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Harry Riddle Snape por Anle Ruma

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Notas del capitulo:

Aqui es segundo capi espero que les guste

El expreso de Hogwarts ya se encontraba a medio camino en su travesía a Londres.

 

Dentro de uno de los compartimientos se encontraba Harry Potter, en compañía de sus inseparable amigos, Hermione Granger y Ron Weasley, además de que en aquel viaje de regreso al anden  9 ¾ se habían unido la hermana menor de Ron, Ginny y Neville Longbotom.

 

Aquellos cinco viajeros, se encontraban cada uno en alguna actividad, Hermione y Ginny platicando de algún tema relacionado con chicas, Ron y Neville jugando ajedrez.

 

Mientras que Harry miraba la ventana de su compartimiento, estaba consiente de que sus compañeros le miraban, lo habían notado extraño, melancólico, así se encontraba desde que terminara el torneo, cada vez que le preguntaban, este simplemente les sonreía y decía que estaba bien.

 

Mas no era del todo cierto, lo sucedido en del cementerio lo había confundido, aquella sensación de estar por fin en casa, de estar con las personas correctas no desaparecía, además había reconocido por fin las voces de aquellas lejanas promesas. Eran las voces de Snape y Voldemort.

 

Mentiras que destruir

 

Aquella frase dicha por Voldemort se repetía constantemente en su mente, ¿Qué mentiras tenían que destruir? ¿Por qué lo involucraban? ¿Por que Snape lo había llamado hijo bienamado? ¿Por que sintió cariño en el abrazo compartido por esos dos hombres?

 

No queriendo pensar en eso así que decido contemplar aquellos paisajes, que le mostraban como poco a poco regresaban al mundo muggle o mágico según fuera el caso.

 

Harry suspiro cuando el anuncio de que pronto llegarían al anden se dio, no quería regresar con sus tíos, sabia que estarían muy molestos debido a los sucedido en año pasado…

 

Observando la cara de tío con aquella furia contenía, trago en seco y se dejo guiar, con las promesas de que tal vez, pasaría el verano con sus amigos.

 

--¿Dónde esta tu pajarraco?—pregunto el hombre al no ver a la lechuza nívea que acompaña a su sobrino

--La deje en la escuela

 

Fue la respuesta que dio, aunque no había sido por gusto, su amada Hedwig, su única compañía en el verano, en aquel horrible lugar, había tenido un extraño accidente que provoco que se quedara bajo el cuidado de Hagrid.

 

Fueron las únicas palabras que cruzaron en la estación. El viaje de regreso había sido normal, sabia que el gordo hombre explotaría en cuanto pusiera un pie en la casa.

 

Y así fue, en cuanto la puerta se cerró un golpe lo derribo.

 

Al alzar la mirada se encontró con aquello ojos llenos de furia, lo único que hizo fue hacerse un ovillo, su tío había estado guardando su enojo por la destrucción de su sala cuando los Weasley habían ido por el año pasado, así como también por la broma realizada por los gemelos a su primo. Palabras hirientes junto con los golpes le llegaban, aquel trato que se había detenido temporalmente regresaba.

 

Las lagrima comenzaron a escocerle y en ese momento se arrepintió de las palabras que le había dicho a Snape, pero tenia miedo, mucho miedo de la sensación de protección y calidez que el hombre de mirada negra le daba, nunca se había sentido así y algunas de las frases muy recurrentes de su infancia le habían llegado

 

Nadie querrá un fenómeno como tu

 

¿Por qué el mejor pocionista, según su amiga Hermione, querría ir a recoger a un chico que no era muy diestro en pociones y que era el hijo de su mayor enemigo en la escuela?

 

Vernon se canso de golpearlo y dejo que el chico respirara, mas el sonido de algo siendo arrastrado le hizo incorporarse para ver como el hombre abría su baúl, cerca de la chimenea

 

El miedo se apodero de el, al ver comos sacaba sus cosas, sus libros, sus regalos, la tinta, todo y lo lanzaba al fuego, como pudo se levanto para intentar salvar algo, pero el hombre lo volvió a patear y golpearlo.

 

Mientras soportaba el dolor, pensaba con todas su fuerzas en que su capa, el mapa, varita y escoba se salvaran de ese trágico final, aquel fue su pensamiento antes de caer en la inconciencia.

 

Cuando recupero el conocimiento, se percato que esta en su antigua habitación  la alacena debajo de las escaleras. Su cuerpo le dolía, y como pudo se acomodo, ahogando su llanto, no quería otra paliza.

 

--Por favor…por favor…vengan por mí

 

Susurraba en la oscuridad, deseando un poco del cariño que había recibido en el cementerio.

 

*-*-*-*-*-**-*-*-*-

 

Severus había visto partir el expreso, aun recordaba las palabras de Harry, sabía que había un gran trayecto para poder recuperar a su familia.

Fue a sus habitaciones, guardo sus ropas, algunos libros y después de decirle al director que iría a su casa, que necesitaba descansar de tantos alumnos ineptos y que se verían en la reunión de profesores en semanas posteriores.

 

Mientras se dirigía a sus habitaciones para sellarlas y salir hasta el área de aparición del colegio y así por fin llegar a su hogar, sintió una punzada de preocupación, pero la desecho en ese momento.

 

Así arribo a aquella pequeña mansión que casi nadie conocía, una mansión que se encontraba debajo de un poderoso fidelio y cuyos guardianes secretos eran un elfo domestico y nagini.

 

Al entrar aquel extraño elfo que le había sido heredado por su madre le dio la bienvenido

 

--Bienvenido amo Severus ¿Qué tal el ciclo escolar?

--Como siempre Huj, rodeado de un grupo de inútiles en las pociones

--¿Y el joven amo? ¿En que lío lo involucraron este año?

--El torneo Huj, en el torneo de los tres magos, salio victorioso

--Me alegro escuchar eso amo, me retiro

 

Severus observo como aquella criatura desaparecía en un plop, al parecer Tom aun no llegaba, por lo que decidió subir a la planta de arriba.

 

En aquel lugar eran muy pocas veces que recibía visitas, por lo regular eran los Malfoy quienes lo visitaban, claro que ellos no sabían toda la verdad.

 

Se encamino por aquel pasillo lleno de habitaciones, una le pertenecía a el y a su esposo y la cercana a ella a su hijo.

 

Se detuvo en aquella puerta y con solo poner su mano en el pomo y liberar un poco de su magia, esta se abrió.

 

La habitación era para un bebe, había detalles en colores blancos, una cuna de madera de acebo, con sabanas de color plata, una mecedora que daba a la ventana que mostraba el jardín, algunos peluches, como dragones, grifos, serpientes y un pequeño móvil con hipogrifos y pegasos.

 

Se acerco y recorrió con sus manos aquella cuna que siempre estuvo vacía, las sabanas nunca cobijaron al bebe y la mecedora se utilizo solo por el. Tomo el peluche de un dragón de color verde con ojos color plata.

 

Unos brazos rodearon su cintura y el se recargo en el pecho de quien llegaba, sin soltar el peluche.

 

--Hay que renovar esta habitación—susurro aquella vos—nuestro hijo ya no es un bebe, ahora es un adolescente

--Lo se—respondió mientras giraba entre aquellos brazos

 

Una mirada de color café se encontró con una negra, muchas emociones se mostraban en ellos, añoranza por el pasado, alegría, miedo, pero sobre todo amor.

 

La distancia desapareció y después de trece años por fin, aquel beso añorado se consumo.

 

Un beso fiero que mostraba lo mucho que se habían extrañado, lo mucho que habían sufrido ante su separación, lo mucho que se deseaban, mas el oxigeno es necesario y cuando este comenzó a faltar se separaron, mas tenían un pequeña unión creada por la saliva que habían compartido.

 

Severus supo que no era un sueño, que en verdad su pareja, Tom Ryddle por fin estaba a su lado, así que recostó su cabeza en el hombro de aquel hombre.

 

Se quedaron en silencio compartiendo aquellos momentos y después se separaron.

 

--Huj, Rin—llamo Tom y en un plop aquellas criaturas que les eran fieles, aparecían

--Bienvenido amo Tom, ¿Qué puede Huj hacer por usted?

--Quiero que remodelen esta habitación, renuévela y pongan todo lo que un adolescente necesita

--Eso significa que el joven amo ¿por fin regresara a casa?—pregunto Rin con emoción

--Ese es el plan, pero antes prepárennos un pequeño refrigerio

 

Al terminar de dar la orden ambos desaparecieron y los dos hombres se quedaron solo, Tom noto una sombra en la faz de su pareja, sabia el por que de dicha sombra

 

--¿Hablaste con Harry?

--Si, me dijo que si nos parecemos por la casa de sus tíos, dirá toda la verdad

--No creo que lo haga, siente curiosidad por lo que le dije—exclamo mientras se dirigían a la sala--¿Qué pasa Severus?

--Solo me preguntaba si nos aceptaran, son trece años escuchando que es hijo de los Potter y cuatro escuchando que se parece a Potter y tiene los ojos de Lily

--Severus tu sabes que tiene un hechizo que hace que esa sea su apariencia, si bien no cambia mucho a la real y respecto a sus ojos, tiene los de mi madre

--Lo se, pero todo lo que lleva de vida a creído que es hijo de ellos ¿Cómo tomara la verdad? ¿Como tomara el hecho de que ha vivido en una mentira? Que nosotros somos sus padres

--Le costara Severus, no te lo negare, tiene una combinación de nuestro carácter, pero es fuerte soportara la verdad y nos aceptara.

--Eso espero Tom, eso espero.

--En tres días iremos por el, no te preocupes

 

Severus asintió y se dispusieron a comer aquellos bocadillos que les habían dejado y tener unos minutos de tranquilidad, donde Severus le contaba un poco de su hijo, mientras que en la parte superior los elfos hacían los movimientos necesarios para la llegada del joven amo.

 

 

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Un nuevo día había llegado y Harry despertó por los golpes en la puerta de la alacena, le dolía el cuerpo, pero tenia que “ganarse” la comida.

 

En cuanto su tía lo vio, frunció el ceño al ver la sangre seca que había en su ropa, le ordeno preparar el desayuno y debido a que había ensuciado su precioso recibidor no tendría comida, solo agua y medio vaso en todo el día. Noto la mirada maliciosa de su primo, quien en burla le pregunto por sus útiles.

 

Harry aguanto las lágrimas, todos sus tesoros, todo aquello que lo identificaba como mago había sido destruido por esos seres y con cada minuto, deseaba que su profesor apareciera, que no cumpliera con lo que le había pedido.

 

Después de preparar el desayuno, de ir al baño y beber su medio vaso de agua fue encerrado de nuevo.

 

Con todo el cuerpo adolorido se recostó y dejo las lagrimas fluir.

 

--No diré nada…mentí…por favor…vengan

 

En la tarde de nuevo la puerta fue abierta, hizo la comida, fue de nuevo al baño y encerrado de nuevo, escuchaba algo sobre un viaje, pero el dolor le hacia imposible saber de lo que hablaban. Durante la noche la rutina de repitió, pero esta vez, su tío decidió darle otra paliza, simplemente por que su primo le había mentido diciéndole que había hecho magia.

 

Y al igual que la vez anterior despertó por el dolor de sus heridas y para su sorpresa y miedo una botella de agua estaba a su lado, junto a una nota.

 

“Nos vamos de vacaciones fenómeno, la señor Figg no estaba, así que para evitar que hagas algo anormal, te quedaras encerrado en la alacena, nos vemos hasta agosto, por cierto debido a nuestro gran corazón te dejamos una botella de agua”

 

Se iban y lo dejaban encerrado por un mes, las lágrimas cayeron de nuevo, intento detenerlas, pero era imposible, se sentía muy solo, cerro los ojos y se aferro al recuerdo de aquel calido abrazo.

 

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Severus estaba en la biblioteca, su intención era leer un libro, mas no podía, en su mente estaba Harry, en un principio creía que era por el miedo de que este no los aceptara, pero ya no estaba tan seguro, sentía aquellas punzadas de preocupación cuando Harry estaba en peligro, pero no podía ir por el, Tom había salido poniendo en orden algunos asuntos con el circulo interno, pero eso no evitaba que se sintiera preocupado por su hijo.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Lord Voldemort, se encontraba dando ordenes a sus mortifagos más fieles, indicando lo que tenían que hacer, mas sus pensamientos en algunos momentos se iban a su pareja e hijo, había notado a Severus preocupado y si era sincero consigo mismo el también se sentía preocupado, aquella extraña conexión que tenia con su hijo, le decía que el chico estaba muy triste.

 

Por fin la reunión termino y dio la orden de que no se aparecieran por un par de días.

 

 

--Severus, vamos por Harry

 

La angustia que su pareja mostraba, le habían hecho tomar la decisión de que lo mejor era ir en ese instante por Harry.

 

Al llegar a privet Drive, Severus chequeo sobre la squib que vigilaba al chico, pero este no se veía, además no parecía haber luz en el numero cuatro de aquella calle, pero aun así después de lanzarse un hechizo de invisibilidad atravesaron las protecciones de ese lugar y entraron a la casa

 

--lumussusurro Tom, la casa parecía vacía— ¡Harry!

--Harry ¿Dónde estas pequeño?

--Iré a arriba—dijo Tom mientras subía, desde afuera había visto una habitación con reja, aquello no le gusto

 

Severus asintió mientras entraba a la sala, algo lo llamaba ahí, un pequeño residuo de magia, aun se podía sentir, al llegar a la chimenea se encontró con los restos de ropa, libros y cosas que parecían ser de Harry

 

--¡Harry pequeño, somos nosotros, venimos por ti!

 

En la alacena Harry despertó por el ruido, tal vez era su imaginación, pero al escuchar aquella voz, golpeo la puerta de su pequeña prisión

 

Severus guardo silencio ante los golpes ¿de donde provenía?, de nuevo aquellos golpes y un susurro, se fue acercando al pasillo, los golpes se escuchaban mas fuertes

 

--Pro…profesor—se escuchaba el susurro débil del joven.

 

Los ónice de Severus se abrieron por la sorpresa, el débil susurro provenía de la puerta que se hallaba debajo de las escaleras. Ala cual se acerco en dos pasos

 

Harry se aferraba a la ilusión de que Severus estuviera del otro lado

--Pro…profesor

 

La puerta de la alacena se abrió y el cayo directamente a los brazos de Snape.

 

 

Abrió la puerta con un movimiento de varita y algo cayo a sus brazos, sus ojos mostraron sorpresa y furia. Sorpresa por que el bulto era su hijo y furia por que estaba muy herido.

 

--¡TOM BAJA RAPIDO!

 

En la parte superior, Ryddle fruncía el ceño ante la puerta llena de cerraduras y un puerta para mascotas, con un movimiento de su varita abrió aquellas cerraduras y entro a la habitación.

 

Aquella habitaciones estaba llena de cachivaches muggles rotos, pero también había una destartalada cama, un escritorio con un pata rota, una silla chueca, un ropero que estaba cerrado por un pequeño lazo y en una de sus puertas el dibujo de lo que parecía ser la lechuza des u hijo.

 

Apretó su varita con fuerza, esa era la habitación de su hijo, pero ¿Dónde estaba el y sus cosas? Salio de aquel lugar, pero en el umbral, una idea cruzo por su mente.

 

Cuando estaba en el orfanato y llego a tener tesoros, los ocultaba en los lugares más obvios para los demás.

 

--accio cosas de Harry—conjuro y de la cama volaron algunos objetos hasta el.

 

Un escoba que, un pedazo de pergamino, una capa de invisibilidad, para su sorpresa, la varita del chico rota.

 

Si bien el núcleo estaba intacto, la parte del mango estaba quebrada…

 

--¡TOM BAJA RAPIDO!

 

El grito de su pareja hizo, encogiera las cosas durante el trayecto a las escaleras y  que bajara corriendo las escaleras, en el pasillo se encontró a su pareja cargando a su hijo, quien parecía haber sido golpeado…

 

Su odio hacia los muggles se acrecentó, por eso debían separarse por completo de ellos.

 

Acercándose a Severus quien ya tenía a Harry en sus brazos, tomo la botella de agua y la transformó en un trasladador, la puso en la mano de Severus de forma que también tocara la piel de Harry y ambos desaparecieron en diez segundos.

 

Antes de que usara la aparición tomo la nota que había en el piso de la alacena y al leerla la destruyo…esos muggles sabrían lo que era meterse con su hijo

 

 

 

 

 

Notas finales:

cualquier cosa avisenme XD


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