Entre sombras
Prologo
Después de la tormenta solo quedan fragmentos de que alguna vez hubo un fuerte viento y este a su paso terminara derribando todo. Las esperanzas, la amistad, el miedo, el valor, la verdad de todo. Después de la tormenta solo queda la calma lluvia que se lleva lo poco que quedaba en los corazones. Con ello, las esperanzas.
Para Neville Longbottom, ya no quedaba nada de aquello, ya no quedaba nada de nada. Simplemente se sentía un poco solo, lejano de toda muestra de afecto, lo único que sentía era resentimiento, frustración, temor y sobre todo decepción. Lo que alguna vez llegó a imaginarse en el futuro, estaba deshecho. Después de la fatídica guerra se había imaginado y planificado muchas cosas, pensaba en la que alguna vez pudo haber sido su esposa, Luna, que después de que este se le declarara ella lo rechazó, y desde ahí comenzó, cuando poco a poco las cosas para el joven dieron un rumbo diferente al que el planeaba. Sus amigos hicieron sus vidas, se casaron, tienen hijos —la mayoría — ¿y él? Bueno, simplemente se dio por vencido, creyendo que jamás volvería a creer en el amor y mucho menos pensar en volverse a enamorar…
Como había dicho anteriormente, todo había cambiado en el trascurso de ocho años, resignado profesor de herbología, soltero y sin esperanzas de volver a encontrar algo que lo haga verdaderamente feliz. Así es, trabajaba en Hogwarts como profesor de dicha materia, pero no estaba solo después de todo, estaba Draco Malfoy como profesor de pociones y su estimado amigo Harry el cual enseñaba defensas contra las artes oscuras. Es curioso ver como las cosas dieron un giro repentino al cual pensabas que pasaría, incluso como las personas habían cambiado, un pequeño ejemplo de eso es Malfoy.
Cuando llegó a Hogwarts y se encontró con Malfoy — el cual ya era todo un hombre — pensó en las posibilidades desastrosas de aquel encuentro, un insulto por parte del ex mortifago, incluso alguna maldición para atormentarlo, pero no, simplemente lo saludó muy gentilmente, muy NO Malfoy. En esos momentos habrá pensado que estaba soñando o algo por el estilo, pero se equivocó, era la realidad del mundo que vivía actualmente, tal vez se deba a las secuelas que había dejado la batalla ¿Será por eso que el Slytherin cambió tanto? Y para bien.
Muchos habían pensado que el famoso Harry Potter, se casaría con más ni menos que Ginevra Weasley, pero no o que también, después del colegio se convertiría en un famoso Auror, respetado Auror Harry Potter, y sin embargo, ahí estaba… Abordando el tren para ir otro año más a Hogwarts, ese sería el tercer año para Neville. El cual ni se imaginaba que le depare este nuevo año, desconocido de todo y de todos, estaba a la merced del destino.
Por otro lado, se sentía a gusto con la compañía de sus dos compañeros, que, con el tiempo aprendieron a llevarse mejor que años atrás, que cuando era unos simples alumnos, es más podría decirse que entre Draco y Harry había más que una simple amistad… — Neville siempre se la pasaba molestándolos con aquel tema, Draco siempre se ponía rojo como un tomate y Harry simplemente le restaba importancia a los intentos de Neville al querer fastidiarlos.
Otro nuevo año comenzó, ¿Qué le deparará el destino esta vez? Solo esperaba que fuera algo nuevo, que fura para bien, aún tenía la esperanza de volver a amar y ser correspondido, pero… ¿Quién sería aquel o aquella que le volviera a sacar una sonrisa sincera? Esa sonrisa que no mostraba desde hace mucho tiempo ¿Quién? No lo sabía, pero era paciente y no era ansioso con respecto a ese tema…
Solo había que esperar, solo un poco más…