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EL SUERO DE LA VERDAD por Kuro_nii

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Notas del fanfic:

Tiene lemon con gran descripcion, al menos toda la que se pudo^^

Notas del capitulo:

Estuve hasta muy tarde haciéndolo, es mi primer fic aquí en AMOR YAOI, pero no primer lemon ni Shizaya ^^ Espero que lo disfruten, por fa~ no sean crueles con migo...

Era por la tarde, casi iba a anochecer y no había ni rastro de la molesta pulga. No estaba enfadado, por lo que no necesitaba verle, pero sentía como si justo en el momento en el que se sintiera tranquilo, fuese a aparecer. De echo, pasó algo parecido. Se despidió de Tom y decidió irse a casa, a descansar un poco, entonces lo vio a él. A unos cincuenta metros, no... menos, estaba Orihara Izaya. Shizuo dio un paso atrás, preparándose para arrancar la señal que tenía a su derecha, pero Izaya abrió los ojos como platos al verle y echó a correr. El guardaespaldas parpadeó un par de veces, ¿de verdad Izaya había huido sin más? ¿En serio no lo iba a perseguir ni nada? Todo aquello era extraño... Entonces oyó un pitido cercano a su oído, miró a su izquierda y vio a Celty mostrando la pantalla de su teléfono móvil.

- “¿Qué pasó Shizuo? ¿Problemas con Izaya?”

- No... Esto... En realidad no sé que ha pasado.

- “¿Por qué, Izaya habló más de la cuenta?”

- ¿Hablar más de la cuenta, problemas con la pulga...? Celty, algo me dice que sabes más de la cuenta.

- “Está bien. Verás, Shinra le dio un suero de la verdad y cuando se enteró de esto, decidió irse lejos por temor a decir algo embarazoso.”

- ¿Y qué es eso tan embarazoso para la pulga?

- “Pues... logró contenerse y huyó de nosotros.”

- Que astuto... Pero mira por donde, soy yo el que quiere chantajear al informante hoy.

Caminó tranquilamente hasta el callejón por dónde se había ido Izaya. Siguió su olor, el cual seguía en el aire. Con tal de seguir el camino del informante, Shizuo tuvo que adentrarse por recovecos muy estrechos y delgados, que él agrandó gracias a su fuerza. Entonces lo vio, sentado en el banco de un parque hablando con la shinigami. ¿Cómo es que Celty había dado antes con él? Daba igual, lo que tenía que hacer era vengarse de Izaya ahora que podía. Este discutía con Celty, hasta que al leer cierta frase del móvil de la shinigami, sus ojos se inundaron de lágrimas. Shizuo quedó impactado y decidió acercarse, cuando él ya se había ido corriendo. Quedándose así, sólo él y Celty en el parque. Esta volvió a tender su teléfono al frente, cortándole el paso al guardaespaldas.

- “No vayas tras Izaya, por favor”.

- Ya he sido bastante bueno por hoy, si te fijas hoy no derribé a nadie, ni tan siquiera le lancé una máquina expendedora a la pulga.

- “Es que Izaya...”

- ¿Izaya, qué?

- “¿Prometes no decírselo a nadie? Ten por seguro que tanto Izaya como yo iremos a matarte”.

- Bah, tampoco tengo nada que perder. Será una tontería de la pulga.

- “El secreto vergonzoso del que nadie se podía enterar era...- se volvió a arrimar el teléfono para seguir escribiendo, el corazón de Shizuo latía rápido, estaba ansioso por conocer el punto débil del informante- pues que él te ama”.

El guardaespaldas se ahogó al tragar saliva y comenzó a toser. No se esperaba tal respuesta. ¿Celty le estaba mintiendo? Seguro, todo tenía que ser una broma. Aunque nunca había visto a la shinigami mentir, la verdad que era demasiado buena gente como para hacer algo así. Entonces... todo debía de ser un plan de Izaya. No quedaba otra.

- “Shizuo, ¿no me crees?”

- Oh venga ya, Celty. ¿Estamos hablando del mismo Orihara Izaya?

- “¿A caso no has visto a Izaya llorando hace un rato?”

- Él es experto en mentir, como quieres que me crea lo que hace.

- “Solo reflexiona”- escribió algo molesta.

Aún ya en su casa, tumbado en la cama y mirando al techo, aquellas palabras seguían en su cabeza. “Izaya te ama”. Parecían tan sinceras y al mismo tiempo tan... tan... Para cuando se quiso dar cuenta, ya había gritado “la pulga de los cojones me ama” en voz alta. Entonces holló unos sarcásticos aplausos detrás suya, se giró de golpe, viendo a Izaya con esa sonrisa de idiota que siempre tenía dibujada en la cara. El guardaespaldas tragó saliva, no se esperaba al informante ahí. ¿Cómo coño había entrado en su casa? Entonces vio una ventana abierta, claro, como no. Seguramente había entrado haciendo parkour, ese hijo de puta era un maestro en los saltos y demás. Izaya arqueó una ceja, al ver como Shizuo se levantaba para sentarse en el borde de la cama sin hacer nada.

- ¿Qué mierda miras, pulga?

- Ne~ por un momento Shizu-chan puso una cara linda.

- Sí, ja, sobre todo linda. Lo que mi cara muestra es que quiero meterte una paliza de la que te acordarás durante toda tu vida y si se te olvida, ten por seguro que allí estaré yo recordándotela.

Ante tal respuesta, Izaya chasqueó la lengua y se dio media vuelta. Tragó saliva, no esperaba tal cosa de Shizuo, era como si estuviera evitando decir aquello a por lo que había ido hasta allí.

- Y bien, ¿no preguntas que hago aquí?- se giró de nuevo.

- No, me pregunto por qué cojones entras por la ventana, ni más ni menos. Aunque, visto y no visto- esbozó una sonrisa, que erizó la piel del informante, helándole la sangre- tú tienes algo que decirme... ¿no?

- N-no se a que t-te refieres, S-Shizu-chan...

- Oh sí, si que lo sabes y no podrás resistirte mucho ya que tomaste el suero de la verdad- sonrió aún más- ¿Qué es eso que dicen por ahí de qué me amas? ¿Es cierto~?

Los ojos escarlata de Izaya se centraron en los miel de Shizuo. Estos lo miraban con rudeza y frialdad, esperando alguna escusa ocurrente por su parte. Estuvo así unos cuantos segundos, que al guardaespaldas se le hicieron interminables. Finalmente, apartó su mirada de ellos y suspiró. Acto seguido, comenzó a acercar su rostro al del guardaespaldas.

- Los efectos se han pasado, así que tendrás que descubrirlo por ti mismo- dijo besándole y tirándolo a la cama.

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Shizuo le quitó los pantalones de un golpe, dejando a Izaya desnudo de cintura para abajo, mirándole con el rostro sonrojado. Se veía tan lindo así. El dolor de sus pantalones cada vez se hacía más grande, así que tendría que hacer las cosas rápido para quitárselo. Lamió tres de sus dedos, ahogándolos en saliva. Apretó el índice contra la entrada de Izaya, este se tensó, al notar algo incómodo en sus posaderas. El guardaespaldas movía el dedo de arriba abajo, comenzando a sacar gestos de placer de Izaya, entonces supo que ya podía poner el otro. Al principio tan bien fue doloroso, pero el informante se acostumbró más rápido. Hasta llegar al punto de tener los tres dedos dentro y sentirlos deslizar con holgura. Entonces Shizuo los retiró despacio, haciendo que Izaya lo mirara nervioso por lo que venía a continuación. Shizuo miró esos ojos asustados y sin saber por qué, le besó la frente. Izaya se ruborizó e insinuó que no era una chica, a lo que Shizuo le contestó- no te preocupes, nunca te consideré una mujer. Ni siquiera un hombre o ser humano- se le acercó más, para susurrarle al oído, mientras lamía su cuello- porque para mí eres mucho mejor que cualquier humano-. Al decir aquellas palabras y lamer su pálida piel, logró sacar un tímido gemido del informante.

Shizuo le acarició la mejilla e Izaya le sonrió, dándole a entender que estaba listo. El guardaespaldas presionó su miembro contra la entrada de Izaya, quién sintió algo muy grande dentro de él. Era un dolor desgarrante, que incrementaba cuanto más profundo estaba Shizuo. Sin poder hacer nada, su respiración se agitó, al mismo tiempo que dejaba escapar unas lágrimas de dolor. Shizuo lamió estas y besó a Izaya, intentando calmarle. Entonces una de sus manos, se dirigió al miembro de Izaya y comenzó a masturbarlo, sacando suspiros placenteros de él. Esto hizo que la entrada de Izaya se dilatara un poco más y Shizuo pudiera entrar sin problemas. Cuando estuvo dentro del todo, dejó de masturbarlo, para entrelazar una de sus manos con la del informante y rodear con la otra su cadera. Miró una vez más aquellos ojos escarlata, los cuales le sonreían con picardía. Shizuo enterró sus ojos entre mechones rubios de su flequillo y sonrió para sí mismo, comenzando a hacer movimientos de vaivén. Al principio Izaya siguió notando un poco de molestia, hasta que la semilla de Shizuo lo hizo todo más resbaladizo y cálido. Izaya no paraba de gemir con una voz algo femenina, que sin saber por qué, excitaba más a Shizuo. Este al presionar la parte arriba del interior del informante, logró sacar de él un gemido entre cortado, ese era el sitio exacto que debía “atacar”. Lo embistió una y otra vez, logrando que este derramara su semilla por todo su vientre de un modo bastante fuerte y sensual. Estando todo empapado, incluso la camisa del guardaespaldas, este se vino por segunda vez dentro de su Izaya. Salió de él con cuidado, observando un rostro cariñoso de cansancio.

- I-Izaya...

- ¿Nh?

- Quiero que sepas que no te amo...- dijo poco convincente.

- Sí, ya... E-eso dilo ahora.

- Cállate, tú fuiste el que me besó y me tumbó en la cama.

- No sé de que estás hablando, cuando tienes fuerza sobre humana- sonrió pícaro.

Shizuo sonrojó y dio la vuelta hacia el otro lado de la cama. Entonces oyó la risa de Izaya mientras se abrazaba a su espalda, pero aquella vez... aquella vez era extrañamente cariñoso. Y sin saber por qué, le levantó otra sonrisa a él.

Notas finales:

Ola~ que tal? :D el final me quedo ñoño, siento que la parte del sexo fuera la única que tenía tanta descripción *w* pero fue un lemon algo repentino. ¿Que quieren si son las cinco de la mañana? ¿Reviews? Matta ne! Kisu!

PD: ¿quieren segunda parte? La verdad es que dudo si hacerla:S


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