Disclaimer: Durarara! No me pertenece así como tampoco Hetalia, son propiedad de sus respectivos creadores.
Capítulo 1
Partida
Como ya era costumbre, Orihara Izaya emprendió su viaje de Shinjoku a Ikebukuro con la felicidad suya tan propia y característica, también como ya era costumbre, Heiwajima Shizuo al verlo paseando tan campante, con su ya acostumbrado “¡¡¡I-ZA-YA-KUUUN!!! ¡TE DIJE QUE TE LARGARAS DE IKEBUKURO!” se lanzó al ataque.
A todo eso, los ciudadanos ya estaban habituados, tanto que, por muy agresivas que fueran las peleas, ellos seguían con su rutina habitual, mientras no se acercaran al dúo explosivo todo estaría bien.
Por ello, cuando Izaya puso una mano frente si y musitó un “Detente ahora” todo el mundo quedó en shock ¿Qué acaba de decir? Pensaba la gente a sus alrededores, las bocas abiertas de asombró no faltaron ¿Pensaba domar a la bestia rubia de Ikebukuro? Con esas simples palabras…Imposible.
-Espera Shizu-chan, hoy no me siento dispuesto a jugar contigo ¿Podríamos dejarlo para después?- Pidió, Shizuo no se la creía ¿Qué rayos con la pulga? Apretó más la señal entre sus manos.
“¡Que me detenga y una mierda! ¡El muy bastardo vino a joderme el día, pues ahora que se joda él!”
Lanzó un golpe más con su arma, directo al pecho del informante, el cual Izaya no logró esquivar del todo, cayendo estrepitosamente al suelo. Todo se complicó cuando el pelinegro comenzó a toser sangre, algo no cuadraba allí.
-Enserio Shizu-chan, paremos por esta ocasión ¿quieres?-Algunos habitantes pudieron jurar que ese día, el gran Orihara Izaya parecía un gatito herido, pero Shizuo no se fío de la “seguro” fingida expresión de sufrimiento en el rostro de su rival, para él, esa era la oportunidad perfecta para librarse de esa escoria, de una vez por todas, finalmente.
Izaya jaló dolorosamente el aire, para una vez más, comenzar a toser el vital líquido. Sólo pudo cerrar los ojos cuando el rubio teñido levantó una vez más la señal de tránsito para golpear su cabeza, o ese era el plan…
Simon entró de improvisto en escena, deteniendo cualquier ataque, con su cuerpo protegiendo a Izaya y al doctor que rápidamente corrió a auxiliarlo.
-¿Estas bien, Izaya-kun?- el nombrado levantó la mirada encontrándose con un muy preocupado Shinra, quien se apuró a ponerlo de pie antes de que Shizuo decidiera acabar con el entrometido de Simon.
-Sí, creo que estoy estable al menos, ahora déjame- ordenó tajante.
-P-pero, tu salud es delicada y yo- Trataba de decir el de gafas pero Orihara lo interrumpió.
-No importa, lo primordial es despedirme-dijo retirando la mano de Shinra de su hombro- el vuelo sale en unas pocas horas…
Simon finalmente había caído ante la furia del Heiwajima mayor y ahora éste veía asesino al informante, estaba sumamente mosqueado y ahora era más que peligroso.
Izaya como pudo se levantó del suelo, con una mano en su estomagó, trató de no hacer aún más visible el terrible dolor que lo aquejaba. Sonrió.
-Bestia, éste es un adiós…
Continuara…