Súper Ikemen
Calle Nº1: Súper Ikemen: Namikaze Naruto.
-Vamos guapo. Sal conmigo. - insitió el pretendiente. -¿Qué te cuesta? Vas muy a la moda pero no tienes novio ¿A qué no? Anda, venga. Que ya te tengo calado. El otro joven lo agarró del cuello de la camisa de forma algo brusca. -Ya sabía yo que te gustaba.-dijo presumido. - juntó sus labios para propinarle un beso. Pero no logró ni siquiera hacercársele puesto que fue sacado de órbita de un mochilazo. -¡Las manos al sobre, pulpo! -Gritó el joven apuesto y rubio, con una mecha de cabello pintada de rojo.
*Manos al sobre: Manos en los bolsillos.
Las personas que se concentraban en ese lugar se voltearon a ver el espectáculo que se acontecía. El joven mayor había quedado tirada en la vereda. -¿Cómo pretendes que me guste un chico como tú? ¿Quién te crees que eres? A mi no me menosprecia nadie. ¿Te has enterado? Imbecil. De veras -conestó el ojiazul.
-Pero... ¿Qué me has dicho?. - dijo atónito. -¡Putito!
-¡Sai! ¿Qué pasa? Oye tú... ¿Qué le estás haciendo a mi novio? -preguntó una chica der pelo rosado y piel bronceada, que estaba acompañada por una joven rubia y otra de cabella castaño, ambas con un notable bronceado.
-Cierra la boca, payasa. - dijo desafiante. -No me digas payasa, sabelotodo. -No sabes quien soy y me estás buscando cosquillas...
-¿Y quién rayos eres tú? - preguntó Ino, la rubia.
-Soy el mejor Ikemen de Shibuya... Namikaze Naruto. De veras.
-¿Namikaze Naruto? -repitió la rubia.
-Namikaze Naruto... ¿No será aquel...? -dijo TenTen la castaña.
-El que ha estado armando tanto follón en Shibuya últimamente. - dijo la pelirosada.
-Entonces... es él del que todos hablan. -Es peligroso. -Yo me voy de aquí.
-Yo tengo que pelear por mi novio: es un principio básico de las gals. - dijo la de cabellera rosada.
-Y a la mierda.,.. ¡Qué no! ¡Qué no! ¡Qué no! - al unísono la rubia y la castaña, negando con la cabeza.
-Tienes valor chavala.- le dijo mirándola con desafío. -Te estoy esperando. Las tres muchachas se largaron tan de repente como habían aparecido. -¿Qué pasa chicas? ¿Les ha entrado el miedo? Una figura se acercó a él por detrás.
-Tú... - puso una de sus manos en el hombro del joven. El rubio dio media vuelta la cabeza para encontrarse con un oficial de policía.
-Vamos.. acompáñame a la comisaría. - dijo con calma, lo que provocó que Naruto abriera los ojos de par en par.
-¡Sueltame! -el ojiazul era arrastrado en contra de su voluntad hasta la estación de policía. Mientras tanto las tres muchachas se reían y mofaban. Por suerte el joven rubio gozaba de una escelente puntería... con todas sus fuerrzas logró aventarle su pesada mochila a el hombre que estaba con ellas. -¡Jajajajajajaja!
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-Estoy harto. Me dejo la piel a diario para proteger la ciudad y todo lo que tú haces es montar follón un día tras otro. -dijo el hombre jutando los dedos en actitud reflexiva. -... ¿Me estás escuchando? - dijo serio. Lo que menos hacía Naruto era prestar atención.
-Menudo rollo patatero... -¿Vas a prestarme atención o no? - dijo exasperado.
-Que seas el novio de Lee no te da derecho a llevarme a mí, como si fuera un delincuente. -dijo Naruto sacudiéndo sus brazos de arriba a abajo, protestando.
-Si no los hubiera separado... quien sabe lo que habría pasaso... así que ya puedes darme las gracias.
-Que sí, que sí... que yo te lo agradezco mucho. De veras.-dijo revoleando los ojos.
-Eres tan inmaduro que me entran ganas de llorar.
-Perdona que te diga esto... pero yo no tengo ningún interés en convertirme en policía... que mis padres te idolatren por tus buenas acciones no significa que tenga que seguir tus pasos. -dijo serio el rubio, cruazandose de brazos. -¡Niiiiiiiiiiii hablar! Eres un desgastado. Para empezar no tengo madera de poli y además es un auténtico coñazo
-¿Cuantas veces te he dicho que no digas palabrotas. - asumiendo el rol de padre.
-¡Hola! - saludó una voz desde la puerta. -¡Soy yo! - se anunció mientras movía su mano en forma de saludo. -Ya estoy aquí. -en sus manos llevaba un paquete. -Te he preparado el almuerzo Gai-sama. Gai solo atinó a ensanchar su sonrisa.
-Vaya morros, su comidita caserita hecha por Lee para su cariñito. -se mofó Naruto.
-¡Callate! ¿Pero qué cosas dices? -respondió Gai sonrojado. Lee comenzó a reir felizmente. Rodeó a su amado con sus brazos y apoyó su cabeza en el pecho de este.
-Pues aunque parezca increíble los dos nos enamoramos después de que me detuviera. A que es súper romántico. - dijo Lee.
-Lee... estoy de servicio. - dijo el mayor tratando de mantener la calma. De repente....
-Ha habido un accidente de tránsito. Necesitamos refuerzos. - sonó el parlante.
-Gracias por el almuerzo Lee. - dijo y se montó en su bicicleta. -¡Adios! -Hasta pronto Gai-sama. Ciudate mucho. -se despidió con una enorme sonrisa el pequeño pelinegro. -¡Aaaayyyyy! ¡Pero qué guapo es! - juntó sus puños y movió sus caderas de izquierda a derecha. Sonrojado.
-Si tu lo dices. - agregó el ojiazul.
-Tuvo tanta paciencia al escuchar mis problemas cuando me sentía tan deprimido.... su corazón bondadoso fue para mi un auténtico salvavidas. Por eso este sitio es tan impotante para nosotros.
-Y ¿Se han morreado? -preguntó sin tapujos. Los jos de Lee se abrieron depar en par y su cara se tornó aún más carmesí.
-Todavía no.... dice que quiere esperar a que sea más mayor y maduro -agitaba sus brazos.
-Tranquilo amigo. Es mejor eso que un pulpo sobón, te lo digo yo... de veras.
-Es tan extraño oírte hablar así de enserio. -dijo ya más tranquilo.
-No, no, no, no querido amigo. No pienso dejarme sobar por cualquier chico. Al menos hasta que no esté seguro de que es amor del bueno. - dijo profundamente.
-En mi caso, no hay problema... se nos sale por los poros. - dijo antes de darle un beso a una foto de Gai-sama que tenía guardada en su billetera. -A que sí Gai-sama.
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-¡Namikaze! ¡Namikaze! -gritó el sensei en plena clase, pues el rubio se había quedado dormido en medio de ella. Cogió una revista y la enrolló. -¡Namikaze! -gritó con tal fuerza que hizo eco en todo el instituto. Y también parecía haber funcionado, puesto que Naruto comenzó a despabilarse. Se frotó los ojos. -¡Arriba Namikaze! -Hola. Bunos días. Iru-sensei.
-¿Qué es eso de Iru sensei. Mi nombre es Iruka sensei y ¿Por qué te estás quedando dormido en mi clase? - dijo el profesor molesto.
-Es que necesito mis ocho horas de sueño para tener la piel suavecita. Es un principio básico de los Ikemen. -dijo poniéndose las manos en la mejillas.
-Pues duerme las ocho horas en tu casa, no en mi clase! Atiende Namikaze. Su pelo caía por sus costados cual lianas colgantes ¿A qué figura retórica equivaldría pelo y liana en la frase que acabo de decir? -
-¿Pelo y liana? -repitió el rubio pensativo. -¿Pelo y liana? ¿Pelo y liana? ¡Ah! ¡Ya lo sé! ¡De veras! Está claro que es pelo a la italiana. Claro pelo y liana. O sea pelo a la italiana. No creyó que fuera a adivinarlo ¿No? -dijo dando risotadas. -¡De veras!" -Has el favor de tomártelo en serio. -dijo Iruka sensei, después de haberle golpeado la cabeza con la revista enrrollada. -Da igual... contesta tú Hyuga. Un muchacho de largo cabello castaño se levantó de su asiento, listo para responder la pregunta. -Sí. Se trata de una metáfora con el objeto de la comparación presente. - todos guardaron silencio y los más con la boca abierta.
-Respuesta correcta. -dijo Iruka sensei. -se nota que eres el mejor estudiante del curso. Has estado perfecto... haber si te fijas y aprendes un poco de ella Namikaze. - dijo mirándolo de reojo. Para su asombro Naruto se encontraba durmiendo plácidamente en su pupitre. -¡Que no te duermas he dicho!
CONTINUARÁ...