Harry despertó después de haber dormido bien después de mucho tiempo. Miro a su alrededor y al notar que estaba nuevamente en su cama de Hogwarts, ahora en la habitación de los de sexto, se lleno de alegría. Se puso los lentes, se desperezo y salio de la cama; tomo sus cosas de aseo y se dirigió en silencio al baño ya que ninguno de sus compañeros se había levantado aun.
Tras un rato salio del baño ya arreglado para su primer día de clases. Neville y Seamus estaban en cola para el baño mientras Ron buscaba sus cosas con cara de sueño.
-¿No has dormido bien?- le pregunto Harry.
-No mucho- respondió este.
Paso un rato hasta que Ron pudiera entrar al baño y al salir se dirigieron a la sala común en la que Hermione ya los esperaba. Así el trío de oro se dirigió al gran comedor para el desayuno. Ron que era el mas alto de los tres puso su brazo fraternalmente en los hombros de Harry, mientras con el otro rodeaba la cintura de la chica, entrando así al gran comedor. Hermione y Ron habían empezado a salir antes de empezar las vacaciones el año anterior a lo que Harry se puso feliz por sus dos mejores amigos.
Todo en el colegio había cambiado desde el año anterior en donde Harry había derrotado solo a Voldemort, Lucios Malfoy había sido enviado a Azcaban y habían exonerado a Sirius. En la batalla final Snape y Draco habían combatido del lado de Harry y casi perecen en el intento por salvarlo. Draco y Harry se habían vuelto amigos, pero se habían distanciado por que cada uno no entendía los sentimientos que tenia hacia el otro. Y ahora unos ojos plateados veían con celos y pena al trío de oro de Gryffindor.
-Malditos Weasley y Granger- se decía mentalmente –como se atreven a estar tan pegados Harry, a MI Harry.
El trío al llegar a la mesa de Gryffindor se sentaron en fila de derecha a izquierda, Ron, Hermione y Harry. Este último lanzo una mirada hacia la mesa de las serpientes a tiempo de que un par de ojos verdes y plateados se interceptaran. Draco aparto la mirada al igual que Harry y cada uno se concentro en su desayuno.
-¿Por que me evita?- se preguntaba Harry.
-¿Por qué no puedo simplemente decirle que me gusta y que no puedo dejar de pensar en él?- pensaba Draco- por supuesto que no puedo, el chico se asustaría y se alejaría más de mí. Al menos somos pareja en pociones –pensó algo más aliviado el chico.
Era interesante pensar en como se volvieron pareja. Era el ultimo día de clases y Weasley y Granger se pusieron de novios por lo Harry les propuso que fueran pareja para que pasaran mas tiempo juntos. Y repentinamente le pidió a él que fuera su pareja, a Él.
El rubio se sonrío interiormente comprobando su horario y viendo que tenían pociones todos los días menos los viernes y que todas las clases las compartían con los Gryffindor, lo que antes lo hubiera hecho enfurecer ahora lo alegraba.
Cuando vio que el trío se levantaba para ir a la primera clase de pociones del año el también se levanto y se dirigió a las mazmorras, y al llegar se encontró que su padrino hablaba animadamente con… ¡Harry! Y más fue su desconcierto cuando el mayor puso protectoramente su mano sobre el hombro del chico y este parecía complacido con el contacto.
-¡Potter!- dijo Draco en voz alta y que sonó mas celosa de lo que el rubio hubiera preferido.
-¿Qué ocurre Draco?- pregunto Harry sin entender muy bien la actitud del Slytherin.
-Ven ahora- dijo tomando fuertemente el brazo del ojiverde y, prácticamente, arrastrándolo al interior del aula bajo la extrañada mirada de su padrino.
-¿Qué te ocurre?- pregunto algo preocupado Harry- estas muy raro desde mi cumpleaños.
Era verdad. Draco Malfoy había estado presente en el cumpleaños número 16 del chico. Había sido una fiesta bastante tranquila, solo con los mas allegados al chico. Estaban presentes su padrino Sirius y Remus (que ahora eran pareja), todos los Weasley, Hermione, Dumbldore y Hagrid……
Ese era el día en el que Draco había decidido que le demostraría sus sentimientos, pero lamentablemente justo en el momento en el que se estaba a punto de confesar, los gemelos Weasley casi hacen estallar toda la casa. En el momento de la explosión Harry cayo accidentalmente sobre Draco, ese era el momento perfecto, pero para su mala
suerte Sirius entro para cerciorarse de que estaban bien y al encontrarse esa escena pidió obviamente explicaciones. Harry se levanto rápidamente y empezó a decir que fue por la enorme sacudida producto de la explosión y que no había pasado nada. Eso, por supuesto hecho por tierra todas las expectativas del pobre rubio.