasta el comienzo de los ojos. Sus rasgos eran un poco femeninos, pero eso lo hacía más atractivo. En segundos quise saber todo de él. Era sin duda el chico más hermoso que había visto en mi vida. Se prendió un cigarrillo y empezó a fumarlo con fastidio.
No despegué mi mirada de él, aunque no pareció notarlo. Y si lo notó, no pareció importarle.

Una chica embarazada salió del negocio, se le acercó y le dijo algo. Le dió un beso en la mejilla y entró de nuevo. Me sentí un poco decepcionado al ver que tenía novia y esperaba un hijo. Es muy joven para ser padre.

- ¿Que hacés D.O?- me preguntó Kai apareciendo de golpe y sentándose al lado mio -Perdón por llegar tarde- agregó revolviéndome el pelo.
Lo miré con fastidio.
- ¿Siempre vas a hacerme esperar?- le pregunté enojado -Todo por esa...- perra, pensé.
- Ya te pedí perdón... sabés que es difícil hacer que ella me deje ir- me sonrió. Con una tonta sonrisa de enamorado.
- No sé como pudiste perdonarla después de lo que te hizo- comenté.
- Es porque la amo. Y se nota que está arrepentida- me dijo serio -No va a volver a engañarme.
- Esperemos que sea cierto- le sonreí. Volví a mirar a donde estaba el chico, pero no había nadie en su lugar -Vamos- agregué y me paré, para después ayudarlo a que él lo haga.

Después de ese día, volví a diario durante semanas; siempre esperando tener la oportunidad de verlo. Se había vuelto una especie de obsesión. Simplemente me limitaba a sentarme ahí, esperando a que saliera a fumar o a tomar aire.
Quería hablarle, pero no me animaba. Nunca miraba para mi lado, como si lo evitara a propósito.

- KyungSoo, ¿querés venir con nosotros a comer?- me preguntó Kai un día, señalándose a si mismo y a su novia
- No, gracias. Tengo algo que hacer- en realidad era mentira. Pero no me gustaba salir con ellos y verlos besarse como si no hubiera un mañana. Me hacía sentir incómodo y solo.
- ¿Seguro? Últimamente siempre desapareces y no sé a donde vas...- frunció el ceño.
- No te preocupes, sos mi mejor amigo. Si pasara algo te lo contaría. No quiero molestar- se mordió el labio divertido y me dió un leve golpecito en el brazo.
- No molestás tonto. Dale, vení con nosotros...- insistió.
- No puedo, tengo planes. Eso era verdad Jonginnie- le sonreí.
- No me digas así- se sonrojó y se dió vuelta para verificar que su novia no había escuchado -Hace años dejé de ser Jonginnie...
- Pero te queda tan tierno, a tu mamá le encanta decirte así incluso ahora- le sonreí burlonamente.
- No te burles- respondió enojado -Tu mamá te dice "patito mío" y yo no te digo nada por eso- se rió y le tapé la boca con las manos.
- Ya entendí, prometo no volver a decirte Jonginnie- me sonrojé y alejé mis manos de su cara.
- Me alegra que lo entiendas patito mío- lo miré mal -Esta bien, yo también prometo no molestarte con eso- ambos reímos -De todos modos, ¿cuan ocupado podés estar con diecisiete años?- preguntó al aire.
- Tanto como puedo estarlo con el examen de matemática tan próximo- le sonreí.
- Bueno, pero la próxima salimos, ¿si?- asentí y miró a su impaciente novia -Cualquier cosa mandame un mensaje- me guiño un ojo -Ya me voy, que se pone nerviosa cuando tardo -agregó- Nos vemos D.O.
- Nos vemos JongIn- le saludé con la mano y se fue.

Salí del colegio, dispuesto a ir a mi casa y estudiar hasta la noche, pero mis pies me llevaron por si solos al negocio de él. No sin antes parar para comprar un paquete de cigarrillos y un encendedor.
Al llegar, me senté en el escalón de siempre y me puse los auriculares. Saqué el libro de matemática y un lápiz y empecé a resolver los ejercicios. O a intentarlo al menos.
Después de un rato, a la misma hora de siempre, escuché un ruido y me giré para verlo salir. Se quedó a unos metros de mi y se llevó un cigarrillo a la boca. Quiso prenderlo; pero el encendedor no le funcionaba y lo tiró a un tacho de basura.
Es mi oportunidad. Agarré un cigarrillo de los que había comprado y lo acerqué al encendedor. Cuando el fuego lo tocó, lo acerqué rápidamente a mis labios y empecé a soplar donde estaba prendido. Me lo llevé a la boca y fingí fumarlo. Él se giró a verme y se acercó a mi. Mi corazón dió un salto cuando lo tuve al lado.
- Disculpame, ¿me prestás tu encendedor? El mío se rompió...- comentó. Su voz casi me hace atragantar, era muy suave y armoniosa.
Levanté la mirada y, mientras nos mirábamos a los ojos detenidamente, el mundo se detuvo un instante. De pronto, retomó su curso junto los rápidos latidos de mi corazón. Asentí entregándoselo y, sin dejar de mirarme a los ojos, él prendió su cigarrillo. Me lo devolvió.
- Gracias...- dijo y estiré mi mano para agarrarlo. Al hacerlo, mi mano rozó con la suya. Me sonrojé -¿Puedo sentarme?- asentí y el rió levemente -No hablás mucho, ¿no?- preguntó y me sentí patético.
- De nada... perdón...- no iba a decirle que estaba nervioso por su presencia.
- No pasa nada- se recostó sobre la puerta de la casa y cerró los ojos con cansancio.
Lo observé, casi con fascinación. Se veía relajado mientras fumaba. Recordé que el mío seguía en mi mano y lo tiré disimuladamente. Nos quedamos en silencio, uno al lado del otro, compartiendo el momento sin hablar.

En adelante siempre fue igual. Él salía, se sentaba al lado mío y nos quedábamos uno junto al otro en absoluto silencio. Como si de esa manera nos apoyáramos mutuamente, en todo lo que nos pasaba. Aunque ninguno sabía nada del otro.
Y en eso se basaba todo, en esos momentos.

Un día, se me hizo tarde y cuando llegué, él ya estaba sentado en nuestro lugar de siempre. Me senté a su lado y, exasperado por esa rutina de no hablar, decidí romperla.
- Me llamo Do Kyung Soo. Pero me dicen D.O- le dije tímidamente.
- Byun Baek Hyun- me miró y me sonrió -¿Cuantos años tenés?- agregó mirando mi uniforme.
- Diecisiete. ¿Vos?- me sonrojé.
- Dieciocho- me volvió a sonreír -Disculpame... pero ya tengo que entrar- se paró y me maldije por dentro por llegar tarde y no aprovechar al máximo ese poco tiempo que compartíamos.
- Si... suerte en el trabajo- le sonreí.
- Gracias KyungSoo. Suerte en la escuela- me sonrió también y entró.

Los días siguientes no pude ir porque tenía que estudiar. Me sentía mal, estaba tan acostumbrado a verlo, que me dolía no poder hacerlo. Y ahora que habíamos hablado un poco, pensaba que tal vez podría llegar a ser su amigo. Aunque yo quería ser mucho más que un amigo de ese, prácticamente, desconocido.

A los pocos días me liberé de mis exámenes y volví al negocio.
Llegué y entré sin pensarlo. Lo recorrí, mirando la ropa que vendía, que era muy linda. Agarré un pantalón que parecía de mi talle y además me gustaba mucho y me dirigí al mostrador, donde estaba BaekHyun leyendo un libro.
- Hola... voy a llevar esto- dije tímidamente. Él levantó la vista y me miró a través de su flequillo.
Nos miramos sin hablar por unos segundos.
- ¿No querés probártelo?- me preguntó sonriendo de golpe, como reaccionando.
Miré el pantalón y después de nuevo a él.
- Esta bien...- desvié la mirada.
Dejó el libro y me acompañó al probador, llevando con él el pantalón. Lo colgó de un ganchito y se pegó a la pared para que yo pase, quedando muy cerca el uno del otro por un instante debido a lo pequeño que era ese cuartito.
Cuando entré, BaekHyun salió y quiso cerrar la cortina, pero ésta cedió ante su fuerza y cayó al piso. Me miró sorprendido.
- Es el único probador que hay- dijo avergonzado -Pero te podés cambiar igual... no suele venir gente a esta hora. Yo te tapo con esto- sacudió la tela.
Asentí y me empecé a sacar el pantalón que tenía puesto. Él estaba estirando la cortina rota, para que no se vea desde afuera. No puedo creer que este haciendo esto. Pero todo sea por estar con él un poco más.
Cuando me quedé en boxers y agarré el pantalón que me iba a probar, lo miré a través del espejo. Su mirada estaba recorriendo mis piernas, y pude notar un brillo de deseo en sus ojos. Casi que me comía con la mirada. Me sentí un poco orgulloso de eso. Pero después recordé a su novia y futuro hijo.
Me lo puse rápidamente y me miré al espejo. Era muy ajustado pero me calzaba bien.
- Te queda bien...- comentó -demasiado- agregó con un extraño y ronco tono de voz. Lo volví a mirar a través del espejo, sonrojado. Pero él no me miraba a los ojos. Su mirada seguía recorriendo lentamente mis piernas, viendo como el pantalón se ajustaba a mi cuerpo, y se detuvo en mi trasero. Levantó la vista rápidamente al sentir que yo lo miraba y se sonrojó furiosamente.
- Gracias... pero ¿no te parece demasiado ajustado?- mi cara se enrojeció más.
- Para nada... ¿estás incómodo?- negué con la cabeza -Entonces es perfecto. Y tengo algo que quedaría muy bien con ese pantalón -soltó la cortina y se alejó a buscar algo. Lo miré confundido cuando volvió con un cinturón de cuero negro muy lindo -Permiso- dijo y entró al probador conmigo.
Me rodeó con los brazos desde atrás y empezó a pasar el cinturón por las presillas del pantalón. Me quedé inmóvil de la impresión. Terminó de ponérmelo y lo abrochó, rozando accidentalmente sus manos con mi abdomen al hacerlo. Miré al espejo cruzando mi mirada con él. Ambos estábamos muy sonrojados, y sus manos seguían en la hebilla del cinturón.
- Queda muy bien- dije girando mi cabeza para atrás y mirándolo. Estaba muy cerca, sentía su respiración chocar con la mía y sus ojos no se despegaban de los míos, como si estuviéramos en una especie de trance.

- ¡BaekHyun!- gritó una voz femenina entrando al local -¿Que haces? ¿Que le pasó a la cortina?
Se separó rápidamente de mi y nos dimos vuelta. La chica embarazada estaba parada con una expresión de enojo, mirando a donde antes colgaba la cortina.
- Se cayó...- dijo -No grites...- agregó fastidiado. La trata bastante mal para ser la novia, pensé. Se dió vuelta y me miró -Pasa por acá así te cambias...- me llevó por una puerta y me hizo entrar al cuarto de empleados. Prendió una luz y me miró fijamente por unos segundos para después salir, cerrando la puerta detrás suyo.

Me cambié lo más rápido que pude, todavía sintiendo las manos de BaekHyun cuando me ponía el cinturón, y su cara cuando estuvo tan cerca de la mía. Pero esa chica me alejaba de él. Porque, a pesar de no saber mucho del tema, sabía que los ojos de BaekHyun reflejaron deseo. Casi tanto como el que yo había sentido.
Salí y me dirigí al mostrador. Le dejé el cinturón y el pantalón arriba de éste.
- ¿Cuanto es por las dos cosas?- le pregunté volviendo a sonrojarme al recordar lo ocurrido.
- El cinturón es un regalo- me miró a los ojos y lo miré sorprendido.
- No puedo aceptarlo...- mi cara enrojeció un poco más.
- Si, si podes KyungSoo- me miró serio. No sabía que recordaba mi nombre.
- Está bien...- le sonreí -Gracias.
Se sonrojó levemente y me dijo cuanto tenía que pagar por el pantalón.
Me despedí a regañadientes de él y me acerqué a la puerta, pero me detuve al escuchar a la chica que había empezado a hablar con enojo.
- ¿Porque le regalaste eso?- preguntó molesta.
- Porque quise- le respondió fastidiado.
- Pero...- quiso protestar.
- Callate. ¿Querés?- le pidió cortantemente. A pesar de todo, sentí pena por la chica.

Cuando volví los siguientes días, él se quedaba más tiempo conmigo. Pero ya no estábamos en silencio, sino que hablábamos de todo. De mis amigos, de los suyos, de lo que nos gustaba, de lo que no. De los estudios, de nuestros sueños. De nosotros en general.
Cada vez me sentía más atrapado en ese mundo que nos habíamos creado. Pero nunca pregunté por la chica, no quería confirmar mis temores y sentir como mi corazón se rompía ante lo que ya de por si, era obvio.
Esperaba ansioso el momento de ir, de estar con él. Salía corriendo del colegio, preguntándome si él me esperaba tan emocionado como yo iba a verlo. Si él se sentía tan lleno como yo cuando estábamos juntos.

Unas semanas después, cuando llegué al negocio, éste estaba cerrado y él no estaba. Me sentí triste y decepcionado de no poder verlo. Metí las manos en mis bolsillos y sentí algo rectangular. Lo saqué y sonreí. Era el encendedor que me había dado la oportunidad de empezar a hablar con él.
Saqué de mi mochila un papel y escribí mi celular, para después pegarlo en un costado del encendedor. Lo até a la reja del local con un hilo que encontré y me fui.

Notas finales:

Desde ya, gracias por leer y espero poder saber sus opiniones con un lindo review n-n

 

Voy a intentar apurar con los one-shots prometidos, aunque creo que primero voy a empezar un LayHan que tengo en mente e-e Nose que saldrá primero, depende de mi inspiración xD

 

 

 

Xie Xie por leer! :]

 

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Park!

 

 


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