Era medio día en la ciudad de sacramento y era evidente para todos aquellos que vivían allí, el sol se levantaba sobre cielo azul despejado avasallando con gran calor la pequeña ciudad de california. Este hecho podía no ser gran problema para los residentes del lugar, puesto que aunque las temperaturas pueden llegar ser muy altas, la gran mayoría poseen aire acondicionado, sin embargo para Anthony Padilla e Ian Hecox las cosas eran bastante diferentes en esos momentos.
-¡Ian! ¡¿Cómo es que olvidaste lo que te dije ayer?! –se escuchaban los gritos de un joven moreno un tanto exaltado desde la cocina de la casa.
El rubio se sentó en el sofá de la sala de estar frente al televisor, tomo el control tranquilamente y prendió el aparato.
-Ya te lo dije, no tengo idea de qué estás hablando -dijo con desinterés el chico de los ojos azules.
El moreno salió de la cocina americana con dos latas de cerveza heladas, se dirigió hasta el sofá y se acomodo al lado de su amigo dejando las latas sobre la mesa baja que se encontraba frente a ellos, antes de continuar, le quitó a su acompañante el control de las manos.
-¡Hey! -exclamó Ian en protesta a la acción del latino – tú escogiste ayer.
-Hoy no tienes derechos Ian –dijo gesticulando bastante las palabras de una manera graciosa.
-¡Oh, Vamos viejo! – Ian comenzó su intento de alcanzar el control de la mano de su mejor amigo, sin embargo este la puso detrás de sí. El rubio continúo intentando hasta que comenzaron a forcejear por el control.
-¡Vamos Suéltalo…!-gruñía Ian sobre Anthony en el sofá.
-¡No te lo mereces! – El moreno sentía todo el peso de su amigo sobre él.
-¡Ah está bien! Como quieras –Ian se salió de sobre el moreno y se volvió a sentar en su lugar del sofá tomando su lata de cerveza y abriéndola – solo porque olvide llamar para que arreglen el estúpido aire acondicionado, ¡Demonios que calor hace!
-Solo te había dejado esa responsabilidad Ian –dijo con parsimonia al tiempo que tomaba su lata de cerveza –espero que esto aliviane un poco el calor, el forcejeo de hace un momento solo lo empeoro.
Ian hizo un intento rápido de quitar el control a Anthony nuevamente, pero este reacciono rápidamente, el mayor conocía bien a su amigo y sabía odiaba no tener el control de la televisión, y siendo que había olvidado su sencilla tarea hoy no lo merecía, aunque siempre lo retenía solo por unos momentos.
-No soporto esto, iré a ponerme un short este jeans me está matando –Anthony tomó un último sorbo de cerveza y se levantó del sofá tirándole antes el control a Ian –vé lo que quieras.
Ian puso su habitual cara de niño pequeño sonriéndole tiernamente a Anthony con el control entre las manos bajo su barbilla.
-A mí me gusta cómo te queda ese jeans querido –bromeo el rubio al ver irse a su amigo a la habitación.
-¡deja de ser tan gay! –se oyó desde la habitación gritar a Anthony.
La habitación no era de un gran tamaño pero todo se encontraba en orden. Anthony se fijo en su cama y acomodo el pikachu de peluche sobre ella, estaba un tanto desordenado a su parecer. El moreno se apresuró a buscar en su cajón unos shorts limpios y en el fondo encontró unos de color rojo los cuales se veían bastante cómodo, al mismo tiempo, recordó que eran los mismo que había usado el verano que salieron de la ciudad a unas playas cercanas con Ian para acampar. Sonrió para sí, realmente la habían pasado muy bien en ese lugar y fue ese viaje para Anthony la primera vez en muchas cosas, claro está algunas más agradables que otras, pero en su mente solo podía recordar en ese momento las buenas.
Rápidamente se puso el Short ya sintiéndose bastante más cómodo, y regreso al sofá para encontrarse con que Ian había sacado una botella de vodka del mini bar y comenzado a servir los vasos justo en ese momento.
-¿Qué haces Ian? –Preguntó con una ceja arriba el pelinegro, puesto que no era costumbre para ellos tomar licores fuertes a esas horas –son apenas las 4.
-Lo sé, pero la verdad creo que lo amerita –dijo Ian terminando de servir y sentándose en el sofá con el vaso en la mano tomando unos sorbos –ya sabes.
El rostro de Ian dejo ver un poco la tristeza en sus ojos, tal vez para los demás no habría mucha diferencia, pero Anthony lo notó en seguida.
-Pude que tengas razón –el joven más alto se sentó también imitando al rubio.
-Mira, están dando ese estúpido show de Honey boo-boo –rió el rubio al tiempo que se servía un poco mas de vodka.
Anthony sonrió también al recordar el capitulo que habían hecho en el canal que tenían en común con su mejor amigo, el cual se había convertido en su trabajo casi de tiempo completo, y era claro que Smosh se había vuelto bastante famoso lo cual generaba un ingreso considerable para ambos.
-Estamos en… -Anthony no logró terminar la frase puesto que se había sentado en el sofá y sentido algo en el bolsillo trasero de su short- Que dem…
Sacó rápidamente lo que estaba incrustándose en su glúteo izquierdo y para la sorpresa de ambos (puesto que Ian estaba ahora atento a su amigo), se encontraron con un matacolas y un porro en la mano del moreno. La sorpresa del más bajo fue evidente.
-¡Pensé que ya nos habíamos acabado todos! –exclamó Ian un tanto emocionado.
-Debe habérseme quedado del verano, hace tiempo no me ponía este short –Anthony no parecía tan emocionado como su amigo.
-¡Oh vamos, desde el verano que no lo hacemos!
Anthony miro por la ventana un segundo pensativo, tomo su vaso de vodka y lo acabo al seco.
-¡Es es la actitud Ant! – exclamó Ian al tiempo que bebía de igual modo de su vaso.
Anthony le sonrió ampliamente mirando los ojos azules, se quedaron así por un momento e Ian le devolvió la sonrisa, sería por el trago que el moreno noto en las mejillas del rubio un tono rojizo.
-¿Lo hacemos ahora? –preguntó dejando el porro y el matacolas sobre la mesa junto a los vasos y la botella de vodka.
- Que va… es temprano, bebamos un poco más –sugirió Ian mientras servía otra ronda de vodka.
Anthony miró con un poco de preocupación a Ian, sin embargo lo entendía de alguna manera. Aun lo notaba un tanto triste y claro estaba, ambos había terminado hace muy poco con sus novias y a diferencia de él era la primera vez que Ian estaba con una chica desde que lo conocía. Era de suponer que su mejor amigo estaría mucho más triste y no dudaba en estar allí para apoyarlo como siempre lo había hecho, y no podía ser de otro modo en la mente de Anthony, pues su amigo siempre había estado allí en las buenas y en las malas, cuando él había decidido probar las drogas por primera vez, cuando se emborracho por su primer desamor, cuando su padre le había dado su primera golpiza...
-¿Hey recuerdas la primera vez que nos emborrachamos? – Ian interrumpió los pensamientos del moreno.
-Claro viejo, como olvidarlo –rió mientras tomaba de su vaso –Imposible no recordar cuando comenzaste a cantar la canción de pokemon a todo grito en mi habitación, mientras te ponías la pantalla de la lámpara en la cabeza.
-Tú no te quedas atrás Ant, no olvides quien fue él que llamo Katherine a las 3 am para decirle cuanto le gustaba – Ian sirvió mas vodka a ambos.
Anthony rió con ganas.
-Luego de alguna manera a la mañana siguiente amanecimos en mi cama abrazados –el moreno bebió hasta la mitad del vaso.
Ian quedo en silencio recordando aquella noche y otras más, muchas veces terminaban abrazados en la cama de alguno de los dos, y ciertamente no era extraño dormir con su mejor amigo de esa forma pues había entre ellos la suficiente confianza, sin embargo, había una de esas noches que Ian jamás pudo olvidar.
-Ian… –Anthony chasqueó los dedos frente a su amigo – ¡donde te fuiste hermano, aun no estamos drogados! –rió el moreno.
-Oye Ant, recuerdas la segunda noche cuando fuimos a las playas –Ian estaba serio lo que pocas veces ocurría con el rubio al beber.
Anthony puso su mano en su barbilla y cerró los ojos tratando de recordar.
-Creo que fue la primera vez que probamos hierba –miró a Ian fijamente a los ojos y se extraño de su seriedad.
-Olvidaste todo de esa noche al parecer –los ojos azules se mostraban un tanto decepcionados.
-Lo cierto es que sí –se giró hacia el recibidor tratando de hacer memoria –no, no puedo recordar nada, solo que nos drogamos y bebimos mucho, nada más.
Ian mira al suelo un momento con un deje de tristeza, y Anthony recordó que a la mañana siguiente su mejor amigo había terminado con la chica que era su novia en ese momento. Hasta ese momento no había caído en cuenta de ello.
-Hey Ian, porque tanto interés en…
-¿Qué tal si fumamos ahora Ant? –Interrumpió Ian bruscamente.
Ambos chicos estaban un poco torpes debido a los efectos del alcohol. Anthony asintió e Ian y sacó un encendedor de su bolsillo, encendió el porro y le dió unas cuantas caladas profundas, lo mismo para el moreno. Un momento después ambos reían sin poder contenerse.
-Esto está muy bueno –dijo el rubio al moreno en voz baja.
Anthony rio por lo bajo, aunque esta vez su risa sonó un poco debil.
-Lo sé, esta excelente –se acercó para susurrarle a su compañero pero solo logró reírse débilmente.
Ian aprovecho el acercamiento para abrazar a su amigo de forma cálida.
-Gracias por estar siempre allí Anthony- Ian acarició con ternura su cabeza desordenando el flequillo del moreno.
-Sé que estas completamente drogado para hacer esto- Anthony hablaba extraño –pero yo también agradezco que estés a mi lado, y ya lo dijimos... hasta el fin juntos…
El corazón de Ian comenzó a acelerarse al tener a su amigo tan cerca, su respiración se hacía cada vez más profunda. Anthony correspondió el abrazo del más alto y se quedaron así un momento.
-Anthony... –Ian no podía ver el rostro de su amigo pues este estaba abrazándolo y apoyando su cabeza en su pecho, solo podía mirar hacia abajo su nariz y su cabello, con su mano tomo el mentón de su amigo para mirar su rostro. De pronto sintió que los brazos de Anthony aflojaban en ese mismo instante. La imagen que vió le impacto de tal modo que los efectos de todas las sustancias parecieron aminorar de pronto. Se encontró con el rostro de su mejor amigo totalmente pálido y con los labios de un color ligeramente morado, sus ojos estaban cerrados y se notaba una respiración entrecortada.
-¡Anthony! ¡ANTHONY! ¡REACCIONA! – Ian lo tomó con fuerza entre sus brazos, comprobó su pulso con los dedos, se notaba débil y sentía que el cuerpo de Anthony bajaba de temperatura – ¡ANT! Por favor Ant reacciona.
-I-ian… -Susurro débilmente el moreno –N-no… siento mis brazos…
Ian comenzó a desesperarse, rápidamente sacó su I-phone y llamo al 911.
-¡SÍ, RAPIDO PORFAVOR!… -colgó y siguió aferrado a su mejor amigo –Tranquilo Ant, ya viene la ambulancia, no te duermas por favor –la desesperación en la voz de Ian parecía tener un efecto en su amigo.
-I-ian…T-tengo q-que… - la voz del moreno se apago, y cerró los ojos completamente.
-¡ANTHONY! ¡ANTHONY!
Continuara…