Mil vidas, mil noches
Mil lunas, mil años
Te amaré, mi vida
Y amarte hace daño cuando no te tengo
Sabiéndote mía.
Recordaba todas esas veces que fuimos el uno del otro, recordaba las palabras de amor que me decías, recordaba todas esas veces que dije que nunca me enamoraría para no salir lastimado: heme aquí ahora enamorado por primera vez, de ti. Fueron mil noches, mil días, mil vidas, y en especial mi vida dedicadas a ti.
Te conocí en la Universidad tu acababas de entrar y yó, era de semestres superiores, pero no me importó, te vi, me gustaste, te hablé, me sonreíste, salimos y me dijiste “Sí”, te robé tu primer beso; y en ese beso fue que queriéndome hacer el ciego sabía que cada fibra de mi te amaría hasta que mi existencia se extinguiese. Tras ese beso fue que…nos volvimos pareja por años, sabiéndote mío.
Mil veces maldigo el destino
Por tantas heridas, las tuyas y mías
Por tantas mentiras
Pero no todo era como lo pintaban, al menos tú no, tus sonrisas, tu mirada que a mis ojos eran los más claros, llevaban heridas ocultas, un pasado tormentoso y escabroso. Mil veces maldigo al destino por tus heridas y las mías que hicieron las mentiras, pues nunca fuiste claro. Nunca me dijiste lo que sentías cuando te decía que te amo, cuando ponía todo mi empeño en mis caricias para demostrarte que eras el primero al que yo amo, porque no negaba que había estado con muchos, a cada rato, cuando podía y quería, pero ellos, todos , eran para un rato que era de la vida galante, en cambio tú, eras amor puro y sincero, de aquel que jamás hubiera deseado conocer pero que conocí y por el cual cambié.
De nada me sirve arrepentirme porque aunque lo desee no puedo, no quiero, porque sé que tu sufriste mucho mas de lo que yo hago ahora. Me tienes a tu merced a pesar del tiempo.
Voy amarte aunque el destino no lo quiera
Aunque la luna me aconseja que te deje de pensar
Voy a amarte por que ya no hay manera
De esconder lo que en mi pecho
Esta tan harto de callar
El destino, la vida, la gente, o como quisieran decirle se empeñaron en que no te amara, porque aunque miles de historias llegaran a mis oídos sobre ti nunca les hice caso, porque para mí tu palabra, tu verdad eran las que contaban.
No hubo manera de sacarte de mi pecho, mil noches, mil días pasaron y yo no podía dejar de pensar en ti , la luna me decía olvídalo y haz tu vida, déjalo ir y sal adelante, pero carecía de fuerzas que aparentaba tener frente a los demás de decir: “ No, ya no lo amo”; todo mentira porque en mi pecho , mi corazón ya se hartó de callar.
Nuestra relación fue creciendo o eso creí yo, un día que hacíamos el amor te repetía en cada momento: “Te amo” , gemía tu nombre, besaba tus labios, tu cuerpo con devoción, tu alma era inocencia, tus palabras dulces , tu sonrisa un sol, en cambio yo era todo lo contrario, haciéndome pensar que no te merecía, por eso mi empeño en hacértelo sentir, en sentirme digno de ti. Pero a pesar de mis esfuerzos tú no decías nada, te mantenías callado o gimiendo dado el caso y eso me bastaba para seguir la mentira que me causaba heridas profundas, sin saber…sin saber que tu llevabas un dolor que ni todo mi amor te pudo quitar.
Y es tan grande la inmensa locura
De quererte tanto
Que hoy me pesa el pasado
Pero a tu amor no pienso renunciar
Si bien dicen que las cosas que no te matan te fortalecen, creo que este no es mi caso, porque te fuiste para nunca volver, mi locura fue tan grande por quererte tanto que me negaba a dejarte ir, a que descansaras en paz. Zangoloteaba tu cuerpo pidiéndote “Despierta, no me dejes, no me abandones “; pero de nada servía, tus ojos no se abrieron mas.
El pasado me pesa, porque de no ser por mi y de lo que te hice pensar, no hubieses elegido la muerte, no hubieras deseado morirte, pero…en parte tuviste igual de culpa por hacerme pensar que no me amabas, fue ahí…ahí donde las habladurías de ti hicieron peso en mi alma, en mi corazón malherido. Te grité, te humillé, te sobajé y todo…todo por no decirme tus temores, tus sufrimientos, tu angustia por decir mentiras. Nunca me diste una cara diferente a la felicidad, a la dicha y a la bondad, eras un ángel al que de joven le rompieron y le arrancaron las alas de la manera mas insólenme. Tú vida terminó a la corta edad de 23 años, que para tus vivencias un calvario, y para mi el comienzo de mi infelicidad, pero aun con todo me niego a renunciar a tu amor.
Mil vidas, mil noches,
Mil soles, mil años
Te amare, mi vida
Y amarte hace daño
Cuando no te abrazo mi alma te grita
Mil veces reclamo el destino
Por tantas heridas
El día de tu entierro, en nuestra cama veo un libro, era tu diario, ahí contabas todos tus temores, tu inseguridad, tu dolor; conforme leía comprendí el motivo por le cual no decías nada a mis te amo, era porque te sentías sucio, indigno, repugnante. Llevaste terapia pero no resultó, las violaciones por parte de tu padre y después por parte de tu psiquiatra solo hicieron que quedaras mal, mi corazón se rompía a cada palabra que leía de tu diario, golpes, abusos sexuales, maltratos psicológicos, con todo eso aun podías sonreír a la vida y mostrar lo bella que puede ser pero mi pequeño ángel ya no pudo mas gracias a mi. Fue que decidiste terminar y desear tu liberación, porque cuando creíste que podías salir adelante estando a mi lado por callar y por la demás gente fue que te orillé a terminar con todo y a mi dejarme sin nada.
No dejo de reprocharle al destino, porque amarte hace daño, mas cuando no tengo tu cuerpo para abrazarlo sintiendo tu piel dorada en contraste con la mía y compartir el calor , no ver tu sonrisa que era mi luz y mas no ver tus ojos azules que era llenos de inocencia, que aun mostraban esas ganas de vivir. Maldigo la vida injusta por tantas heridas.
Mil vidas, mil noches
Mil lunas, mil años
Te amaré, mi vida
Y amarte hace daño cuando no te tengo
Sabiéndote mía.
Mil veces maldigo el destino
Por tantas heridas, las tuyas y mías
Por tantas mentiras
A la mente me llegan tus palabras, esas palabras por años mientras vivimos felices rogaba al cielo que me las dijeras, y me las dijiste en tus últimos días.
Aún recuerdo tus palabras antes de morir:
—Te amo …Kanon…te amo…siempre voy a amarte mi amor…perdóname por todas esas mentiras y heridas …perdón…por no nunca haberte dicho que te amo mas que cualquier cosa…te amo. Busca mi ..diario…y entenderás muchas cosas que en vida no pude ...mi amor.
—Yo también te amo ….Aioros. Ya no hables, por favor…no me dejes…
Fue así que te marchaste con una sonrisa y declarándome lo que siempre quise oír de tus labios, que por sentirte como te sentías no podías decirme abiertamente, viviste con todo ese dolor, porque a tu muerte me enteré que viviste en depresión, te enfermabas , llorabas pidiendo a la nada mi perdón, cuando el que debió pedir perdón era yo. Recordé todas esas veces que me buscaste pidiéndome 5 minutos para explicarme y yo solo te daba portazos, te empujaba y te sacaba de mi casa a la mala lastimándote, fue que en otro intento tuyo me pediste hablar pero no era para explicarme, era mas bien una despedida, yo no lo comprendí, hasta unos días después que me fueron a buscar porque estabas en agonía por la leucemia que te cayó; en mi vida me sentí mas miserable y tirano porque al saber sentí que mi mundo dejaba de existir, entonces compartimos nuestros últimos días juntos Mi amor. Fui a la casa a cumplir tu ultima voluntad que al terminarlo grite y rompí todo de la desesperación, por eso me negaba a amar, por eso siempre fui un cualquiera sin quedarme en un lugar fijo, para evitarme el dolor.
—Hoy se cumplen 3 años mi amor.- te dije frente a tu tumba llevando tus flores favoritas y besando tu lápida. Recordando también que ese día, el último que me buscaste me dedicaste una canción: Mil vidas.
Mil vidas, mil noches, mil lunas, mil años te amaré mi vida, de aquí hasta morirme, solo estoy esperando a que vengas por mi y vivir lo que el destino cruelmente nos arrebató.