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Pezzo Mancante por Raven Loveless

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Notas del fanfic:

 

 

Recuerden que (tristemente xD solo bromeo Q-Q)  el manga y anime de Katekyo Hitman Reborn pertenece a Akira Amano, al igual que sus personajes

Notas del capitulo:

Bueno...que le digo…esta fic la escribí hoy en la mañana después de salir de un horrible ataque de depresión crónica (ya saben, eso de estar en pijama hasta el mediodía llorando por cosas realmente estúpidas *¬_¬)

Caí en cuenta que en parte, mis problemas recaían en que no tenía esa pieza que me "hace falta" y quise ver que pasaba si ponía a Kyoya en mis zapatos…y pues…esto salió xD

Disfruten mi primer D18 >u<

 

oh algo mas, esta fic va dedicada a mi querido Hibari-san *-* tu y yo sabemos que algun dia nos llegara nuestro amado Dino-saurio

jajaja aun me da risa ese chiste...

.-. seee...necesito salir mas seguido (~°O°)~

Alla ricerca del pezzo mancante


 


Había muchas cosas que habían pasado en la vida de Kyoya, que lo hacían reflexionar de vez en cuando. Y más ahora, a horas de cumplir sus 30, la nube se cuestiona muchas de las decisiones tomadas a lo largo de sus días, pero sabía que había algo de lo que jamás se arrepentiría, y eso era de estar en ese preciso instante entre los brazos de cierto rubio con el que llevaba saliendo desde ya más de 5 años.


¿Cómo era que había llegado hasta el lecho y el corazón del Cavallone?


Bueno, era una historia interesante, incluso para que Kyoya lo dijera; pero lo curioso de todo eso, era que de alguna forma el principio de “besa a varios sapos antes de tener a tu príncipe” encajaba a la perfección en ese relato.


 


 


El guardián más fuerte de la familia Vongola, Hibari Kyoya; recién había acabado sus estudios en la escuela y se encontraba planteándose que hacer con el resto de su vida; si bien sabia que empezaría a formar la Fundación, Kyoya se cuestionaba su vida privada en general; quizás ese disfraz de lobo solitario lo estaba cansando y tal vez, solo tal vez, quería poder tener una relación con alguien, aunque fuera una sola vez; a lo mejor de esa forma, el extraño vacío que había empezado a crecer en su pecho desaparecería


Salió con muchas personas, mujeres y hombres, pero terminó por aburrirse después de la primera cita; demasiadas preguntas y mucho bla bla bla sin sentido, descubrió entonces que debía salir con alguien que viviera en el mismo mundo en el que se había involucrado. La mafia.


De esa forma, opto por cierta tormenta que había llamado su atención en antaño por su carácter explosivo e indomable. Se preguntaba qué pasaría si llegaba a tenerla bajo su control y lograba domarla.


Mala idea.


Tanto como Gokudera y el, tenían un carácter meramente violento y de alguna forma, ambos sabían que se matarían entre ellos antes de dejarse domar por el otro.


El que continúo en su lista fue su jefe herbívoro; quizás alguien calmado y tierno era lo que hacía falta en la vida de Kyoya para traerle equilibrio…pero no era así.


Tsuna era tan exageradamente pasivo, como un cielo completamente azul sin nada que ocultar y eso sacaba a Kyoya de quicio. Si el mayor le decía salta, Tsuna saltaba, si le decía corre, él lo hacía… nunca opinaba sobre las decisiones de pareja de los dos y para el castaño cualquier decisión del azabache era perfecta, aunque no lo fuera; Tsuna simplemente se callaba -en parte por miedo- y se dejaba hacer lo que Kyoya deseara, lo cual, después de un tiempo fue frústrate para la nube, ya que él esperaba poder tener al menos un poco más de acción…


De esta forma, Hibari trato de probar suerte con un semejante, un carnívoro de verdad, igual que él. Pero a lo mejor ese fue el peor erro jamás cometido por la nube.


Ni su orgullo, ni su dignidad habían buscado a alguien como Mukuro, quien lejos de quererlo, solo deseaba torturarlo y humillarlo cuanto le fuera posible.


Así pues, sin tener mucha más idea de a quien escoger, cierta lluvia de ideas llego a él, aunque no de forma literal…


Su relación de Yamamoto fue relativamente larga, a comparación con las demás, pero posiblemente igual de frustrante. El fanático del béisbol era, en muchos aspectos, un catalizador perfecto para el carácter de Kyoya, se complementaban y lograba calmarlo cuando era necesario; y por un pequeño lapso de tiempo, Hibari creyó que eso era lo que había buscado. Pero no era así.


Tratar con Yamamoto, era como tratar con un niño en muchas ocasiones, mas de las que Kyoya podía soportar, si bien la lluvia lo quería profundamente, Kyoya sentía que simplemente estaba caminando en círculos y que no llegaría  ningún lado así.


 


 


De esta forma, algo derrotado; Hibari Kyoya se resignó. No había encontrado aquello que buscaba en ninguno de sus compañeros, ni siquiera en las chicas de la familia. No había nada allí para él.


Algo molesto y frustrado a la vez, Kyoya decidió un día cualquiera salir a dar un paseo por Nanimori; había estado tan ocupado trabajando, viajando y consiguiendo pareja; que ya no se daba el tiempo de observar de cerca su amada ciudad, tal y como lo hacía en los años de escuela.


Su paseo por las calles del pueblo llego hasta el ocaso y con el sol bajando, su camino se cruzó con un rostro que no veía desde hacía ya un buen tiempo.


La sonrisa de Dino seguía tal cual la recordaba; tonta y sincera; se había hecho más alto, sus ojos denotaban mucha más madures y había cambiado su forma de peinarse. Pero aun así, seguía siendo Dino, su ex-tutor.


Lucharon, obviamente que pelearon; con todas sus ganas, como no lo hacían desde hacía años y luego, Dino invito a Kyoya a cenar.


Lo más seguro es que no tuviera nada que hacer o simplemente quería una excusa para dejar la pelea; fuera la excusa que fuese; Kyoya termino aceptando.


La cena fue tranquila y bastante amena. Dino le conto todo lo que había hecho desde su ultima vez en Japón y lo que venía a hacer –al parecer tenía algo de nostalgia y quería visitar a su hermanito-, Kyoya por otra parte no hablo mucho; se limitó a contestar lo que el rubio le preguntaba y a amenazarlo con morderlo hasta la muerte si no dejaba de fastidiarlo, a lo cual Dino simplemente reía.


Para el final de la velada, ya se había hecho realmente tarde y después de muchas suplicas, Dino consiguió que Kyoya pasara la noche con él en el hotel donde se estaba hospedando, el cual, muy casualmente quedaba cerca al restaurante.


Lo que paso dentro de la suite en la que Dino dormía solo, fue, in duda alguna, la noche más magnifico que le pudo haber pasado a Kyoya.


Entre los firmes brazos de Dino, sus palabras en italiano mescladas con jadeos y gemidos, entre sus dulces besos y caricias, mescladas con fuertes estocadas que hacían delirar a la nube, Kyoya descubrió que era lo que andaba buscando.


Era a alguien a quien pudiera cuidar, pero que a la vez lo pudiera cuidar a él.


Alguien que lo conociera bastante para leer entre sus líneas y que entendiera que cada vez que el azabache gritara te odio, lárgate o no me toques, quería decir te amo, no te vallas y tócame más maldita sea


Alguien con quien pudiera sentirse adulto y joven al mismo tiempo.


Un sol que iluminara la oscuridad que residía en su alma, que calentara y derritiera la frialdad de su corazón y lo sacara de su propia soledad.


Un cielo inmensamente gris y misterioso; que no dejara ver todas sus cartas a la vez y que lo mantuviera intrigado sin tener miedo a ser traicionado.


Alguien con quien había sido Hibari Kyoya desde el comienzo y que lo siguiera queriendo hasta el final de su mal carácter y su violenta conducta.


Alguien que realmente supiera quien era él.


Y curiosamente ese alguien era Dino Cavallone.


Era extraño…pero aunque Kyoya creyó que con esa noche, el malestar de su pecho desaparecería, noto con un poco de pánico, que cada vez que se alejaba del bronco, este se hacía más y más grande.


Quizás eso era lo que los herbívoros consideraban estar enamorado; para Kyoya era más que eso…era una sed, y Dino era el único que podía saciarla.


 


 


El mayor empezó a despertar poco a poco sin desprender el abrazo de su pareja, siempre hacia un morro muy curioso con los labios antes de despertar, el cual se trasformaba en una sonrisa si veía a Kyoya o un puchero si estaba solo. En esa ocasión, era una gradiente sonrisa que brillaba con los primeros rayos del astro rey.


Kyoya se le quedo mirando durante un rato antes de darle un suave beso en la comisura de los labios con las mejillas rojas.


Aquello enloqueció a Dino, el cual lo hizo girar hasta quedar sobre su pecho para poder besarlo con más ahínco, introduciendo su lengua en la cavidad del menor y bajando sus manos hasta su trasero, el cual ya se estaba moviendo impaciente sobre su hombría.


No importaba cuantas veces lo hicieran, cada vez era mejor.


Dino entro de golpe en Kyoya, sacándole a este un gemido entremezclado con un profundo jadeo al tiempo en que   el rubio le mordía el lóbulo de la oreja antes de susurrarle


-          Buon Compleanno Kyoya-musito antes de meter su lengua dentro de esta y penetrarlo con más fuerza, golpeando ese punto que hacía que el azabache viera luces y provocara que ambos se corrieran al tiempo


Kyoya soltó un largo suspiro de placer al sentir como Dino se descargaba en él y por un momento, se dio el permiso de susurrarle al mayor un quedo te amo antes de esconder su cara en su hombro.


Si, Dino era el cielo que una nube como Kyoya necesitaba para poder flotar libre.


No era una tormenta quien lo volviera aún más violento.


No era el cielo azul quien le daba aún más trabajo.


No era la neblina quien lo aprisionaba y lo destruiría con el paso del tiempo.


No era la lluvia quien lo cargaba con más responsabilidad.


No, nada de eso


Era el cielo opaco, que aunque a veces parecía torpe, estaba lleno de sabiduría y madures, y más aún…de algo de lo que siempre careció Kyoya.


Visión de un mañana mejor

Notas finales:

Oh que emoción, este es mi primer D18 y la única razón por la que no le quise meter un lemon muy fuerte o explicito, es porque no le vi lugar…

Eso en primera medida, en segunda; era porque aspiré ver el mundo a través de los ojos de Kyoya, al menos en esta fic, quise sentirme como él mientras la escribía y lo logre…

Me siento realmente satisfecha…es pero que ustedes también hayan disfrutado de esta fic mía, que me parece más un capricho xD

Bueno…hasta la próxima y NO me pidan una continuación…por que no la habrá

Los quiero MUCHOOOOOO y hasta pronto

No olviden dejarme su comentario

Nos leeremos después.


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